Los binomios de tiempo que escribí a finales de la década de los noventa, pienso que ahora en una perspectiva retrospectiva. Fijan bastante acontecimientos que hemos y estamos viviendo.
Espacio donde publico escritos que estan registrados en la propiedad intelectual. se trata de hablar de posturas, ilusiones y esperanzas para cambiar este mundo, en algo mejor, mas humano.
domingo, 23 de junio de 2013
libro pdf
EN EL NOMBRE DEL A M O R
( UNA VISIÓN DEL APOCALIPSIS DE SAN JUAN )
JORGE ALBERTO MARÍN VIÑOLES
INTRODUCCION
El texto del apocalipsis de San Juan es un escrito de dicho
apóstol y forma parte del evangelio, de este discípulo de
Jesucristo. Este texto es una parte dogmática de la doctrina
cristiana, siendo un texto con una profunda importancia.
El escrito del apóstol San Juan a parte de tener y ser
testimonio del mensaje de Jesucristo y de la Divinidad, tiene
una clara vertiente profética y reveladora. Como es lógico,
dicho escrito fue de sumo interés y estudio, tanto para las
religiones ortodoxas y heterodoxas, como para gnósticos,
filósofos e incluso agnósticos. También para el movimiento
esotérico de todos los tiempos, en sus diferentes escuelas,
sirviendo tanto de estudio y conocimiento,como base de
apoyo para la visión del futuro de la humanidad.
En la lectura del apocalipsis podemos sacar como primera
conclusión, que es una clara referencia al futuro del
cristianismo y por lógica extensión de toda la humanidad. Este
escrito nos aparece con expresiones metafóricas, teniendo una
visión enfocada a hechos que deben tener una expresión
material.
El lenguaje empleado en el texto es confuso, poco sutil y nada
poético, siendo así un claro exponente en la forma de
composición de escritos religiosos judíos de la época ( aunque
determinados textos de la Biblia tienen fundamento poético ).
Al observar el apocalipsis vemos que el lenguaje empleado
tendría una mayor similitud con el antiguo testamento, que
con el nuevo testamento. Quizás por esta configuración del
escrito algunos estudiosos piensan que en realidad el
apocalipsis tendría otra autoría distinta, a la que venimos
creyendo como la visión de San Juan. Después de leer el
escrito y de valorar lo que tradicionalmente se le asigna como
su significado. Podemos encontrar con reflexión y buscando
su profundidad toda una enseñanza sobre la evolución
humana, que se llega a extender como esencia universal. Del
escrito se traslucen diferentes procesos que acontecen en toda
evolución, con las características leyes y pautas que
intervienen en nuestro devenir.
Como hemos reseñado antes, el texto está estructurado de
forma metafórica, lo que nos empuja a un lógico estudio de
sus simbolismos. La humanidad desde sus más remotos
tiempos, desde las más antiguas civilizaciones que condujeron
el desarrollo del hombre, se valieron de los símbolos y del
poder de la palabra cuando se invocaban. Con la palabra
manifestaban el dominio tanto político y militar, como
religioso, estando en el pasado estrechamente ligados o unidos
en una sola forma de poder. La palabra que el hombre extraía
subjetivamente de los símbolos, tenía una clara y concisa
impregnación de poder en la mayoría de los casos ( algo que
suele suceder en diferente forma y grado en el presente ).
Emperadores, reyes, sacerdotes y elegidos, excluyendo a
místicos como Jesús o Buda, manifestaban gracias a la
palabra su poder sobre el resto de los hombres. Una forma de
jerarquización que se estableció desde los albores de la
humanidad y que nos queda constancia de su proceder.
Pero los símbolos en su esencia, en su imagen pura y genuina,
siempre han estado presentes en el hombre con un carácter
netamente abstracto y mágico. De los símbolos se pueden
sustraer diferentes interpretaciones, según las circunstancias
como serian la cultura, la raza, el periodo histórico, e.t.c.
Las palabras que el hombre formaba al interpretar los
símbolos, y aunque en su raíz estuviesen dentro de la imagen
del símbolo, quedaban claramente marcadas por la
subjetividad humana, por el interés de su ego particular o
grupal. En definitiva por establecer algún tipo de dominio.
Pero los símbolos conservaban a pesar de la extensa
multiplicidad de factores, un espíritu que se funde con lo
inmaterial e incomprensible, con la representación de lo
inalcanzable e incontrolable. Por lo tanto los símbolos siempre
han representado a la Divinidad.
El conocido psicólogo suizo C.G.Jung estudió de forma
profunda estos símbolos, que según su teoría residen y
emergen de un inconsciente humano colectivo. Quizás incluso
deberíamos sopesar la posibilidad de que estos símbolos, estos
arquetipos, no sean de exclusividad humana sino de la
totalidad cósmica. Donde cada individualización material o
energética, la podría descodificar según "su grado de
conciencia". Según esta teoría, interpretaríamos a la
Divinidad como una " gran conciencia ", una supraconciencia
que sería inicio y producto, raíz y suma de cualquier tipo de
conciencia. Desde este punto de vista observaríamos a las
antiguas religiones politeístas, que religaban a la naturaleza y
a sus manifestaciones, como fijadas en lo externo,
deslumbradas por los arquetipos. Con posterioridad la
aparición de las religiones monoteístas, comenzaron a
interpretar a la Divinidad como una unidad, aunque seguían
fundiendo su subjetividad, al ponerle siempre apariencia de
ser humano.
Con la interpretación que nos sugiere la supraconciencia,
quizás conectásemos mejor con lo esencial de la Divinidad, su
genérica raíz, dejando a los arquetipos o símbolos como
expresiones de su significado, como eslabones para cada
manifestación de vida.
La hipótesis de Jung, nos habla en resumen que una vez están
separadas las diferentes capas de conciencia individuales
pertenecientes al ego, aparece el inconsciente colectivo.
Donde estarían insertados los arquetipos comunes para todo
ser humano, los símbolos con una gran carga emotiva y de
significación. Estos arquetipos guardarían un conocimiento,
síntesis que luego se proyectarían en diferentes estados de
conducta, ( como serian estados sexuales, de voluntad, de
supervivencia, e.t.c. ).
Volviendo al contenido del apocalipsis, podemos entender que
estas metáforas poseen la virtud de ser unas claves de
transformación y de definir procesos tanto materiales, como
mentales y espirituales. Teniendo una expresión tanto a nivel
individual y grupal, e incluso podríamos decir que los
procesos son universales. San Juan con su visión nos revela
una relación de símbolos arquetípicos con un inmenso caudal
significativo, los cuales se encierran en metáforas, quizás para
salvaguardar su mensaje de conocimiento. Sería ésta la razón
de que los escritos Bíblicos sean herméticos, dando así la
posibilidad de un desarrollo positivo y seguro a la enseñanza.
Quizás por esta forma obscura de escribir, la palabra utilizó al
símbolo a su conveniencia, el hombre utiliza al conocimiento
para ejercer algún tipo de dominio. Cuando en realidad los
símbolos no pueden tener una clara expresión hablada o
escrita, si no nos empujan hacia la abstracción dándonos una
intuición, una idea raíz, un profundo y extenso sentimiento.
Pero también debemos apuntar que los símbolos, y sobre todo
en las épocas antiguas, tenían la peculiaridad de estar para
casi todos los hombres como "dormidos", no sucediendo esto
con la palabra que se encierra más en un período de tiempo
limitado, en relación a su significado. El símbolo perdura en
su propia substancia, no desaparece su significado aunque
varíe su imagen. Mientras que la palabra, es una explicación a
ese símbolo y esta visión realmente no es definitoria, puede
cambiar en el tiempo y en el transcurso de la propia historia
del hombre.
Esta forma de escritura hermética, transmitía y transmite aún
hoy en día, respeto y miedo, obediencia y fascinación al
mismo tiempo, e incluso para algunos, también indiferencia.
Pero también como hemos señalado antes, sobre todo
conocimiento y profundidad.
Un ejemplo claro de esta forma de composición hermética, la
presenta Michél Nostradamus en sus centurias, que aunque
varía en el uso de simbolismos, guarda está forma de
composición. Hemos de recordar que aunque Nostradamus era
católico, tenia ascendencia judía, ya que su abuelo médico y
astrólogo como Michél, era un judío converso.
En esta introducción no trato de verificar la autenticidad de
los textos evangélicos. Si fueron escritos realmente por los
apóstoles o no y en particular, el texto del apocalipsis. Son
conocidas las posibilidades e hipótesis de que estos escritos,
fuesen en realidad hechos por "terceras personas", por
seguidores del mensaje que preconizó Jesús y secundaron sus
apóstoles. Una conclusión evidente es que los evangelios
fueron escritos, tiempo después de la muerte de Jesús. Cabe la
posibilidad de que estos escritos empezaran a recopilarse, a
raíz de la destrucción del templo de Jerusalén en la revuelta
que realizó el pueblo Judío, en el año 66 d.c. La devastación
que sufrió la ciudad de Jerusalén y que dejo a su templo tan
destruido, no quedando " piedra sobre piedra ", fue una de las
profecías del maestro de galilea.
Según Michael Baigent y Richard Leigh en su libro " El
escándalo de los rollos del mar muerto", el libro " hechos" de
los apóstoles, que fue el primer escrito del nuevo testamento,
comenzó a crearse entre los años 30-36 d.c., finalizando entre
los años 64-67 d.c. Pero los mismos autores establecen como
posible inicio del libro " hechos " y por ende de los textos del
nuevo testamento entre los años 70-95 d.c. Estas últimas
fechas vienen siendo las más utilizas por la mayoría de los
estudiosos sobre el tema. Se creé que los textos del nuevo
testamento se escribieron entre el último tercio del siglo I y a
principios del II.
Si pensamos en la psicología y comportamiento de las
personas de esta época, el que un vaticinio cumpliese como la
destrucción del templo de Jerusalén, podría potenciar la
propagación de la figura de Jesús y su mensaje por sus
seguidores. Es evidente que las reyertas sufridas por el
imperio romano durante la ocupación de Palestina, fueron
numerosas. Pero la relación cronológica entre la muerte de
Jesús y la revuelta del año 66 d.c., siendo la ciudad de
Jerusalén muy devastada, pudiera relacionarse dicha
revolución y su final con la profecía del rabbi de galilea.
El apocalipsis para diversos especialistas en realidad no fue
escrito por el apóstol San Juan, sino por un sabio de los
primeros siglos de la nueva era que residía en Palmos,
conocido como Juan el anciano. Este sabio fue un fiel
creyente de la figura de Jesús, teniendo este afamado vidente
y astrólogo, debido a su insaciable fe en el nuevo movimiento
cristiano, una revelación sobre el destino del cristianismo.
Quizás este escrito tomo una gran importancia en el nuevo
movimiento, siendo integrado años más tarde como parte
fundamental del nuevo evangelio, por los personajes
históricos que establecieron la religión católica.
Un dato importante seria la posible adulteración de los
escritos originales por las diversas traducciones realizadas al
Griego y al Latín principalmente. El teólogo y especialista en
lengua Hebrea, Walter-Jórg Langbein, dice que la subjetividad
e idiosincrasia de los diferentes traductores pudieron
modificar el original. Hemos de observar que la traducción del
Hebreo al Griego o el Latín pudiese variar al interpretar
diferentes palabras que trastocarían de alguna forma, el
contenido y sobre todo el significado del genuino apocalipsis
y de los demás escritos evangélicos.
También la selección de los diferentes escritos por el primer
emperador cristiano, Constantino, tuvo una importante sangría
tanto de información como de composición. El imperio
bizantino, celebro el primer concilio de la religión católica en
Nicea, en el año 325 d.c. Aquí se establecieron los textos que
pasarían a formar parte del dogma cristiano, llamados textos
canónicos, separando en ese momento a otros escritos que por
diferentes motivos no entraron a formar parte del evangelio,
conociéndose como los textos apócrifos.
Esta elección de determinadas textos se concibió de manera
que ciertas bases quedaran claramente marcadas, partiendo así
como directrices fundamentales para la religión católica. La
separación realizada por los primeros padres de la religión
católica, rechazo a los textos descriptivos e históricos, por los
escritos que gozaban de una perspectiva más ligada a la fe en
sí. Aunque los textos canónicos nos sitúan en cierta medida
cronológicamente, y nos detallan los diferentes pasos que
realizó en vida, Jesús y el posterior movimiento que
encabezaron sus discípulos. Estos libros son sobre todo
parábolas y explicaciones, que aunque nos transfieran un
conocimiento, se apoyan básicamente en la fe.
Con ello no quiero decir ni restar importancia a lo que
simboliza la fe, al contrario sin ella simplemente no se podría
concebir ni entender la vida. Aquella criba mutiló de alguna
forma la figura y el mensaje de Jesús, apartándonos de un
importante caudal de informaciones y enseñanzas. El fin de
esta selección y de posibles retoques, nos dejo a mi entender,
como huérfanos de una parte de esté gran místico que fue
Jesucristo.
El emperador Constantino, tras fraguarse en encarnizadas
luchas por el poder, tuvo una difícil misión intentando
establecer como religión oficial de su imperio al cristianismo.
En esta época apareció el arrianismo, un movimiento más
helenista que básicamente discutía la Divinidad de Cristo,
pensando que Jesucristo no fue hijo del padre, sino creado por
él. Mientras que el catolicismo defendía que los tres cuerpos
de la trinidad pertenecían a la misma substancia. También la
tradición de su padre Constancio por el paganismo, marco a
Constantino mucho, teniendo al astro rey, al sol invictus,
como un símbolo de una transcendental importancia. Helena
su madre, fue quizás la principal artífice de su casi obsesiva
atracción posterior por el cristianismo.
Pero posiblemente el hecho que le sucedió al emperador
Constantino I el grande, el día 26 de Octubre del año 312 de
nuestra era fue según la historia, lo qué le condujo al
cristianismo. Antes de una de sus contiendas para obtener una
nueva victoria, se arrodillo de cara al sol para adorarle cuando
de éste acertó a ver unas obscuras luces en diagonal que
dibujaban una cruz luminosa en el cielo. En ese momento
escucho en su mente el nombre de "Christos" y a continuación
la voz le volvió a decir que " con este signo triunfaras ".
Tomando esta composición religiosa, podemos comprender
que al estructurar los textos canónicos, cuando formaban las
costumbres y conductas del credo cristiano, entraran a
integrarse costumbres paganas, como seria la adoración al
Dios sol. Es evidente que como sabemos el sábado era el día
festivo para los Judíos, y por lógica para los primeros
cristianos. En cambio se tomo al día del sol, el domingo como
día festivo, encumbrando así al único Dios pagano que en los
tiempos de Constantino, seguía siendo adorado.
Como sabemos Jesús en vida se le conoció como rabbi,
maestro o Mesías. La palabra Cristo, proviene del Griego y
podríamos definirla mejor como el logos hecho hombre, la
Divinidad encarnada en un ser humano. Esta unión del
hombre Jesús y el logos Cristo, forma a la Divinidad que
interpretaron los gentiles ( personas que no eran Judías ) como
Jesucristo, tomando a esta concepción como la autentica
identidad del maestro de galilea. Así puede establecerse la
hipótesis del por que del nombre, para el impulsor verdadero
del cristianismo. Jesús, por esta concepción se entiende que
fuese tomado como calificativo de una parte de la triada
Divina. Y así el nombre de Jesucristo se utilizarla para
instaurar una única religión en todo el imperio. Curiosamente,
del norte y del occidente de Europa, en aquella época
histórica, existía una Deidad de la cultura Celta que se
llamaba Esus. Mientras que en oriente, en el subcontinente
del Indostán existía un Dios conocido como Kristos, que sería
la Deidad Krisna (rama Krisna) de la mitología Hindú. Siendo
ambos en significado similares a la figura de Jesús.
Quizás el emperador Constantino quiso unificar a la totalidad
de su vasto imperio, tomando a la figura de Jesucristo
(nombre de Jesús dado por los Griegos) como encarnación de
dos Dioses paganos, Esus y Kristos. Dando así al nuevo
catolicismo un sentido unitario y universalista, capaz de
establecer una única religión en todo el estado.
Pienso que esta hipótesis de trabajo puede ser un
condicionante muy veraz, debido a las numerosas
circunstancias que rodeaban. Para poder mantener el imperio,
se tomo al cristianismo como base religiosa del estado,
dándose así la posibilidad de ser una maniobra política, que
incluso tal vez fue necesaria. El cristianismo fue desde el
principio de su expansión, una llaga para el paganismo
romano. El pleno derecho a constituirse como movimiento y
posteriormente, ser religión oficial del estado, fue una
resolución necesaria para Constantino. Sin entrar a analizar
detalladamente el verdadero sentido religioso del emperador,
fue al menos en un principio a caballo entre lo que conocemos
como catolicismo ortodoxo y entre diversas creencias
paganas. Obviamente Constantino una vez en el poder, fue
ferviente defensor del catolicismo, teniendo varios problemas
con otras doctrinas y filosofías religiosas, como fue con el
anteriormente citado arrianismo. Pero Constantino, dio a la
iglesia católica una importante estructura de poder, teniendo
este estamento una suprema importancia en el destino del
imperio, como demostró la figura de Teófilo. Repercutiendo
así en el futuro con unas bases y directrices que sumergieron
en un profundo oscurantismo histórico y social, a la
civilización occidental. Y sobre todo al cristianismo y a los
cristianos, en relación a su esencia primogénita en muchos
aspectos. Esta época obscura que se extendió por toda la edad
media, y que tardo varios siglos en tomar y girar a otros ejes
dogmáticos y teológicos diferentes a los que sostuvo. El
catolicismo se enfrento a partir del renacimiento con diversas
escisiones de tipo religioso como fueron el luteranismo, el
anglicanismo, e.t.c. Pero también tuvo otras circunstancias
que afectaron a sus bases tradicionales, como fueron las
diversas revoluciones Europeas y Americanas, Así como los
nuevos movimientos sociales e ideológicos, que incluso
llegaron a ser agnósticos y ateos, pasándose de tener una
concepción puramente teocéntrica a basarse mas en una visión
antropocéntrica. Como fueron la ilustración, el socialismo, el
comunismo e.t.c.
La iglesia fue variando en su forma de entender y expresar sus
bases filosóficas y teológicas, evolucionando en estos últimos
quinientos años hasta alcanzar una mayor apertura de sus
estamentos en relación al pulso social en este siglo veinte.
Pero parece muy plausible que en los primeros tiempos de la
religión católica, este propio estamento se subyugase e
integrase a la estructura de poder, perdiendo con la probable
transformación la esencia del cristianismo y habiendo una
adulteración de los textos evangélicos.
Como sabemos las ideas y visiones místicas en si, son siempre
un desarrollo para el ser humano, pero el hombre mismo por
el afán de su ego inhibió y obstaculizó, la fuerza de ese
mensaje o idea mística. Como entenderemos el hombre por su
propio egoísmo, por las estructuras sociales que han creado,
no deja expandir a aquellas ideas que se tildan de progreso
(sobre todo en nuestro pasado) y más si no son acordes al
momento social y político contemporáneo de ese instante.
Como suele suceder con las visiones místicas genuinas.
Volviendo al apocalipsis y tomando estas disertaciones en
cuenta, podemos observar una variada y extensa gama de
explicaciones al significado del escrito. La iglesia católica nos
indica en resumen, que el tiempo donde transcurre el
apocalipsis es en los primeros siglos del cristianismo, durante
la época que estaba perseguida la religión católica, hasta su
asentamiento. Por ejemplo la bestia 666 se atribuye a la figura
de Nerón, y la ramera o nueva Babilonia a Roma. Queda por
definir mejor, según esta interpretación algunos párrafos
finales, como la nueva Jerusalén o la vuelta del dragón tras el
destierro de los mil tiempos ( de esto se deriva la mencionada
visión catastrófista de finales de milenio). Aunque estos
últimos párrafos tengan una explicación teológica ya
establecida. Las diversas religiones que se ramificaron del
cristianismo ortodoxo, también poseen sus interpretaciones
sobre el apocalipsis, las cuales dentro de unos símbolos
comunes varían en la exposición del contexto.
De igual forma sucede con sectas que en su base, proceden de
la doctrina cristiana. Aunque en realidad, seria hacer hincapié
en que la división entre secta y religión, a veces tiene una
línea muy débil y difusa. Siendo de difícil clasificación y una
correcta definición. Tal vez una de las más famosas sectas
que hacen hincapié en el apocalipsis, sean los testigos de
Jehová, que vieron en el texto, y anunciaron las dos guerras
mundiales con anticipación, según sus interpretaciones.
También el esoterismo en sus diferentes escuelas, observan el
desarrollo del apocalipsis en diferentes perspectivas. Los
especialistas más modernos ven como estamos inmersos en él,
situándonos en el periodo de la aparición de la bestia 666 o
estando ya inmersos en el dominio de está segunda bestia
apocalíptica. Para otros, figuras como Napoleón o Hitler,
habrían sido "firmes candidatos al titulo de anticristos”.
Aunque una parte importante de estudiosos contemporáneos
piensan, que la bestia 666 o el anticristo estaría por llegar
(opinión bastante versada como habíamos dicho), y tal vez en
un breve lapsus de tiempo.
Existe otra corriente de especialistas y estudiosos del tema,
como son los españoles Salvador freixedo o J.J.Benitéz, que
relacionan a los ángeles, al Dios Yahve y a Jesús, como seres
que vienen de otras dimensiones o de civilizaciones
extraterrestres, separándoles de un contexto meramente
religioso, que no obviamente espiritual. Esta hipótesis nos
trasladaría a las diferentes creencias de los movimientos
llamados contactistas, que piensan en el apocalipsis como en
una catástrofe producida o inducida por el hombre y donde
intervendrían seres extraterrestres, con la clara finalidad de
salvarnos o reconducirnos.
Aunque es bueno reseñar, que para un numero amplio de
especialistas que investigan a estos presuntos contactos con
extraterrestres. Ven a estos visitantes no como encargados de
un tipo de misión redentora para la humanidad, debido a que
un numero importante de encuentros con estos seres, que
distan mucho de tener un sentido espiritual.
Las similitudes psicológicas entre las doctrinas religiosas y los
movimientos contactistas, vienen a telegrafiarnos una síntesis
parecida, donde el papel del ángel y del ser extraterrestre es
básicamente idéntico y tienen una misión redentora.
Después de haber observado diferentes explicaciones sobre el
texto del apocalipsis y de otros escritos evangélicos, junto con
diferentes interpretaciones que hemos podido extender
mínimamente. Vamos a adentrarnos en profundidad en el
escrito del apocalipsis en sí.
He de decir que el estudio que he realizado, esta compuesto de
anacronismos e intuiciones, de subjetividades a pesar de mi
plena intención de ser objetivo. Por mi propia naturaleza, he
insertado ideas y sentimientos, aunque he intentado ceñirme
lo más posible, a lo que los símbolos y condicionantes
evolutivos, suelen presentar generalmente como síntesis
básicas. Pero debemos tener siempre en cuenta que las clavessíntesis
que iremos viendo a lo largo del trabajo, tienen de por
si una vital importancia para nuestro conocimiento. Las
suposiciones y circunstancias que amplían estas síntesis, son
secundarias debiendo tomarse como opiniones y valoraciones.
Deseo que este escrito sirva para ahondar mas en el inmenso
interior que tenemos, pudiendo ser más conscientes de nuestra
esencia. Que estimule nuestra voluntad para intentar ser
mucho más "humanos", constituyendo un lugar donde
desarrollar todo el potencial que la vida nos ha regalado.
CAPITULO I
En este primer capítulo vamos a desarrollar del apocalipsis, la
pequeña introducción del principio del texto y la primera parte
del escrito. Antes de empezar la exposición sobre la narración,
me gustaría poder reseñar el significado del apocalipsis.
Generalmente se le conoce como el libro de la revelación. Se
piensa que esta palabra nos comunica una visión de futuro, en
definitiva que el apocalipsis seria como una descripción de los
hechos futuros que acontecerán al cristianismo, después de la
muerte de Jesucristo. Pero la interpretación correcta de la
palabra revelación se ceñiría mas bien al sentido de
enseñanza. La revelación del Apocalipsis nos induce y nos
adentra mas bien, en unas pautas de consciencia y en unas
formas de conducta ya preestablecidas, para que el desarrollo
final del mensaje se concretice.
Quizás una muestra de esa evolución sea el pulso del mismo
libro, que se mueve entre un sin fin de tribulaciones y
penalidades, hasta alcanzar el grado de perfección que
simboliza la nueva jerusalem.
Volviendo a la narración vemos que en la pequeña
introducción, Juan (le llamaremos así aunque se especule
sobre la verdadera autoria) intenta dejarnos muy claro que el
mensaje que él escribe, es un designio proveniente de Jesús y
de la divinidad. Que su sueño profético viene de la voluntad
de dios. Durante todo el párrafo Juan nos intenta dejar bien
claro que el mensaje no es un producto de la imaginación, ni
de su experiencia, sino de una vivencia producida en el
exterior de su psiquis. Juan nos dice que el mensaje proviene
del señor, aunque la comunicación se realiza por medio de
varios ángeles o mensajes psíquicos (existen divergencias
según estudiosos entre si esta visión de la introducción
realmente comienza con el espíritu de Jesús o con un ángel ).
Esta comunicación nos estimula a pensar en un fenómeno
extrasensorial de precognición en estado de somnolencia,
lleno de visualizaciones simbólicas.
En este párrafo de la introducción se nos aclara que su
contenido esta enfocado con la flecha del tiempo hacia el
futuro, como dice la cita " sobre las cosas que han de suceder
pronto ". Quizás con esta puntualización de Juan, se apoye la
interpretación de la iglesia católica al pronunciar que la época
del Apocalipsis ocurrió en los primeros años del cristianismo.
Exposición que dista mucho, como hemos señalado
anteriormente, de la opinión de otros estudiosos de la Biblia
no teólogos, que piensan que el libro de la revelación tiene
plena vigencia en nuestros días y estamos inmersos en su
desarrollo.
En este párrafo se menciona a las siete iglesias de Asia y los
siete espíritus que las culminan y coronan, mandándoles un
mensaje de paz y gracia (el significado de las iglesias y de las
ángeles lo veremos más adelante). También Juan nos describe
a su bien amado maestro Jesús, impulsando su sabiduría en
todos los planos de la vida conocida, en el reino de los
muertos y en el plano celeste. Nos describe que gracias a la
sangre de Jesús, ya sea en un nivel material como espiritual,
bien por el sacrificio de su propio cuerpo como por la
voluntad de su alma, nos indica un camino a seguir para
conseguir nuestra evolución, que es el Amor. Recordemos que
lo que simboliza la sangre es el espíritu, es el linaje interno de
la persona.
Finaliza esta visión inducida hablándonos de Dios (como por
extensión de su misma substancia, a su hijo Jesucristo),
diciéndonos que es el alfa y el omega, que esta presente en
todo tiempo y espacio. En fin que dios representa a la
totalidad de la vida.
La primera parte del Apocalipsis comienza con el párrafo de
la visión inducida. Juan nos dice que se encontraba en la isla
de Patmos, dando testimonio de la vida y mensaje de
Jesucristo. La imagen histórica que ha llegado a nuestro
conocimiento, nos revela que en realidad Juan no se
encontraba en Patmos por voluntad propia. Su estancia en la
isla se debió a un destierro impuesto por Domiciano, cuando
el evangelista estaba en Efeso, situado en la costa oeste de
Anatolia (Turquía).
Juan nos explica que fue arrebatado en espíritu y oyó detrás
de él una voz muy fuerte como de trompeta que le dijo, que
escribiese cuanto oyese en un libro y que lo mandara a las
siete iglesias: A Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a
Sardes, A Filadelfia y a Laodicea.
El lugar donde Juan habito durante su destierro en Patmos, fue
una cueva. Aquí fue donde paso un periodo de tiempo, hasta
la muerte de Domiciano. Siendo este lugar según la tradición,
donde la visión y escritura del Apocalipsis nacieron. Juan
siguiendo el texto, dice que quiso ver quien le hablaba, y se
volvió para verlo y vio “ a siete candeleros de oro, y en medio
de ellos a uno semejante a un hijo del hombre, vestido de una
túnica talar y ceñidos los pechos con un cinturón de oro. Su
cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como
la nieve; Sus ojos, como llamas de fuego; Sus pies, semejantes
al azófar incandescente en el horno, y su voz, como la voz de
muchas aguas”. Esta descripción del hijo del hombre
(interpretado como habíamos citado antes, como el propio
Jesucristo o un ángel), y dejando a parte que se trate en
realidad de una aparición Divina o de una visualización
consciente de una forma de arquetipo inconsciente. Entraría
supuestamente dentro de lo que llamamos casuística o.v.n.i.
Esta aparición del ángel se podría entender como un caso de
contacto en la tercera fase (como ocurre en otros pasajes de la
Biblia, para determinados ufólogos y exegetas como Salvador
Freixedo). Pudiendo incluirse esta visión dentro de la
definición de abducción. En los diversas casos de contactados,
es bastante común esta figura de cabellos y piel albina, ojos
vivos y rojos, pies que no se ven al estar encerradas en una
nube incandescente, teniendo una voz cavernosa y profunda
(incluso la voz es una ilusión, ya que se piensa que en realidad
el contacto es telepático).
Por citar unos ejemplos donde los especialistas ven pruebas
evidentes de contactos extraterrestres en la Biblia, en la
antigüedad, haremos mención al libro del génesis. En génesis
1.1. dice "al principio creó Dios los cielos y la tierra".
Resultando que la palabra empleada en Hebreo para describir
a Dios es elohim, cuando en realidad la palabra elohim es un
plural de la palabra elohá. El texto tomando literalmente la
traducción, nos resultaría en un sorprendente "al principio los
Dioses crearon los cielos y la tierra".
En la cita del génesis 6.2. nos habla de que "viendo los hijos
de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron
de entre ellas las que bien quisieron". También el versículo
6.4. nos cita " que existían entonces los gigantes en la tierra, y
también los hijos de Dios se unieron a las hijas de los
hombres y les engendraron hijos. Estos son los héroes
famosos muy de antiguo.. ".
En resumen desconocemos realmente nuestra antigüedad tanto
como a nosotros mismos y sólo el futuro destino, nos podrá
desvelar estas cuestiones. Mientras, entre la fe y nuestro
conocimiento deberemos solventar nuestras dudas. La realidad
que más convenza, será una elección y decisión del presunto
lector, en su opinión quedará encerrada la explicación.
Apariciones angelicales, contactos extraterrestres o tal vez la
aparición de contenidos inconscientes al consciente.
Volviendo a las siete iglesias, Juan nos dice que las siete
estrellas que aparecen a la diestra del ángel representan los
siete ángeles guardianes de las siete iglesias. Los candeleros
de oro nos harían referencia a esas siete iglesias. Estas iglesias
podríamos entenderlas como la expansión producida por el
cristianismo durante el siglo I. Aunque pudiera darse el caso
de que el numero fuese una imprecisión en cantidad y en
realidad se recurriera al numero siete por el carácter mágico y
Divino que representaba éste, en la antigüedad y en particular
para el pueblo Judío. Simbólicamente podemos interpretar a
los ángeles que custodian a las iglesias, como la conciencia
grupal que tendría esa comunidad (iglesia). Lógicamente las
iglesias representan la comunidad, al grupo que se une en
torno a un ideal y en este caso un ideal religioso. Cada iglesia
recibe una carta donde se menciona tanto sus defectos como
sus virtudes, animando a conservar la esencia que dejó ese
gran místico. Que tras interiorizar en si mismo, buscando la
similitud en todos y cada uno de los seres humanos que
conoció, transcendió a su propia persona. Encontró lo más
simple y puro que tenemos todos, pero que en verdad es lo
más difícil de hallar, por la estrechez de visión y existencia
egoica. Nuestra autentica esencia interior. Este hallazgo
vetado para nosotros por nosotros mismos, le confirió una
fuerza personal muy poderosa, sintiéndose y convirtiéndose
en "el hijo de Dios", ya que desde su esencia individual se
había unificado su ser a la totalidad, a la Divinidad, a la vida
en si misma.
Pero antes de proseguir con el hilo del libro, me gustaría
entrar al menos un poco en detalle sobre unas cuestiones, que
son fundamentales. Querría que nos detuviéramos, sobre la
visión en si de Juan, en donde él se siente arrebatado y en mi
opinión entra en un estado especial de percepción intuitiva o
percepción extrasensorial, lo que le produce inapelablemente
un cambio en su conciencia ordinaria. Hagamos un pequeño
inciso para preguntarnos, ¿ qué es la intuición y las diferentes
capas de conciencia ?.
Observamos que la mente y como nos indica C.G.Jung, posee
cuatro formas o cualidades en las cuales se procesa y se
expresa. Estos procesos psíquicos son los sentimientos, los
pensamientos, las percepciones sensoriales (lo instintivo) y la
intuición. Con estos procesos mentales podemos ejecutar una
conducta subconsciente o consciente. El proceso mental de la
intuición podríamos definirlo como una especie de flash en
forma conceptual de síntesis, donde aparentemente no ha
habido construcción alguna proveniente de nuestro consciente.
Generalmente la intuición se asocia a la mente subconsciente
o tal vez en mayor probabilidad al inconsciente del ser
humano, siendo principalmente un impulso reactivo que
emerge desde las capas más profundas de la conciencia
humana. Dentro de la explicación psicológica, la intuición
sería una abstracción que se desvela de nuestra memoria y
experiencia, que se manifiesta en forma de un impulso
inconsciente, convirtiéndose en una imagen-mensaje. La
intuición en una perspectiva más concreta, nos aparece como
una composición de caracteres, ya sean lógicos o no, que
portan una gran carga y valor significativo.
Este mensaje aparece muchas veces en nuestra mente de
manera confusa en su composición, ya sea bien por ser
transmitido a través de los sueños o por encontrarnos en un
estado de vigilia poco receptivo en relación al estado de
intuición. Pero también podríamos interpretar a la intuición
como una pulsión de nuestro ser interno, de nuestra espíritu,
que marca unas directrices o estímulos para el desarrollo y
evolución de nuestras vidas. Con esta definición la intuición
no nacería de un esquema producido por nuestro instinto o por
nuestro conocimiento. Más bien nos representaría una pura
abstracción inteligente y emotiva, que procedería de un plano
superior mental, un plano elevado de conciencia que lo
relacionaríamos con nuestra propio ser interno o con el super
Yo. Esta manifestación inconsciente emergería ante la
búsqueda personal del individuo; o ante una circunstancia que
aparece en nuestras vidas; o tal vez cuando una circunstancia
que se vuelve de vital importancia para el desarrollo de la
personalidad del individuo. La intuición puede aflorar al
consciente humano de dos formas principalmente. La primera
manifestación suele ser la más común, que es cuando el
mensaje-síntesis aparece de manera espontánea ante una
circunstancia concreta, una situación o una etapa de evolución
del ser humano, ya tenga un carácter consciente o
subconsciente a la hora de manifestarse este impulso intuitivo.
La segunda forma es por medios de plasticidad y control de
nuestra mente consciente, en busca de otras capas de
conciencia, para reconocer diversos bloques del subconsciente
o bien en la lucha interna por encontrar y fluir con el ser
interno. Estas formas de interiorización (meditación,
creatividad, contemplación, e.t.c.), nos hacen llegar a lo más
hondo de nuestro interior, en un estado de quietud fluida.
Donde probablemente se piensa que se encontraría la
información cósmica en forma de semilla psicóenergética, que
participa en todo proceso de creación y evolución.
Pero antes de intentar razonar lo que representan esas
diferentes capas mentales, estos estados o planos de
conciencia. Observemos un concepto que nos resultara básico,
la comunicatibilidad (la capacidad de comunicación) entre
psiquismos. Centrémonos en nuestro ser en global y en su
interacción con el medio, con los demás seres vivos y con la
naturaleza. Podría parecernos lógico que toda la información
que procesamos en nuestra psiquis, no nace simplemente y se
desarrolla dentro de un "circuito cerrado" absoluto. Parte de
esta información proviene de nuestro exterior, posiblemente
en una elevada parte, que se conjugaría con la conciencia
individual, haciendo desarrollar nuestro conocimiento y
experiencia. Toda individualidad cósmica ya sea material o
energética posee una síntesis de la totalidad en forma
exponencial, que cumpliría la misión de ser base primordial
para constituir cualquier manifestación de vida. Y también de
ser parte integrante de un puzzle cósmico que sustentaría la
posibilidad de vida en global, al crear una unicidad.
El ser humano como cualquier ser vivo es tanto un emisor
como un receptor. El ego del hombre no es un sistema
cerrado, su personalidad no evoluciona de manera aislada,
sino que su ser aunque se forme con la experiencia y el
conocimiento del propio individuo, se apoya sobre muchos
factores externos que le permiten ir desarrollando su
existencia. El ego del ser humano hace a la vez de barrera y
filtro hacia su exterior, teniendo su perceptividad activada en
distintos niveles. El hombre en particular por su potencial
innato y el ego de todos los seres vivos en general, influencian
de diferentes maneras con su entorno más inmediato. Quizás
ya no de una forma material simplemente, sino incluso mental
y espiritualmente. Esta lógica interacción con nuestro medio
produce unas formas de comunicabilidad en distintas escalas.
Algunas de estas comunicaciones son concisas y conscientes,
debido a la estrecha similitud en la forma fisiológica y
psíquica.
Ejemplos claros serian las distintas interacciones entre seres
humanos, donde la conexión produce una gran cantidad de
información, teniendo unas pautas bien definidas y extensas.
Obviamente existen factores que permiten fluir mejor la
comunicación como serian el parentesco sanguíneo, la
simpatía entre personalidades, la zona geográfica, la religión y
la cultura e.t.c. También otro posible vinculo de una
comunicación seria entre especies diferentes del reino animal,
entre el hombre y los animales. Este tipo de interactuación se
realizaría en otro plano diferente de conciencia y con un
vínculo material que permita una forma de contacto. El
hombre se relaciona y establece un tipo de comunicación con
los animales y especialmente con los mamíferos (perros,
gatos, delfines, caballos e.t.c.), aunque lógicamente esta
posibilidad de interactuarse no de un margen muy amplio en
relación al caudal informativo. Esto se debe a que el enlace
perceptivo se establece de manera instintiva y emocional, con
manifestaciones psicófisicas que establecen un ademán que
simboliza un contenido en forma de síntesis, reuniendo así
una información básica.
Pero busquemos otros tipos de comunicaciones donde el
vínculo material, la palabra, el habla y determinadas acciones
externas (como señales y estimulaciones) no entren en la
interacción. En esta forma de comunicación todo lo que nos
simboliza el campo material no entra como enlace, siendo más
bien una conexión donde el campo emocional y mental tienen
el peso especifico. Esta manera de comunicarse se produciría
de una forma generalmente subconsciente o semiconsciente,
debido a que nuestro ego empuja a nuestra mente consciente a
una centralización sensorial y extrasensorial. Ya que nos
permite desarrollar así el complejo psiquismo del ser humano,
nuestras vidas plenamente tal como las entendemos. Esta
comunicación psicóemotiva aunque tenga manifestaciones
conscientes en diferentes grados, no se hace extensa por la
complejidad de nuestra mente consciente y por el potencial
egoico de nuestra especie. Por un lado comprendemos que la
compleja estructura del cerebro y de nuestra psiquis, necesita
de una centralización sensorial, para tener un consciente más
elevado que el resto de seres vivos y poseer ese raciocinio que
ostenta el hombre. El potencial de nuestro ego también influye
para filtrar y ostaculizar estas posibles comunicaciones,
debido a la tendencia innata a la individualidad. También
podríamos incluir como una barrera comunicativa, la defensa
de nuestra personalidad teniendo un interés egoísta por cubrir
nuestra persona y quizás siendo la expresión de supervivencia
en un alto grado.
Podemos señalar que si vemos por ejemplo a las distintas
doctrinas cristianas y a las doctrinas orientales (en especial
la budista por su hincapié en la mente). Observamos que la
perfección del hombre espiritualmente hablando y sin
inmiscuir el campo mental, se logra tras vencer a los cinco
venenos mentales para la tradición budista o dominando a los
siete pecados capitales de la religión cristiana. En resumen
podríamos decir que la configuración del ego es necesaria
para la existencia con todas las circunstancias que esto
conlleva. Pero sin un equilibrio de nuestro ego, hace que su
expresión sea básicamente egoísta y nos introduce en una
dinámica que no permite un desarrollo más global de nuestro
potencial. Ni tampoco en un sentido de evolución equilibrada
de nuestra especie en conjunto.
Obviamente estos venenos mentales o pecados capitales, en
definitiva la expresión esencialmente egoísta de nuestra
personalidad, no permite el desarrollo pleno de nuestro ser
interno y por ende de estas comunicaciones extrasensoriales.
Un trabajo por cierto de difícil practica debido a que debemos
por un lado conservar el valor individual de nuestro psiquismo
y poder diluirnos al mismo tiempo en una conciencia más
grupal, donde la unicidad sería expresión básica. Un equilibrio
entre nuestra conciencia individual y grupal, sin verse
afectada ninguna de ambas y progresadas a un nivel más
elevado. Esta conexión más profunda y sintetizada que se
produce de forma extrasensorial, a la cual conocemos más
frecuentemente como telepatía, fluctúa irregularmente debido
a las circunstancias anteriormente citadas. Haciéndose esta
proyección mental confusa y de difícil concreción. Este tipo
de comunicaciones mentales, con un enlace que es
predominantemente emotivo, suelen ser conscientes en
determinados momentos, pero estas percepciones a un nivel
subconsciente, donde la abstracción y la síntesis es mayor,
tiene una permanente actividad.
A medida que vamos profundizando en nuestro ser interno,
vamos dando paso a otro tipo de comunicaciones que son más
englobadoras en relación con la totalidad, pero también al
mismo tiempo más sutiles y abstractas. Después de
transcender la comunicación telepática tal como se conoce,
con un tipo de información que puede aparecer difusa pero
que contiene una estructura entendible para nuestro consciente
en algún sentido. Se desarrollan otras conexiones en los
estados netamente inconscientes. Estos estados son los que en
la tradición esotérica se conocen como los campos astrales,
del alma y del espíritu. Para una visión Junguiana estas
conexiones se realizarían en el terreno de lo inconsciente, por
medio de nuestro Yo superior y enlazándose con el
inconsciente colectivo. En estás formas de comunicación la
relación solamente se produciría por medio de arquetipos y
símbolos, teniendo quizás dos claves esenciales que son lo
intuitivo y lo emotivo. Estos arquetipos se transmiten de una
esencia a otra, o tal vez mejor dicho se conectan sin ninguna
proyección espaciotemporal, desde la esencia de una forma de
vida con otra expresión de la existencia. Esta forma de
comunicación más etérea la fundimos con las nuevas
perspectivas, en que se fundan la fenomenología paranormal.
La cual basándose sobre concepciones de la mecánica
cuántica, vería a los sucesos paranormales (tanto los psigamma
como los psi-kappa, psíquicos y físicos). No como un
trasvase de energías, sino como una conexión entre dos puntos
de una misma red. En donde durante el momento del
fenómeno existirían diferentes movimientos de fuerzas y
energías, pero en realidad éstas no serian las que producirían
el fenómeno en sí. Ya que esté se proyectaría al existir una
interacción subatómica y por medio de ese gran psiquismo
(algo que para comprender nos basaríamos en las dos leyes
básicas de la mecánica cuántica).
La interpretación informativa se realizaría con posterioridad,
al abandonar el vinculo común entre dos formas de vida que
son parte de un inconsciente colectivo global de todo aquello
que represente vida, por cada esencia individual. Obviamente
este tipo de transmisión nunca es de forma concreta, su
interacción es netamente inconsciente llegando sólo al
consciente, en casos muy especiales de intensísima
emotividad y donde el grado de perceptividad mental es muy
elevada. Una vez observado un poco está interacción de las
individualidades, de las formas de vida entre si y con la
totalidad, produciéndose unos diferentes grados de
comunicatibílidad. Adentrémonos en los posibles estados de
conciencia que participan en conjunto pero actúan
independientemente, para la evolución del ser.
Como hemos traslucido más o menos anteriormente, los
estados de conciencia van ligados a las acciones, ya sean
físicas o mentales, que realiza y se desenvuelve el ser. En
nuestra psiquis se encuentran todos estos estados de
conciencia, por capas permeables pero diferenciadas y estando
interconectadas entre sí. Estos estados se establecerían en
diferentes niveles de unicidad con nuestro entorno. Sabemos
que el ser humano apenas usa de forma consciente unas pocas
capas mentales, siendo éstas las más superficiales.
Permaneciendo los demás estados como dormidos para
nuestra realidad consciente, pero palpitantes en nuestro
subconsciente e inconsciente, en nuestro ser interno.
Me gustaría hacer una muy básica y mínima interpretación de
lo que me representaría lo consciente, lo subconsciente, lo
inconsciente y la conciencia. El termino consciente podríamos
definirlo como la pauta mental y esencial del estado de vigilia.
Seria la forma de procesar nuestra mente en estado despierto,
en la existencia cotidiana. El subconsciente lo podríamos
configurar como el proceso mental, el cual actúa estando
despiertos pero no manteniendo la intensidad necesaria para
tener una centralización psíquica. En el estado subconsciente
no hay la necesaria atención de nuestra mente de una manera
directa y concreta, ante un estimulo ya sea interior o exterior.
Pasando desapercibido este tipo de proceso mental por ser
automático, para nuestro consciente. Aunque el estímulo se
integre a la personalidad egoica formando nuestra experiencia
y conocimiento.
Lo inconsciente sería la parte mas profunda de nuestra psique,
que no emergería a la mente ordinaria generalmente y de
forma directa a lo consciente de nuestra existencia. El terreno
de lo inconsciente no se muestra en circunstancias concretas,
en los hechos cotidianos de nuestras vidas. El movimiento de
lo inconsciente transciende al consciente en forma de
arquetipo, definiendo e influenciando a un proceso o etapa de
nuestra personalidad de manera global, aunque el impulso se
produzca de manera repentina. El inconsciente configura el
cuadro general de la persona, pero no se mueve en procesos
parciales, en reacciones que se producen dentro del cuadro, ya
que este terreno pertenece a lo consciente.
Podemos definir mínimamente al consciente como un sistema
mental que procesa con una gran focalización, con gran
atención psicológica y neurológica; Al subconsciente como un
proceso mental que dentro del sistema sensorial, percibe toda
la información externa e interna sin que nuestro cerebro se
haya focalizado con la misma intensidad que en estado
consciente; Y al inconsciente podríamos definirlo como un
proceso que percibe información extrasensorial y del cual
emergen síntesis interiores que influencian en las capas más
superficiales, a nuestra conducta y psicología personal.
La conciencia sería similar a decir que es el conjunto de todos
los planos mentales que hemos indicado (consciente,
subconsciente e inconsciente), estando en equilibrio e
integradas entre sí, sin inhibiciones ni barreras.
Ejemplos claros de como podríamos representar a los
diferentes estados cerebrales, serian los variados
comportamientos y pautas que ejercemos en nuestras vidas.
En un día corriente solemos procesar con una gama amplia de
estados mentales, siendo instintivos y perceptivos,
constructivos y concretos, reflexivos y analíticos, y también
abstractos e intuitivos. Actuamos con estados de cierta
ansiedad y nerviosismo, en periodos de mucha actividad, pero
también con estados de tranquilidad y meditación.
Todos estos procesos psíquicos nos reflejan una determinada
acción haciendo hincapié en los diferentes ciclos cerebrales,
que se derivan en cuatro principales. Los ciclos cerebrales son
los impulsos nerviosos bioelectricos que produce nuestro
cerebro, midiéndose por la cantidad que se llega a emitir por
segundo. El estado Beta es el proceso donde se registra una
actividad cerebral, que transcurre entre los 25 ciclos por
segundo y los 14 ciclos por segundo. Este estado es propio de
la vigilia y es cuando el individuo está despierto,
manifestando diferentes procesos de actividad, constructivos,
de reflexión e.t.c. El siguiente ciclo cerebral es el que fluctúa
entre los 14 ciclos por segundo y los 8 ciclos por segundo,
conociéndose como estado Alfa. El estado alfageno nos
traduce estados de conciencia con un mayor nivel emocional
pero ligado a un control mental. También este estado Alfa nos
refleja estados de cierta quietud, de gran tranquilidad y
reflexión, con un gran aporte del subconsciente humano. Este
estado es sinónimo de la fase orgánica que conocemos como
sueño, abarcando las primeras fases del mismo. El estado
Theta es el que oscila entre los 8 ciclos por segundo y los 4
ciclos por segundo. Este estado puede llegar a aparecer en
vigilia de forma semiconsciente en el ser humano, teniendo
estos bajos ritmos cerebrales una intensísima carga emocional,
quedando nuestro consciente fuera del control de nuestra
mente ordinaria. El estado Theta al igual que sucede con el
estada Delta, que es último y de más baja frecuencia de los
cíclicos cerebrales, son intrínsecos a las fases profundas del
sueño. El estado Delta es el que transcurre entre los 4 ciclos
por segundo y los 0,2 ciclos por segundo. En este estado
nuestro cerebro entra en frecuencias subconscientes y
inconscientes relacionadas con el sueño profundo, o incluso
el ritmo más bajo de esté estado Delta, es señal de coma
cerebral. Otro estado que podríamos reseñar pero que no
entra en las frecuencias normales del ser humano, sería el
estado Gamma. La frecuencia del estado Gamma comienza
desde los 25 ciclos por segundo hasta ritmos cerebrales mucho
más rápidos. El estado Gamma suele deducirnos un
funcionamiento irregular del cerebro, dándonos disfunciones
neuróticas, de ansiedad o de angustia convulsiva. También
podríamos apuntar con cierta reserva, que esté estado puede
ser sinónimo de ciertos fenómenos paranormales,
principalmente con aquellos conocidos como PK o
telequinesis y psicocinesis. Aunque el estado mental por
preferencia para los estudiosos de los fenómenos
paranormales sea el estado alfageno, donde la relajación es
mucho mayor y por lo tanto la perceptividad extrasensorial
crece, pero se conserva un cierto nivel de control mental
(pudiendo reflejar en esta frecuencia principalmente, a los
fenómenos de psi-gamma).
Extrayendo ciertas conclusiones sobre los ciclos cerebrales y
las diferentes capas de conciencia, vemos que en cada proceso
o circunstancia que realizamos en nuestra vida se produce un
cambio de capa de conciencia y en los ritmos cerebrales, o
viceversa. Lo que no podemos saber es cual es el primer
eslabón de cambio, y pienso que debemos equilibrar las
posibilidades entre las circunstancias, los ciclos cerebrales y
los estados de conciencia. Podríamos realizar una síntesis en
el cual el orden factores varia según el contexto de existencia :
estimulo - onda cerebral - conciencia.
Sabemos que en un momento determinado nuestra mente
puede procesar un buen numero de informaciones, aunque
nuestra psique suele fijarse en un numero muy ínfimo, de
aquello que estamos observando o sintiendo. Toda la
información que no es fijada por el consciente, va a parar a
nuestro subconsciente donde se procede a su descodificación e
interpretación, para un posterior almacenaje o una no
selección. Esta centralización de nuestro consciente es debido
a que focalizando la atención en pequeñas parcelas
determinadas, se obtiene una mayor plasticidad mental con un
subsiguiente mejor rendimiento de carácter sensorial y
superficial, ante diferentes circunstancias. Con unas sucesivas
introspecciones sobre diferentes puntos de una misma
circunstancia, se alcanza un mayor conocimiento de la misma.
Un ejemplo podríamos verlo en la diferencia de observar de
pasada y en breves instantes un objeto o sentir levemente un
estimulo. O bien en pararnos a sentir más profundamente ese
estimulo percibiendo diversas intensidades o querer ver
detalladamente un objeto y extraer más conclusiones sobre él.
El estado Beta es la frecuencia cerebral de mayor
funcionalidad en nuestro estado de vigilia. Es posible que en
nuestro estado de vigilia surjan otros ciclos cerebrales,
concretamente el estado alfageno, pero la frecuencia Beta
entre 14 y 25 ciclos por segundo, es la más usual. Nuestra
mente necesita esté estado Beta ante la avalancha exterior
informativa, para poder alcanzar la plasticidad necesaria y la
actividad suficiente para poder tener la fijación, la
centralización que posee y necesita la mente humana.
Gracias a los diferentes subestados que se expresan en la
gama de impulsos cíclicos del estado Beta, se hace posible
diferentes focalizaciones que permiten una mayor dinámica de
nuestro cerebro. Este estado es una distinción por así decirlo
del reino animal superior, como son los mamíferos y en
especial el ser humano. En el caso particular del hombre está
frecuencia Beta es sinónimo de conocimiento y raciocinio.
Los demás estados cerebrales ( Alfa, Theta y Delta ) también
poseen una amplia gama de subestados de conciencia. Estos
se van estableciendo en nuestro interior pero no perdiendo
perceptividad con el exterior, siendo la conexión más sutil y
global, más abstracta pero intensa para la conciencia. Los
estados que tienen una menor frecuencia cerebral son los que
están más integrados con el medio en que vivimos, con
nuestro entorno global. Estando estos procesos más ligados a
la intuición, a la emotividad y a la sensitividad, que a la razón
y el pensamiento constructivo.
Haciendo un resumen de nuestro pequeño viaje por el interior,
partimos de una centralización egoica y sensorial, siendo el
estado consciente su expresión. Los sucesivos estados
mentales semiconscientes, subconscientes e inconscientes, van
enarbolándose y definiendo el sentido de Unicidad. Pasamos
por el ego individual del hombre, al agrupamiento de éste en
diferentes escalas y clases (familia, amistades, trabajo,
sociedad, ideologías, religión e.t.c.), llegando a concluir en
una unidad de nuestra especie, en un inconsciente colectivo.
Debemos tener presente que tanto los campos existenciales
(Material, psíquico, espiritual e.t.c.) con los cuales se
manifiesta el hombre, como los diferentes estados de
conciencia que son los que permiten la expresión, presentan
una actividad y fluctuación prácticamente constante
interactuando entre si. Pero como hemos intuido
anteriormente los estados de conciencia no terminarían en el
inconsciente colectivo humano. A medida que fuésemos
profundizando en nuestro interior encontraríamos conexiones
de conciencia con los demás seres vivos, tal vez con nuestro
planeta en conjunto, para terminar en la unicidad con la
supraconcíencia y energía común cósmica, de la cual somos
integrantes de su esencia.
Pero volvamos a la narración del Apocalipsis y observemos en
particular a la explicación que podemos dar a la visión de
Juan, e intentemos establecer unas bases razonables dentro del
esquema presentado. Quizás el estado cerebral de Juan en la
visión, fue un estado de intensa emotividad, un estado
netamente subconsciente como sería el estado Theta, sólo
alcanzable en la vigilia por una profunda interiorización. Por
lógica se alza una importante interrogante, sobre la presunta
gran extensión de espacio y tiempo que abarca la visión. Esta
conexión de Juan con Jesús o con sus diversas caras
representadas por los ángeles, bien se establezca con una
conciencia superior o una capa más profunda de conciencia
(que ya discurriremos más adelante), se produciría en las
profundidades del interior.
Cabria la posibilidad de que a razón que vamos adentrándonos
en las capas de conciencia más internas, éstas no se contraen.
en relación con la totalidad, con la unidad cósmica, sino que
el sentido que tomaría la conexión seria de expansión. Esta
expansión no simplemente se producirla a un nivel psíquico,
sino que influiría en los conceptos de espacio y tiempo. En la
percepción de dimensiones, se hacen radicalmente distintas a
medida que se profundiza, hasta llegar a una presunta e
hipotética adimensionalidad.
Según este entendimiento el espacio-tiempo se iría
comprimiendo en instantáneas simbólicas, en pasos decisivos
de una evolución y donde cada imagen tendría una gran carga
significativa. Con esta hipótesis de trabajo podríamos indicar
que a medida que ahondamos en las capas más interiores y
nos unimos con todo nuestro entorno, hayamos los tributos
comunes para todas las existencias que se desarrollan en el
cosmos.
En definitiva que Juan al entrar en este estado Theta, alcanza
una profunda interiorización y sintoniza con una conciencia
superior (interna y unitaria o bien con una esencia inteligente
superior), la cual le induce a una visión que al producirse en
este estado se expande en un intervalo de tiempo mayor,
mostrándose bajo unas claves simbólicas el desarrollo
evolutivo de la cristiandad, de la humanidad en resumen.
Y es qué los sueños y las visiones que sentimos, en sus
“realidades” son un verdadero e intrínseco misterio. Que
incluso nos revelan con un mayor "sabor" e intensidad el
soplo de vida. Quizás si sentimos y prestamos atención a
nuestros sueños lleguemos a saber, ¿Quienes somos?,
¿Adonde vamos?, ¿De donde venimos?.
CAPITULO I I
En este capitulo vamos adentramos en la segunda parte del
apocalipsis, en dos textos en particular. El primero de ellos se
titula " El juez supremo y su corte " y la segunda narración
tiene el encabezamiento de " El cordero ". En este primer
texto Juan nos muestra una visión que representa a la
Divinidad, al universo. Juan intenta escribir lo que su psiquis
puede comprender y asimilar de la visión mostrada por el
ángel. La explicación que nos da Juan, queda parca en
realidad y nos muestra el pensamiento de aquella época sobre
la Deidad y la totalidad en definitiva. Es lógica pensar que
Juan se quedase poco explícito a la hora de describir la
grandiosidad de lo que representa la Deidad, algo que sucede
aun hoy en día a pesar del conocimiento que hemos ido
acumulando.
Se puede entender los posibles y marcados condicionamientos
con los cuales limitarían la expresión a Juan. Podemos llegar a
pensar que los arquetipos que tendrían la supraconciencia, la
conciencia de la Divinidad, serian por así decirlo la esencia
abstracta de los arquetipos del inconsciente colectivo humano.
Siendo así estos arquetipos del inconsciente colectivo una
representación más concreta de las claves de la
supraconciencia. Comprendemos que ambos arquetipos en
realidad serian simbólicos, perteneciendo a la definición de
abstracciones, para nuestra mente más concreta. Deduciendo a
los símbolos que pensamos residen en la supraconciencia
serian como un estimulo psicoenergético puramente. Mientras
que los símbolos del inconsciente colectivo humano, serían
como un impulso emotivo y psíquico con una gran carga
significativa. Creándose a raíz de una interpretación de esos
impulsos psicoenergéticos, y conduciéndonos a unas
constantes vitales para el ser humano.
Teniendo presente y siempre claro que los arquetipos de la
supraconciencia serian básicamente mínimos, desarrollándose
en otra escala más numerosa al definirse en símbolos del
inconsciente colectivo. Entenderíamos que a medida que
fuésemos entrando a un plano más material y menos psíquico
la diversidad de imágenes y de matices de información, iría
creciendo hasta una mayor infinitud para un mejor
entendimiento concreto.
Por lo tanto puede resultar evidente que la interpretación de
Juan puede estar vinculada a su propia subjetividad a la hora
de interpretar los símbolos. A su forma de entender lo que ve
en la visión, ya que es sumamente abstracto de por si este
escrito de " El juez supremo y su corte ".
Toda experiencia mística cuando se embarca en el proceso de
su explicación, de su escritura, queda atrapada por la propia
conciencia del individuo (por eso se piensa que la
espiritualidad es un camino principalmente individual, una
experiencia personal; mientras que lo religioso es un sendero
más bien colectivo). Teniendo un sin fin de circunstancias que
pueden modificar la objetividad. Un condicionamiento claro
seria el estilo de escritura de los pueblos de la antigüedad y en
particular la forma de expresión Judía proclive a la profecía
(sobre todo en momentos de crisis). El uso de metáforas
propician la posibilidad de diferentes lecturas sobre un mismo
texto.
Me gustaría entrar en discusión sobre lo que representa la
figura del ángel, según mi entendimiento. Como había dejado
traslucir anteriormente, un ángel bien podría ser un reflejo de
una capa inconsciente o una esencia psicoenergética superior.
Tomando en cuenta la interpretación tradicional de los
ángeles, que según las diferentes religiones nos indican una
procedencia Divina y un cuerpo espiritual, el cual puede
representarse de manera etérica o material. También podemos
observar las hipótesis de diferentes especialistas exegetas
como Peter Krassa, Erich Von Dániken, J.J.Benitéz o
Salvador Freixedo, que nos estimulan a pensar un estrecha
relación entre ángeles y extraterrestres. Sobre esta hipótesis
nos seria engañoso y egocéntrico creer que somos los únicos
habitantes racionales de este universo, en este vasto océano
cósmico. Por simple estadística y probabilidad, ahí fuera en el
universo deben existir otras vidas inteligentes, unas más
evolucionadas y otras en un nivel evolutivo inferior. Existen
hipótesis que enlazan a los seres extraterrestres en realidad
como pertenecientes a otra dimensión. Pero por la tremenda
grandiosidad de nuestro universo debe de haber vida por
necesidad, en diferentes partes y formas en este plano
dimensional (sin desmerecer lo que nuestro conocimiento nos
señala de como se forma la vida y más la vida digamos
consciente, que es un cúmulo de casualidades y circunstancias
relativamente difíciles de darse, un autentico milagro por su
complejidad).
Para mi pensamiento los seres angelicales los definiría como
un probable símbolo del inconsciente colectivo humano y que
tienen un enlace establecido con la supraconciencia cósmica.
Pero siendo por así decirlo una abstracción psíquica
permanente de está gran conciencia cósmica. Los ángeles
vendrían a ser esencias psíquicas muy puras, con una gran
intensidad psicóemotiva en lo relacionado con el simbolismo
que representan. Estos seres inmateriales podríamos
definirlos concretamente como virtudes, algo que el hombre
denominaría como Caridad, fe, templanza, voluntad, e.t.c.
El hombre tendría en su psiquismo individual estas virtudes
expresadas según su estado de desarrollo personal. Al igual
que sucede con el reverso de las virtudes que son las
imperfecciones, estando estas también inmersas en la mente
del hombre. Estas cualidades psíquicas que tiene el ser
humano, serian en los ángeles elevadas a la enésima potencia.
Debo indicar que estas virtudes o cualidades tienen que tener
un equilibrio bien establecido, ya que la imperfección su parte
contraria, puede surgir tanto por exceso como por defecto. Un
ejemplo que podríamos señalar seria con la palabra seguridad,
siendo su exceso ser temerario y su defecto la inseguridad.
Este equilibrio queda definido perfectamente por la filosofía
budista y también por Aristóteles en sus obras “Ética a
Nicomacea” y "Ética a Eudemo". Así como el religioso
católico Santo Tomás de aquino que hace aclaraciones y
estudios sobre esto.
Estas cualidades equilibradas o virtudes que llamamos ángeles
aparecen en todas las religiones y filosofías de la humanidad,
en el pasado y en el presente. Básicamente estos ángeles,
apartando el folklore de la propia religión y sus aspectos
externos, son en esencia idénticos y teniendo características
comunes. Un ejemplo evidente seria como las religiones
animistas de América provenientes realmente de África, como
son el vudú y la santería. Cada espíritu que existe en esta
religión tiene una correspondencia con los ángeles de la
religión católica (aunque esta correspondencia este ligada a
una conveniencia para poder subsistir las creencias).
Otro paralelismo observado por diversos estudiosos
contemplan una similitud significativa entre la trilogía Hindú
y la trinidad cristiana. Este paralelismo entre los diversos
ángeles de las distintas culturas y religiones en esencia,
tendrían la misma interpretación aunque su exterior fuese
diferente, remitiéndonos claramente a que estas esencias
angelicales son virtudes o cualidades que están y potencia el
hombre, con su creencia y conducta. Residiendo como hemos
dicho en el inconsciente colectivo humano en forma de
arquetipo. Es algo que psicólogo C.G.Jung denominaría como
" la visión del observador a lo observado y no viceversa ", en
definitiva diferentes puntos de vista sobre una misma
cuestión.
A un nivel teórico e hipotético la esencia psicóenergética,
sería el fundamento que reside tanto en el hombre como en el
ángel. Esta esencia seria el eslabón imprescindible de
cualquier manifestación de vida, siendo una combinación de
conciencia (ley que marca la conducta) y energía pura ( fuerza
vital ). En lo más ínfimo en que se constituye la materia y que
nuestro conocimiento científico reconoce como verdadero,
aparece a un nivel subatómico unos elementos claves que
revolucionaron la física del siglo XX. Ya desde la época del
conocimiento Griego, el filósofo Demócrito que vivió a
finales del siglo V A.C., estableció que la materia estaba
compuesta en su parte más pequeña por átomos (que significa
indivisible) y que nuestra ciencia moderna ratificó con
posterioridad. Pero a medida que la física fue profundizando
en los rincones más pequeños de la materia, encontró que
detrás de los átomos y moléculas existían elementos más
pequeños que llamaron partículas subatómicas (electrón,
neutrón, protón,). Pero al observar el comportamiento y
composición de estas partículas, vieron que la presunta
estabilidad e indivisibilidad del átomo no era tal como se
pensaba. Estas partículas subatómicas que a su vez tienen una
serie de componentes más reducidos, que son los Quark.
Presentan dos leyes fundamentales que son el principio de
incertidumbre y el de complementaridad. Estas partículas
subatómicas que son como "pequeños cúmulos de energía
pura (cuantos)" y se distribuyen por frecuencias, por
longitudes de ondas asociadas.
Como sucede con la energía lumínica compuesta por
partículas sin masa llamadas fotones, teniendo un movimiento
y comportamiento tanto ondulatorio como particular,
rigiéndose por los dos principios anteriores, y a lo que se
denomino, mecánica cuántica. Las partículas en sí como su
onda asociada, se les conoce como " paquete de energía " o
cuantos.
El principio de incertidumbre nos indica que a esté nivel
subatómico, la definición concreta de materia como una
realidad no es tal. Es más bien un suceso observable, ya que
nunca se puede saber con precisión y siguiendo una estructura
de determinismo clásico, la posición y velocidad de la
partícula, del cuanto.
El principio de complementaridad viene a decirnos que
cuando dos partículas interaccionan, las circunstancias y
sucesos que intervienen en una de las partículas
sistemáticamente la sufre, " la percibe ". la otra partícula con
posterioridad a la colisión inicial.
Con estos dos principios que quizás nos señalen una especie
de psiquismo primigenio y primario. Estableciendo así la
hipótesis de que los llamados " paquetes de energía " los
cuantos, serían posiblemente a la vez " paquetes de
conciencia ". Incluso lanzaría la posibilidad de una relación,
de algún tipo de similitud sobre como se conjuga la
distribución psíquica y las diversas actividades y efectos;
entre la función que cumplen las ondas asociadas a las
partículas subatómicas y los diferentes ciclos cerebrales a los
sistemas nerviosos de los seres vivos.
Obviamente el psiquismo del que hablamos a nivel
subatómico, no podemos interpretarlo como un psiquismo
donde existe un consciente como el que posee el hombre.
Quizás lo podríamos deducir como una forma de psiquismo
abstracto e inconsciente y no seria lógicamente racional, sino
más bien sensitivo y reactivo. El hecho de que estas partículas
tengan este comportamiento nos sugiere los dos principios
anteriormente citados, nos induciría a pensar que éstas poseen
una cierta plasticidad psíquica por un lado dada su
variabilidad y por otra parte que existe un tipo de conexión
entre las partículas que han tenido alguna relación. Aunque
quizás este segundo principio más que indicarnos un
presumible psiquismo en cada partícula, podría reseñarnos
más bien la existencia de un gran psiquismo cósmico, siendo
cada partícula expresiones del mismo. Si pensamos que más
allá del estado subatómico existe una inmensa red energética
que ocuparía todo el universo, donde las partículas y los
átomos son como protuberancias de la red (como nos indica
las teorías que se establecen a raíz de la mecánica cuántica).
Y recordando que en definitiva todas las partículas han tenido
una relación al principio de la creación del universo, como
nos induce a pensar la teoría del big ben. Indicaríamos con
estas deducciones la existencia de un psiquismo cósmico, de
una supraconciencia, aunque para nuestro raciocinio fuese
meramente inconsciente.
Esta explicación cosmogónica nos remite en cierto modo a la
doctrina filosófica conocida como Panteísmo, muy extendida
por el pueblo Egipcio y por el filosofo Griego Pitágoras.
Reconocer esta posibilidad de que exista una gran conciencia,
sin calibrar ese estado inconsciente supone pensar que puede
haber una forma de psiquis con una composición simplemente
energética, sin necesidad de lo que conocemos como materia.
Aunque sabemos que en realidad la materia y la energía tienen
los mismas componentes, átomos y partículas, simplemente
variando en sus características (como nos señaló Albert
Einstein ).
Tal vez el estado inconsciente no nos indique que no haya un
grado evolutivo. La inconsciencia se asume a un estado
mental que suponemos que no existe una estructuración
similar al proceso que llamamos consciente. La inconsciencia
que se manifiesta en las partículas individuales (siempre
observándolo bajo la definición que tomamos respecto al
consciente), podríamos contenerla como un estado " psíquico
muy primigenio”. La cuestión clave seria esa presunta
inconsciencia extrapolada a la totalidad, a la inmensa red que
ocuparía la conciencia del cosmos, como contendría su caudal
propio psíquico. Es evidente que de una evolución de un
conjunto de "organismos vivos" de estado inconsciente
(partículas), nacieran tras su desarrollo un cuerpo material
consciente. Pero lo que enrevesaría la cuestión sería el deducir
que de un conjunto más grande y con un estado de conciencia
regido por lo inconsciente (el cosmos), naciera dentro de él,
siendo una muy ínfima parte de él, unos diminutos
organismos de vida conscientes (el hombre).
Quizás nos involucremos en leyes no entendibles o bien en
cuestiones de fe, pero las partes más ínfimas de la naturaleza
si que nos presentan esa inconsciencia sin pulir y primigenia.
Mientras que el conjunto de la totalidad nos hablaría de un
estado de conciencia donde el motor integral seria lo
inconsciente, pero en una fase muy evolucionada.
Evidentemente a un nivel de formas de vida individuales, la
inconsciencia nos reseña a un estado psíquico primitivo e
inferior a los estados conscientes, que aparecen en el reino
animal superior y en especial en el grado mental del hombre.
Pero por un lado observamos que el potencial de la psiquis del
hombre en realidad está en un nivel inferior del que puede
llegar a alcanzar (debate transcendental, el saber si hemos
llegado a la cumbre, al techo de nuestro desarrollo). Mientras
que organismos que presumiblemente tendrían un estado
subconsciente o inconsciente, como quizás representaría
nuestro planeta tierra, habrían alcanzado el cenit de su
progreso. Teniendo así una proyección evolutiva equilibrada a
pesar de ser totalmente, de un tipo de conciencia reactiva y
sensitiva, alcanzando por así decirlo un desarrollo cíclico
positivo. Esto nos estimularía a observar, que en realidad la
psiquis no es un producto que nace de un organismo (el
cerebro no crea la mente), sino que el psiquismo en si, es lo
primigenio y éste se desarrollaría en función del organismo
donde resida. Es como indicar que según la individualidad y
dado su potencial mental, se puede alcanzar un grado o plano
de conciencia determinado. Que la esencia mental y a la
postre la esencia psicoenergética, seria la misma para todas las
formas de vida pero se expresaría según la capacidad de esa
forma de existencia.
También entendemos que el cosmos es como un inmenso
organismo vivo (algo que ya nos induce a presumir quizás los
postulados de la teoría de la mecánica cuántica), siendo las
diferentes formas de vida que cohabitan en él como "células
de ese organismo". Esto nos puede reseñar que igual que
sucede con el cuerpo humano, la capacidad de éste se da por
su conjunto orgánico y no por sus partes. Cada célula por si
misma es sinónima de vida y de un tipo pues de conciencia,
pero el potencial del ser humano y sobre todo su elevado nivel
psíquico se da por su conjunto.
Quizás y por la misma relación anterior la presumible
conciencia cósmica, y contando con la existencia de "células
tan especializadas como los seres humanos”, posea una
conciencia en su unidad muy desarrollada. Tal vez el estado
inconsciente sea principio y fin del psiquismo, siendo a una
escala individual un estado de conciencia poco desarrollada,
pero a un nivel global de todo el universo, sea indicativo de
un estado mental sin polaridad. Por lo tanto no necesitaría del
raciocinio para su progreso y definición, ya que habría
alcanzado por así decirlo una presumible perfección. ¿Quizás
este concepto de la supraconciencia nos indique la existencia
de la Divinidad, o al menos una parte de ella, ya bien se llame
Ala, Dios, Brahma o Jehová ?.
En resumen el ángel para mi personal punto de vista y sin
desdeñar en absoluto otras posibles definiciones, seria como
una especie de esencia psicoenergética de la supraconciencia
cósmica. Un carácter especifico y abstracto de la conciencia
cósmica y por ende cultivada por los seres humanos.
Extendiendo así su " influencia " al hombre debido a que seria
un símbolo del inconsciente y lo podríamos reconocer como
una virtud.
Pero adentrémonos en el escrito llamado del " Juez supremo y
su corte ". Juan nos dice que en su visión ve una puerta en el
cielo y una voz le dice que suba. Al llegar con su espíritu y
con su mente al lugar que le habían indicado encuentra un
trono colocado en medio del cielo. “El ser que estaba allí",
parecía semejante a la piedra de jaspe y a la sardónica, y el
arco iris que rodeaba el trono parecía semejante a una
esmeralda".
De este pequeño párrafo que describe a la Deidad, lo
podríamos separar en dos partes diferentes. La primera nos
habla de como ve a la Deidad, algo que para Juan parece
escapársele en comprensión y expresión. Juan define a Dios
como semejantes a dos piedras de uso muy especial e
importante, para los hombres de la antigüedad. Aquí el autor
del apocalipsis intenta simplificar lo mejor que puede la
majestuosidad, grandiosidad y poder desprendidas de la
Deidad, utilizando el simbolismo de dos piedras muy
valoradas en su tiempo. También observamos que este trono
compuesto de estás dos piedras, nos haría referencia a una
dualidad fundamental dentro del espíritu de Dios. Debido a
que el Jaspe nos representa el principio negativo (Yang),
mientras que la Sardónica se establece como principio
positivo (Ying).
La segunda parte del párrafo nos hablaría de la acción de la
Deidad, de su coronación y como expande su poder, sobre lo
creado y la creación. Por establecer una relación significativa,
lo creado sería el cosmos como tal y en su conjunto, mientras
que la creación simbolizaría la vida en un plano más elevado,
las conciencias más evolucionadas de la vida. La acción de la
Deidad se asemeja a un arco iris, el cual corona el trono donde
está el juez supremo. Como sabemos el arco iris esta
compuesto por los siete colores del espectro, que son los que
componen la luz solar. Aquí aparece el mágico numero siete,
el cual encierra metafísicamente una correspondencia entre los
colores y los rayos psicoenergéticos de la supraconcíencia
tradicionales del esotérismo (los chakras de la cultura Hindú ).
Estos rayos serian las principales manifestaciones de la
energía cósmica, los cuales tienen unos atributos específicos
que actúan sobre toda vida. Cada rayo nace del rayo
primordial e iniciatico, teniendo cada rayo un color asignado
que nace del color blanco, de la luz en su natural pureza. Del
mágico numero siete, extraeríamos las siete leyes básicas que
nos dejo el maestro de los maestros de la cultura Egipcia,
Hermes Trimegistro. Así como los complejos siete cuerposcampos
de que se compone cada una de las individualidades
materiales. De los siete planos de existencia en los cuales se
manifiesta la esencia psicoenergética. Y como habíamos
citado a los siete chakras de la tradición Hindú, que están
conectados con las diferentes partes del cuerpo e influencian
diferentes niveles mentales, teniendo estos centros energéticos
una ubicación extracórporal. Pero también nos anuncian a los
siete arcángeles de la religión católica, que son los que
gobiernan a cada una de las siete iglesias.
En definitiva el arco iris que corona el trono es la
manifestación primera de la Deidad, teniendo una proyección
arquetípica, abstracta, que produce un resultante en las formas
de vida e incidiendo en los aspectos tanto fisiológicos y como
psíquicos. La acción del arco iris es de igual manera
majestuosa y poderosa, como nos representa otra piedra de
gran importancia en la antigüedad como es la esmeralda.
El relato sigue describiéndonos a "veinticuatro tronos y sobre
los tronos estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de
vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas ".
Estos veinticuatro ancianos que rodean al trono principal, nos
remitiría a la supraconciencia cósmica. Existen diferentes
escuelas esotéricas indicándonos que la esencia primera, lo
que entenderíamos por Dios se nos presenta como un carácter
mental. Como por ejemplo nos explica el famoso maestro
Hermes Trimegistro. Pero en concreto la visión de Juan, hace
a mi entender una separación de la esencia psicoenergética
cósmica, constituyendo la fuente inicial como una "energía
pura universal" por un lado, que es representado por el trono
del juez supremo. Y por otra parte lo que distribuye y mueve a
esa energía universal seria la supraconciencia cósmica,
representada por los veinticuatro ancianos. Lo que
anteriormente habíamos entendido como la unificación de la
conciencia y la energía cósmica en una sola esencia. Aquí
Juan las diferencia aunque sigan ínteractuándose entre ambas
y formando en conjunto a la Deidad. Juan escogió tal vez a
los ancianos para describir a la supraconciencia, debido a que
en la antigüedad, los tribunales donde se impartía la justicia
estaban compuestos por un numero determinado personas, que
eran ancianos generalmente.
Entre el pueblo Judío los ancianos formaban los consejos
locales, mientras que en Jerusalén junto con sacerdotes y
escribas constituían el Sanedrín, el consejo supremo religioso
y administrativo. En el cristianismo los ancianos estaban de
las comunidades locales, formando los colegios o
presbiterios. En realidad el numero en particular no nos
indicaría nada mas, la capacidad de decisión que se supondría
a un tribunal de veinticuatro ancianos, con toda la experiencia
y conocimiento que poseería esté gran tribunal. Que las
vestiduras que nos muestran los ancianos sean blancas y éstos
porten una corona de oro, nos simbolizaría la pureza y el
poder de esa conciencia compuesta por los ancianos.
A continuación nos aparecen relámpagos y truenos en el
escrito, confiriéndole más poder si cabe a la visualización.
Aquí Juan comienza nombrando a siete lámparas de fuego que
son los siete espíritus de Dios, que serían los siete arcángeles,
los siete colores-rayos del arco iris. El mar de vidrio
semejante al cristal que aparece delante del trono, podría
interpretarse como la forma compleja y completa del universo
tal como lo conocemos. Sabemos que esta definición del
océano cósmico como un mar de vidrio, es evidentemente
bastante subjetiva, pero es complemento idóneo para el
transcurso de la explicación. A parte de la vieja definición que
compara el inmenso universo con un océano. "En medio del
trono y enrededor de él, aparecen cuatro vivientes, llenos de
ojos por delante y por detrás. El primer viviente era semejante
a un león, el segundo viviente semejante a un toro, el tercero
tenia semblante como de hombre y el cuarto era semejante a
una águila voladora".
Estos cuatro vivientes simbolizarían fuerzas y energías más
concretas que existen en nuestro universo material, también
podría indicarnos cuatro formas psíquicas, que afectarían a la
mente más concreta. Por tradición esotérica y de mano de la
astrología (sin entablar una discusión sobre su veracidad),
estos vivientes se relacionan con los signos zodiacales de leo,
tauro, acuario y escorpio. Estos signos astrológicos bien
conocidos por los Hebreos debido a su relación con el pueblo
Caldeo (la religión Judía consideraba al arte Caldeo como una
idolatría), era para el pueblo menos ortodoxo una ciencia
considerada y practicada. Los signos de leo, tauro, acuario y
escorpio pertenecen a los signos denominadas como fijos,
teniendo una significación que nos denota estabilidad. Esta
estabilidad es sinónimo al menos en apariencia de la imagen
de la estructura cósmica. Estos seres que simbolizan una
concrección de fuerzas que intervienen en la dinámica del
desarrollo cósmico, desarrollan su actividad sin tiempo ni
espacio en una continua acción, como nos dice la metáfora de
Juan.
Los vivientes se describen como que "tenían cada uno seis
alas, y todos en torno y dentro estaban llenos de ojos ". No se
nos escapa de nuestra curiosidad que las energías luminosas,
caloríficas, eléctricas y magnéticas se corresponde a los
signos de tauro, leo, acuario y escorpio, siendo quizás
puntualizaciones del simbolismo de los vivientes, a un nivel
psicológico podría indicarnos pautas mentales como serian la
intuición, los sentimientos, la percepción y los pensamientos y
trazándose un paralelismo con los signos del zodiaco de
escorpio, leo, tauro y acuario respectivamente.
Este párrafo termina ensalzando a Dios, tanto por los cuatro
vivientes como por los veinticuatro ancianos. En resumen
podríamos indicar que el párrafo nos habla de esa gran energía
cósmica que es símbolo de Dios (el trono de piedras de jaspe
y sardónice). El arco iris semejante a la esmeralda, seria el
desarrollo abstracto de esa energía cósmica, por medio del
numero mágico y mítico que es el siete. La supraconciencia es
el siguiente eslabón que se enarbola por medio de los
veinticuatro ancianos. Dando paso a la constitución cósmica
material y a los cuatro vivientes que simbolizan a las fuerzas
más concretas que establecen el equilibrio y desarrollo de
nuestro universo.
Seguidamente en esta segunda parte del apocalipsis, aparece
un párrafo con el encabezamiento de " El cordero ". Comienza
hablándonos de "un libro escrito por dentro y por fuera,
sellado con siete sellos ". Este libro sería una clara referencia
al libro dictado a Juan, el apocalipsis que tiene a parte de una
introducción breve, seis partes y un epilogo. Este libro que
nos habla del designio Divino y del devenir humano, sólo
puede ser " abierto " por alguien verdaderamente digno. Esta
apertura nos indican a alguien que dentro de su dignidad,
puede comunicar y comulgar con el mensaje del libro.
Esta persona es Jesucristo, como uno de los ancianos que
están junto al trono le dice a Juan. La descripción del anciano
sobre Cristo, es y le dice a Juan : "No llores, mira que ha
vencido el león de la tribu de Judá, de la raíz de David, para
abrir el libro y sus siete sellos ". En este párrafo a cristo le
adjudican como vencedor espiritual, ya que consiguió
transmitir su mensaje y dejar una semilla para la posteridad,
convirtiéndose en observador y juez de la humanidad.
Algunos autores creen ver en esta referencia " león de Judá "
como una indicación del signo zodiacal de leo, siendo el signo
del maestro de Galilea. Para el famoso estudioso del
esotérismo conocido bajo el sobrenombre de " Papus ", las
doce tribus de Israel se corresponderían con los doce signos
del horóscopo, puntualizando a la tribu de Judá como
perteneciente al signo de Leo. Las referencias históricas
encuadrarían efectivamente a la figura de Jesús como
perteneciente a la tribu de Judá ( Judíos ) y al linaje de David.
Pero que " el León de Judá " se interprete como un signo
zodiacal verdaderamente se queda en el aire. Quizás la
referencia de un león sea más bien un símbolo de fuerza y
majestuosidad, como ciertamente se atribuye a este animal y
al signo zodiacal. Pudiendo ser un buen reflejo de la entrega
de Jesucristo en su vida terrena.
Siguiendo el texto aparecen dos descripciones más del
cordero, una vez ya resucitado. "Un cordero, que estaba en pie
como degollado". Que a Jesucristo se le asemeje a un cordero
lo podríamos relacionar como la forma en que se manifestó
Jesús (recordemos que nuestra religión católica tiende a
describir y señalar a Jesucristo como el cordero que viene a
quitar el pecado del mundo). De una manera manifiestamente
pacifica, estableció y transmitió Jesús su ministerio. Pero
remitiéndonos también por el sentido que el pueblo Judío,
daba al cordero degollado en sus sacrificios a Jehová. Resulta
evidente que aparezca como degollado, ya que su misión
libertadora y espiritual, tuvo que someterse a todo tipo de
injusticias.
Jesús a mi entender fue un ser incomprendido y odiado por la
mayoría de sus contemporáneos, escuchado realmente por a
penas unos miles (y tal vez creo que expongo una cifra
elevada). Siendo apoyado y cobijado por unos cientos y
albergando un simple grado de entendimiento por unos pocos.
Jesús estuvo sometido a diferentes circunstancias y
contrariedades. Estaba prácticamente en una plena encrucijada
por la época histórica donde vivió, por la acción de zelotes
(revolucionarios celosos del judaísmo); el dominio del
imperio romano, así como la cúpula del famoso sanedrín.
Estos siete ojos podríamos explicarlos como una referencia a
los cuatro puntos cardinales junto al nadir y al cenit, y un
séptimo ojo de carácter interior. Estos ojos nos denota una
visión transcendental y transcéndedora, que se extiende
gracias a su amplitud de miras. Que estos cuernos y ojos sean
los siete espíritus de Dios, nos conduce de nuevo a la acción
abstracta y primera de esa supraconciencia cósmica. Como
sabemos estos siete espíritus, los habíamos relacionado con el
arco iris que corona el trono, siendo los siete arcángeles. El
final de este párrafo nos dice que los ancianos, los vivientes y
un numero muy extenso de ángeles, reconocen el poder y la
gloria de Jesús dignificándole por su misión espiritual,
después de haber sufrido tribulaciones e injusticias en su vida
terrenal. En el espíritu de Cristo delegan el poder sobre todo
aquello que le rehusó en la tierra. Con este reconocimiento
finaliza este párrafo que nos describe la misión y figura de
Jesús, que aquella sociedad Judía y el imperio Romano vivió.
Jesús nos dejo una semilla que por una parte nos hace unirnos
con nuestro interior y por ende con todo lo que nos rodea, con
Dios. Pero también nos dio una formula para conducirnos y
expresarnos en nuestras vidas. "Ama al prójimo como a ti
mismo". Y como creo que es su significado "conócete a ti
mismo y valórate, y ama a los demás como positivamente te
amarías a ti mismo”.
CAPITULO III
En el tercer capítulo vamos a desarrollar, los dos siguientes
textos con que termina está segunda parte del libro. El primer
texto se titula "La apertura de los siete sellos descubre los
misterios de la justicia divina". Aquí Jesucristo que es
nombrado como el cordero comienza con la apertura del
primer sello, del libro escrito por dentro y por fuera. Antes de
entrar en la narración en si, vamos a intentar dar una posible
explicación, al presunto significado que tendrían los sellos.
En primer termino cada sello representa un condicionante o
circunstancia, remitiéndonos a una síntesis que afecta al
proceso. O bien un simbolismo que resume a una fase o
proceso ocupando todo un proceso de evolución. Estos sellos
que nos denotarían una fase condicionante, se extendería en el
tiempo abarcando una amplia zona temporal. Los sellos nos
remiten en definitiva a las claves, a las partes en que se divide
una evolución y nos muestra en cada fase su exponente
principal.
En el primer sello Juan dice que "Mire y vi un caballo blanco,
y el que montaba sobre él tenia un arco, y le fue dada una
corona, y salió vencedor, y para vencer aún". El caballo
blanco es el primer jinete del apocalipsis. Este caballo es
símbolo por su color de pureza, o tal vez podríamos
expresarlo como la fuerza creadora, la positividad, el bien en
su esencia más autentica. Podemos destacar de este jinete por
poseer un arco con sus "flechas", nos anuncia que desde un
principio, la evolución de la humanidad tiene un sentido y por
así decirlo, un plan prestablecido. El que este jinete salga
vencedor y para vencer aún, nos comunica que el devenir de
la humanidad, a pesar de las dificultades y tribulaciones, de
los cambios entre el bien y el mal, entre la positividad y
negatividad para establecer un equilibrio, da un resultado final
de progreso y de conciencia.
El segundo sello nos habla de un caballo bermejo y que su
jinete se le otorga el poder de "desterrar la paz en la tierra y
que se degollasen unos a los otros, y le fue dada una gran
espada". El color bermejo es una variante del color rojo,
pudiendo relacionarse este color con los sentimientos y
primordialmente con la emotividad más bien negativa como
es el odio, la venganza, la ira, e.t.c. Juan nos habla en
definitiva de la polaridad contraría al primer jinete, la
negatividad. Seria la representación del mal, del poder
destructivo, dada la imperfección con que se manifiesta la
evolución hasta sus estados más madurados, aconteciendo esta
dualidad en todas sus fases.
Básicamente estas circunstancias y claves, debemos definirlas
lo mejor posible para una mayor comprensión del apocalipsis.
Hemos visto una "imagen" de la energía cósmica, también
como se "corona" y se distribuye en un primer enlace, esa
energía común de forma abstracta, en arquetipos. Hemos
citado la constitución de planos de conciencia (división de los
veinticuatro ancianos), en un global que nos representaría a la
supraconciencia, dirigiendo así el fundamento de esenciaenergética
hacia el cosmos y las partes. También nos aparece
una imagen del universo estructurado, definiendo de alguna
manera las fuerzas psíquicas y energéticas de un carácter más
concreto, que mueven el engranaje más material de nuestro
cosmos, la vida tal como la observamos. En síntesis hemos
indicado la esencia, los condicionantes, la conciencia, el orden
y movimiento. Los dos primeros sellos nos hablarían de la
direccionalidad y el ritmo evolutivo, de las polaridades que
son secuencia y producto de las anteriores estructuras y que
nos lo están representado, los dos jinetes. Estas dos
polaridades son los conceptos del bien y del mal, del sentido
constructivo y destructivo. Y en una visión más evolucionada
de estas polaridades, como la fructificación creadora y de la
estabilidad pasiva, como la fuerza creadora y la fuerza
regeneradora. Estas polaridades se manifestarían gracias a las
síntesis-bases que habíamos observado, en las fases donde se
constituye un espacio-tiempo definido, desarrollando un
proceso evolutivo.
Existen diversas filosofías religiosas que introducen el
termino de polaridad, en su explicación de la Divinidad, en su
visión cosmogónica. La religión católica nos manifiesta la
existencia de Dios y de una corte de ángeles que encarnan el
sentido del bien. Pero su reverso esta definido por Satanás y
su legión de demonios. Religiones como el Zaroastrismo nos
indican la existencia de estas dos polaridades, al hablarnos del
Dios Ahura Mazdah representando al principio creador y el
Dios Ahrimán que simboliza el espíritu destructor. También el
Hinduismo nos habla de esta polaridad cósmica, aunque la
dualidad se exprese en realidad como una trinidad Divina. El
Dios Brahma es el principio creador mientras que Shiva es
conocido como el Dios destructor. Mientras que el estado de
equilibrio entre ambos Dioses y que permitiría la vida, seria el
Dios visnú conocido como el conservador. Pero tal vez el
Taoísmo pienso que nos representaría esta dualidad de una
forma más comprensible. Esta filosofía oriental nos indica que
el universo se mueve por los dos principios básicos que nacen
del Tao. El Yang que es masculino, creativo, idéntico a la
fuerza dinámica y a la claridad interior. Y el Ying que es
femenino, pasivo y equivalente a destructivo o regenerativo.
La filosofía Taoísta nos dice que el hombre actúa con estos
dos principios, y participa de tanto en tanto con ambos y del
propio Tao, porque como microcosmos que es el ser humano
contenido en el macrocosmos, posee un Tao particular.
En todas estas filosofías hemos visto como la unicidad, lo que
representaría a Dios, después de haberse constituido en las
claves evolutivas necesarias para albergar la vida, necesita de
este principio dual para que el movimiento del macrocosmos
surja, para que la dinámica que llamamos vida se produzca.
Quizás estos principios duales y ciñéndonos a nuestra
explicación de la totalidad y de la esencia psicoenergética,
representen de cierta forma al Tao, a lo que entendemos como
la supraconciencia y su unidad energética. Siendo el principio
Yang el que nos indica a la energía puramente y el principio
Ying a la conciencia en si. También es una curiosidad que
nuestro cosmos a un nivel subatómico este compuesto de
partículas y antipartículas, al igual que sucede con la
composición de estás constituyéndose en Quarks y antiquarks,
las piezas más ínfimas de la materia, que se conocen en la
actualidad. Incluso porque no hablar de la concepción de la
materia y la antimateria.
Como hemos vistos esta dualidad nos embarca en diferentes
conceptos que podríamos dividirlos por el grado de desarrollo
en donde interviene esta polaridad. La distinción se efectuaría
no porque un estado este a un nivel consciente o inconsciente,
sino más bien cuando en este estado se haya alcanzado un
nivel de progreso suficiente para que exista una integración
plena, una conciencia completa y equilibrada. El ser humano
en conjunto no ha alcanzado el grado de progreso suficiente
para tener una plena conciencia, aunque a un nivel individual
hayan existido seres humanos que han conseguido expandir
esta conciencia integradora. Cuando la dualidad se nos
presenta como un nivel evolutivo que no a alcanzado el grado
necesario para ser una conciencia plena, entran los conceptos
por una parte del bien y lo constructivo, mientras que el
reverso se nos expresa como el mal y lo destructivo. En un
nivel de total integración de la conciencia, la dualidad se
presenta en una forma de progreso en espiral en vez de
procesos cíclicos. Por un lado tendríamos al termino positivo
y creador, por otro a una dinámica regeneratíva, negativa y
pasiva. La evolución en sus procesos cíclicos nos remite a una
continuada fluctuación de las polaridades en unas
circunstancias y condicionamientos similares, en estados
prácticamente idénticos. En cambio la evolución en espiral
hace que los procesos de la vida en si, que el flujo de las
polaridades se integren en totalidad y produciéndose una
plena convergencia entre ambas fuerzas, haciendo que el
desarrollo no sea parcial. La evolución en espiral hace que en
cada fase se produzca, exista un avance cualitativo y
cuantitativo de la conciencia. Teniendo por así decirlo un
progreso ascendente en cada paso, en cada fase y proceso que
alberga la vida a todos sus niveles. Tal vez un ejemplo claro
sea la eterna discusión entre el bien y el mal, y lo que los
místicos declaran cuando dicen que en realidad debemos
traspasar esta barrera e ir más allá del bien y del mal.
Muchas veces en nuestra historia, lo que la sociedad de un
momento determinado, creía que un acto para ellos justo y
que representaba hacer "el bien" siempre se entendería como
tal, como podría ser las ejecuciones de pena capital o la
famosa inquisición. Realmente para nuestra sociedad del siglo
veinte quedan estos hechos más ligados al mal. Los derechos
humanos y los códigos penales suprimen en muchos países del
mundo más civilizado la pena capital; y nuestra observación
histórica hoy en día de aquella época obscura que fue la santa
hermandad, tiene una connotación más cercana al concepto de
maldad, por aquellos que se creyeron poseedores de la verdad
y del bien, ejecutando a un numero muy importante de
personas.
Podríamos decir que en estos estados cíclicos, el ser humano
se ha desenvuelto a lo largo de la historia, en su creencia de
hacer el bien quedándose realmente parcializada y ofuscada,
mientras que el sentido de negatividad tenia una concepción
netamente destructiva. En nuestra historia lo que simbolizaría
"el bien ha hecho en realidad el mal, e incluso los actos
ligados a la destructividad en su efecto han hecho el bien de
alguna manera". La positividad en un estado evolutivo de
espiral nos indica un camino pleno de creatividad y de
progreso, integrando las partes en vez de tomar una sola pieza
y rescindir del resto de las partes. La negatividad como un
concepto elevado se extinguiría de la destructividad,
atrayéndonos a un concepto de regeneración, tomando de toda
y cada una de las partes sus imperfecciones, y en vez de
eliminarlas las transforma para una nueva distribución .
El tercer sello nos representaría a mi entender la incesante
pugna por el equilibrio, entre estas dos fuerzas antagónicas.
Este sello nos señala el comienzo de la evolución desde las
más profundas obscuridades en busca y consecución del
progreso que concede el concepto de la luz. El tercer jinete
nos representa el desarrollo en un espacio-tiempo donde se
desenvuelve la humanidad, desde los tiempos remotos y
pasando por la época de la escritura del apocalipsis, hasta un
futuro que está por llegar. La profunda obscuridad nos viene
indicada por el caballo de color negro, que suele interpretarse
por penuria, hambre y miseria (aunque el color negro también
suele interpretarse como trasformación). La balanza que porta
el jinete nos denota que se busca durante el camino que
recorre el proceso, el equilibrio.
Generalmente un caballo montado por un jinete simboliza que
los instintos se conducen por la razón, aunque tal vez se ajuste
más en este caso al termino de un proceso dirigido por el
consciente. También en este tercer sello se nos habla de una
relación de productos y sus precios (con la moneda del
imperio romano, el denario), donde unos están afectados por
fluctuaciones (trigo y cebada) mientras que otros no deben ser
tocados (vino y aceite). El simbolismo que se puede extraer,
es la penuria y miseria que conlleva esta evolución en
determinadas épocas, aunque existan unos mínimos que no
deben extinguirse. Quizás esta frase también nos revele que
ciertas pautas básicas de la existencia deben permanecer,
mientras otras están en una constante transformación.
El cuarto sello nos relata a un jinete montando a un caballo de
color bayo (blanco-amarillento). El nombre del jinete es
mortandad y es acompañado por el infierno. Aquí a mi
entender, nos habla de la acción del hombre y este jinete nos
dislumbra al producto de los anteriores jinetes. Mientras que
los tres caballos primeros nos indican a unas claves
evolutivas, el caballo de color bayo nos remite a como se
concreta estas fases. El hombre nos representaría el lugar de
batalla de estas fuerzas antagónicas y de su consecuente
proceso evolutivo. El ser humano seria el hacedor del proceso,
siendo lógicamente el artífice material, ya que el escrito del
apocalipsis nos habla en definitiva del progreso y el desarrollo
de la vida de la humanidad.
Para diversos especialistas de los textos apocalípticos, estos
cuatro jinetes simbolizan a las cuatro razas básicas de la
humanidad, expresando en cada una de ellas unas claves de su
evolución. El primer jinete representarla a la raza blanca o
caucásica; El segundo jinete simbolizaría a la raza roja, la raza
semítica y arábica; El tercer jinete nos induce a la raza negra;
Mientras que el cuarto jinete nos indica a la raza oriental o
amarilla.
Volviendo a nuestra explicación, el color del caballo lo
interpretaríamos como la acción del propio hombre a lo largo
de la historia. No nos será difícil reflexionar y comprobar
como el ser humano desde la antigüedad, ha establecido
culturas que con posterioridad han desaparecido. Extensas
épocas donde la regla que significa mortandad se ha
establecido, dando un autentico infierno. Podemos ver que el
relato, en estos cuatro jinetes, nos involucra en una lucha
antagónica entre las dos polaridades, surgiendo así un proceso
de evolución que parte desde las más obscuras profundidades
y toma como productor de la acción, al hombre. Es evidente
que con el paso del tiempo el ser humano ha evolucionado,
pero está lucha antagónica que se expresa en el hombre en
diferentes formas y escalas, sigue estando presente. Los
procesos a los que recurre mortandad según el texto son a la
peste, el hambre, a la espada y a las fieras. Tal vez éstos
traducido a nuestros días nos representarían a las
enfermedades, la miseria, la guerra y la supervivencia.
Claramente estos procesos nos conducen a las diferentes
acciones que cortan la vida natural del ser humano, el propio
nombre del jinete nos lo indica. El numero que aparece, "de la
tercera parte de la humanidad", nos induciría al sufrimiento
producido por mortandad sobre la humanidad, dando un
numero alegórico que representa a una importante extensión
de la humanidad que estaría afectada.
Para la mayoría de las personas y estudiosos de todas las
épocas, ven a estos cuatro jinetes del apocalipsis, que han
simbolizado las circunstancias o procesos, que harán a la
humanidad entrar en una fase muy destructiva y de profundo
cambio. Quizás estas cuatro circunstancias que han
simbolizado estos jinetes sean la guerra, los sentimientos
impuros, el hambre y la muerte. Esta visión del futuro del
hombre, se enraiza desde lo más antiguo de la historia, lo cual
a pesar que los cuatro jinetes nos pudieran describir una época
concreta de alta destructividad, sigo pensando en las claves
expuestas como base de la interpretación.
Podemos encontrar una similitud descriptiva de la acción que
normalmente se le ha dado a los cuatro jinetes en varios
momentos de la historia, no encajándolo simplemente en un
momento concreto, sino más bien como he pensado en una
constante acción. Incluso cabria la posibilidad de que los
escritos del cristianismo profetice, se basen en la escuela de
Pitágoras de la antigua Grecia. Esta escuela se adhería a la
creencia de la evolución con periodos críticos, bautizándose
con el nombre de Apokatastasis.
El quinto sello habla "de las almas de los que habían sido
degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que
guardaban". Este párrafo nos indica a aquellos hombres que se
entregaron al mensaje que Cristo expreso, declinando a si “su
balanza interior” hacia el polo positivo y espiritual. Estas
almas y sus memorias, aunque indudablemente hayan
influenciado a sus contemporáneos y a la historia de los
hombres, no habrían tenido una identificación e impregnación
plena en la conciencia global de los seres humanos. El propio
párrafo nos dice que "a cada uno le fue dada una túnica blanca
y que estuvieran callados un poco de tiempo aún". Esto nos
vendría a señalar que el tiempo en que se les reconozca
verdaderamente, a estas almas entregadas a los designios de
Dios y Jesús, deberá esperar al futuro.
Podemos relacionar también este quinto sello como el opuesto
a lo que simboliza el cuarto sello, el cuarto jinete llamado
Mortandad. Ambos sellos nos hablarían de la acción de los
seres humanos sobre el estado evolutivo, siendo el cuarto sello
una expresión negativa del hombre y el quinto sello, una
esencia positiva de la acción de éste.
Del quinto sello podríamos dilucidarlo como el anuncio de un
punto de inflexión, donde del inconsciente colectivo aflorarían
al consciente de los seres humanos, con una especial
sensibilidad y energía, los hechos y causas que estas gentes
desarrollaron en su lucha por el ideal espiritual. vendría a
suponer que el sufrimiento acumulado de estas personas,
vincularán y desencadenarán en un tiempo concreto, una
revolución de pensamiento, como nos señala el trozo que dice
"Hasta cuando, señor, santo, verdadero, no juzgaras y
vengaras nuestra sangre en los que moran sobre la tierra".
Al reflexionar sobre este quinto sello, entendiéndolo como la
representación de aquellas semillas que lucharon de alguna
forma, por el progreso espiritual y el bienestar humano. Estos
hombres no simplemente podríamos encuadrarlos dentro del
circulo religioso, sino también integrando a aquellas personas
que en otros campos de la historia, contribuyeron a la
búsqueda de ideal humano, al progreso interior, a la evolución
de la conciencia. Personajes políticos, científicos, filósofos,
e.t.c., que también habrían participado en el desarrollo de esta
tendencia de evolución. Lógicamente este texto nos hace
referencia al pueblo Judío pero debemos entender que en
realidad se extendería a todos los pueblos y naciones, culturas
y religiones de la humanidad y por lo tanto, a todos aquellos
que de alguna forma fueron degollados por la palabra de Dios,
ya sea física o psíquicamente.
Este sello nos indica que después de un espacio-tiempo
delimitado, está "esencia de fuego" dejado por estas personas,
desencadenaría un cambio trascendente en la vida de los seres
humanos, dando un nuevo paso evolutivo, hacia un
crecimiento en un proceso en espiral. Una nueva fase donde
los procesos del psiquismo y conducta del hombre no entraran
en una concepción cíclica, separativa y reiterativa. Sino más
bien con una estructura en espiral, donde la regeneración e
integración es plena sobre todos los puntos y planos.
Jesucristo, como otros muchos místicos sobre todo, que
también dejaran su vida por el ideal espiritual, lucho por lo
esencial del ser humano.
Pero creo que Jesús de una manera muy especial expresa un
ideal y padeció por el, siendo "degollado" por los hombres.
Jesucristo hizo con su vida lo mismo que realizo su padre, lo
que hizo Dios para albergar la vida en el cosmos, entregarse
para crear una nueva vida para el futuro, una nueva forma de
pensamiento y conducta. Jesucristo entre una infinidad de
cosas que nos enseño, transcribió que lo realmente importante
de su mensaje, no es en si la consecución de una "sabiduría
encarnada", sino el "sentido de la vida" está al alcance de
todos y que todos podemos beber de él.
Jesús nos quiso explicar que el conocimiento y la acción
radica de nosotros mismos, que con la voluntad que utilizó él,
podemos aspirar a ese "paraíso de conciencia" y buscar ese
estado de gracia. Porque con la búsqueda realmente se
consigue una evolución, y con esta evolución se encuentra la
intencionalidad de progresar en los planos más altos de la
conciencia. Podríamos entender la búsqueda como en un no
mirar y dejarse arrastrar por el pasado, aunque se extraiga la
experiencia de él. Ni tampoco esperar que el futuro nos
encadene en sus corrientes inconstantes, siendo unos "ciegos
corderos". Jesucristo nos habla de la importancia del presente,
de ser conscientes en conciencia y luchar por nuestras vidas y
pensamientos. De unirnos con esa paternal totalidad, de
integrarnos con todos y con todo, siendo todos los seres
humanos iguales y teniendo los mismos "componentes
básicos". Y nos recalco que para conseguirlo debemos ser
libres interiormente y expresarnos bajo la clave del amor. Su
semilla podría sintetizarse como Unicidad, Libertad y Amor.
Pero estas síntesis deben formar un conjunto, como sucede en
el cosmos y nunca por separado, ya que auténticamente el
proceso evolutivo surge y se progresa por la acción de
complementarios.
La Unicidad sin Amor y Libertad, nos encadenaría en un
mundo sin diversidad (que es el autentico reflejo de la vida) y
posiblemente sin conciencia. El Amor sin Unicidad nos
embarcaría a una tendencia egoica extrema, y sin la Libertad
nos conduciría hacia una jerarquización autoritaria, a la
pasividad absoluta de las individualidades humanas. La
Libertad sin Unicidad nos empujaría a una visión
destructivista y a la aniquilación, y sin el Amor nos produciría
involución, libertinaje, aislamiento y la desintegración.
El sexto sello se puede dividir en dos partes principales. La
primera de estas partes nos hace referencia a un
obscurecimiento del sol y a un teñimiento de rojo de la luna.
El eclipsamiento del sol nos simbolizaría quizás el
estancamiento de la voluntad creadora del hombre. Este
símbolo deberíamos interpretarlo como una nebulosidad del
espíritu del ser humano, una falta de conexión con nuestra
conciencia superior. En resumen en la imposibilidad de
concretar un ideal espiritual en extensión en la humanidad,
como una especie de vacío ideológico y místico. La luna
teñida de rojo nos representaría al inconsciente de la
humanidad, a el alma de los seres humanos. El inconsciente
aparece transformando a la emotividad en una forma de
expresión que se encierra en la clave del color rojo. Como
hemos visto antes el color rojo dentro del contexto del
apocalipsis, nos representa a la negatividad (ira, odio, envidia,
e.t.c.). Parece ser claro que a lo largo de la historia, han
sucedido varios momentos que pareció "eclipsarse el sol y
teñirse de rojo la luna". Pero este momento viene muy
detallado como un gran cambio, una profunda transformación
humana, que aquí se anuncia como un cataclismo.
La frase "y parecerá como si las estrellas, el cielo cayera sobre
la tierra", nos podría indicar que la acción que representa el
cataclismo, viene por una transformación con un carácter
espiritual, en su fin y su trasfondo. Esta parte queda para mi
forma de entender así dilucidada según su simbolismo.
Aunque debo citar que para ciertos especialistas, el eclipse y
la luna roja junto a un gran terremoto, serán hechos físicos y
marcaran un momento preciso. También para otros autores
nos estaría describiendo a la gran guerra, la primera guerra
mundial. Pero volviendo a la visión que estamos dándole
quizás este "fenómeno simbólico" se esté ya produciendo o
para emerger en un futuro próximo. Este decaimiento
espiritual y la impregnación de una forma negativa del
inconsciente colectivo, sea un factor necesario para que se
produzca un punto álgido deparando una transformación
espiritual de los seres humanos en su devenir. La segunda
división que he hecho en este sexto sello aparece con un
encabezamiento propio dentro de la segunda parte o capitulo
del libro del apocalipsis. Esta segunda división podríamos
buscar sus raíces tal vez en el siglo pasado y tiene como
momento clave, el resurgimiento social y espiritual que vivió
nuestra sociedad en los años sesenta del siglo XX. El
significado de esta clave no lo entenderíamos como un hecho
ya materializado, sino como un suceso que esta teniendo un
desarrollo. A mi entender el apocalipsis a lo largo de su
narración, en sus primeros capítulos, albergan múltiples saltos
en las descripciones de los acontecimientos. Un ejemplo son
estos seis primeros sellos, que nos transcribirían una
explicación evolutiva y nos encaminan a un punto de
inflexión. Pero de nuevo en el séptimo sello y en la
descripción de sus siete trompetas, vuelve a explicarnos el
proceso evolutivo, desde otra perspectiva y que convergiría en
el mismo punto de transformación.
El texto que nos habla de la muchedumbre de los mercados, es
una representación de un grupo de personas, que aquí se citan
como marcados en sus frentes, por un "ángel que subía del
naciente sol y portaba el sello de Dios". Estas gentes sentirían
y abrigarían el pensamiento, recogerían en sus mentes el
entendimiento del mensaje cósmico, de la esencia mística que
los seres iluminados como Jesucristo, dejaron a la humanidad.
Antes de proseguir en el capítulo, vamos a intentar plasmar al
menos un poco dos cuestiones. La primera es el inicio de este
resurgimiento, de esta transformación que situamos en el
siglo XIX. El hombre se ha desenvuelto en su andadura en
diversas épocas con sus circunstancias, en los distintos
procesos evolutivos (aunque tengan una raíz cíclica) con
diferentes culturas y sistemas sociales, en un marcado ritmo y
vibración en el espacio y en el tiempo. Pero quizás el periodo
histórico que situamos en el siglo XIX (pudiendo trazar una
de sus raíces en la época del romanticismo de finales del siglo
XVIII) y que se manifiesta con mayor claridad en el siglo XX,
tiene un vertiginoso ritmo evolutivo. Teniendo una visión
abstracta e idealizada de la historia, observamos que el ser
humano junto con el comienzo de las diferentes revoluciones
sociales, que comenzaron en los siglo XVIII y XIX, tubo un
surgimiento de un "materialismo racional". Pero esta época
que hemos reseñado como de revalorización espiritual y
mágica, sólo comparable con las más antiguas civilizaciones o
en el período del renacimiento, comenzó con una dura
andadura hacia el reencuentro espiritual. Esta transformación
no simplemente tuvo un fondo religioso, sino que insufló un
sentido espiritual y social más heterodoxo, quizás valoro en
especial el concepto de Libertad. Después de los muchos
duelos con que se ha vestido la humanidad en estos últimos
siglos (revoluciones sangrientas, guerras mundiales con sus
extremos holocaustos, e.t.c.), y sin olvidar las obscuras épocas
pasadas.
Podemos observar un momento cumbre, un periodo de
relativa paz, que comienza a partir de la segunda mitad del
siglo XX (aunque en el transcurso de este período y también
hoy en día, existan diversas tensiones y guerras locales) y
donde hubo una especial revolución social en los años sesenta.
En esta década de los sesenta desencadenaron e introdujeron,
sistemas y costumbres, la humanidad quiso al menos sugerir
un impulso de talante espiritual. Pero sobre los factores y
hechos históricos, hablaremos de ellos más adelante.
La segunda cuestión que tiene una importancia palpable, es la
simbología de la frase "el ángel que subía del sol naciente".
Este ángel que viene del sol naciente nos remite a la figura de
Jesús. La religión católica, para estudiosos en mitología y
religiones, suelen interpretar a la religión cristiana como de
culto solar, similar a el culto de Mitra por ejemplo, salvando
las evidentes diferencias. La religión solar venera a el
esplendor de la voluntad, cualidad que Jesús hizo uno de sus
baluartes principales. Mientras que en esta época de la
historia las religiones lunares, como serían la Caldea o
Babilónica, tenían un sentido místico hacia la naturaleza y
teniendo como cualidad base, a la sensibilidad.
Creo que podemos entender pues, al mensaje de Jesús como
proveniente del sol. El hecho que la frase nos remita a un
ángel, en cierta medida es lógico ya que el significado
genuino de la palabra ángel, es el de mensajero, misión que se
le otorgo a Jesucristo. Al igual que éste, ángel o mensajero
proceda del sol naciente, nos indicaría que para la época
cuando se escribió el texto, el mensaje cristico era recién
recibido y empezaba a transmitirse. Siguiendo el texto aparece
la cifra de 144.000 personas, repartidas entre las doce tribus
de Israel, la humanidad, que serán selladas en sus frentes. El
hecho que sus frentes sean marcadas por el designio de Dios,
y al igual que sucede en otras partes del apocalipsis,
representa una alegoría a que estas personas tienen en sus
pensamientos, en lo profundo de sus mentes el mensaje de
Jesús y el "sello" de la voluntad Divina.
Podemos sacar conclusiones sobre las cifras que nos van a
aparecer en el texto, gracias al antiguo arte de la numerologia.
Debido al gran simbolismo e importancia que tienen los
números para estas culturas, como fue la Egipcia, la Griega o
la Caldea y lógicamente la Hebrea. No vamos a entrar sobre
la autenticidad de la numerologia o de la astrología, como
ciencias dentro de los cañones científicos de nuestro presente.
Sino que debemos entender que en aquella época histórica
ambas artes eran realmente ciencias, y por lo tanto marcaban
la cultura y la psicología de aquellas gentes. En este caso la
numerología nos trasvasaría una fuente de conocimiento
empírico, de sabiduría abstracta, con lo que estas personas de
nuestro pasado se desarrollaban. El numero 144 esta
compuesto en primer lugar por el numero uno. El uno nos
simboliza la energía primaria y primordial, siendo también
indicativo de la voluntad. El numero cuatro nos representa la
acción material y la perfección física, la plasmación en el
terreno material. El numero cuatro aparece dos veces y tal vez
nos reseñe la solidez de esa plasmación material. Pero
verdaderamente en numerologia lo que tendría relevancia
sería la suma de estos tres dígitos, que daría un resultado de
nueve. El numero nueve nos introduce en el concepto, de una
conciencia sabía y equilibrada, de la semilla cristica que de
por si ya posee el ser humano, indicándonos la evolución
material, mental y espiritual en conjunto. La miríada es una
medida muy común en el apocalipsis y nos hace referencia a
un numero elevado de personas. Como habíamos indicado
estas personas con "el sello de Dios en sus frentes" nos
remitiría a una parte de la humanidad. Es conocido que la
tribu de Judá representa al pueblo Israel, en concreto a los
Judíos. Mientras que las otras once tribus, serian las diferentes
naciones y pueblos.
El numero 144.000 se divide en doce tribus, dándonos un
numero de personas por tribu de 12.000. Obviamente aquí la
miríada tendría el mismo significado, de un numero
importante de seres humanos. Mientras que el numero doce es
muy frecuentado, en los textos Bíblicos, teniendo este numero
una relevante significación con el mensaje y transmisión de
cristo, los doce apóstoles, pudiendo sintetizar al numero doce
como transmisión.
El numero doce nos involucra a la transmisión del mensaje
cristico, de esa esencia espiritual que intento inculcar Jesús en
mentes y corazones, por medio de sus transmisores que
fueran los doce apóstoles. Este mensaje y legado que se
conserva en el interior del ser humano, es impulsado según la
narración por ese numero de personas, que lo viven y sienten
de forma sencilla y pura (están inmaculados), intentando
desarrollar su vida bajo la luz de esta esencia-semilla. El
significado del numero uno ya lo habíamos observado antes
como la energía primera, como la voluntad. Mientras que el
numero dos podríamos resumirlo como la dualidad en sí, la
toma del hombre de una sabiduría propia, de su consciente. El
numero dos nos indica el juego de la polaridad, de la cual
nace el primer eslabón de conocimiento y también nos hace
lógica referencia al hecho de la creación. El computo
simplificado y que tiene el valor numerológico real, seria en el
numero tres. Este numero nos denota la creación ya
consumada y no como sucedía con el dos que nos indicaba a
la formación. Es sinónimo de vida en los tres planos (material,
mental y espiritual), y sugiriéndonos el campo de acción
donde se desarrolla este mensaje, que sería en la vida en si por
extensión y en la conciencia.
Este capitulo nos sigue hablando, de que una muchedumbre
grande, que pertenece y representa a los seres humanos, están
delante del trono del cordero, vistiendo túnicas blancas y
portando palmas en sus manos. También en este párrafo
aparecen los ancianos, los cuatro vivientes, que aclaman y
adoran a Dios. En la narración se nos sigue hablando en
relación a aquellas personas que mantienen en su existencia
un equilibrio entre sus instintos y su espiritualidad,
sirviéndose de su sed de conocimiento por la búsqueda
espiritual, que le confiere el mensaje cristico. Las vestiduras
de estas personas son blancas, siendo un símbolo claro de
pureza, pero de pureza interior. Y al portar palmas nos indican
tanto un estado de gracia como la devoción por el cordero, por
Jesucristo. El texto nos incluye en la exaltación al trono, a los
ancianos y a los cuatro vivientes. Osease que nos remitiría a la
participación lógica de la supraconciencia y a la concrección
de ésta, indicándonos que el proceso descrito en este párrafo
tiene una evolución que radica de la propia totalidad. No
siendo así un hecho aislado sino una circunstancia necesaria
en el progreso del hombre.
En este capitulo se nos habla del estado de gracia de estos
elegidos, que presuntamente harán de propagadores de la
esencia cristica. Quiero remitir que alejándonos de palabras
mesiánicas y sectarias, en este texto de la muchedumbre en
los mercados. La gente que es sellada en sus frentes, se nos
hablaría de una presumible concienciación de la humanidad
que iría a la par junto a ese gran cataclismo (transformación),
al eclipsamiento del sol y el teñimiento de la luna de rojo.
Este párrafo para mi, nos introduce en una posición de
conducta y mentalidad en "un numero indeterminado de la
sociedad", que nos impulsaría a un cambio más humanizado y
acorde tal vez a la esencia más pura del mensaje cristico.
Quizás estas personas posean la suficiente fuerza interior, o tal
vez unos grupos generacionales (como represento la
generación de los años sesenta) sepan imponer una voluntad
más regida por su yo interno, siendo capaz de desenredar
todos aquellos condicionamientos superfluos que nos rodean.
El estado de gracia, que se procede a diferentes grados de toda
vivencia de la vía espiritual, nos introduce en una dinámica
psíquica y emocional, totalmente diferente. Entrando en esta
fase debido a una revelación, a un reencuentro. En este estado
de gracia, nuestras conciencias "beben de las fuentes donde
hay agua de vida". Nuestro interior y por lo tanto nuestra
persona en conjunto, se encamina hacia la Intencionalidad de
progresar. No para ser más buenos o más justos, sino para ser
conscientes en realidad de nosotros mismos y de todo aquello
que nos rodea. Y así ejercer nuestras voluntades con una total
intención, hacia una mayor substancia de nuestras emociones,
pensamientos y acciones. Este estado de gracia nos debe
impulsar a ser más conscientes, más responsables de lo que es
la vida en todas sus vertientes, pudiendo ser nuestras acciones
unos frutos dinámicos y profundos, que verdaderamente nos
alimenten.
Esta visión nos revelará la verdadera "respiración" de todo
aquello que nos envuelve, del pulso de las propias conciencias
y que con toda nuestra carga de intencionalidad nos
recubriremos con los velos que nos tiene reservado el destino.
Quizás este porvenir nos depare un mundo en definitiva más
humano.
Este capitulo finaliza con la apertura del séptimo sello, que
nos señala "un silencio en el cielo por espacio como de media
hora“. Este quebróso silencio nos remitiría a una nueva
explicación del proceso evolutivo, describiendo otros factores
y circunstancias, que observaremos en el capitulo siguiente.
Lógicamente la descripción que veremos a continuación nos
da una perspectiva que nace desde este último sello, siguiendo
la descripción, pero teniendo unas referencias más profundas
de este séptimo sello al dividirse en siete partes o toques de
trompeta. Este periodo en el cual nos adentraremos, será
presumiblemente donde la humanidad vivirá un gran cambio
de conciencia o tal vez mejor expresado, que reencontrara la
colectividad en su conjunto la esencia de vida.
CAPITULO IV
En el presente capítulo vamos a ver las narraciones de los seis
primeros trompetas, que aparecen en el séptimo sello. Estos
trompetas apocalípticos también conllevan una representación
de condicionante, circunstancia-hecho. Esta tercera parte del
Apocalipsis comienza con un encabezamiento titulado, “los
cuatro primeros de los siete”, donde sale en su comienzo un
ángel enunciador de los cuatro primeros toques. Este ángel
según cita el texto "púsose en pie junto al altar con un
incensario de oro, y fueron le dados muchos perfumes para
unirlos a las oraciones". Siendo esta descripción de nuevo un
designio de la Divinidad. El perfume y el incienso siempre
han estado ligados a las doctrinas religiosas, expresándole con
su fragancia más redundancia al carácter espiritual de las
reuniones religiosas. Este "fuego-evolutivo" actúa como relata
el ángel sobre la tierra, sobre los seres humanos en un proceso
de evolución.
El primer ángel nos enuncia que "hubo granizo y fuego
mezclado con sangre". La simbología que podemos establecer
en esta frase, seria la primera clave de un proceso de
desespiritualización, que arrancaría desde los remotos tiempos
de la historia humana. Debemos dejar sentado que este
proceso reúne la significación de los toques de trompeta, y
nos embarca en una desespiritualización. Enlazándonos con el
sentido de partir desde lo esencial a lo perfeccionado, de la
materia bruta a la pulida. Quizás el significado lo podamos
expresar como un acrecentamiento y continua acción de la
desespiritualización, la cual lógicamente nos estimulara una
evolución posterior. El fuego y el granizo nos representarían
dos "agentes destructores", que inciden en el espíritu del ser
humano (sangre), dándonos quizás como se presenta el hecho
con una clara connotación negativa.
Antes de seguir con esta posible explicación debemos tener en
cuenta, que la acción de este trompeta al igual que los
posteriores, no se encuadran en un espacio-tiempo definido
aunque estos hechos-circunstancias tengan y nos muestren una
clara secuencia. La observación de estos condicionantes debe
hacerse bajo un prisma global de la historia y viendo a estos
procesos como fluyen y se diluyen entre si, a lo largo de la
evolución. Recordando que aunque lo aquí narrado pertenezca
a un designio para la humanidad, las claves que se nos
muestran en realidad son fases de un proceso que acontece a
un nivel tanto microcósmico (en cada una de las
representaciones de vida individuales), como macroscosmico.
Como nos remite el primer trompeta, la humanidad debido a
su tendencia egoica a lo largo y ancho de la historia, hemos
estado inmersos en una funcionalidad de desespiritualización.
Si analizamos el significado intrínseco de la palabra
espiritualidad, veremos que no tiene una correspondencia con
la acción del hombre en su existencia. Es evidente que han
existido hombres realmente espirituales, promulgado el
contenido de esta palabra, de este sentido de vida. El
significado en síntesis de esta palabra seria el de calidad.
Calidad en cada cualidad que representa el ser humano, ya sea
a nivel material o mental. Es sinónimo de transparencia, de un
progreso en las facetas de la personalidad y conducta del
hombre con un elevado nivel. La espiritualidad es un dejar a
lo externo y lo corporal que nos representa a lo instintivo.
Valorar y potenciar lo etéreo de los pensamientos y los actos
teniendo fijación en lo interno. A la espiritualidad siempre se
le ha unido a cualidades como la bondad, la caridad y la
sabiduría. Hoy en día, durante el desarrollo del siglo veinte,
la espiritualidad parece haber abierto de nuevo sus ventanas,
dejando entrar parte de esa luz en nuestras vidas. Quizás
exista una sensibilización que va adentrándose en nuestra
sociedad, quedando patente la acción (si lo comparamos con
siglos anteriores) en nuestras estamentos, organizaciones y
personas. También nos seria engañoso no mirar el desenfreno
de nuestras conductas en relación al termino espiritual. Parece
que estamos sumergidos muchas veces en una especie de
paroxismo mental, en nuestro vivir cotidiano, multiplicando la
presión mental, que nos hace centrarnos en una vida más
mediatizada y material. A pesar de esa gran apertura de
conciencia (como nos representa el sexto sello), en el ser
humano sigue prevaleciendo factores muy existencialistas y
materialistas, siendo materia prima para nuestro "modo
operandus". Que piense que el ser humano este inmerso por
propia inercia en un proceso de desespiritualización, no debe
interpretarse como un todo negativista.
Más bien el final y resumen de este libro es un intento de dar
un soplo de esperanza y de proyectarnos a una vida más
espiritual. Por eso creo que seria mentirnos el no reconocer
que distamos de tener un sentido espiritual tanto
individualmente, como sobre todo en el global de la
humanidad. Sabemos que el hombre en todos sus aspectos a
evolucionado a lo largo de su historia. Pero si somos capaces
de abstraernos y mirar nuestra historia desde un punto
diferente y diverso a las formas de análisis más
convencionales, obtendremos un claro resultado. Poniendo
una balanza entre el sentido espiritual y el sentido
desespiritual, siempre bajo un prisma general, el peso hace
que nos marque un desequilibrio hacia la desespiritualización.
Pero no debemos zanjar a nuestra esperanza, hemos recorrido
un largo camino para equilibrar esa balanza. Y tal vez a pesar
del sufrimiento podamos pronto entender y saborear de una
forma más global los primeros frutos de nuestro progreso
interno. La intención siempre nos conducirá a un resultado,
por muchos rodeos a los cuales el devenir nos someta.
Volviendo al texto, vemos a esa devastación que produce "el
granizo y el fuego mezclados con sangre". La lectura nos
indica que estos agentes actúan sobre la tierra, sobre la
materialidad que ha constituido el hombre. La civilización del
hombre y su historia. El párrafo nos dice que "quedo abrasada
la tercera parte de la tierra". Este numero nos remite a una
gran devastación y penalidades en el hombre, teniendo un
valor a mi entender realmente indeterminado. Pero tal vez una
lectura más atrayente, nos indicaría que estos siete toques de
trompeta en realidad serían pasos sucesivos de lo que acontece
en el séptimo sello. Por poner un orden cronológico, lo
podríamos situar en el comienzo de una época romántica e
ideológica que se presento en el siglo XIX y sobre todo en el
transcurso del siglo XX. En esta época indudablemente el
hombre comenzó una nueva "fase y revalorización social, que
quizás tuvo como punto álgido, como ya habíamos apuntado
la década de los años sesenta. Esta visión también podría
apartarnos unas circunstancias más concretas y materiales,
pudiéndose unir de igual forma al sentido más abstracto que
anteriormente habíamos citado. Estas circunstancias más
materiales, debemos tenerlas en cuenta bajo una subjetividad,
la cual por una coincidencia nos indique unos hechos. Pero
sigo reafirmando que a mi entender el sentido significativo y
abstracto quedaría mejor impreso a la explicación.
En relación a estos hechos más materiales, no se nos puede
escapar la gran devastación y extinción que sufren la flora y
fauna del planeta. La desertización y el calentamiento, que por
la voluntad del hombre estamos produciendo a nuestro
planeta. También en esta primera trompeta y sin olvidarnos
del sentido psicológico de desespiritualización, podemos
valorar con nuestros sentidos un significado bastante patente,
tanto en la acción como en el resultado de las palabras que se
citan en el párrafo. La síntesis final que podemos extraer de
este primer ángel y su toque de trompeta, sería una
degradación espiritual del hombre, la cual tiene un resultado
más concreto que se puede establecer como la acción del
hombre en su entorno material. Esta acción obviamente es
producto de una falta de conciencia, al estar sumergidos en
esta fase de desespiritualización.
Obviamente como hemos dilucidado, este proceso de
desespiritualización podríamos perfectamente encuadrar como
un condicionante que se produce desde el comienzo de lo que
conocemos como historia. Pero quiero que nos centremos en
la posibilidad de trazar una correlación. Puede establecerse
una relación entre lo escrito en el sexto sello y la época donde
lo insertamos cronológicamente, con los seis toques de
trompeta que entran a formar parte del séptimo sello. El
quinto sello nos dejaba en la entrada de un gran "cataclismo",
de una gran transformación que viene tal vez representada en
su inicio, en la lectura de la muchedumbre en los mercados.
Posiblemente lo que nos muestra la narración del séptimo
sello y de los toques de trompeta es una mejor descripción de
los hechos-claves, que acontecen en la época donde
presumiblemente hemos situado, la fase que representa la
muchedumbre en los mercados (que lo situamos entre los
siglos XVIII, XIX y XX).
Una vez aclarado y expuesto esto, se puede trazar mejor la
lectura y la perspectivas que nos ofrece el texto. El arranque
definitivo de esa desespiritualización, sería un desencadenante
bastante lógico hacia la significación de la muchedumbre en
los mercados. Esta primer toque de trompeta, la clave
psicológica que nos representa, sería un importante motivo,
para que la humanidad se viera envuelto en un proceso
espiritual, en una revolución interna y cultural.
El segundo ángel que toca la trompeta nos cita que "fue
arrojada en el mar como una gran montaña ardiendo en
llamas, y convirtiendo en sangre el mar". La clave
significativa que podemos extraer en primer lugar, es la
representación del mar. El mar es un símbolo de la emotividad
del hombre, mientras que cuando la clave son "aguas" nos
remite a los sentimientos más finos y conscientes del hombre.
El mar nos remite a la emotividad interna ligada más a lo
inconsciente, mientras que las aguas (ríos o fuentes) nos hace
más bien referencia a la emotividad externa de la personalidad
del hombre, estando lógicamente más ligada a nuestra
conducta. La montaña nos simbolizaría, todos aquellos
sufrimientos y tribulaciones, hechos y circunstancias creadas
por el hombre y que tiene obviamente, una expresión regida
por el concepto de negatividad (ardiendo en llamas). La
montaña la podríamos expresar como una "sedimentación" de
los sentimientos y acciones de los seres humanos. Podemos
observar como en este proceso de desespiritualización, la
emotividad y los sentimientos son los principales
desencadenantes de la mente humana, a la hora de seguir una
conducta y una acción. Quedando por la narración incluidas
en el proceso que nos explica los toques de trompeta. También
este toque nos cita que la tercera parte del mar queda
devastada, así como la tercera parte de las naves. Lógicamente
este numero es también indicativo de un numero
indeterminado, relacionándose esta clase de emotividad en
una extensa población de seres humanos. Las naves tal vez
nos indiquen a un producto de los hombres, algo que es
generado por la mano del hombre. Estas naves serian ciertas
circunstancias que bajo la clave de este segundo toque, nos
hablarían de hechos y estructuras creadas por el hombre, bajo
la fase.
La posible visión material que podemos dilucidar de este
segundo ángel, seria la contaminación que ha generado el
hombre sobre ríos y mares, afectando a la flora y fauna de
ambos. La destrucción de la tercera parte de las naves
podríamos encuadrarla, como la devastación del hombre, ya
no sólo en las guerras sino también en su propio progreso y
que ha producido el ser humano en el mar. La síntesis que
extraemos, podría resultar dentro del proceso iniciado por una
desespiritualización, como la enturbación de la emotividad de
los seres humanos, por lo que el propio hombre ha constituido
y condicionado.
Antes de proseguir me gustaría reseñar que para ciertos
autores, los primeros seis sellos y en concreto el quinto sello,
nos intenta representar a la primera gran guerra mundial.
Mientras que el séptima sello con sus trompetas, nos hablaría
de la segunda guerra mundial, los años anteriores y
posteriores a la misma, con sus circunstancias y conflictos.
Volviendo al texto nos encontramos con el tercer ángel y su
toque de trompeta. En este párrafo se nos dice " y cayo del
cielo un astro grande, ardiendo como una tea, y cayo en la
tercera parte de los ríos y de las fuentes de las aguas. El
nombre de ese astro es Ajenjo".
Primero debemos centrarnos, en el símbolo que representa un
astro. El astro nos indicaría a un factor exterior de la
personalidad humana que recae en las aguas y ríos, que estos
simbolizarían la parte más superficial de las emociones, lo
consciente de los sentimientos, su imagen externa. También
simbólicamente los aerolitos y meteoritos, son de alguna
manera referencia a la vida espiritual, siendo una especie de
mensajeros del fuego superior. Como vemos este astro entra
dentro de la polaridad negativa (ardiendo) y en acción de
devastación. Quizás que represente un factor exterior, nos
involucre a aquellos condicionamientos de la naturaleza o del
movimiento global de la raza humana, que afectan en esta
fase al pensamiento y la conducta de los seres humanos.
Como podemos entender las otras dos trompetas anteriores,
son inherentes a la condición humana. Mientras que este
tercer toque probablemente nos indique a un condicionantecircunstancia
que sea externo al hombre o que lo haya creado
el propio hombre, tomando un peso y cuerpo específico.
Siendo de carácter independiente al ser humano pero creando
un tipo de dependencia hacia éste. El propio nombre del
astro, Ajenjo, nos estimula un significado. El Ajenjo es una
planta perteneciente a la familia de las Artemisas, siendo
predominantemente medicinal y que se usaba en la
antigüedad, teniendo un sabor amargo. Pero también dicha
planta refinada y preparada, era un licor alcohólico de alta
graduación. Nos resultará sugestivo el significado que
presenta esta familia de plantas, conocidas como hierba de
santo.
En definitiva un resumen que al final podemos señalar es que
este astro seria todo aquello, substancia, proceso evolutivo
circunstancial o pauta de conducta adquirida, ya bien tenga
una procedencia natural o bien sea un producto indirecto del
hombre, lo cual siempre influye enturbiando nuestros
sentimientos. Esto podríamos definirlo perfectamente como
unos "círculos viciosos". Estos círculos pueden originarse con
substancias químicas como por ejemplo son las drogas, las
cuales han existido desde siempre en la humanidad, pero su
uso consumista y escapista en alto nivel, las convierten en un
circulo extraordinariamente vicioso.
No quisiera entrar en un debate sobre las drogas, ya que
infinidad de pueblos las han utilizado para entrar en conexión
con la espiritualidad (diversos pueblos indígenas de América
y Asia por ejemplo) o bien para cumplir una función médica.
También lo que resulta indiscutible es el desfasado uso que se
hace de ellas, siendo prácticamente un sustitutivo de la
personalidad, sobre todo en nuestra sociedad del siglo XX.
Existen una infinitud de circunstancias que alteran el interior,
que serían círculos viciosos mentales, cohartándonos la
libertad y creando en nuestras vidas una dinámica de
dependencia absoluta a factores externos. Quizás una pauta de
conducta adquirida sea el valor que damos a cosas externas a
nuestra psicología, como representa el dinero. Realmente el
hombre tiene una dependencia muy grande sobre esta pauta,
siendo un claro degradante de lo que nos simboliza la
espiritualidad. El dinero en si no es la pauta dependiente, sino
más bien el valor que le otorgamos, simbolizando
desgraciadamente una mayor importancia que a las virtudes
mentales, o incluso a la vida. El proceso evolutivo
circunstancial seria esa tendencia a vernos envueltos en una
fase progresiva que nos introduzca a nuestra psiquismo en un
tipo de decadencia involutiva, acentuándose así pautas muy
dependientes y retrogradas, que impulsaran al psiquismo hacia
una nueva fase. Este termino por múltiples factores puede ser
tema de amplia discusión. Pero tal vez dado el carácter
externo que representa el astro, se confiere mejor a su
significado. La ley de los excesos, el desequilibrio que
produce los extremos, el uso sin conciencia de la materia,
dentro del cuadro que hemos presentado de
desespiritualización, nos embarca en un "ensangrentamiento
de nuestros sentimientos y conducta". La síntesis que mejor
sintoniza es la alienación, la enajenación de la conciencia
humana por factores externos, teniendo su campo de acción
nuestra emotividad consciente.
Quizás una interpretación más acorde con unos hechos
concretos y según el trato de algunos estudiosos sobre las
profecías del Apocalipsis, verían a la ruptura y escape de la
central nuclear de Chernobyl de la extinguida Unión
Soviética, como la manifestación de este astro Ajenjo. Esta
correspondencia se establece porque la palabra Chernobyl,
tiene un significado similar al de Ajenjo (amargo),
enturbiando las aguas próximas a la central. Pero por citar un
hecho concreto de la historia y el cual nos correlaciona bien
con la explicación que estamos estableciendo. Tal vez ese
astro fue el que 1908 cayo en la región de Siberia, en un lugar
llamada Tunguska. La caída de este meteoro de importantes
magnitudes y que repercutió en la atmósfera del planeta
relativamente, presente una posible relación con el astro
Ajenjo. También la proximidad de las dos guerras mundiales,
establecería un mejor paralelismo con la presunta explicación
que estamos desarrollando.
El cuarto ángel con su toque de trompeta, nos dice que "fue
herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la
tercera parte de las estrellas, de suerte que se obscureció la
tercera parte de las mismas, y el día y la noche perdieron una
tercera parte de su brillo". En la descripción más concreta de
este párrafo veríamos una alusión a la contaminación de la
atmósfera. No se nos escapa de nuestra comprensión los
problemas atmosféricos, tales como el agujero en la capa de
ozono, el efecto invernadero y la importante contaminación en
definitiva. Que nuestro importante progreso esta haciendo
verdadera mella en el hábitat. Me parece bastante evidente
que esta degradación la podríamos interpretar como una falta
de brillo, de claridad en nuestros días y noches. Pero
introduciéndonos en el probable significado simbólico,
entenderíamos a las estrellas como una referencia a nuestra
esencia interior (la vida parece ser que nace tal cual de las
estrellas). La luna a nuestro inconsciente (separando lo que se
conoce como el Yo superior). Y al sol como la voluntad
creadora que une y desencadena a las anteriores (ese Yo
superior ). Esta cuarta trompeta nos habla en síntesis de que la
psique humana y en particular su interior, ha perdida su
"brillo", su esplendor y fuerza, quedando mitigada por la
desespiritualización.
Este primer encabezamiento del tercer capitulo finaliza con la
descripción de un águila, que mientras planea se lamenta y
observa los acontecimientos que se desarrollan en la tierra. El
águila podríamos interpretarla como una visión elevada, una
visión más global de las circunstancias. Esta visión nos hace
más hincapié en los acontecimientos que debe vivir la
humanidad y mostrando su dolor ante esas tribulaciones.
Con el quinto ángel comienza un nuevo encabezamiento con
el titulo de "los tres últimos trompetas". Este nuevo texto
comienza diciendo " y vi una estrella que caía del cielo sobre
la tierra y le fue dada la llave del pozo del abismo". vayamos
por partes, Juan nos presenta una nueva dificultad, un nuevo
proceso que es la estrella. La significación de la estrella puede
ser tanto que nos indique un factor externo como habíamos
comentado sobre el astro. Como una referencia a nuestra
esencia interna, teniendo una conexión clara dada la
explicación que damos sobre la unidad que representa a
nuestro universo y sus formas primigenias de vida, que serian
las estrellas. La asignación del significado debemos realizarla
según el contexto. Muchas veces es irremediable y es algo que
vivimos en nuestras propias cortas vidas, que durante un
desarrollo evolutivo existan puntos concretos donde converja
un cambio de carácter repentino, con una confrontación de
polaridades. Este punto determinado en cuestión es la
significación de la llave. La llave nos abre "otra puerta", nos
conduce e indica un nuevo bloque de desarrollo en el proceso
evolutivo. En definitiva tras pasar un umbral damos un salto
en todas las vertientes. El pozo del abismo nos haría
referencia a una gran acumulación de negatividad, que saldría
al exterior en ese punto determinado. De este pozo que se
abrió y salió humo "como humo de un gran horno, y se
obscureció el sol y el aire a causa del humo del pozo". Este
gran humo que sale de nuestro inconsciente colectivo es una
acción concreta, que tuvo un desarrollo ideológico y social
anterior, dando como resultado un producto destructivo que
afecta al "sol y al aire". Esta acción concreta extendería una
cortina que dificultaría a la voluntad creadora de la
colectividad humana, nuestro sol interno. Mientras que la
significación del aire podría traducirse como la
obstaculización de la comunicatibilidad, la relación entre los
seres humanos quedaría enturbiada, difuminada y enrarecida
por el efecto del humo.
Posteriormente Juan nos habla de unas langostas que salen del
humo "y les fue dado poder, como poder que tienen los
escorpiones". Obviamente estas langostas nos representan la
concrección y acción de esa negatividad que seria el pozo del
abismo.
Existe una frase que probablemente nos conduzca a una
confusión. El texto pone que sólo se dañase "a los hombres
que no tienen el sello de Dios". Para intentar comprender el
presunto significado de la frase, debemos observar en primer
lugar que en nombre de la verdad, se han establecido
diferentes formas de poder donde sus bases aunque fuesen
contrarías a un concepto espiritual o humanitario para nuestra
comprensión presente, se tomaban como realmente ciertas. En
segundo termino y que nos aclararía a la postre el primero,
debemos fijarnos de donde procede en realidad la acción de
las langostas. Las langostas emergen del pozo del abismo, por
la acumulación en el inconsciente colectiva de una carga de
negatividad.
Siguiendo el relato, los sellados serian los que ese ejército de
langostas decidiesen. La decisión de éstas, nos marcarían
quienes son los merecedores y los seguidores para portar el
sello en sus frentes, en su mente y pensamiento. Se podría
interpretar en definitiva, que las langostas salidas del pozo de
la negatividad, marcarían una directriz que regiría bajo tal
concepción negativista. Valorando con su acción a los seres
humanos, según obviamente su propia naturaleza y su
voluntad. También existe la probabilidad que la acción de
estas langostas sea una respuesta negativa de la totalidad a la
propia negatividad que habría generado el hombre a lo largo
de su existencia. Pero realmente la respuesta espiritual tiene
que ver más, a una acción similar a la que dieron grandes
místicos como fueron Buda o Jesús. 0 tal vez a una acción de
no violencia como nos transmitió nuestro contemporáneo el
mahadma Ghandi. Aunque realmente los designios evolutivos
dan infinidad de cambios, de vueltas de sentido, lo cual una
acción negativa en esencia puede estimular un posterior
progreso y respuesta positiva.
Como habíamos establecido la acción de estas langostas es
representativa de la negatividad, debido al propio hilo
explicativo que sugiero y a las fases junto con sus
anacronismos subjetivos que desarrollo en el texto. Siguiendo
este texto, aparece una figura que gobierna y conduce a este
ejército de langostas. El rey del abismo tiene el nombre de
Abaddón en Hebreo y el de Apolyon en Griego. Abaddón
viene de la raíz de Abba que significa padre. Mientras que
Apoiyon es significativo del Dios griego Apolo. Apoliyon
como viene citado en la Biblia, significa para los teólogos
"destructor". Pero tal vez el carácter que se imprime a estas
Deidades, serían como regidoras de la negatividad, siendo
contrarías realmente al designio de la totalidad para el
desarrollo de la humanidad.
Revisando la vasta historia de hechos conflictivos y
destructivos, convergiendo con otros puntos de vista de otros
autores. Este punto de inflexión que abandera las langostas y
el rey del abismo, se podría encuadrar con la segunda guerra
mundial. Esta segunda guerra mundial puede tomarse en
referencia al texto, primero por la gran extensión de este
conflicto. En segundo lugar y con una gran importancia, que
el carácter que tuvo esta guerra no fue simplemente
económico, social y político, como fue la primera guerra
mundial (aunque existe una conexión evidente entre ambas
guerras, siendo en realidad una secuencia de la otra). Sino que
este conflicto, tuvo quizás como condicionante principal el
concepto ideológico. Obviamente los demás intereses también
desencadenaron el conflicto armado, pero dada la
idiosincrasia nazi no fueron causa primera (recordemos que la
Alemania de la postguerra mundial, del primer conflicto
quedo en bancarrota, con una gran crisis tanto social como
económica). No fue el fundamento desencadenante con que
una parte de la humanidad " sellaron sus frentes ".
El rey del abismo quedaría definido en la figura de Adolf
Hitler. Hitler acaudillo todo un pensamiento, sobre un futuro
de la humanidad, que se fue desarrollando en siglos anteriores
por diferentes políticos, ideólogos e intelectuales. Hitler a
parte de ser político y estadista, se convirtió para el pueblo
Alemán en una especie de Mesías, incluso para otras personas
del planeta, se erigió como una figura mítica y mística que
traía luz hacia sus vidas, en forma de una suprema
civilización. Hitler que condujo al ejército nazi hacia glorias y
una victoria del ideal ario, fue sobre todo un ideólogo como
demostró en su particular vida solitaria y austera, antes de
abanderar el partido nazi y subir al poder. Dentro de sus
asociaciones, con el famoso grupo "Thule" por ejemplo,
demostró su interés y vivencia por una ideología donde la raza
aria dominaría el mundo, dando paso así a una nueva raza de
"superhombres" y a una civilización superdesarrollada. Hitler
que fue un personaje con una cierta aureola mística e inclusa
religiosa para con su doctrina, pretendía trasladar a la
humanidad hacia una nueva civilización con una concepción
totalmente diferente a la que existía en aquel entonces,
teniendo nuevas directrices en todos los sentidos (político,
religioso, social, económico, e.t.c.).
Un dato que podemos reflejar como una similitud entre la
segunda guerra mundial y los hechos que narra este quinto
ángel con su toque de trompeta, sería el titulo de esta tercera
parte "la lucha contra el antiguo mundo pagano y contra
Israel". No podemos ni debemos olvidarnos de que una de las
principales "misiones-designios" del movimiento que
encabezo Hitler, fue establecer el dominio ario bajo una
ideología con un matiz básicamente antisemita, exterminando
a lo largo de la contienda a unos seis millones de Judíos.
Hitler a parte de lanzar su ofensiva contra el resto del mundo
que no claudicase con su forma de ver y entender, produjo un
holocausto Hebreo, siendo éstos los principales perseguidos y
perjudicados.
Me gustaría reseñar lo que para muchos autores especialistas
sobre el apocalipsis, representa la descripción de las langostas,
teniendo una explicación que es muy sugerente. Para estos
especialistas sería una clara alusión al armamento bélico
empleado en la contienda, en particular a los carros de
combate. Creo que para un hombre del siglo I, el cual tuvo
una visión del futuro y se produjo bajo las manos del mundo
onírico. La descripción de estas modernas armas de guerra y
partiendo de la subjetividad tanto de Juan como de los
especialistas que ven la similitud, quedaría bien contrastada.
Antes de seguir introduciéndonos en el relato del Apocalipsis,
quisiera observar ciertas definiciones y cuestiones en relación
a ese mítico personaje del anticristo. En muchas ocasiones han
visto la figura del anticristo, como un ser único y definido en
una encarnación. Personajes como Adolf Hitler fue catalogado
como tal, así como el emperador romano Nerón fue designado
como la bestia 666 o a la postre como el anticristo por la
religión católica. Pero en cambio para otros aún está por
llegar.
Según mi intuición y por la observación que hago de los
hechos que han transcurrido en la historia, plagada de
personas que han establecido auténticos infiernos, es que el
anticristo en realidad es una simbiologia. Seria una definición
de un movimiento que existe desde siempre en la humanidad,
siendo contrarió a la significación del mensaje de Cristo.
Para clarificar esta explicación y por dar una cita que de luz
sobre la multiplicidad que nos denota el termino del anticristo.
Me remito a la epístola del apóstol San Juan (2.18) que nos
dice " hijitos, esta es la hora postrera, y como habéis oído que
esta por llegar el anticristo, os digo ahora que muchos se han
hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la hora
póstuma". Incluso el encabezamiento del párrafo se titula "los
anticristos".
También me gustaría presentar una probable similitud y
relación, que según mi intuición liga la figura que sale en el
quinto trompeta y ciertas cuartetas del famoso vidente y
médico Michél Nostradamus. Que gracias a su presumible
iluminación y por medio de la astrología, intento interpretar el
futuro de la humanidad con incluso un notable acierto. El
posible paralelismo que existe puede ser el titulo que le da
Nostradamus a este presunto anticristo, en su cuarteta LXXII
de la centuria X, que dice : "vendrá del cielo un gran rey del
horror". Podríamos encontrar una relación entre este rey del
horror de Nostradamus y el ángel del abismo del Apocalipsis,
con la figura de Hitler. Quizás Nostradamus en esta cuarteta
nos refleja una luz, al decir que este rey del horror
"antes,después, Marte (Dios de la guerra) reinara por buena
dicha". Como ocurrió con la figura de Hitler, que antes de
producirse la segunda guerra mundial gobernaba ya a
Alemania. Sin olvidar la extensión de su doctrina en décadas
precedentes.
Puede extraerse un posible paralelismo entre la fecha del
inicio de la segunda guerra mundial con la fecha que nos dicta
la cuarteta de Nostradamus anteriormente citada. A esta
conclusión llego basándome en un posible error en la
composición de la misma (lo cual no resta ninguna
importancia al conjunto de su obra) o en bien un error de
traducción. Nostradamus nos señala una fecha de vital interés
para los hombres que es "el año mil novecientos noventa y
nueve, siete meses ". Es decir y siguiendo la concepción
astrológica que dice que el año empieza en primavera,
observamos a septiembre-octubre como el séptimo mes del
año 1999. La segunda guerra mundial curiosamente comenzó
entre septiembre y octubre del año 1939. Es posible que
ambas fechas guarden un cierto parecido y bien podría
haberse originado, un error de apreciación en la visión de
Nostradamus o bien una transcripción y traducción errónea.
Por reseñar otra posible concordancia, varios autores
especializados en la obra de Nostradamus, señalan el nombre
de Himler (por ejemplo la centuria numero V de la cuarteta
XXIX) con el nombre de Hitler. Sabiendo la dificultad de las
visiones que presenta la percepción extrasensorial, la
clarividencia, por su fluctuación e irregularidad, este pequeño
error sería bastante ínfimo. Observamos que el relato y obra
de Michél de Nostradamus con un sorprendente contenido,
donde aparecen sucesos y personajes de esta segunda guerra
mundial, con una gran lucidez que rebasa a muchos de los
profetas de todos los tiempos.
Podemos observar que en el libro "Las profecías de
Nostradamus" escrito por Mirella Corvaja, aparece una carta a
su hijo Cesar. En una parte de dicha carta y en relación a un
posible conflagración que anuncie el "fin de un mundo". Dice
que "en ese momento, el planeta Marte terminara su ciclo y no
sabemos si al final comenzara de nuevo, porque entonces
quedaran reunidos los diferentes planetas; unos en la
constelación de Virgo por muchas años, otros en la
constelación de Cáncer durante un tiempo aún mayor ".
Posiblemente Nostradamus nos esté hablando de los planetas
de mayor orbe, de mayor tránsito : Júpiter, Saturno, Urano,
Neptuno y Plutón. Observando las efemérides, las posiciones
de los planetas en el año 1999, en los meses de septiembre y
octubre, vemos que ninguno de estos planetas están dentro de
las constelaciones de Cáncer o virgo. Los únicas planetas que
transitan por ambos signos aquellas fechas, junto con el Sol y
Luna, son Mercurio y Venus. Además el planeta Marte esta
situado en el signo de Sagitario principalmente, encontrándose
alejado de lo que sería el principio de su ciclo, ya sea por la
rueda del zodiaco (Piscis) o bien por su domicilio (Aries). Sin
embargo en la fecha de octubre y septiembre del año 1939 y
sin que haya una similitud muy significativa, los planetas
Neptuno y Plutón se mueven por los signos de Virgo y Cáncer
respectivamente, junto con el Sol, la Luna. Mercurio y Venus.
Encontrándose Marte entre Capricornio y Acuario.
Recordamos de que no intentamos escrutar la autenticidad de
la astrología como ciencia, sino que la observamos como un
tipo de psicología de gran uso en tiempos pasados por la
humanidad. La cual indudablemente abrigada por el ocultismo
como hacia al principio la recién nacida ciencia moderna,
imponía unos cañones a todo aquello que simbolizaba
conocimiento. La fecha que transmite Nostradamus a su hijo
Cesar, en realidad tampoco define la conflagración del año
1939 aunque tenga mayores similitudes, ni tampoco
indudablemente la única fecha que dicta en sus escritos, el año
1999. Para muchos estudiosos de sus centurias, exponen esta
fecha de cambio definitivo para un futuro aún lejano para la
humanidad. Aproximadamente se estima que acontecerá en la
segunda parte del cuarto milenio.
Pero antes de volver al texto me gustaría indicar unas
referencias o características, que de mano de ese arte que es la
astrología, podrían indicarnos junto con una observación
bastante objetiva, nuestro futuro próximo dentro de unas
claves. Estas claves debemos tomarlas como especulaciones o
motivaciones, que dentro del contexto de la explicación que
estoy realizando del Apocalipsis, define la transición del
mismo. Estas referencias o características, se podrían situar
espacio-temporalmente en dos binomios (de mano obviamente
de la astrología, a la hora de su situación), que serian los años
1998-1999 y los años 2011-2012.
Sabemos que dentro de unos cañones más científicos, el situar
por medio de la astrología unas fechas donde deben
desarrollarse unos particulares acontecimientos, es
improbable. Pero dejémonos llevar por ese conocimiento que
nos traspasaron los seres humanos de la antigüedad. Antes de
definir estos dos bloques de fechas, procure revisar
mínimamente las posiciones de estos planetas en el pasado,
como nos explica lo que podríamos llamar astrología
histórica. Y ciertamente estos movimientos planetarios (los
planetas llamados generacionales como son Urano, Neptuno y
Plutón), contando con el transcurso de la humanidad, nos
transcriben muchos momentos importantes. Tomando a estas
fechas como coincidencias comparativas, pero que nos
muestran importantes fechas en la evolución de la humanidad.
El primer binomio tendría dentro de un contexto de
condicionante, una incidencia en la expresión psicológica y
emocional del hombre, estableciendo dos polaridades en la
existencia bien diferencias. Dos tendencias que siempre han
cohabitado en el hombre, pero que quizás en estas fechas se
tornen más extremas. Siendo una de carácter más materialista
y puramente existencialista, mientras que la otra polaridad
será una ideología más enraizada con una visión más
integradora del ser humano y por lo tanto a su vez más
espiritual. El segundo binomio de los años 2011-2012,
encadenaría lógicamente la evolución que parte del primer
binomio y se desarrolla de esté. Mostrándonos la tendencia
direccional, donde se materializaría un cambio profundo, con
una cierta transición o de una manera más repentina y súbita.
Pero la posible comprensión de estos dos binomios los
desarrollaremos en el siguiente capitulo.
El sexto ángel con su toque de trompeta, también parece
anunciarnos una guerra pero teniendo está una localización
más concreta geográficamente. El texto dice que "suelta los
cuatro ángeles, que están ligados al río Eufrates". Esta guerra
que nos anuncia Juan y que parece estar determinada, nos
haría referencia a la creación del estado de Israel en 1948, tres
años más tarde de la finalización de la segunda guerra
mundial. A parte de la fantasiosa y metafórica descripción que
nos hace Juan, del armamento utilizado en el conflicto y la
mortandad que produce ésta, aparece una cifra significativa.
Una cifra que Juan nos señala así : "El numero de los ejércitos
de la caballería, era de dos miríadas de miríadas, yo oí su
numero ". Esta cifra podría encuadrarse como las fuerzas que
tendrían ambos bandos, aunque no llegaron a utilizarse, en la
guerra que surgió en Palestina y que enfrentaban a los
sionistas Judíos y a los pueblos musulmanes de su entorno.
Con posterioridad Juan habla de que el hombre, después de
transcurridos estos hechos, que se pregonizan en estos seis
trompetas, en realidad aún no había evolucionado y
germinado completamente su esencia cristica. En este párrafo
Juan hace como una especie de balance, sobre el
comportamiento y pensamiento de la humanidad, extrayendo
de su observación una valoración donde es más predominante
el instinto negativo y el ego individual, a pesar de las
tribulaciones que los seres humanos sean sometido. Con ello
no infravaloró las épocas de calma y el continuo progreso de
la civilización, los tiempos de una paz relativa ya que el ser
humano, creo que aún no ha saboreado la extensión y plenitud
verdaderas de la palabra paz. Tampoco de la buena voluntad
de muchísimas almas a lo largo de la historia, que han
contribuido al progreso evolutivo y de concienciación, no
nivelando la balanza, quedándose muchas veces sus vidas y
sus voces, como gritos en el desierto.
El texto nos dice que el hombre no se arrepintió de sus obras y
que no dejo de adorar "a demonios, a los ídolos de oro y plata,
de bronce y piedra, y de madera, los cuales no pueden ver, ni
oír, ni andar". Esta simbología nos describiría que la
humanidad se sumerge en una visión basada hacia la
racionalidad material, en el existencialismo como principio y
fin, desplazando de alguna forma a toda significación que nos
indique espiritualidad y religiosidad. La religión seria el
desarrollo de una esencia convirtiéndola en una doctrina, que
crea unas pautas concretas sobre conceptos abstractos, unos
dogmas de fe que vinculan al hombre con Dios. En tanto que
la espiritualidad sería la búsqueda del ser interno por una
propia experiencia, siendo está totalmente individualizada.
Como cita Sam Keen en su libro "Himnos a un Dios
desconocido", la vida religiosa es una ascensión y una
revelación, mientras que la búsqueda espiritual es un descenso
y una pura percepción.
En definitiva el texto nos aclara que en el ser humano sigue
predominando la negatividad y nos aclara que la humanidad
entra en un proceso que se conduce con una constante
dinámica materialista, rigiendo nuestros pensamientos y actos.
Algo que a pesar del progreso de conciencia que el hombre a
alcanzado, nos vemos sumergidos en esta dinámica la mayoría
de nosotros en nuestras vidas. El ser humano no ha encontrado
el ritmo adecuado y el equilibrio para desarrollar su vida en
conjunto y plenitud. El hombre ha prescindido de su magia, de
la imaginación-intuición, para gobernarse más por lo concreto
y lo material, por el ego individual.
CAPITULO V
En este capítulo vamos a introducirnos en una de las visiones
más extendidas que suele darse al Apocalipsis, o al menos una
de las más conocidas y que converge bastante bien con el
mensaje que nos dejo el famoso vidente Nostradamus.
También desarrolláremos la comprensión y presunta
localización que hacemos sobre ambas profecías, junto con
una más extensa explicación sobre las posibles pautas que se
marcaran en los dos binomios anteriormente citados. Esta
visión de ambos binomios la acogeremos de mano del arte
astrológico, que aunque sus bases sean discutibles a un nivel
científico, si que inciden en el consciente del hombre antiguo
y en el inconsciente del ser humano moderno, al haber tenido
un peso psicológico para la humanidad.
También intentaremos interponer a esta interpretación
astrológica, un análisis lo más objetivo posible de nuestra
civilización en el presente y las probables circunstancias de
los próximos años, dentro de un prisma acorde al que estamos
exponiendo.
Empecemos con un resumen sobre una de las visiones e
interpretaciones más extendidas que en este siglo sean hecho
del texto del Apocalipsis. Este resumen lo he extraído del
libro de James Redfield "La décima revelación". El resumen
que se hace es el siguiente:
- Se dedican a estudiar las profecías de la Biblia,
especialmente las que aparecen en el Apocalipsis. Piensan que
estamos viviendo lo que ellos llaman los últimos días, el
tiempo en el que todas las profecías se cumplirán.
Básicamente creen lo siguiente: la historia está esperando el
regreso de Cristo y la creación del reino de los cielos sobre la
tierra. Pero antes de que esto pueda ocurrir, la tierra debe
sufrir una serie de guerras, desastres naturales y otros
acontecimientos apocalípticos predichos en las escrituras. Y
ellos conocen cada una de estas predicciones, así que se pasan
el tiempo vigilando atentamente los sucesos del mundo,
pendientes del próximo hecho histórico.
- ¿ Y cuál es el próximo suceso ? - pregunte
- Un tratado de paz en Oriente Medio que permitirá la
reconstrucción del templo de Jerusalén. Más tarde, de acuerdo
con sus predicciones, se dará un éxtasis masivo entre todos los
verdaderos creyentes, sin discriminación, y serán arrebatados
de la superficie de la tierra para ser llevados a los cielos. Me
detuve y mire.
- ¿ Creen que esas personas desaparecerán ?
- Si; está en la Biblia. Después vendrá un tiempo de
tribulación consistente en un periodo de siete años durante el
cual se desataran todas las calamidades del infierno para
quienes se hayan quedado en la tierra. Según ellos todo se
hundirá: terremotos gigantes arruinarán la economía; los
océanos arrasaran numerosas ciudades, y habrá sublevaciones,
crímenes y esa clase de cosas. Y entonces surgirá un político,
en Europa probablemente, que nos ofrecerá un programa para
hacer que las cosas vuelvan a su cauce, a cambio, eso si, del
poder supremo. Su plan incluirá una economía centralizada
electrónicamente que coordinara el comercio en la mayor
parte del mundo. Pero para participar en dicha economía y
contar con los beneficios de la automatización, habrá que
Jurar lealtad al líder y dejarse implantar un chip en la mano a
través del cual se registraran todas las transacciones
económicas.
Esté anticristo que en un principio protegerá a Israel y
facilitará el tratado de paz, lo atacara más tarde, con lo que
dará comienzo a una guerra mundial que acabara
involucrando a los países islámicos, a Rusia y finalmente a
China. Según las profecías, cuando Israel esté apunto de
perecer, los ángeles de Dios bajarán a la tierra, ganaran la
guerra e instauraran un reino utópico espiritual que durara mil
años ".
Esta explicación obviamente tiene otras interpretaciones y
matices para otros especialistas. Pero la he recogido ya que
salvando las diferencias con otras visiones, no con la
explicación que da la teología católica indudablemente, se
ciñe a una estructura base.
Esta visión que hemos citado, tiene un cierto paralelismo con
la exposición que se hacen de las profecías de Nostradamus.
Su exposición hermética es necesaria parar salvaguardar el
mensaje, como cita en una carta dirigida al rey de Francia
Enrique II ;"para conservar el secreto de los acontecimientos,
conviene emplear frases y palabras enigmáticas en si mismas,
aunque cada una responda a un significado concreto". El
mínimo resumen que podemos realizar de las profecías de
Nostradamus, es que todo se iniciara cuando la nave de Pedro,
la iglesia católica pierda un pontífice muy importante para su
ministerio en un asesinato, subiendo al trono pontificio un
antipapa o bien un periodo de conflicto en la iglesia, que
sumergirá a la religión católica en una profunda depresión. En
este clima de incertidumbre surgirá el rey del horror, el
anticristo que se describe como el jefe de fuerzas
pertenecientes al bloque contrario a occidente, donde entraría
en liza posiblemente un pueblo asiático, probablemente
China; una liga de países árabes y quizás una confederación
de repúblicas de la antigua U.R.S.S; aunque las últimas
lecturas de los estudiosos nos remiten a liga entre China y
países árabes. A raíz de esto saldrá de occidente unido en
bloque, un gran hermano, el Gran monarca como cita
Nostradamus, que después de escalofriantes derrotas hará
resurgir a occidente y a la reconvertida religión católica. Esta
breve exposición nos muestra el futuro de las próximas
décadas de la humanidad, según un consenso realizado entre
las diferentes interpretaciones, ya que existen matizaciones
entre los especialistas, dada la complejidad y carácter
hermética del texto.
A la observación y explicación sugerida, entraría dentro de la
visión que hemos dado en el texto que aparecía en el quinto
trompeta y en el sexto trompeta. Pienso que la interpretación
que hemos visto anteriormente y que aparecía en el libro "la
décima revelación", junto con la ínfima visión que hemos
visto de la vasta obra de Nostradamus. La corresponderíamos
en parte con la explicación que hemos sugerido en el capítulo
anterior. Vemos que ese Gran hermano que aparece en el libro
de la décima revelación, nos podría indicar la figura de Hitler.
Tal vez el gran monarca de Nostradamus fuese una forma de
representación simbólica de E.E.U.U., salvadores por así
decirlo de la Europa occidental y siendo el "hermano"
protector en la segunda guerra mundial. No podemos definir
muy bien ese gran monarca que aparece en Nostradamus, ya
que el talante que expresa es positivo para la civilización
occidental y el catolicismo (según se cree un líder de la
Europa unida para muchos especialistas). También el rey del
horror que para muchos estudiosos lo describen como un
hombre de ascendencia oriental, al unificar con la comentada
cuarteta otras que supuestamente corresponden en relación.
Recordemos que ese rey del horror lo habíamos relacionado
con Hitler, observando que su ascendencia era de la Europa
central y que se coaligo con un imperio asiático, Japón. La
intervención de un país asiático, el cual se sugiere a China por
la fuerza que posee este país y siendo aún contrario a la
concepción occidental por su estructura comunista. Pero
posiblemente las centurias de Nostradamus nos estuviera
hablando de otro gran dragón asiático que efectivamente
participo en la segunda guerra mundial, el imperio nipón.
Japón. La intervención de países árabes queda reflejada
porque estos en primer lugar ya estuvieron sumergidos en la
segunda guerra mundial, y también por el relato del sexto
trompeta donde se aprecia el conflicto entre Israel y los países
árabes. Conflicto que se comenzó a instigar finalizando la
segunda guerra mundial y llego a un primer conato de guerra,
años después del termino de la segunda guerra mundial.
En resumen pienso que las visiones que hemos relatado
pertenecen a la cruenta primera mitad del siglo XX, entrando
posteriormente y hasta nuestro presente en ese periodo de
"relativa paz" que se recoge en las anteriores interpretaciones
expuestas en este trabajo.
Existen otras dos profecías muy extendidas que son las de la
gran pirámide de Keops y las del santo San Malaquías. Ambas
trasladan un gran cambio y un posible conflicto en un futuro
próximo. En la gran pirámide se cifra cronológicamente, por
la medición en codos reales (medida del antiguo Egipto) de
las cámaras y corredores de la pirámide, revelando la fecha
del gran cambio hacia el primer tercio del nuevo tercer
milenio. Ejemplos de esta relación serían como la entrada al
primer pasadizo bajo, correspondería entre el 4 y 5 de Agosto
de 1914, siendo el final de esté una fecha también
significativa entre el 10 y 11 de Noviembre de 1918.
Posteriormente se abre la antecámara que con su pasadizo
bajo nos lleva a la cámara del rey, mostrándonos una fecha
clave y trascendente para la mayoría de piramidólogos, que es
el año 1936.
Mientras las profecías de San Malaquías, nos indican que
estamos bajo el reinado del papa " De labore de solis " (Juan
Pablo II), siguiéndole de "Gloria olivae" y a continuación el
llamado Pedro II o Pedro el romano, donde tendrá lugar una
profunda transformación de la iglesia católica y el mundo
occidental. Este último papa se describe así : "En la última
persecución de la sagrada iglesia romana reinará Pedro el
romano, que apacentará a sus ovejas en medio de
tribulaciones; cuando éstas hayan terminado, la ciudad de las
siete colinas será destruida y el tremendo juez juzgara a los
pueblos".
Como cualquier conjetura y pronostico, lo que dicta mi
estudio e intuición es que ambas profecías, la de la gran
pirámide y las de san Malaquías, nos describen esa gran
transformación que sucederá mas adelante. También podemos
indicar ciertas visiones de nuestro futuro que nos hablan de
invasiones extraterrestres, de periodos de catástrofes naturales
provocadas por el hombre e incluso de una hipotética
desaparición de nuestro planeta y el sistema solar, por puro
dictamen cósmico. Pero quizás deberíamos mencionar por
mera curiosidad, la que recoge el libro de sabiduría del pueblo
Quiche y que conocemos como el Popol vuh. En este librito se
nos dice que la humanidad se ha desarrollado en la tierra
cinco veces, desapareciendo otras cuatro por medio de el
maíz, el jaguar, la tierra y el agua (un diluvio). Luego nos
relata que está quinta humanidad (tal vez desde otro prisma
podamos entender estas distintas humanidades como fases de
evolución de nuestra especie) desaparecerá por medio de un
terremoto. Como nos indica la formación espiritual que vivirá
la humanidad en un futuro, como intentaremos exponer mas
adelante, y que describe curiosamente también el Apocalipsis,
al decirnos que este fenómeno natural sucederá con gran
virulencia.
Los conflictos armados y sobre todo los grandes conflictos o
guerras mundiales, son hechos que dada nuestra evolución
siempre son una posible amenaza, sobre todo las guerras
locales y tensiones focalizadas. Pero realmente la
transformación será con otro tipo de "alimentación" que
pruebe realmente a la humanidad. Aunque debemos ser
realistas, ya que las tensiones, tribulaciones y posibles
conflictos armados, pueden emerger en un mundo que
realmente no se ha posicionado y equilibrado respecto a su
sentido de globalidad.
Antes de adentrarnos en las circunstancias que se pueden
evaluar de esos dos binomios que señalamos como análisis,
me gustaría trazar unas hipotéticas explicaciones sobre la
astrología. Como habíamos reiterado anteriormente la
astrología dentro de los cañones de la ciencia quedaría muy
lejos en una primera objeción, de la definición de ciencia
como tal. Habíamos optado en definirla como un arte
interpretativo, que nos comunicaba más bien un tipo de
psicología que se extendió de forma consciente en la
antigüedad y quedandose relegada a un plano más
inconsciente en la actualidad (a pesar de que sigue siendo un
arte muy frecuentado por las personas hoy en día). Siendo
más objetivos y abriendo nuestra comprensión a posibles
explicaciones, podemos intentar dar una nueva luz sobre la
astrología dentro de conceptos, que se basan en la física y la
química.
Un curioso experimento realizado en la década de los años
sesenta por el doctor Theodor Schwenk del instituto de
investigaciones hidrodinámicas, en plena selva negra en
Alemania. Revelo unas características completamente
comprobables con el método científico, llegando a unas
importantes conclusiones. Durante estas pruebas se utilizaba
un método óptico muy sensible, el "Tropfenbiid" (imagen de
gota), que era capaz de registrar fotográficamente las
minúsculas corrientes y remolinos que se producen con el
impacto de gotas de agua sobre una fina capa de la misma. El
objetivo original del doctor Theodor Schwenk era cuantificar
la calidad vital del agua en distintos tramos de una corriente
fluvial. Pero tras una serie de pruebas con agua testigo durante
diferentes aspectos planetarios, incluido un eclipse de sol que
tuvo lugar entre los días 30 y 31 de mayo de 1965, encontró
que estos modificaban claramente las imágenes de gotas, que
no se normalizaban hasta unas horas después. Durante el
eclipse de sol producido en el año 1965,visible solamente al
sur del pacifico, registro un cambio acusado en la imagen
captada en Alemania, lo que presumiblemente indica que toda
el agua del planeta se vio afectada. También se detecta
registros importantes en la fisonomía de las gotas de agua en
oposiciones de un planeta tan distante como es Urano, en
relación con el sol y Marte, modificando las imágenes durante
horas. Posteriormente el doctor Urger en Suiza comprobó la
influencia de otros aspectos planetarios, como son los
trígonos, sextiles, cuadraturas e incluso semisextiles y
semicuadraturas. Estas presentaban modificaciones menos
pronunciadas pero indiscutibles.
Con esta comprobaciones se puede extraer una significativa
conclusión de que el agua es una especie de "antena cósmica",
donde los distintos aspectos del arte astrológico imprimirían
un cambio en la estructura del agua. Una de las propiedades
más importantes que manifiesta el agua, es que entre los 35º y
40° grados centígrados el agua altera profundamente su
estructura, permitiendo unas reacciones bioquímicas muy
rápidas (condición donde se constituyeron los primeros seres
pluricelulares), lo que explicaría la temperatura media de los
animales superiores, permitiendo así una continuada reacción
metabólica. Es factible pensar que el ser humano que posee en
su organismo entre un 75-65% del liquido elemento, en
relación a su capacidad corporal, teniendo una temperatura
media de 37° C, nos indique una presumible influencia en su
organismo, al menos a un nivel biológico, con los diferentes
aspectos planetarios. Esta simple observación y su
comprobación realizada por los científicos Theodor Schwenk
y Unger, nos abre una posible nueva visión del arte de la
astrología.
Otros experimentos que pueden darnos información sobre
como es nuestro entorno, y en este caso en especial la acción
del Sol, son los que realizaron el farmacéutico Wolf de origen
Alemán y aficionado a la astronomía, y el médico Japonés
Takata. Wolf publico en 1843 tras 18 años de observaciones,
que las manchas solares cumplían un ciclo estable de unos 10
años. hoy en día sabemos que las manchas solares van ligadas
a periodos de gran actividad solar y que emiten según la
localización en que se este del ciclo, distintas cantidades de
energía electromagnética. También el sol cumple a parte de
esté ciclo de 10 años, que en realidad en la actualidad quedó
fijado en 11,04 años. Otros pequeños ciclos o cambios
significativos en este ciclo de 11 años, que se establecen cada
5 y 6 años.
El experimento del médico Takata realizado en la década de
los años treinta, trataba de las reacciones que servían para
medir los Índices de floculación, o tendencia a convertirse en
grumos la albúmina del suero sanguíneo. Tras meses de
investigación junto con otro colega que residía en otra parte
de Japón, comprobaron que los resultados de ambos eran
iguales, teniendo Takata la intuición de que la variabilidad de
los Índices de floculación dependía de algún fenómeno natural
o cósmico. Esto hizo que se alargasen sus investigaciones
durante veinte años, estableciendo una relación entre el Sol y
el suero sanguíneo. Ejemplos claros de sus investigaciones
fueron el súbito aumento que se producía en la floculación del
suero sanguíneo en el amanecer y que el suero sanguíneo era
muy sensible a los ciclos de las manchas solares.
En relación a la Luna, otro cuerpo espacial que tiene una
intima relación con nuestro planeta, queda patentemente
comprobado por la ciencia su influencia. Es conocida la
influencia de las fases lunares sobre la marea y la posible
relación de ésta con el movimiento tectónico de la corteza
terrestre. También la Luna en sus distintas fases rige el
comportamiento (nacimiento, desarrollo, apareamiento, e.t.c.),
influenciando sobremanera el mundo vegetal. A nivel
biológico su influencia sobre el reino animal está muy
estudiada y contrastada, rigiendo el comportamiento y
psicología de éstos. Una prueba bastante importante es la
relación que existe entre las fases lunares y el periodo de
menstruación de la mujer.
Obviamente después de calibrar estos datos, podríamos
preguntarnos si los demás planetas más distantes a la tierra,
exceptuando la comprobada influencia del Sol y la Luna,
tienen algún tipo de conexión e influencia sobre nuestro
planeta. A parte de la explicación dada y la hipótesis que
hemos construido a raíz del experimento de Theodor Schwenk
y Urger. Podemos constituir una razón hipotética que nos
transmita una concepción de la influencia de los demás
planetas del sistema solar sobre la tierra.
Muchas veces el sistema solar se ha asimilado a la estructura
atómica, no teniendo realmente un funcionamiento idéntico,
pero si parecido. Pero lo que podemos indicar es que el
sistema solar compone un "campo de fuerzas", donde todo
cuerpo y forma de vida que esté en dicho campo estará
sometido a la influencia de estas fuerzas. obviamente
podemos observar y pensar, que un planeta tan distante como
seria Neptuno no nos transfiriera ningún tipo de energía o
influencia por muy sutil que fuese. Pero lo que a mi entender
es muy factible es que la posición y movimiento de un planeta
(similitud tal vez con la mecánica cuántica) afecte a la
estructura donde éste se encuentre. Osease la posición y
movimiento del planeta Neptuno afectara lógicamente a la
composición de conjunto del sistema solar. Las fuerzas y
energías que en este sistema se generen por su conjunto total,
afectarían así al planeta tierra. Esta hipótesis tal vez sería
mucho más factible y entendible a un nivel subatómico,
observando la red de composición cuántica que se extendería
en el sistema solar, y que quizás en un nivel más concreto no
pueda comprenderse. Otro detalle que se debería tenerse en
cuenta es que el propio sistema solar, estaría encerrado en otro
"campo de fuerzas" más amplio como representaría nuestra
galaxia. Obviamente influenciándolo en relación a su posición
y movimiento en el campo de fuerzas de la vía láctea, más
superior en orden pero tal vez menos directo.
Con estas indicaciones y sin olvidar que lo que conocemos
como el conocimiento tanto tradicional como moderno del
arte astrológico, en realidad se expresaría como una
concepción psicológica del hombre, sin que esta concepción
verdaderamente tuviese una explicación científica. Pero
tomando en serio los experimentos citados y las bases
hipotéticas que hemos indicado, el ser humano estaría
influenciado por los planetas del sistema solar, de una forma
que afecta a su biología y a su psiquis al menos en un nivel
inconsciente. La razón de que piense, que en realidad la
astrología nos indica cualidades del inconsciente del ser
humano, es debido al fuerte ego del hombre y por ende al
consciente tan desarrollado de éste. Estas influencias tan
evidentes en el reino vegetal y en los animales inferiores
evolutivamente al hombre, que condicionan su
comportamiento y su psicología, se proyecta en el ser humano
de una manera inconsciente, debido al gran poder de
centralización que éste posee. La voluntad que tiene el
hombre mitiga de alguna forma estas influencias, debido al
control que ejerce sobre su propia vida al ser un ente
individualizado, pudiendo modificar en gran parte y de forma
consciente su entorno.
Citadas estas bases hipotéticas, vamos a introducirnos en las
posibles circunstancias que a mi entender, las podemos
representar en dos "cuadros sinópticos" que serian los dos
binomios.
En el periodo del primer binomio que lo encabezamos en una
corriente que nace y se plasma entre 1998-1999, se
proyectaría en la sociedad en un nivel psíquico y emotivo.
Influenciando de alguna forma nuestra conducta y conciencia,
con dos tendencias que se establecerán con un gran peso
específico. La primera de estas tendencias que evaluará
nuestra conducta, sentimiento y pensamiento, vendría
enraizada en una filosofía de vida, que tuvo su florecimiento
sobre todo en el siglo pasado (aunque posiblemente tenga
ramificaciones más antiguas, como en la época romántica del
siglo XVIII e incluso en épocas pasadas). Esta filosofía de
vida quizá tuvo su punto álgido en la historia, dejando ver un
reflejo más extendido en la sociedad, a partir de la segunda
mitad del siglo XX. Tendencia que "despertó" en los años
sesenta e intento equilibrar de alguna forma con su empuje,
abarcando diferentes clases y planos de la humanidad.
Incitando a la sociedad en una búsqueda más concreta de la
visión espiritual e idealista del ser humano. Esta tendencia
tiene tal vez mucho que ver con la corriente pacifista,
ecologista y de no violencia, que Ghandi se adelanto a
pronunciar, expandiéndose en los años sesenta. Esta corriente
viene tomando peso en nuestras conciencias y en la conducta,
en nuestra cultura y sociedad. Una corriente que se ligaría con
conceptos que nos indican una ideología con una visión global
tanto del ser humano como de su entorno, Solidaría e
integradora. La corriente accionara realmente a nuestra
sociedad sin poder precisar su peso especifico lógicamente, y
no como sucede hoy por hoy, donde estos conceptos que si
que están presentes no logran impulsar e impregnar a la
conciencia de la colectividad, o al menos en una gran mayoría
de ésta. Se podría decir que todas aquellas "muy buenas
intenciones" que se proyectaron en el pasado, empaparán las
mentes de la colectividad teniendo una acción que será, más
común y generalizada. Se constituirían empresas y proyectos
donde realmente se puede plasmar, por una parte conceptos
como la solidaridad y una estabilidad mundial. Pero
produciendo a su vez un carácter, un aire espiritual e idealista,
presentando un aliento extenso hacia una nueva concepción
del mundo y del hombre. Quizás esta corriente trate de
recordar y materializar una de las claves del movimiento
conocido como "nueva era". Donde se intenta potenciar la
individualidad humana y al mismo tiempo, la
comunicatibilidad y la comunidad social pero a una escala
mundial. El beneficio de todos repercute en el bienestar del
individuo, el trabajo y la semilla individual es para el
conjunto, y con ello crece al mismo ritmo la conciencia global
y el desarrollo personal.
En términos que podríamos denominar como Junguianos,
diríamos que el hombre durante su historia se ha desarrollado
y vivido bajo la influencia del inconsciente colectivo y
teniendo un consciente individual muy acentuado. Pero tal vez
a raíz de esta corriente, la humanidad dará un paso definitivo
para determinar y accionar una conciencia colectiva, lejos de
la concepción actual que podría definirse como una
preconciencia colectiva. Este desarrollo del psiquismo
humano, estructurará unas bases que la propia evolución del
ser humano realizará en las décadas posteriores. También
podríamos observar a esta evolución como una mayor
participación de la colectividad y una búsqueda de una total
integración de la misma, tanto a un nivel social, como
económico, política, e.t.c. Espiritualmente es probable que la
imagen del líder, de la persona principal y guía como tal,
desaparezca. El líder pasara a ser netamente un organizador de
una dinámica de conciencia grupal. Algo que en realidad ya
sucede tanto consciente como inconscientemente, pero que
produce un claro orden jerárquico. La participación,
responsabilidad y voluntad de todas las partes y no bajo la
dirección, de una sola persona o de un grupo reducido, será
una constante. Son conceptos que tal vez están ya marcados
en nuestros sistemas democráticos, pero creo que esta
corriente nos trasladara a una concepción de la democracia en
una clave de mayor profundidad. Es lógico pensar que la
búsqueda de la esencia interna, la libertad interior, el ser
dueño de sí mismos. El amor en una concepción más
universal, una voluntad solidaria y una compulsión
integradora. Serán enlaces para proyectar esas bases dando
paso a una fundamentada espiritualidad. En épocas pasadas
una imagen o figura encarno una esencia de luz a la mentes de
los hombres, como pudo ser Jesús o Buda. Pero tal vez una de
las características de este periodo, es que esa esencia de luz se
encarnara en una gran extensión de seres humanos a distintos
niveles. Permitiendo una mayor claridad en comprensión y
acción, aunque en este tiempo existan figuras que
protagonicen pero no que lideren. Quizás empecemos a
olvidar la idea del gurú, del maestro, sustituyéndolo por un
galvanizador, un organizador o un visionario de la conciencia
más global y abstracta. Tal vez estos organizadores de la
conciencia grupal dejaran de lado términos como "jerarquía" y
"dominio" por otros como "cooperación" y "humanismo". La
sabia nueva que traerá esta tendencia, este impulso espiritual,
será la voluntad de acción y la creación de una conciencia
colectiva flexible. Donde se ahondara en la personalidad del
individuo y se tomara una base de unicidad, dentro de la
realidad de la situación. Pero teniendo un punto común en
perspectiva, un ideal que desarrollar, para poder sentir y
expresar nuestra propia esencia personal y grupal.
Lógicamente esta tendencia que existe en el presente y que
puede extenderse en mayor grado en los próximos años,
cimentará en la sociedad una "filosofía de vida", una forma de
ver y vivir nuestra existencia.
La extensión de esta tendencia en sentido de la profundidad y
magnitud que alcance en el futuro, dependerá únicamente del
"campo de batalla" que es el hombre, de su fe, voluntad e
imaginación. El predominio de la corriente sólo dependerá del
ser humano y el resultado condicionará y confeccionará el
futuro. Sabemos por así decirlo la dirección que
presuntamente tomara esta corriente, dependiendo
lógicamente del peso especifico que adquiera la otra
tendencia. Pero lo que no podemos realmente definir es el
resultado final que se logrará expresar.
La otra tendencia o corriente dominante, también se viene
observando en estos últimos años, como esta impregnando
nuestra sociedad. Esta tendencia siempre ha estado
lógicamente, como la anterior corriente, en la psicología y
comportamiento de la humanidad a lo largo de su historia.
Esta segunda polaridad seria opuesta a la que llamaríamos
humanista y pudiéndole denominarla como egotista o tal vez
mejor definida como materialista. Esta corriente nos haría
referencia a características como conservar, retener, separar y
potenciar las partes pero aisladamente. La visión del
materialismo nos conduce a un desarrollo del ser humano en
su aspecto externo. Con una consecución del conocimiento
elevado pero siempre parcial y el establecimiento de una
predilección por el bienestar material meramente. Esta
corriente nos hace valorar mucho lo propio, centrándonos en
retener y conservar las raíces y los orígenes de pueblos y
naciones, pero sin recalar en la unidad global a la que
pertenecemos. Seria como expresar que la sociedad esta
basada en una serie de "cerrojos" y por tanto tendería a ser
más clasista, propulsando más diferencias económicas y
sociales entre sus integrantes. A un nivel individual esta
tendencia nos empuja a construir nuestro ego y a potenciarlo,
sin reparar en el conjunto, en los demás seres humanos.
Lógicamente estas dos tendencias si se llevan en equilibrio y
en conjunto, harían que el desarrollo de los seres humanos
fuese más extenso. Pero en realidad y a pesar de que ambas
influencian a la sociedad, existe un predominio de la polaridad
materialista. Debemos observar que el posible papel que
cumpliría el materialismo, seria el de potenciar el lado externo
de la humanidad, a su sociedad. Por así decirlo de llevar a
nuestra civilización a altas cotas de desarrollo, de
conocimiento y tecnología, pero nunca convirtiéndose en una
ideología o forma de vida, como parece que se está
estableciendo en nuestra mundo. Puede representar el
"entorno" donde proyectemos nuestras vidas, pero nunca
debería ser el sentido de las mismas. Este sentido nos lo
debería expresar la tendencia humanista, que probablemente,
y sobre todo debido a nuestro estado evolutivo colectivo, sólo
puede ser simplemente ideología, pero nunca constituir una
imagen, una estructura donde se desarrolle la vida material.
Por ser el humanismo como lo hemos definido, una utopía
material. La tendencia materialista a un nivel individual
incide positivamente a desarrollar el ego de éste, y a
potenciarlo intelectualmente, dentro del campo mental
concreto. A un nivel grupal la corriente materialista nos
proporciona una sociedad que busca un nivel tecnológico y de
bienestar material muy elevado. Permitiendo así en el camino
del ser humano del futuro, un mayor conocimiento y que éste
abarque otras formas de compresión, empujando a que se
profundice en otras capas de la conciencia. Si observamos esta
tendencia en sus características negativas, veremos que a un
nivel individual y sino se equilibra con una base ideológica y
filosófica, nos lanza a una predisposición y predominancia del
egoísmo. A un nivel colectivo, hace que las agrupaciones sean
cerradas, convirtiendo la sociedad en una concepción
puramente Darwinista. Quizás las guerras y conflictos entre
pueblos y países, sea una correspondencia de esta tendencia
materialista en vertiente negativa. También en política nos
indicaría corrientes ultraconservadoras y ultranacionalistas,
como algunos países en estos últimos años, han buscado
potenciar la imagen de su país ante todo y cerrar sus fronteras
a otras personas de otras nacionalidades y razas. Esta
expresión claramente nos conduce hacia el racismo y la
xenofobia, algo que está de siempre en el hombre y que fue
uno de los motivos principales de la devastadora segunda
guerra mundial.
Esta expresión del materialismo nos conduce a una forma de
vida muy mediatiza por el lado material, reflejando cada vez
que está se hace más predominante un vacío ideológico y
filosófico a nuestras existencias. Siempre y cuando
entendamos que estas dinámicas de vida, deben participar
conceptos mentales más abstractos y espirituales, buscando
una calidad de vida no simplemente material, sino también un
desarrollo de las cualidades psíquicas y emocionales del ser
humano. La tendencia que habíamos denominado como
humanismo, tendría dentro de un desarrollo positivo el de dar
un sentido ya no simplemente al hombre individualmente,
sino que se ampliaría a dar esa "calidad" de vida a la
colectividad. En síntesis esta corriente intentaría crear un
vínculo entre el desarrollo interno y externo del ser humano.
Comprender esa calidad y poder expresarla, manteniendo un
equilibrio entre lo individual y lo grupal. Esta visión solidaria
e integradora sería la imagen más fiel de la corriente o
tendencia.
La correspondencia negativa de esta tendencia que
denominamos humanista, nos hablaría de una inmaduración.
El vivir en una fase de utopía y escapismo, de irrealidad y
aislamiento, pueden ser puntos críticos de está tendencia,
debido a que no se haya alcanzado una consolidada madurez.
La diversidad de grupos y colectivos que tienen algún tipo de
comunión con el concepto de humanismo, se crean distintos
enfoques que aunque realcen al concepto de libertad, siguen
teniendo una relación entre ellos de desunión. Tal vez esta
diversidad sin unicidad, sea un producto tanto del nivel
emotivo y psicológico de los seres humanos, como de la
propia estructura social creada, que nos limita a veces a la
hora de expresarnos y sentir. Otro talón de aquiles de esta
corriente seria una errónea concepción de la nueva era, donde
la potenciación del ego sin un importante equilibrio, puede
hacer que la calidad de las virtudes no se manifiesten hacia
fuera, quedándose la mayoría internas. El concepto nueva era,
aún esta naciendo y por lo tanto no vemos su dimensión real y
profunda. Así como en el materialismo su defecto es su propia
superficialidad, en el humanismo seria su inmadurez. El ser
humano es un conjunto de concepciones y condicionantes, de
genes y de capas diversas de conciencia, que crean a una
individualidad, al igual que un conjunto de diversas células,
componentes y reacciones químicas y leyes físicas
constituyen un organismo. El psiquismo del ser humano, se
compone de diversas capas de conciencia. El hombre, tendría
en una primera división una parte interna y otra externa, una
material y otra espiritual. El equilibrio de ambas, como
sucedería con las tendencias humanista y materialista en una
expresión positiva y constructiva, seria por decirlo así la
evolución correcta o el proceso en espiral que habíamos
observado anteriormente. Es evidente que un hombre, una
sociedad en progreso, es aquella que integra su interior y su
exterior en comunión y sin fisuras, con su diversidad y
mostrándose compacta. Que su sentido se exprese en la
materialidad y que la materialidad sea el proceso donde se
sienta este sentido.
Durante estos binomios, que son dos fases hipotéticas de la
evolución de la humanidad en el futuro próximo, aparecerán
unos "móviles" que reconducirán el proceso de desarrollo de
la humanidad. La primera de estas circunstancias será una
nueva redistribución de la energía, donde las fuentes
energéticas como son el petróleo y la energía nuclear (fisión
en caliente), se verán reemplazadas por otras como son tal vez
la solar o la fisión en frío. Por no citar otras posibles
aplicaciones como nuevas fuentes de energía o una mayor
potenciación de las existentes hoy en día. Otra circunstancia a
tener en cuenta es el grado de superpoblación que tendrá el
planeta en las próximas décadas. Esta circunstancia trae de
por sí ya en nuestro presente, un acuciante problema a la
civilización. Y la última circunstancia de vital importancia
será obviamente el estado de "salud" de nuestro planeta.
Donde los problemas de lluvia ácida y la capa de ozono, así
como la desertización de amplias zonas y el presumible
calentamiento de la tierra, junto con la progresiva extinción de
especies animales y vegetales, deberá ser de primordial
atención para la humanidad.
El segundo binomio que establecemos entre el 2011 y el 2012,
será el periodo donde esa concepción que se estaba fraguando
en años anteriores y que habíamos situado, durante el 1998 y
1999 como fechas de mayor definición de este cambio
psicológico y emotivo de la humanidad, se concretizará. En
este periodo posiblemente la humanidad dará un importante
paso evolutivo (siempre salvando la subjetividad cronológica).
Donde habrá un salto "cuántico" en la concepción y filosofía,
en el pensamiento y comportamiento de la humanidad. En este
periodo la humanidad, habrá pasado por una fase de conceptos
y profundizaciones, donde los años posteriores nos plasmaran
una nueva directriz, pienso que muy importante, de cómo y de
qué forma dirigir la evolución de la humanidad. Para
confeccionar estos binomios, he buscado dos épocas de la
presente y futura historia, que dentro de una previsión
digamos lógica y con la participación de mi subjetividad,
serán de vital importancia. También para la confección he
usado las efemérides astronómicas, encontrando para el
binomio 1998-1999, con la siguiente distribución de los
planetas llamados generacionales, planetas que mejor nos
reflejan a una colectividad o época histórica: Urano en
Acuario, Neptuno en Acuario y Plutón en Escorpio. En el
binomio del 2011-2012 estos planetas generacionales están
situados de la siguiente forma; Urano en Aries, Neptuno en
Piscis y Plutón en Sagitario. Si observamos la astrología
histórica y consultando las efemérides de las pasadas épocas
donde convergían de tal forma los planetas generacionales (ya
bien por separado o en conjunto). Comprobaremos que los
hechos históricos acontecidos en el pasado y con la misma
distribución, tienen una concepción similar, dando pie al
porque de las circunstancias que hemos expuesto.
Anteriormente habíamos citado el concepto de conciencia
colectiva y vamos a tratar de profundizar un poco en ella,
dando unas síntesis bases para su entendimiento. Como
habíamos observado antes, el ser humano tiene una capa de la
conciencia que Jung calificó como de inconsciente colectivo.
En esta capa interna del hombre, existen unos símbolos o
arquetipos que motivan y reconducen nuestras vidas en global,
siendo interpretativas de fases evolutivas. El propio Jung nos
indica que el ser humano manifiesta un tipo de conexión más
consciente entre su especie, que la podríamos definir como
una herencia psíquica de la evolución de la especie.
Con esta terminología Jung nos explicaría el porque los seres
humanos que van surgiendo en cada generación, no
simplemente tienen una evolución biológica, sino que también
nos presenta un desarrollo psíquico, como si hubiese un
trasvase psíquico de generación a generación. Esta concepción
para mi entender nos indica a esa preconciencia colectiva que
habíamos denominado anteriormente. En esta preconciencia
entraría esa memoria generativa entre la especie humana y
viendo como ejemplos las diversas comunicaciones y
convenciones que albergamos en nuestra existencia a un nivel
puramente psíquico. La sociedad de hoy posee esta
preconciencia bien definida y que se ha ido elaborando a lo
largo de los siglos de civilización. Pero esta preconciencia es
una base de una futura conciencia colectiva, donde tiene que
tener unos procesos evolutivos necesarios, de conservación y
potenciación de cada ente individual. Y al mismo tiempo, que
se extienda una red mental sin fisuras, que permita la
existencia de una plena conciencia grupal. Esta conciencia
colectiva será el último paso definitivo de la evolución
humana tal como la entendemos.
Tomando dos referencias ya existentes en la naturaleza que
creo nos dan ya un resultante evolutivo definitorio y nos
indican unas señas sobre la significación de conciencia
colectiva. Estas serían por un lado las hormigas, la especie del
mundo animal que quizás tenga un ordenamiento social y
valoración global en relación a su escalafón evolutivo, más
desarrollado, con un psiquismo netamente subconsciente. Y la
otra forma correspondería dentro del mundo vegetal, a su
representación más evolucionada, a los árboles. El concepto
base que nos estimula ha concebir e imaginar esa conciencia
colectiva humana de mano de las hormigas, sería el
comportamiento y organización, esa consciencia global que
representan una comuna de hormigas, las cuales actúan
siempre en pro de la colectividad. Siendo las reinas las
cabezas del movimiento, pero tal vez nunca supeditando su
jerarquía a las obreras (a pesar de ser pieza principal). Esta
clase de organización nos da de manifiesto, una posible
introducción a la posibilidad de una conciencia colectiva en la
especie humana. Debido a que el ser humano probablemente
no haya llegado al cenit de su evolución, mientras que la
organización y evolución de las hormigas parece haberse
detenido. Las hormigas son esencialmente iguales desde hace
miles de años, mientras que los seres humanos durante los
últimos milenios tienen una evidente evolución. Pero debemos
tener siempre presente que la especie humana es diferente.
Dos especies en la diversidad, como nos muestra la vida de lo
material, pueden ser similares pero nunca iguales.
Los árboles nos indicarían mejor como se expresaría cada
individualidad, siendo netamente un ente distinto, pero sin
embargo perteneciendo a una conciencia claramente grupal.
Los árboles suelen formar claramente un ecosistema o un
bosque específico, donde conservando las constantes vitales
individuales, nos presentan una unidad plena con el resto de
especies vegetales. El árbol claramente es una forma de vida
inconsciente y quizás instintiva o reactiva en relación al
consciente humana, siendo su desarrollo tanto individual
como grupal un prototipo de lo que nos puede simbolizar una
conciencia global en la especie humana. Unas claves
primordiales para constituir esta conciencia colectiva humana
estribaría, en la profundización y practica de lo que
anteriormente habíamos explicado.
Retomando de nuevo a los venenos mentales del budismo y la
explicación del religioso católico Santo Tomás de Aquino
sobre la virtud. Estos "venenos" nos encierran en nuestro
propio ego, no permitiendo que desarrollemos plenamente
nuestra propia esencia interna y la personalidad. Ni que exista
un estrecha vinculo de unión con todo lo demás, ya sean con
seres de la misma especie humana como con todo aquello que
nos rodea. Esta conciencia colectiva es nuestro futuro y de la
voluntad que empleemos dependerá su desarrollo. Pero creo
que aunque se proyecten pequeñas luces, no podremos
observar con claridad esta conciencia grupal, hasta que en
realidad no se establezca. El devenir de la humanidad y de su
conciencia, superadas una vez nuestras incongruencias
naturales y el desequilibrio de las expresiones, entrara en un
camino de plenitud, quizás algo que los místicos y salvando
diferencias llamaban Gracia.
CAPITULO VI
Durante el capitulo me gustaría que nos adentrásemos en unos
determinados puntos, que aunque dejemos el transcurrir del
relato del Apocalipsis. Al observar estas circunstancias nos
permitirán una mejor comprensión. Me gustaría que nos
centrásemos, que reflexionásemos sobre la vida. Que
volquemos nuestra persona y todo aquello que hemos podido
constituir, para poder emerger en lo que es realmente único en
todo tipo de existencia a diferentes niveles y que nos adentra
en el camino de la conciencia. La sabiduría y la compasión o
quizás más concreto y abstracto a la vez, sobre el amor y la
libertad.
La libertad de saber y ser dueño de nuestro propio destino. De
reconocer y avanzar en nuestra propia e íntima conciencia.
Pero teniendo la comprensión de que esta conciencia esta
ligada en unicidad con las demás conciencias. De tener en
síntesis libertad interior.
Del amor hacia los demás y a todo lo que nos rodea, conocido
y desconocido, ansiado y apartado, trasparente y disfrazado.
De la única fuerza que da realmente un total bienestar y
equilibrio, tanto material y mental como espiritual. Capaz de
romper cuando es muy puro, a cualquier barrera. Por ello es
substancia y da sentido a la unicidad.
Gracias a la libertad y al amor, conocemos el significado de la
armonía en una envoltura caótica, como nos demuestra tanto
el propio ser humano como la totalidad cósmica. Pero vamos a
detenernos en este punto para enlazarnos con unas cuestiones.
En cierto modo el hombre se ve arrastrado sin ejercer su
voluntad, por hábitos y costumbres, por prejuicios y demás
condicionamientos, ya sean morales, sociales o religiosos.
Estos lastres, evidentemente y desde un prisma espiritual
coartan la transparencia, lucidez y decisión personal de la
conciencia, debido a que la responsabilidad individual y más
acentuadamente la colectiva, queda limitada.
No es mi intención enjuiciar leyes ni doctrinas, ya que en
muchos casos (sobre todo en este siglo XX), conducen al
hombre a un cierto orden que es fundamento para el progreso.
Aunque también es cierto que la flexibilidad e imparcialidad,
queda en la sociedad, en nuestra vivencia lejos muchas veces
de su máximo exponente. Pero establecido este principio de
orden que va creando el ser humano, en realidad no saca a
flote a su conciencia, su voluntad interior, no sabe o no puede
resolver por si mismo. Esto nos ocurre por perder en cierto
grado el contacto con el interior, una conexión más habitual
de lo inconsciente con lo consciente, ya que se limita así a
nuestro psiquismo. De no saborear, aprender y comprender lo
que significa, el ser mismo y como resultante todo lo que nos
rodea.
Por nuestras propias vidas sabemos de la relatividad de las
circunstancias de la propia vida. Ya sea según el momento, la
persona, la época, e.t.c. El hombre toma una decisión o se deja
arrastrar por condicionamientos que toman la directriz. Esta
última pauta suele ser la más establecida en relación con el
interior y simplemente hojeando nuestros recuerdos, nos
daríamos cuenta de ello.
Quizás un enjuiciamiento muy utilizado seria la división entre
el bien y el mal. Sabemos que estos conceptos relativamente
se transforman, según una valoración de la situación y sobre
todo fluctúan, si el valor del concepto no toca un extremo de
la dualidad. Quizás en este ejemplo entre el bien y el mal,
como tal vez en otros conceptos duales, lo más consciente y
equilibrado que podríamos determinar, seria cuando
marcamos una salida con flexible positividad constructiva
junto con una negatividad regenerativa, formando un conjunto
en cualquier decisión y circunstancia. Esta respuesta debería
estar dentro de unos barómetros, donde la comprensión, la
verdad en sentido de realidad, la justicia y la humildad nos
lleve a un equilibrado global en toda expresión o acción.
Pero también sabemos que es cierto que debido a nuestro
propio ego y los condicionamientos que nosotros mismos
hemos creado. La estructura de comprensión global que
habíamos citado en el párrafo anterior, queda en realidad
como algo efímero. Como un cúmulo de buenas intenciones
diluidas. Esto surge porque las doctrinas y filosofías, están en
un listón elevado para la gran parte de la humanidad, para el
standard medio del ser humano. Estando tal vez alejadas de
una filosofía de vida, que en general y verdaderamente se
constituye mientras el ser humano camina. Esta disfunción
entre lo que nos dicen doctrinas y filosofías, y la existencia
cotidiana. Se debe a la propia distancia entre la visión elevada
y lo cotidiano sin poner algunos "pasos previos", enlaces
comprensivos y que den comprensión. Pero quizás la piedra
de toque sea el poco grado de espiritualidad individual, de
búsqueda interna por cada uno de nosotros, traduciendo los
pasos de la vida en relación a otras subjetividades en vez de
fecundarlas con nuestra propia existencia. Las doctrinas
religiosas en si, son importantes y me atrevería a decir que en
sociedad son necesarias.
El tener presente una "luz", un mensaje y una revelación,
constituye siempre una premisa para evolucionar. Pero
también las doctrinas sirven para poder establecer el símbolo
común de unicidad y crear un grupo, establecer una igualdad
y una conciencia grupal. Pero esto sin ahondar interiormente
cada persona en si mismo, sin reencontrarse con su
espiritualidad, son conceptos que son como nubes
inalcanzables en el cielo, caemos en una total incomprensión
y confusión.
Pero a pesar de que la filosofía de vida se hace andando y
entre todos, vivificando y compartiendo las experiencias
individuales para constituir una vivencia común. Debemos
recordar que también existe un sin fin de obstáculos tanto
interiores como exteriores, que van escribiendo nuestro día a
día. A pesar del sufrimiento inherente al ser humano, sería
lanzarse a un peligroso circulo caótico, no tener un punto
apoyo que fuese al mismo tiempo meta emocional y
psicológica. Donde poder cobijarnos tanto individualmente
(espiritualmente) como colectivamente (doctrina moral y
religiosa). Una religiosidad basada en nuestro vivir cotidiano,
que se convierta en una imagen de nuestras vidas, con puntos
directrices que nos recuerden y motiven hacia esa unicidad.
Pero ligado y teniendo como base nuestra espiritualidad, que
encadena en el ser humano la libertad y el amor. Sabemos
perfectamente que las cosas se construyen desde los
cimientos. Pero es muy cierto que antes hay que tener y
concretar una idea para constituir una materialización, dando
finalmente un sentido.
Me gustaría que nos detuviésemos para reflexionar sobre el
sufrimiento. Sabemos que el sufrimiento es una condición
innata en el ser humano, como seria en el caso de la
enfermedad o de la muerte y este sufrimiento nos conlleva
hacia el dolor. Pero también existe lo que se denominaría
como "sufrimiento del sufrimiento". Esta definición de
sufrimiento serían los círculos viciosos, enajenaciones y
alienaciones encadenantes de la conciencia, de tipo
psicológico y emocional, que se producen entre nuestro ego y
los condicionamientos que establecemos tras ellos.
Observamos que el Judaísmo y el Islamismo nos hablan de
obediencia, nos muestran sin olvidar las demás esencias el
sentido de unicidad, como designio y sello para reconfortar el
sufrimiento. El budismo y gran parte de filosofías orientales,
nos reconducen hacia el conocimiento del yo interno, en
definitiva a la libertad interior como solución de nuestros
sufrimientos. El cristianismo nos habla de alguna forma
también de la obediencia hacia Dios, pero quizás nos indique
un nuevo vínculo buscando en el amor, la expresión de su
mensaje y siendo dispersor del sufrimiento.
Pienso sinceramente que a un nivel psicológico, no tal vez
emocional, todas estas doctrinas pueden erradicar o paliar el
dolor y el sufrimiento, sobre todo ese circulo que nos conduce
al sufrimiento por el sufrimiento. Por desgracia estas filosofías
que nos estimulan a una transformación psicológica, quedan
para la inmensa mayoría de seres humanos en los cuales me
incluyo, casi imposible de extenderse en comprensión y
sabiduría. No teniendo tanto equilibrio frente al sufrimiento a
un nivel de acción y pensamiento más reactiva, como es el
nivel emotivo. El sufrimiento siempre se puede transmitir pero
nunca trasvasar a otra persona, debido a que aunque un hecho
coincida en muchos aspectos y circunstancias, generalmente
no se tiene el mismo nivel e intensidad psicóemotiva hacia el
sufrimiento. Quizás por esto nunca podamos establecer una
correlación y medida, lo suficiente flexible y justa, para
cobijar, enriquecer y progresar cada persona, dentro de unos
cañones lógicos de convivencia. Quizás esta falta de
sensibilidad hacia las facetas y fases del sufrimiento propio y
ajeno, es debido por el egoísmo humano o por un habito de
supervivencia establecido, ya que no hemos aprendido a
vivirlo, a sentirlo por nosotros mismos. Con ello no quiero
decir ni desear, que los obstáculos y sufrimientos los viva en
su propia piel todos los seres humanos, aunque estos siempre
están ahí. Pero lo que sí que es cierto, es que si cada persona
meditase y reflexionase, fluyendo la sensibilidad en nuestra
mente y sobre todo fuésemos responsables ya no de forma
individual sino grupal, constituiríamos una profunda
comprensión y a la postre un positivo cambio.
Como hemos visto el sufrimiento se puede mitigar o extinguir,
por medio del desapego a la intensidad que produce el dolor;
por una fe y obediencia hacia un designio o por la fuerza del
amor. Sabemos de estás buenas intenciones y mensajes
verdaderos que ya existen y residen en nuestras conciencias,
no debiendo poner ni exponer ninguna directriz más.
Lo que verdaderamente podemos ejercer para contrarrestar el
sufrimiento al sufrimiento, es comunicatibilidad y
comprensión, conocimiento y tolerancia. Esto nos puede hacer
aceptar y entender mejor al sufrimiento, sin ponernos un listón
demasiado elevado para la generalidad de seres humanos. Ya
de por sí es difícil obtener un grado de estas cualidades, ya
por hostilidad o por propio egoísmo. Pero con una cierta
dosis de racionalidad y de sentimientos se puede alcanzar un
punto más humano. Pero por esta lucha interna de los seres
humanos, la principal clave para que se abra por fin e
irreversiblemente las puertas, es nuestra "mágica voluntad".
El ser humano está como adormecido, por el resguardo que
nos proporciona nuestro propio "ombligo", el ego con sus
fluctuantes y a veces impermeables barreras. Estamos como
maniatados por una infinidad de condicionamientos que
demoran nuestra conciencia y por lo tanto, la expresión de
amor y la luz de conocimiento, que porta la libertad interior.
Pero recalcó de nuevo que el secreto lejos de nuestros
prejuicios es relativamente sencillo aunque complicado, para
controlar y dominar tanto el dolor y el sufrimiento como
nuestro ego y se resume simplemente, en voluntad.
Volvámonos hacia otros aspectos que son importantes y de
alguna forma explicativos al texto del Apocalipsis. Me
gustaría establecer sobre la conducta de los seres humanos,
una división en cuatro grupos sociales básicos. Debemos
aclarar que el orden de estos grupos es indistinta, ya que
cohabitan en nuestra sociedad. Siendo los tres primeros por
así decirlos estáticos, que se mantienen con las mismas bases
y pautas en la sociedad. Mientras que el último que
describiremos a lo largo de la historia, simboliza cambio.
El primer grupo es aquel que se conduce en torno a nuestra
sociedad, siguiendo de alguna forma la guía y directrices que
ésta promueve, pero de alguna forma rehusando a ésta o
viéndose apartados por ella.
La composición de las personas que entrarían dentro del
sistema social plenamente, serían aquellas reconocidas y que
cumplirían una función evidente dentro de la misma. La
sociedad quedaría para aquellas personas que sean adaptado y
asentado en los cánones mínimos, con los que la civilización
se ha cimentado, como individuos sociales.
Este primer grupo lo integrarían aquellas personas que son por
así decirlo son "antisociales", claramente hablaríamos de las
personas marginales. Estos marginados no simplemente son
los individuos que tiene un umbral de pobreza y miseria muy
alto, viviendo en las zonas más desarrolladas del planeta. Sino
también esas inmensas bolsas de pobreza que habitan en lo
que denominamos como tercer mundo. Estas personas no
logran integrarse en las pautas y condicionamientos, con los
que se establece la vida social plenamente. Por diferentes
razones se envuelven en una vida, con una motivación
positiva o negativa de su personalidad, al margen de lo que la
sociedad reconoce como normal, cotidiano o convencional.
No es mi intención hacer doctrina, en relación a pensamientos
ni ideas, pero sabemos que este estrato de la sociedad suele
arrastrar con la mayor carga de sufrimiento. Pero a su vez esta
clase social tiene un antídoto bastante establecido por así
decirlo contra este sufrimiento, que es la solidaridad, aunque
el egoísmo hace estragos a todos los niveles. Tampoco nos
centraremos en su visión personal y a la postre espiritual de la
vida. Generalmente este grupo, dejando claro ante todo, que
francamente no me agrada catalogar a la gente y menos por
grupos, pero los condicionamientos irremediablemente están
ahí. A pesar de su vivencia personal y espiritual, se sumergen
en una vida dirigida primordialmente hacia la consecución de
la materia y el bienestar material, que es al fin y al cabo una
de las bases primordiales de la sociedad moderna. También
debemos reseñar que esta existencia la viven, porque la rueda
de la vida muchas veces los sitúan ahí.
Este sufrimiento adquirido por muchos desde el nacimiento,
hace que vean y sientan la injusticia, incluso valiéndose de
ella para su supervivencia, debido a que su mundo esta
sumergido en pesadumbre y miseria. Y no hago pleito a las
circunstancias, ya que la voluntad y conciencia del hombre
tiene un papel fundamental, pero los condicionantes son en
muchas ocasiones superiores a él mismo. Pero no debemos
mezclar el infortunio del destino con los designios de Dios, la
justicia de Dios con la justicia de los hombres. Pienso que
"lo que es de Dios es de Dios, y lo que es del cesar es del
cesar", pero el hombre por su condición los mezcla y
confunde.
El segundo grupo es el que nos indica una integración plena
en la sociedad, en diferentes escalas y grados. Aquí habría una
extensa bolsa de población. El hombre acomoda su ego a los
condicionamientos sociales, haciendo un juego con su
personalidad, siempre y cuando las circunstancias le hayan
conducido a esa posición. En realidad las circunstancias
influyen de sobremanera en el hombre, pero la voluntad como
habíamos dicho, también entra en la balanza de la vida. El ego
humano siempre avanza según su personalidad, su
determinación y su poder de expresión. La acción nace y se
expande desde la voluntad de uno mismo, siendo esto
reflexionado, algo más que evidente. Pero seria ponerse un
velo en los ojos y no hacer uso de la memoria, que los
condicionamientos externos inhiben o potencian a la
personalidad.
Creo que con recordar el viejo dicho de "ha nacido con
estrella", aclara lo fundamental de los condicionamientos
externos. En definitiva la personalidad tiene una función tanto
interior como exterior, dependiendo de ello su evolución. En
este grupo se incluyen todos aquellos estratos sociales, ya
sean de clase trabajadora, media o alta, que fundamentan y
desarrollan sus vidas dentro de los cánones establecidos en la
sociedad, aunque en este grupo las escalas varíen mucho entre
los mínimos y los máximos en relación al bienestar material.
El tercer grupo nos representaría a aquellas personas que
tendrían una conducta, que se fundamenta en la vía religiosa o
espiritual. En este grupo hablaríamos de los sacerdotes,
brahamanes, lamas, e.t.c. Pero también de ermitaños y ascetas,
de caminantes espirituales y de diversos grupos que tienen una
concepción y vida netamente espiritual. En este camino se
intenta cultivar el espíritu o las virtudes espirituales según se
quiera definir. Esto se realiza por medio de la voluntad, por la
fe o por la mente-imaginación. Estos senderos lo describió el
amtiguo director de la revista más allá Félix Gracia, inspirado
en el visionario Gurdaeff, constituyendo cuatro vías que nos
indican unas formas para evolucionar. El primer sendero nos
introduce en el camino espiritual guiado por la voluntad
principalmente, como por ejemplo nos representaría un faquir.
El segundo sendero sería el regido por la fe primordialmente,
como suele ser la vida de los religiosos católicos. El tercer
camino nos indica el sendero donde la mente y la imaginación
creativa fundamenta el progreso, como serian los lamas
budistas. El cuarto y último sendero que nos señala Félix
Gracia, sería un conjunto de los tres anteriores estimulando
hacia un progreso más equilibrado y lanzando un reto, a
aquellos que quieran contribuir a construir un mundo mejor.
Este grupo claramente no es "antisocial" o mejor dicho de
choque frontal a la concepción social como nos representaban
los marginados, aunque a veces se enfrento y se enfrenta a
ciertos poderes establecidos. Pero generalmente la posición de
este grupo respecto a la sociedad, es de transcender de ella
aunque influya en ella. Es de tener un punto de vista
relativamente diferente pero siendo luz de la sociedad,
constituyéndose en una de sus esencias principales. Este grupo
que engloba la sociedad standard están en ese cierto retiro o
distanciamiento, que suele ser pieza fundamental para el
desarrollo de sus vidas. Estos grupos sean doctrinales o
adoctrínales, religiosos y espirituales, tienen unas pautas
marcadas y que propugnan, un claro sentido hacia la vida, que
creo deberíamos asimilar en cierto grado en nuestras vidas.
El cuarto grupo nos representaría a aquellas personas que de
alguna forma intentan modificar, llevar a la sociedad a una
transformación en el propio medio, sin marginación (situación
que en muchos casos no se elige), sin aislarse y sin someterse
plenamente. Este cuarto grupo que empuja a los demás, nos
introduce en una dinámica de cambio desde el propio interior
de la sociedad. Estas personas puntuales que propician la
transformación, son místicos, pensadores o filósofos que con
su pensamiento y conducta nos remitieron un nuevo eslabón
para progresar. Personas que para el conocimiento gnóstico se
le conoce como iluminados. Esta dinámica del cuarto grupo lo
que intenta introducir dentro del vivir cotidiano y en definitiva
en nuestro sistema. Es inculcar y plasmar valores sociales y
morales relacionados con la espiritualidad, que sentó sus bases
desde la antigüedad.
Este camino esta relacionado con una plena solidaridad, la
integración global. Pero también tiene que ver mucho con la
liberación personal y la armonía, del individuo y del conjunto
al mismo tiempo. Seria un intento de la conciencia tanto
individual como grupal, en un sentido amplio de unicidad, de
buscar el amor y la libertad. Sin usar la destrucción y
separación o aislamiento, sino constituyendo este cambio con
un equilibrio entre lo constructivo y lo regenerativo, con
sabiduría y sensibilidad. No se trataría de eliminar o
difuminar, prescindir o ocultar, lo que a juicio de una
hipotética concienciación entorpecería la evolución. Esta
forma de conducta firme pero permeable, se efectúa desde
siempre en la sociedad y tal vez con mayor relevancia en las
últimas décadas. Pero durante el camino que desarrollan estas
conductas, las esencias se pierden de alguna forma no
globalizando los avances progresivos, en beneficio de la
integridad de la humanidad, esta conducta trata de modificar
las estructuras siendo más flexible, dentro de unos esquemas
de igualdad e integridad, la composición heterogénea que en
realidad es la humanidad.
El cuarto grupo tiene mucho que ver con las pautas evolutivas
de esa supraconciencia cósmica y que abandera un numero de
seres humanos, que habíamos reflejado en el párrafo titulado
la muchedumbre en los mercados. Sabemos que el universo es
un baile incesante de vida y de muerte, donde existe
creatividad y destructividad. Pero todo este entramado queda
encerrado en una caótica armonía, que nos denota un
equilibrio en su conjunto. En el cosmos existen circunstancias
que nos simbolizan muerte, como en la propia vida individual
del hombre. Esto claramente nos empuja a pensar que la
concepción de microcosmos y macrocosmos, tienen unas
pautas esencialmente similares. Bien es cierto y reconociendo
el avance de la conciencia en general de la humanidad, la
sociedad se nos muestra muy selectiva y discriminativa,
siendo una sociedad que se puede catalogar como Darwinista
o clasista. También en el vasto universo parece cumplirse esta
norma de vida. La imagen del cosmos en global nos indica la
presencia de una unicidad y de una primigenia conciencia
común y básica. Mientras que la vida vista en parcialidad, en
reductos ínfimos se nos revela como una magia del puro azar,
produciéndose una gran selección para que la vida se
produzca.
Buscando una similitud entre el microcosmos que representa
el hombre y el macrocosmos que es la totalidad cósmica,
tomando en cuenta las últimas observaciones que hemos
realizada al respecto. Vemos que cuando se ha establecido un
orden cósmico, como sería nuestro sistema solar y su
correspondencia con el orden que representa el ser humano,
existe unas pautas que nos conducen hacia la armonía. Puede
que en las civilizaciones de tiempos anteriores, hubiesen
exposiciones parecidas o mejor dicho interpretaciones sobre
los mismos conceptos, sirviendo para regir sus sociedades.
Claros ejemplos serian los reyes sol que existieron tanto el
pueblo azteca como en el egipcio, donde se establecían
imperios dictatoriales alrededor de una figura. Volviendo a
nuestra exposición vemos que el Sol, nuestra estrella posibilita
la coexistencia de varios planetas y sus satélites en su órbita
por medio de su atracción. Da su fuente de energía calorífica y
lumínica permitiendo la vida tal como la conocemos en
nuestro planeta tierra.
Con esta explicación me gustaría trazar un hipotético
paralelismo, entre la conducta de la humanidad y la conducta
de una clara esencia cósmica, como nos representaría el
sistema solar, siempre claro está desde un punto de vista
abstracto y filosófico. Tomemos al Sol como un símbolo
dador de vida, de poder o mejor dicho quizás como una
concepción de sabiduría y potencialidad. El sol otorga la
posibilidad de vida con su influencia en todo el sistema solar,
a cada planeta, a cada satélite que encierra bajo su atracción
gravitatoria. Aunque el sinónimo de vida para nuestra
comprensión entra dentro de unos cánones bien definidos,
también existiría por así decirlo, otras manifestaciones de vida
diferentes, como son toda estructura gaseosa, liquida, solida y
otros tipos de energía; Moléculas, átomos y partículas nos
simboliza también una forma de existencia. El sol ofrece su
carga de "sabiduría-potencialidad" al resto de componentes de
su sistema, a sus "hijos" recibiendo en simbiosis un equilibrio
y una estructura determinada.
En este cuarto grupo y camino a su vez, con esta metáfora
sencilla buscaría ese equilibrio y expresión que parece
establecerse en la supraconcíencia cósmica y por ende en el
sistema solar, para establecerlo en nuestro vivir cotidiano.
Este cuarto grupo se regiría de alguna manera de está forma y
trataría de transmitir a nuestras vidas esta funcionalidad.
Haciendo una forma de sistema donde toda representación de
la esencia "sabiduría-potencial" transmitiera su vida y
posibilitará a lo demás la propia vida, simplemente obteniendo
la posibilidad de continuidad y equilibrio. La igualdad a la
hora de desarrollar la existencia quedaría perfectamente
equilibrada, no creando tal vez un orden jerárquico como base
y mostrándose absoluto. Sino un sistema con niveles de
potencialidad, que se ensamblarían en un todo. Esto pienso
que de alguna forma ocurre ya en nuestra sociedad pero en
una baja expresión, interponiéndose aún el ego tanto
individual como colectivo de los diferentes grupos que
integran la sociedad. Cabe esperar que a medida que crezca
nuestra conciencia en el proceso evolutivo, se expanda en
globalidad y los simples matices se dirijan hacia una
integración más plena y profunda.
En esté paralelismo metafórico del hombre con el sistema
solar, encontraríamos posibles abstracciones de los conceptos
de amor y libertad, enlazados en un mar tumultuoso pero
armónico. El sol transmite su calor, su energía y su gravedad
para ser fundamento de existencia, para cada cuerpo celeste
que esté dentro del sistema. Esto evidente de manera
simbólica nos podría remitir a una perspectiva abstracta del
concepto de amor. Como vemos el sol influye y condiciona a
los cuerpos celestes, pero no interviene en "la voluntad de
vida" de cada planeta. La tierra lógicamente depende de su
conjunto externo para mantener su equilibrio, interviniendo
diferentes factores (como el sol, la órbita lunar y las demás
órbitas de los distintos planetas). Pero la propia tierra seria la
que ejecuta y manifiesta según su voluntad el proceso de vida.
También la humanidad con la infinidad de factores externos
que tiene, se impulsa a regirse por su propia voluntad. Quizás
desde hace unos siglos esta máxima, se está imponiendo en
gran medida. Esta elección de la voluntad la relacionamos con
el concepto de libertad.
Pero volvámonos menos metafóricos y más mundanos. A
pesar de nuestro egoísmo, de las adversidades, de la
impotencia y el miedo en que nos vemos envueltos durante
nuestras vidas. Sigo entendiendo que la comprensión y la
buena voluntad es el camino que conduce a los seres
humanos, a un futuro distinto y un destino lleno de amor.
Sabemos que vivimos en un mundo donde imponemos el ego
para poder sobrevivir, ya que "vivir" es un termino demasiado
extensivo y nuestra existencia quedaría mejor descrita como
tal. El concepto vivir nos hablaría de expresar y sentir
plenamente, de tener una "calidad de vida " en todos los
niveles, algo de lo que estamos alejados de su total
proyección. Creamos clímax de tensión, de separación e
incomprensión. Pero que no nos quede la menor duda, de que
la clave nace simplemente de nosotros mismos y es extender
esta armonía a los demás, a todo lo que nos rodea,
sencillamente amar a todo lo demás. Pero este amor para que
tenga una plena y positiva expresión, debe de tener una
comunión, debe ser una combinación reciproca y simbiótica,
estimulando a la integración de las dualidades y teniendo la
misma intensidad en las partes del enlace creado.
Lo que parece ser obvio y más con nuestra conciencia, cultura
y educación, es que el concepto de amor tiene diferentes
escalas entre los seres humanos. Pero el punto mínimo que
debe existir para que creemos una conciencia colectiva, un
clima de cambio y progreso en nuestra sociedad, seria el
respeto más sublime y sincero entre nosotros. Ya que creo que
toda la profundidad del amor está para nosotros hoy en día, en
un nivel muy elevado. Para que exista este nivel mínimo de
armonía, y partiendo de condicionamientos como son el
sufrimiento físico y psicológico, junto con el punto de
evolución humana tanto individual como colectiva en que nos
encontramos. Debemos recalar en la justicia ya no
simplemente moral y social sino también, a un nivel psíquico
y espiritual. Esta justicia que debemos determinar y
flexibilizar entre todos los seres humanos, para que demos un
resultante de igualdad. Para alcanzar este nivel mínimo
deberíamos ser solidarios y compasivos con los demás, para
que desde dentro de cada individualidad nos sintiéramos
verdaderamente unidos.
Me gustarla que dentro de la explicación que estamos
desplegando en torno al texto del Apocalipsis, pudiéramos
reflexionar y sobre todo que intentásemos sentir, que éste
escrito es un mensaje con un fondo de esperanza. Todos
tenemos nuestra parte de culpa de que no podamos
evolucionar con un mayor ritmo e intensidad. Primero por que
no profundizamos en nosotros mismos lo suficiente, pero
también porque constantemente nos "lanzamos piedras entre
nosotros", no dejándonos profundizar. Violamos y
quebrantamos casi incesantemente el autentica y verdadero
estado del ser humano, la libertad. Rescindimos por culpa de
nuestros pensamientos y comportamientos, de una expresión
más guiada por el amor. Sabemos que es difícil en nuestras
realidades muchas veces, ser comprensivo y sobre todo
compasivo, incluyéndome el primero y el último. Pero si
recapacitásemos un poco, contemplaríamos que la vida es tan
bella (la belleza es una de las puertas de la espiritualidad).
Que la vida es tan extensa y armoniosa en su esencia real, que
me resisto a no pensar en ello. Deberíamos calmar tanto
egoísmo, tanto vivir sin vivir, sin pensar y conocer.
Simplemente seria maravilloso abrazar e impulsar, desde
donde estemos a valorar esa palabra, que todos absolutamente
todos deseamos y que tanto se nos resiste ; Amor.
No debemos hacer ningún cisma, ni reconversión superficial,
simplemente dejarnos llevar por esa palabra con conciencia y
ser totalmente responsables, ejerciendo nuestra autentica
voluntad, tanto en conjunto como en singular. Me resisto a no
tener esperanza, a que a pesar de las múltiples barreras que
hay y nos trazamos, no poder usar la voluntad para
transformar esta vida, que es tan bella y que tantas veces la
hacemos tan triste.
Deseo que todos y creo saber lo que sentimos dentro, cuando
estamos en calma, regeneremos esta situación. En cierto modo
todos tenemos una idea de como cambiar, en algún momento
todos hemos sido felices, al menos en alguna medida y creo
profundamente que todos nos lo merecemos, apartando eso si
toda la acumulación de prejuicios. Debemos luchar por
sembrar lo que sentimos y pensamos profundamente, ser
nosotros mismos (no me cansaré de repetir) y sobre todo dejar
que los demás lo sean. Esto es principio de amor y
fundamento de libertad.
Después de estas valoraciones y conjeturas que he realizado
en este "capitulo-lapsus", volvamos a seguir intentando
descifrar ese cuento metafórico que parece ser el escrito del
Apocalipsis. Pero ante todo querría que entendiéramos que el
Apocalipsis es un libro de evolución (dejando de lado las
apreciaciones futuristas y los anacronismos).
Que reflexionemos y abramos tanto el corazón como la mente
y que nuestra mágica voluntad haga el resto. Que sembremos
semillas de esperanza, en el nombre del amor.
CAPITULO VII
Al abrir este capitulo retomamos de nuevo la descripción del
Apocalipsis y cerraremos la tercera parte del mismo. Durante
el capitulo hablaremos de los párrafos llamados " El librito
profético"; "Los dos testigos" y con el texto que termina está
tercera parte, el séptimo toque de trompeta conocido como
"La llegada del reino de Dios".
El párrafo titulado "El librito profético", comienza con la
descripción de un ángel con una configuración similar a las
otras apariciones angelicales. Este ángel que proviene de
Dios, de la esencia cósmica, porta un librito y aparece con un
pie sobre el mar y el otro sobre la tierra. Claramente nos
puede remitir a que esté mensaje y designio que porta el
ángel, se apoya y se nutre sobre las emociones y sentimientos
de la humanidad por un lado, y por otro de la creatividad y
materialización de los seres humanos. En definitiva que se
apoya en los cimientos básicos del hombre, de su emotividad
y de su poder realizador, para plasmar este librito y su
significado. El párrafo vuelve a darnos de nuevo la cifra
numero siete, quizás el numero clave del Apocalipsis, el
numero mágico y que nos reseña a la Divinidad. El ángel nos
cita que no se escriba lo que dicen los siete truenos, pero si
que se sellen las cosas que se dicen. Esta aclaración que nos
hace el escrito, es una forma de declarar que el anunciamiento
del ángel tiene un sentido sagrado y misterioso. No
perteneciendo su contenido a la escritura, a la mano del
hombre. Este libro es entregado a Juan, de forma no escrita ni
hablada sino por medio de la revelación.
Este libro cuando es entregado a Juan por el ángel que aparece
posado entre el mar y la tierra, le dice "toma y cómela, y
amargara tu vientre, más en tu boca será dulce como la miel".
La explicación que se puede sugerir de estas palabras, es que
cuando el ángel nos habla de la dulzura como la miel del
libro, nos representaría al conocimiento y sabiduría perenne
de la evolución cósmica, algo realmente dulce para la
inteligencia humana. Pero como el propio ángel nos dice al
mismo tiempo estas palabras, serán amargas en las entrañas
por la profundidad y potencialidad de las mismas. Debemos
entender que para el profano, para la mayoría de las personas
y más para aquellas gentes de esa época histórica, con su
determinada cultura. La sabiduría y conocimiento se les
atragantaría, no pudiendo ni asimilar ni comprender, la carga
que conlleva esta enseñanza. También un viejo dicho ocultista
nos entredeja ver, que la sabiduría cuando es alcanzada,
cuando se da el "salto cuántico" hacia su establecimiento, ya
que la sabiduría es una especie de estado de gracia. Bien el
individuo cae en la locura o en un estado que se catalogaba
como de "semidiós" debido al conocimiento que posee
entonces la persona. Titulo que recibió por ejemplo Hermes
Trimegistro o Pitágoras.
El párrafo del librito profético, pienso que nos hace en
realidad una clara alusión al propio escrito que con
posterioridad, redactase Juan y lo llamase Apocalipsis. La
narración de los dos testigos comienza hablándonos del
templo de Dios, del altar y de los que adoran en él. Nos hace
referencia a su medición, pero dejando el atrio exterior fuera
del templo.
La acción de medir podríamos trazarla como comparación de
contemplar, descubrir y detallar. Aquí podría interpretarse la
medición, como valoración de lo fundamental y participé así
de la búsqueda espiritual, de la unicidad con Dios y del
mensaje que encierra la totalidad. Aquí se nos hace referencia
a lo imperecedero, lo imperturbable y lo interno, a nuestras
esencias. De ahí la aclaración de dejar fuera de la valoración
el exterior. Osease lo perecedero, lo pasajero, lo externo del
ser humano, que bien podríamos interpretarlo como una
referencia de su cuerpo y sus instintos.
El texto nos dice que el exterior del templo no se debe medir,
"porque ha sido entregado a las naciones, que hollarán la
ciudad santa durante cuarenta y dos meses". Esta frase nos
puede dar la posibilidad de entrever un hecho concreto y
determinado. Pero debemos partir de que a parte de poder
simbolizarnos una referencia alegórica al padecimiento que
tendrá siempre Jerusalén. La ciudad santa también ha sido
"hollada" en varias ocasiones a lo largo de los siglos, desde
que se escribió el Apocalipsis. Podríamos dilucidar que el
significado de esta frase, nos indicaría que el "exterior" de
Jerusalén se vería constantemente sometido, pero su interior,
el espíritu de la ciudad santa nunca se vera truncado.
Volviendo a Tomar la posibilidad de que el texto nos revele
un hecho concreto e histórico, vamos a desvelar posibles
circunstancias que nos estimulen y sobre todo una
primordialmente. La más importante que se podría destacar y
que deberíamos tener en cuenta, tanto si tomamos el mensaje
de forma literal o abstracta, es que este sometimiento de
Jerusalén debe coincidir con la aparición de estos dos testigos.
Sí observamos el presente del estado de Israel, podemos
interpretar que este sometimiento quizás no nos indique un
hecho bélico en si (a pesar de que sea una zona caliente).
Presumiblemente el presente y futuro de Israel pasa por otras
claves, dictaminadas por una relativa paz en la zona, usando la
negociación y la diplomacia en los acuerdos sobre los
territorios. La posibilidad de conflicto en esta zona ya no es
tan extrema pero sigue siendo delicada, pudiendo reproducirse
en un futuro próximo. Pero confiemos en que la voluntad
pacificadora que están empleando tanto el pueblo Judío como
el Árabe, así como otras naciones que entran en la
normalización de la zona, tenga su fructificación. A mi
entender esta posible época de conflicto que vivirá Jerusalén y
el pueblo judío, es un período de crisis más bien emocional,
psicológico y por ende religioso, viéndose afectada en
especial la vida en la ciudad santa. Esto lo podríamos
interpretar como una crisis de identidad del pueblo Hebreo,
donde intervendrían e influirían diferentes naciones, tanto
árabes como occidentales. De alguna forma esto repercutirá al
espíritu de Jerusalén, sobre todo a su vida social y religiosa.
Es probable que este hecho transcriba una degradación de los
valores y costumbres, por la acción de diferentes naciones
extranjeras. Indudablemente el hecho afectara al pueblo
Hebreo, dando tal vez como respuesta un impulso o incluso
una extrematización en los gobernantes y en la gente que
profesan más fielmente el Judaísmo. Sabemos que desde
siempre la ciudad de Jerusalén, conviven diferentes razas y
doctrinas, haciendo una variada y exquisita mezcolanza. Pero
tomando la posibilidad de que nos hable de un hecho
concreto, éste condicionara un clímax de crisis entre lo
tradicional del pueblo Hebreo. Esto verdaderamente,
solamente lo podremos dilucidar y entender en el momento,
en el cual si se lleva a efecto, se producirá el hecho.
Aparece la cifra cuarenta y dos, que nos sitúa en un intervalo
de tiempo detallado, aunque quizás en realidad como los
demás espacios de tiempo que aparecen en el Apocalipsis, nos
remitan a un hecho que se ha de producir, más que a un
tiempo determinado. Cabria la posibilidad de que este
momento de crisis en la ciudad santa y por ende en el pueblo
Hebreo, sea por una derivación provocada por un líder Judío y
por su gobierno, el cual conducirla las pautas de esta crisis
social o bien extremizara a las gentes Hebreas a un mayor
fundamentalismo de su religión.
Seguidamente el texto comienza con la descripción de esos
dos testigos, mandados por el designio divino, por la
procesión evolutiva de los seres humanos y por extensión en
la concepción, cósmica. Estos dos testigos son mandados
"para que profeticen, durante mil doscientos sesenta días,
vestidos de saco. Estos son los dos olivos y los candeleros que
están delante del señor de la tierra".
A estos dos testigos los podemos interpretar por un lado,
como a dos personalidades que deben aparecer, siendo dos
personas concretas. Pero también, siguiendo el orden
metafórico y visionario del Apocalipsis, como dos cualidades
que sobresaldrán en su momento en la humanidad y que tenía
de por si "el señor de la tierra", Jesucristo. Estos dos testigos
bien podrían ser las dos cualidades básicas para una
progresiva evolución, estando siempre presentes en el hombre
aunque en este tiempo determinado estimulen más a la
humanidad, como son el amor y la libertad interna, dentro
siempre de un aspecto regenerativo, como nos trasluce el
momento evolutivo en si mismo.
Pero volvamos a la probabilidad de que los dos testigos sean
realmente dos personas concretas. Algo que es factible, dado
que la humanidad tiende a focalizar y dar un importante peso
especifico a unas personas, a los líderes, en vez de galvanizar
un cambio o hecho en conjunto. Los grupos con nuestra forma
de conciencia tiende a tener cabezas visibles, a tener una
persona o pocas personas que guíen el movimiento a pesar de
que en realidad, el movimiento lo efectúan todo el grupo.
Nuestra forma de conciencia, nuestra preconciencia colectiva
hace que se busque un foco de expresión, como seria la figura
de un líder, para expresar lo que en realidad nace y se
proyecta en la colectividad. El líder es como un comunicador
de la colectividad, pero así se corre el riesgo de que éste
marque su subjetividad sobre la comunicación. Algo que tal
vez no sucedería si se estableciera realmente una conciencia
colectiva, en la cual se diera una expresión más común de
todos los integrantes del grupo y una verdadera voluntad más
conjunta. Donde bien podrían haber personalidades que
tuvieran una visión o dieran una luz más profunda. Porque de
hecho y aunque estén similares las potencialidades entre los
seres humanos, siempre serán distintas, al menos en los
sucesivos pasos evolutivos. Debido principalmente a que
cada ser humano seguirá siendo en esencia un mundo
particular, un ente individual. También por lógica derivación
los potenciales genéticos, los coeficientes intelectuales, la
organización del cortex y neocortex por ejemplo, es distinta
bajo una base común entre los seres humanos.
Pero sigamos encaminando nuestras conjeturas, a que estos
testigos serán dos personas, que en su vivencia existencial
marcaran un punto de inflexión en la vida espiritual de la
humanidad y a la postre en la emotividad y psicología de los
hombres. Estos dos testigos reencarnarán el principio básico
de regeneración para poder constituir una creación, para
marcar una transformación necesaria para que con
posterioridad resurja más luz. Estos dos testigos
representarían dentro del mundo judío y cristiano, a dos
espíritus de vital importancia como fueron Elías y Henóc
(como nos apuntan también los estudiosos exegetas Adams y
Botecilli). O para lo que representaría al pueblo musulmán los
ángeles de la muerte, de la regeneración, Monkir y Naker. O
quizás lo que para los pueblos de oriente, para induistas y
budistas representaría una doble encarnación del Dios Shiva.
Estás dos figuras espirituales, tendrían una configuración
encaminada a purificar y filtrar la conciencia humana,
estableciendo unas bases para el emerger material de una
profunda espiritualidad. Será en definitiva una especie de
anunciación de un tiempo de plena renovación y al mismo
tiempo de nebulosidad, de una nueva valoración de todos los
conceptos. Pero esto también traerá consigo una gran
clarificación a la conciencia.
En su "andar" desprendido y natural, enérgico y envolvente,
nos mostraran pautas y significados del "poder contener en un
cántaro (el ser humano), el agua cósmica (esencia Divina)
para su utilización en una primordial y fecunda
concienciación". Algo que de mano del arte astrológico, nos
reseñaría la más pura esencia del signo de Acuario. Estos dos
testigos nos anunciaran "a aquel que nadara como pez en el
agua" que nos dará su sabiduría y su vivencia para que así "el
hombre porte y derrame el cántaro con el agua". Como tal
vez, también el más puro de los conceptos de Piscis nos
indicaría, una total fluidez y disolución en el espíritu de la
sabiduría.
Estos dos testigos reunirán en su personalidad los
componentes que anteriormente habíamos citado, para
aquellas personas que de alguna forma serán como
"protagonistas", en el nuevo proceso evolutivo de la
humanidad. Tendrán las cualidades de ser visionarios
abstractos, de tener una voluntad integradora, de ser
organizadores y galvanizadores en las bases de la conciencia
colectiva. Ellos estimularían a que nosotros mismos, echemos
"freno” a nuestra acelerada conciencia, observemos y
limpiemos nuestras emociones y pensamientos. Un principio
de esta regeneración seria como "volver a crearnos" y
procesar calmadamente nuestras vivencias, sentimientos y
pensamientos. Ya no sólo aquellos que radican de nuestro
instinto, sino también los que son vertiginosamente
conducidos y maniatados por nuestro frenético vivir cotidiano
de forma consciente. No se trataría simplemente de
reflexionar y observar desde nuestro punto de vista individual,
el egoico, sino de expandir nuestra persona hacia el exterior,
para calibrar la que realmente es la esencia, nuestras propias
virtudes y potencialidades. Será como un intento de parar esta
loca carrera, en la cual se ha convertido nuestro sobrevivir,
para poder coger el timón y el control, de forma global, de
nuestra esencia y destino. Esto por medio de la voluntad se
realizara indudablemente, con las dos herramientas básicas, el
amor y la libertad.
En su planteamiento y expansión de una conciencia colectiva,
nos estimularan a ser conscientes, ser responsables y que no
perfectos, pero viviendo esta vida más plenamente en todos
los sentidos. Que después de culminar la empresa de ser
dueños de nosotros mismos, observemos, controlemos y
transformemos las masas de conciencia existentes en el
cuerpo de la humanidad.
Como explicamos en capítulos anteriores, el ego del hombre
vive y percibe de su exterior, siendo una capa protectora de la
entidad individual, pero a su vez esta capa es permeable. Si
recordamos ligeramente la "composición mental global" de la
humanidad o preconciencia colectiva, que se alimenta de su
inconsciente colectivo donde lógicamente existen las dos
polaridades positiva y negativa. Podemos observar que existe
una "capa mental común", en la cual todos nuestros instintos,
emociones y pensamientos la nutren, fluyendo en esa masa
tanto la negatividad como la positividad. El estimulo de estos
dos testigos y después de reencontrar la esencia, de ser dueños
en intención de nosotros mismos, será la toma de conciencia
real de esa "masa mental común" por todos los hombres,
potenciarla y transformarla hasta comenzar a estructurar una
conciencia colectiva.
Sabemos que estamos continuamente arrastrados por
diferentes condicionamientos. En nuestra psiquis fluyen tanto
pensamientos internos como externos, conscientes como
subconscientes que son enlazados y propulsados por los
sentimientos, y que influencian nuestras conductas. Con gran
peso el ser humano se ve envuelta por la parte negativa de la
masa común mental, como también sucede con la dualidad
positiva. Pero ambas no poseen un grado de evolución
equilibrada, no cumpliendo la función regeneradora y
constructiva plenamente. Esta "masa mental" está muy
extremizada careciendo de un camino profundo y armónico,
constituyendo barreras tanto individuales como colectivas en
el ser humano.
Estos dos testigos serán principalmente dos personas, que han
encontrado la simpleza y la pureza de su interior, revalorando
y filtrando toda el conocimiento acumulado por la humanidad,
recobrando esa esencia más limpia y cristalina de todas las
religiones, doctrinas y filosofías, que es la espiritualidad. El
nacimiento de su ministerio en realidad no se detalla, pero lo
que se manifiesta es la transcendencia de su vida a la ciudad
santa, a Jerusalén. Es bastante lógico pensar que estos dos
testigos, si realmente serán dos personas, como de igual forma
seria si estos dos testigos representaran los principios
abstractos de amor y libertad, transcenderán a toda la sociedad
y en particular a la ciudad madre de muchas doctrinas. El
mensaje de estos dos testigos influirá, desde las diferentes
ramas del cristianismo como a otras doctrinas religiosas, así
como a pensadores existencialistas, agnósticos y ateos. Dado
que el mensaje que se transmite no tiene un carácter que se
relacioné con un dogma en sí, sino que indica claramente el
camino que conduce a lo mas fundamental del ser humano, la
espiritualidad.
El texto nos hace una ligera descripción de estos dos testigos.
Nos indica que van vestidos a "saco" y esto nos indica el
carácter de humildad, que portarán estos dos testigos. Una
humildad interna capaz de transformar muchas funciones
internas de las personas, de sus mentes guiadas por la
conducta materialista.
La siguiente descripción dice que son "dos olivos y candeleros
del señor de la tierra". Implicándonos a que estás dos
personalidades tendrían toda la sabiduría e iluminación del
propio mensaje cristico, para realizar su ministerio. El olivo
les daría por así decirlo, su sabía, su sabiduría perenne. El
candelero mientras nos haría referencia a ese estado especial
de gracia y transmisión, que es la iluminación.
Luego Juan nos dice que de "sus bocas saldrá fuego". Esta
frase nos indica que su alma, su interior actuará con la
palabra, impregnando a aquellas personas que tendrán
contacto con ellos, expresando toda la esencia y mensaje del
espíritu de la verdad. Una de sus principales funciones quizás
sea sensibilizar en lo más profundo del ser humano, con su
impulso y vivencia interior, expresando aquella autentica
realidad que encierra nuestro devenir y lo inmutable, la
Divinidad. Por lo tanto es muy presumible que tendrán una
clara disposición a manifestar la verdad más pura de las cosas.
También nos indica que poseerán "el poder para cerrar el
cielo, para que la lluvia no caiga en los días de su ministerio
profético y tienen poder sobre las aguas para tornarlas en
sangre y para herir la tierra con todo genero de plagas".
Deberíamos entender que el poder del que habla el texto, en
una máxima expresión y extensión, el poder absoluto es
inalcanzable para cualquier hombre, simplemente se intuye o
se siente. El dominio que proyecta ese poder es igualmente
imposible.
Posiblemente se puede proyectarse una concordancia o
alineamiento con este poder, poniendo en sintonía el interior
y el psiquismo, con el poder Divino, con esa supraconciencia
cósmica, estableciendo un fenómeno sobrenatural. Esta
esencia cósmica nos conduce por el sendero evolutivo y según
nuestra voluntad, el designio del azar o providencia (como se
le quiera definir) se produce un resultante de acción.
Me gustaría hacer una separación, que a mi entender es
evidente, entre lo que seria un fenómeno paranormal y un
fenómeno sobrenatural. El fenómeno paranormal aunque
inusual, seria dentro de la potencialidad del psiquismo en
cierta medida lógico, siendo una acción de nuestra mente que
por unas determinadas focalizaciones cerebrales y una
absorción de energías externas al hombre, producen un
fenómeno.
El fenómeno se produce desde el interior hacia el exterior. En
cambio el fenómeno sobrenatural nos estimularía a pensar que
se produce como una fase de esa supraconciencia, un paso
evolutivo que debe producirse y toma una conciencia
individual, el hombre, para su concrección. Es un fenómeno
que procede del exterior del hombre y toma substancia del
interior de éste para realizar una acción.
Parece ser que los dos testigos con esta conexión con el poder
cósmico, podrían desvelar y posicionar los hechos que
transcurran en el futuro. También podría extraerse del texto,
una hipotética influencia, quizás mejor expresado una sintonía
esencial con la naturaleza. Pero sigamos buscando el carácter
simbólico de estas facultades expuestas.
La acción que se nos presenta por mediación de los dos
testigos, en el cielo y sobre la tierra, nos podría encaminar a
una obstaculización y no precipitación del entendimiento y
del sentimiento del ser humano. Este entendimiento que
proviene de la supraconciencia se encapotará, se cerrara el
cielo y el caudal de vida que se desprende de él. El deseo y
sentimiento no se precipitara como lluvia sobre la conciencia
humana, según el texto por designio de la Divinidad y por
voluntad de los dos testigos. Esta circunstancia nos puede
traer confusión debido a que estos dos testigos, vienen a
abrirnos y regenerarnos tanto nuestros corazones como las
mentes, rasurando lo superficial y limando las tendencias
egoicas. Pero teniendo presente el dicho "que después de la
tormenta viene la calma", observemos la acción de estos dos
testigos y la citada crisis en la ciudad santa.
Esta presencia se establece en una época que hemos ido
desgranando en los capítulos anteriores y que lo relacionamos,
con una especie de encapotamiento del entendimiento y una
sequedad de la emotividad de los valores y virtudes
espirituales. Estos dos testigos que tiene la voluntad y
conciencia enfocada hacia los aspectos más elevados del ser
humano, repercutirá en una primera instancia en los seres
humanos bloqueándolos, haciendo que se entre en un período
de nebulosidad de la conciencia y de gran ofuscación de la
emotividad. Es decir, antes de regenerarse tiene que ocurrir
una crisis. Debe haber una total valoración, una
profundización en la conciencia y emotividad de los seres
humanos.
El tornar el agua en sangre, posiblemente nos indique más
aclaraciones sobre el periodo. En este periodo la negatividad
en varios aspectos y estados evolutivos estará extendida. La
voluntad de los dos testigos podría tornar estas aguas en
sangre, la impulsividad de éstos haría que la emotividad
predispuesta en los seres humanos se convirtieran en una
expresión del ramaje conceptual de la negatividad.
Nos denotaría la confrontación de las esencias presentadas por
los dos testigos en la masa mental común de los hombres,
produciendo un choque y dando una capacidad a los dos
testigos, de exaltar esa negatividad (como forma regenerativa
que no destructiva). Hecho y circunstancia muchas veces
necesaria por la forma de comportamiento de los hombres,
para que se produzca realmente una transformación.
Las plagas que se citan, que podrían mandar los dos testigos,
se podría bien encuadrar por un lado como las tribulaciones y
dificultades inherentes al mismo cambio y que lógicamente se
combinaría con la presencia de los testigos. Pero también la
referencia que se puede ver de estas plagas, seria esa facultad
que tendrían los testigos sobre los hechos y circunstancias del
devenir humano, en este período de transformación, donde las
situaciones y estados se cambiaran en muchos sentidos.
El mandar las plagas seria concretamente comunicar los
acontecimientos que irán sucediendo en el futuro. Algo que
para el consciente normal pasa desapercibido, pero para unas
mentes más receptivas e intuitivas, como simbolizarían las
psiquis de los dos testigos, sería por esté estado de gracia
especial, más corriente la fluctuación de las percepciones.
Luego Juan nos relata que transcurrido el tiempo marcado
para su ministerio, aparecerá " la bestia que sube del abismo"
y les hará la guerra y los matara. Sobre la posible
significación de la bestia, y dejando sentado que no simboliza
la misma figura o condicionante que el rey del abismo que
habíamos visto anteriormente, por la propia correlación del
texto del Apocalipsis. Esta bestia se relaciona con un período
de profundo materialismo, donde la vivencia humana está
muy condicionada. Pero la definición de la bestia la
observaremos más adelante. El fin de los dos testigos se sitúa
en una ciudad que "espiritualmente se llama Sodoma y Egipto,
donde su señor fue crucificado". Obviamente esta descripción
nos situaría en la ciudad de Jerusalén. Juan nos relata que
yacerán en la plaza de la ciudad, durante tres días y medio, sin
estar puestos en el sepulcro. Serán contemplados por los
regentes de todos los países, tribus y razas, con gran regocijo
por su muerte. Pero pasados estos tres días y medio, Juan nos
dice "que un espíritu de vida se apoderará de ellos, haciendo
que se levanten sobre sus propios pies".
Aquí podríamos trazar una similitud de muerte y resurrección
entre los dos testigos y su señor. Realmente sobre esta parte y
a mi entender, es muy difícil de definir, aunque el final de
estos dos testigos parece evidente. Quizás esa supraconcíencia
cósmica, la Divinidad, la providencia nos deparé hechos en el
devenir, que no podamos desentrañar y veamos manifestarse
circunstancias inexplicables. Pero buscando una explicación
más convencional, podríamos entender estos hechos como el
final físico de estás dos personalidades que no psíquico, y
después de estar en tres días y medio "su pensamiento, su
mensaje" en silencio, resurgirá con gran fuerza lo cual
producirá un gran terremoto como nos expresa el texto. La
culminación del periodo de transformación, el punto
irreversible donde se producirán substanciales cambios. Esta
explicación extendida a los dos testigos como conceptos en
vez de personas, quedaría de similar forma, siendo estos
conceptos mutilados por alguna circunstancia concreta y
negativa, pero que luego surgirían de nuevo con mucha más
fuerza. El terremoto producido en la ciudad, nos indica la fase
donde comienza la resolución de la transformación, tal vez en
conexión con el terremoto que habíamos visto en el quinto
sello. Siendo quizás el primero como el comienzo de un
periodo de crisis y el segundo la finalización de ese periodo y
que daría comienzo, a la concretización de esa transformación
de carácter espiritual y que influirá en todos los aspectos del
hombre.
Esta parte del Apocalipsis finaliza con el párrafo titulado "el
reino de Dios", donde el séptimo ángel toca la última
trompeta. Claramente nos habla del período que se abre,
donde esta transformación actuara en la masa mental común
humana, produciendo un cambio cualitativo y cuantitativo en
la vida de los seres humanos. Algo que el propio texto nos
señala como una época, que se define como "el tiempo de los
muertos y de dar recompensa a los siervos de los profetas".
CAPITULO VIII
En el presente capitulo vamos a desarrollar una de las partes,
que tiene una vital importancia en el Apocalipsis. Esta cuarta
parte del escrito se titula "la encarnación del hijo de Dios y las
encarnaciones del dragón". Esta parte comienza con las típicas
descripciones que por un lado centran la atención y por otra
parte confiere gran relieve a los acontecimientos que
seguidamente se exponen. Relámpagos, voces y rayos, son los
atributos metafóricos que nos anuncian hechos de gran
relevancia.
El primer párrafo se titula "el mesías y el dragón". La
narración comienza hablándonos de que "apareció en el cielo
una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna
debajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce
estrellas". En primer termino esta metáfora nos habla de la
humanidad en general y en particular, de aquella parte de
nuestras vidas donde se transmite y se siente de alguna forma,
esa esencia que proviene del cielo. Esta esencia cósmica que
convive en nuestros interiores, que cada ser lleva consigo
mismo y que a lo largo de la vida, aflora en determinadas
circunstancias, emergiendo en forma de voluntad, fe o
imaginación, o tal vez con las tres formas a la vez.
Desgranando las imágenes que aparecen en la frase, podemos
dar interpretación de la siguiente manera. La mujer que
aparece equivaldría a esa humanidad en concreto, a la persona
con su cuerpo y su mente. La mujer nos indica el receptáculo
que representa el hombre para la esencia de la totalidad. Pero
añadiéndole el matiz de que esta mujer nos remite, a los
conceptos de sensibilidad e inteligencia. El sol que la
envuelve, nos representa esa esencia de la totalidad
primigenia, que se enraiza en el ser humano como una
voluntad creadora. Esta voluntad descansa y se posa en
nuestro inconsciente colectivo, estando así de esta forma en
cada inconsciente de cada persona, siendo la forma de
reencontrarse con ella, tal vez por la vía de la sensibilidad y la
sabiduría oculta, pero que se revela de forma simple y
transparente. Esta vía nos viene indica porque esta mujer,
tiene sobre sus pies a la luna. La representación de las doce
estrellas que forman una corona, nos hablaría de la expansión
de la humanidad, teniendo una coronación por tener el ser
humano una condición esencial de esa supraconciencia
cósmica, y así plasmándose en el sentido material. La
referencia a las doce estrellas es una clara alusión a las doce
tribus de Israel y por extensión lógica, nos representa a toda la
humanidad.
El relato nos detalla que la mujer "estando en cinta, grita con
dolores de parto y las ansias de parir". Esta frase bien podría
conducirnos, a un sentimiento e impulso siempre latente en la
humanidad que proviene de sus "entrañas", de su interior.
Un sentimiento que involucra al ser humano a una
idealización de las virtudes espirituales, que lucha por
emerger hacia el exterior y materializarse en nuestro mundo
concreto. La mujer, la humanidad anhela que se produzca,
quiere parir y tiene ansias para que aflore esta parte del
psiquismo de la humanidad, de que nazca ese fruto que nos
dejo la semilla cristica, al igual que otras semillas de similar
significación las cuales dejaron otros místicos. Este parto dará
un ser humano, que para determinados estudiosos de la
tradición esotérica, vibrara más acorde con su interior y con la
totalidad, este nacimiento hará que el hombre tal como lo
conocemos en los últimos milenios, el homo sapiens sapiens,
se transforme en lo que seria el homo sapiens cosmicus. Este
hombre tendrá una concepción distinta de si mismo y de su
entorno, o tal vez dejara que aflore su sensibilidad y sus
pensamientos que siempre en realidad han estado dentro de su
ser, germinando lo que nos enseñan los mensajes que
transmitieran Jesús y otros seres iluminados. Introduciéndose
en el sendero material de nuestras vidas los preceptos de amor
y libertad, de una manera más profunda. Será por así decirlo,
un nuevo camino dentro de nuestros ojos, será como volver a
ser niños en un escenario nuevo, pero que en realidad desde
siempre ha estado ahí.
Este párrafo seguidamente nos relata que "apareció en el cielo
otra señal, y vi un gran dragón de color de fuego, que tiene
siete cabezas y diez cuernos, y sobre las cabezas siete
coronas". En realidad el dragón y dentro de una significación
de vital importancia, tiene diferentes matices dependiendo
siempre de la cultura donde se desarrolla este arquetipo. Por
ejemplo en las culturas orientales, en especial la mitología
China, toman a la esencia del dragón como vínculo de la
sabiduría en el hombre. La residencia del dragón de hecho son
los aguas, que es de donde todo ser viviente procede. Las
aguas son principio y fin de todas las cosas de la tierra. De las
aguas y de lo inconsciente universal surge lo viviente, surge el
dragón que asimila la sabiduría intuitiva que le confiere las
aguas. La sabiduría intuitiva que nace de los sentimientos y
toman un carácter de conocimiento al albergarse en el dragón.
Otras culturas como la Azteca, Maya o Inca, tiene una
serpiente alada que corresponde al arquetipo del dragón
oriental.
Nuestra cultura occidental, constituida por la filosofía y
religión judeocristiana, también asocia al dragón con la
serpiente, pero dentro de una significación en la que el
conocimiento tiene una matización diferente. A la postre esta
concepción judeocristiana, es en realidad la que nos interesa,
lógicamente para la interpretación del texto. La serpiente
desde el principio de la Biblia tiene un carácter de
conocimiento, ya que por ejemplo en el génesis tenía su
morada y aparece por primera vez, en el árbol de la ciencia
del bien y del mal que había en el jardín del edén. Pero este
dragón que simboliza conocimiento, tiene una connotación
negativa y nos representa el concepto del mal. Pero realmente
y con una mayor proyección, también tiene una extensión
diferente a la que normalmente nos ha introducido nuestra
cultura, a lo largo de la historia. El concepto del mal según
nuestra tradición nos introduciría en términos como
destructividad y aniquilación. Pero también la cual sería su
más sublime y acertada explicación, que nos haría referencia
al egoísmo. Podríamos trazar una explicación más concreta
del dragón al simbolizar el conocimiento que adquirimos al
ser conscientes, por tener un ego concreto, pero que a la
postre hace que la personalidad sea egoica. Al tener esta
existencia egoísta hace que no se proyecten más ampliamente,
sino se tiene un equilibrio entre lo individual y lo grupal, los
preceptos que son básicos en la vida, de la unicidad, amor y
libertad. Lógicamente esta negatividad si tuviese la armonía
necesaria para estar progresada y compensada, junto con el
concepto de positividad conformando un todo. Sería
productiva en todos los niveles para el ser humano y
representaría el principio de regeneración que tanto hemos
reseñado.
Probablemente el dragón, esta negatividad en su substancia
principal nos simboliza el conocimiento concreto mientras que
la sabiduría en un plano intuitivo y abstracto, nos remitiría a la
positividad. Su conjunto compensado y equilibrado nos
indicarla una integración plena del psiquismo, de un ser
inteligente que conoce lo pequeño y lo grande, que es fuente
de lo microcosmos y de lo macrocosmos, que piensa y siente,
que conoce e intuye en la misma medida.
El dragón que nos cita Juan, nos dice que es de color del
fuego. El color del fuego por excelencia suele ser el rojo,
aunque siempre depende de la materia que combustione,
viéndose colores como el amarillo, verde o azul por ejemplo.
Pero quedémonos con la tonalidad roja ígnea del fuego. Como
habíamos visto antes el color rojo, nos habla de la dualidad
negativa, de sentimientos y pensamientos que los
relacionamos con la ira, la envidia o la soberbia. Pero los
aspectos que más se le acoplarían, serian los que nos hacen
referencia a un carácter impulsivo, enérgico, expandiéndose y
propagándose en una acción continua (lo cual nos
representaría el significado neutro del color).
El dragón como habíamos indicado representaría en síntesis al
egoísmo, a una energía que en realidad se expande por todo el
cosmos, teniendo un movimiento por así decirlo centrifugo.
Mientras que el amor, presumiblemente su antónimo por
antonomasia, tendría un movimiento centrípeto (no tomando
la cualidad amor donde la dualidad se presenta como amorodio,
sino como concepto). Esta energía habita en lo
macrocósmico, como en lo microcósmico, en el hombre
conociéndose como el ego. Esta energía encierra a la esencia
cósmica, nuestra esencia cristica, la cual hace que muchas
veces no se manifieste, impidiendo así la revolución espiral
del psiquismo en el ser humano.
Los niveles de evolución se desenvuelven dentro de un vaivén
de olas progresivas y regresivas, en dos formas principales
que recordamos de nuevo mínimamente. La estructura cíclica
y la estructura de revolución en espiral. El sendero que se
desarrolla con la envoltura cíclica nos conlleva a una
evolución, donde los puntos y circunstancias son semejantes e
incluso fijos. Las pautas que marcan este camino nos remiten
a una continua puesta en escena de repetidas circunstancias,
que varían solamente en el espacio y en el tiempo. No en su
significado, lo cual denota insignificantes diferencias en las
expresiones materiales, emotivas o psicológicas. Habrían
diferentes decorados, diferentes disfraces e incluso diversas
sensaciones y reacciones, pero su substancia y mensaje seria
siempre similar. A diferencia, la revolución en espiral es un
continuo movimiento evolutivo ascendente, donde el avance
es progresiva siempre con mayor o menor ritmo. No se
repetirían circunstancias, aunque los condicionantes
arquetípicos básicamente son los mismos.
Quizás viendo el conjunto de estas evoluciones, veríamos que
la estructura cíclica esta subyugada permanentemente al
estado de la materialidad. Mientras que la revolución espiral
sería innato de la psiquis y de lo espiritual.
Por citar unos ejemplos que podamos definir mejor estas
estructuras, la cíclica podríamos encontrarla en múltiples
situaciones de nuestra vida, siendo uno de estos ejemplos la
continua forma de resolver conflictos entre tendencias
extremas, con el uso de la violencia y tensión, como nos
demuestran la continua puesta en escena de conflictos entre
seres humanos. En cambio la estructura espiral, de más difícil
aplicación por nuestra inmadurez y siendo personajes como
Cristo o Buda sus mejores ejemplos, intentarían dentro de
estos conflictos tan extremos, una catarsis o bien una solución
donde esa diversidad exista pero cohesionada dentro de una
armonía, donde pueda haber un trasvase de conocimiento o
sentimiento. Algo que aparece en nuestras vidas como una
gran fuerza interior, la cual nos convulsiona y nos clarifica.
Pero volvamos al relato y a la definición que estábamos
dándole al dragón. Esta energía egoica que nos simboliza el
dragón, hace que nuestra conducta se maneje por la
inteligencia concreta, prevaleciendo lo que es instintivo.
Este dragón nos frecuenta barreras separándonos de la
globalidad, del sentido de unicidad. El dragón a pesar de
conferirnos conocimiento, nos hace desunirnos con nuestro
entorno, envolviéndonos en un mar de turbulencias y de un
sentimiento más regido por lo instintivo, estando muchas
veces en la más pura ignorancia espiritual.
El dragón nos dice Juan que posee diez cuernos, que serian
por así decirlo sus defensas y móviles para desenvolverse en
la vida y por ende en el ser humano. Al igual que hicimos en
un capitulo anterior, en la descripción del cordero en concreto,
estos cuernos también representarían "unas característicasatributos
"con los cuales poder manifestarse, pero lógicamente
con la polaridad contraria al cordero.
A saber, estos cuernos bien podrían representar: envidia, ira,
celos, soberbia, incomprensión, apatía, avaricia, lujuria,
falsedad y miedo. Obviamente estás interpretaciones, son
calibraciones que pueden variar, los atributos pueden ser
otros, aunque mi subjetividad a optado por estos. Lo que es
seguro es que estos cuernos, nos vierten en un camino de
egoísmo, ignorancia y confusión, predominando en la
generalidad como en nuestras propias vidas individuales.
También el dragón posee siete cabezas que están coronadas,
que más bien nos remite a poderes, a los medios donde se
puede desenvolver la voluntad del dragón. Lógicamente el
autor material seria el hombre, fluctuando en estos medios y
estando impulsadas por el dragón.
La cabeza para el conocimiento gnóstico es la luz astral.
También nos indicaría según el arte medieval a la mente. Para
grandes pensadores y sabios de la historia, la cabeza la
relacionan con la esfera, cuyo símbolo de la totalidad es lo
desconocido en si mismo, el inconsciente de la totalidad.
Estos poderes-medios donde se desarrolla su esencia, vienen
bien explicados por la tradición ocultista, que nos indica que
todas las cosas, así como el conjunto, se desenvuelven en siete
campos de acción. Estos medios o campos comienzan en un
camino que nace de la nebulosidad, desde el campo etérico, de
la "prefabrica", que por poner un ejemplo serian las ideas en
un estado no pulido, aún en un entorno totalmente abstracto y
difuso. Este camino iría pasando por diferentes fases o
campos, hasta llegar al camino intermedio o cuarto campo que
es la materialidad, la concreción y la forma definitiva. El final
de este camino, el último campo sería la vertiente espiritual, el
sentido y contenido puro, por ejemplo de una idea. Esto nos
haría referencia a los medios donde se desenvuelven las
formas de expresión y conducta del hombre, ya sean
materiales, instintivas, mentales, emocionales, e.t.c.
Lo que voy a desarrollar ahora, debemos interpretarlo bien y
no deducir concepciones que no resultarían nada beneficiosas.
Me gustaría referirme a lo que creo que podría denominarse
dentro del campo material, las siete cabezas. Estas siete
cabezas o poderes, medios del campo material, lo podemos
ver en la sociedad, de nuestro hoy en día. Pero en realidad la
esencia que se desprende del dragón, de la negatividad, no
indica a la sociedad en si. Ni a sistemas que existen y han
existido como seria la república y la monarquía, el
comunismo o el capitalismo. En realidad en estas sociedades y
sistemas, se verían mediatizadas por esta energía esencial. En
realidad nos haría referencia a una vida negativizada, la
sociedad impregnada por esa esencia egoica, a todos los
niveles por el materialismo.
Tomando esta explicación y viendo el balance histórico, como
más adelante desarrollaremos, encajaría bien dentro de los
detalles que expondremos y en los medios donde actúa el
dragón. Es probable que el paralelismo en la comparación,
aumente en intensidad y en claridad, con la descripción de la
bestia. Pero este desarrollo lo estableceremos más adelante y
sigamos en el hilo del texto.
Esta representación de las cabezas del campo material, en la
vida de los seres humanos y su sociedad, es la dinámica
existente desde hace unos siglos, aunque su configuración ha
estado establecida de alguna forma desde siempre, como
medios de expresión del hombre tanto a nivel individual como
social. Estos medios bien podrían ser: religioso, ejecutivo,
judicial, legislativo, económico, cultural y militar.
Debemos tener presente y ser lo suficientemente juiciosos
dentro de estos valores, de que estos poderes-medios o
campos de acción, se desarrollan tanto con positividad como
con negatividad. Sabemos que la humanidad va más bien por
un sendero cíclico, pero que el computo evolutivo va
encerrado por la cualidad psíquica, en una clave de progreso
espiral a pesar del predominio cíclico en nuestra existencia,
donde las conciencias siguen una creciente evolución hacia un
equilibrio armónico.
Tenemos que dejar presente que la Deidad, el cosmos, posee
una supraconciencia que transciende a nuestro entendimiento
consciente y a la forma de proceder cada individualidad
cósmica. Aunque ésta sea fundamento y destino de cada una
de estas individualidades. Debemos tener presente en nuestra
visión y comprensión, que en el océano de la vida cósmica
siempre se desarrolla en una danza entre dos polaridades.
Estas polaridades cósmicas fluctúan en un continuo
movimiento y posee como una "conciencia propia". En el
campo más superior o espiritual, nos indicaría un sentido de
los arquetipos inconscientes positivos y otro de formación
arquetípica negativa.
Así en el campo mental constituiría idealizaciones y
significados, positivos y negativos igualmente, ya sea un
campo mental abstracto o concreto. Tal vez el campo material
seria como "un campo de batalla" de estos sentidos e
idealizaciones, en los cuales se estructuran sus propias
defensas o "cuernos".
Al prestar atención sobre lo que nos induce a pensar que es un
medio o un poder como denota la cabeza del dragón. Sabemos
que los medios sirven de alguna forma para dar continuidad a
la vida, ya sea con un avance evolutivo o involutivo, y esto
dependerá de que la balanza de esa época o circunstancia. De
que ese "presente", tenga un carácter predominante positivo o
negativo, ya que esta dualidad siempre está en movimiento.
Un ejemplo sencillo pienso que sería el fuego, un utensilio
vital para el hombre y que fue un revulsivo para el hombre
primitivo, para dar un importante paso en su evolución. Su
uso depende de la "conciencia del instante o del proceso", que
hace comportarse o construir según unas pautas. Los cuernos
nos indiciaria como expresamos ese utensilio, el fuego. Y las
cabezas, el lugar donde expresamos este mismo utensilio.
Antes de seguir con el texto me gustaría reseñar, conceptos
que extraídos del arte de la numerología, nos podrían aportar
alguna nueva valoración de las siete cabezas y los diez
cuernos. El dragón posee diez cuernos. El diez es un numero
complejo, compuesto de dos dígitos, que nos representa la
perfección o la creación realmente finalizada.
Un ejemplo claro seria los diez Sefirot de la tradición
cabalística Hebrea, que describen teosóficamente la vida
interior de la Divinidad. El décimo sefirot se le conoce con el
nombre de Malkut, que quiere decir en Hebreo "reino".
Descomponiendo el numero diez, obtendríamos el cero y el
uno. El dígito cero nos indicaría a la energía sin forma ni
significado, en un estado latente y prematuro. El dígito
numero uno, nos representa a la energía primordial, pero
teniendo ya una forma y composición, desencadenando por
medio de la "voluntad" la constructividad o la destructividad.
Como hemos visto y dentro de la simbología del dragón, el
numero uno representaría al egoísmo como fuerza singular,
como energía centrifuga, que por medio de la inteligencia es
capaz de emprender una acción creadora o destructiva. Las
cabezas se componen del numero siete, que es un símbolo
mágico, de establecimiento de leyes y pautas. El numero siete
representa el conocimiento de la diversidad, de los medios que
componen lo ínfimo y lo eterno. Debido a esta diversidad,
pensemos que las siete cabezas, dentro de una visión del
campo material, nos remitirían a esas leyes que concentran a
los medios o poderes. Tenemos que tener presente que las
leyes, sirven para establecer una expresión, conducta o acción,
y que sea justa o injusta, positiva o negativa depende de la
voluntad, de la conciencia, en definitiva de nuestra
intencionalidad.
Seguidamente Juan nos habla que el dragón "con su cola
arrastro la tercera parte de los astros del cielo y los arrojo a la
tierra". Esta esencia egoica que se nos representa como la
energía del dragón, nos dice que su espíritu tiene un origen
cósmico. De por si la energía del dragón nos introduciría en la
dualidad negativa primaria, que junto con la polaridad
positiva primaria, compondría ese océano cósmico. Lo cual
explicaríamos así que el dragón pueda arrastrar a las estrellas.
Esta dualidad que la vemos a un nivel físico, como por
ejemplo serían a la concepción subatómica la interacción entre
las partículas y las antipartículas. A un nivel energético con el
electromagnetismo tanto positivo como negativo. Nos
aparecería en esa supraconciencia cósmica, en la cual la
dualidad se nos presenta a un nivel psíquico, siendo la
negatividad esa esencia egoica y la positividad la esencia
espiritual. Esta esencia egoica hace que se manifieste
plenamente en la humanidad, en nuestras vidas, debido a que
con su cola arrastra las estrellas a la tierra. Esta esencia egoica
que proviene de la supraconciencia, subyugaría a la esencia
espiritual encerrándola, el ego humano encierra a su interior,
convirtiéndose así en el predominio del psiquismo humano y
creando una conciencia egoica principalmente. El numero de
la tercera parte, nos vuelve a remitir una cantidad
indeterminada pero importante como sucede a lo largo del
Apocalipsis. Pero si observamos esta esencia egoica, que
transmitiría sobre la tierra, sobre la humanidad, un gran
cantidad de energía negativa, ya que con su cola recoge a la
tercera parte de las estrellas. Una cantidad indeterminada
como hemos comentado, pero que nos induce a ver con más
claridad ese predominio de la esencia egoica en la humanidad.
El texto nos cita "que se paro el dragón delante de la mujer,
que estaba a punto de parir, para tragarse a su hijo en cuanto
pariese. Parió un varón que ha de apacentar a todas las
naciones con vara de hierro, pero el hijo fue arrebatado a Dios
y a su trono ".
En este extracto del párrafo, nos habla de que la negatividad,
la esencia egoica predomina en la materia con una mayor
profundidad y claridad, influenciando desde los comienzos del
ser humano en la etapa evolutiva del hombre. Recordemos
que para muchos estudiosos esotéricos, la negatividad y el ego
son inherentes a la materialidad. Mientras que la energía y lo
interior nos remite a la fuerza espiritual. Pensemos que el
camino que nos conduce al justo equilibrio material, mental y
espiritual, parte desde la nebulosidad y la ignorancia en
cualquier circunstancia de nuestras fases existenciales.
Siempre en cualquier concepción de la conciencia, se nace
desde las "profundas tinieblas" y durante su desarrollo se va
clareando, por destellos de luz que en un incesante baile dual,
entre la luz y la obscuridad, se va llegando a un punto de
compensación plena, entrando en un psiquismo de estructura
espiral.
Por esto la metáfora del texto nos anuncia que el hijo varón es
arrebatado. El hijo varón nos representa, a esa voluntad del
hombre conducida por la esencia espiritual que nace de la
propia humanidad, de la mujer. Pero como entendemos esta
voluntad, queda estancada por la mayor presencia e influencia
del dragón. La esencia egoica tiene un mayor establecimiento
en la conciencia humana que esa voluntad de la esencia
espiritual.
Terminando el párrafo nos dice que "la mujer huyo al
desierto, en donde tenia un lugar preparado por Dios, para que
allí la alimentase durante mil doscientos sesenta días". Esto
podríamos interpretarlo como que la supraconciencia y por
ende la conciencia humana que realmente busca esa esencia
espiritual, desea recoger esos frutos y recuperar esa voluntad
que simboliza el varón, en un futuro. Mientras, esa voluntad
permanece en el desierto de nuestro inconsciente colectivo,
esperando el momento para emerger definitivamente a las
conciencias y siendo alimentada mientras, por diferentes
circunstancias y condicionamientos.
Vemos aquí una cifra, que coincide con el tiempo en el cual
los dos testigos realizarán su ministerio. Estos mil doscientos
sesenta días, nos remitirían probablemente a un tiempo
indeterminado. No desprendo la posibilidad como había
citado antes, de que estos dos testigos realmente sean dos
personas, por los factores que anteriormente he expuesto. Pero
esta coincidencia de tiempo, creo que se realizaría una mejor
exposición observando a los dos testigos como esos dos
preceptos, que son el amor y la libertad. Los cuales mientras
la mujer que se refugia en el desierto, la sustentarían con esas
circunstancias y condicionamientos, alimentando a la
conciencia humana, no perdiendo la intensidad y referencia
de la voluntad de la esencia espiritual.
El siguiente párrafo se encabeza con el titulo de "la batalla en
el cielo". Aquí se nos cita la batalla del arcángel Miguel como
jefe de los ejércitos celestiales que lucha contra la antigua
serpiente o satanás. El arcángel Miguel correspondería a la
virtud de la justicia y el equilibrio, a la voluntad de la Deidad.
Aquí podemos observar más claramente ese choque de fuerzas
entre el bien y el mal, entre la esencia espiritual y la esencia
egoica, como habíamos expresado antes. El texto nos
evidencia que el arcángel Miguel, se establece en los cielos,
siendo su esencia más vibrante y pura, perteneciendo a las
capas de conciencia más elevada. En cambio la polaridad
negativa, la serpiente, dragón o satanás es desplazado a la
tierra, al mundo de la materialidad y a las capas de conciencia
más instintivas. Como habíamos visto esta pugna es pieza
imprescindible para la evolución, la luz se va abriendo camino
entre las tinieblas, hasta alcanzar un estado de equilibrio. De
ello sacamos la lógica conclusión de que al final, se nos
anuncie ya la victoria de Dios, de la sangre y esencia del
cordero.
Pero esta parte del Apocalipsis, podemos exponerla desde un
punto más material, más concreto, observando la historia de la
humanidad desde los albores de su nacimiento, hasta una
fecha de la modernidad. Pero vamos a desgranarlo
sencillamente, pero lo más preciso posible en detalles, que
podamos. La humanidad ha ido desarrollándose poco a poco
tanto a un nivel material como psíquico. Existieron
civilizaciones antes del nacimiento de Cristo, con un
avanzado desarrollo social e incluso técnico.
Como nos representarían las civilizaciones Induaria, Preinca,
Sumeria o Egipcia, Pero el dominio y el poder, el
conocimiento y el bienestar, estaba destinado a una ínfima
minoría, debido a un lastre histórico, a una herencia social que
mermaba el avance evolutivo global, como fue la esclavitud.
Esto repercutía a que tanto la conciencia como la cultura no
tuviera un progreso equitativo y equilibrado en su conjunto,
dando como resultante un civilización con profundos
obstáculos y que realiza un diezmado crecimiento.
Podemos observar que al igual que la civilización occidental,
tuvo primero en realidad una cuna ideológica que formo su
identidad y un posterior período de incubación, hasta
solidificarse en la edad moderna. Probablemente las
civilizaciones antiguas como la Egipcia o la Sumeria, tuvieron
una cuna e incubación, que se enraizaría en milenios
anteriores. El desarrollo tan acelerado de nuestra cultura
occidental en estos últimos siglos, puede tener una
correspondencia con la primera expansión de estas antiguas
civilizaciones. Por poner un ejemplo, me parece al menos
bastante misterioso, que las primeras construcciones Egipcias
que corresponden a las primeras dinastías, son con mucho más
grandiosas y sobre todo perfectas, que las que por ejemplo se
constituyeron entre las dinastías XVIII y la XXI, donde
Egipto tuvo un periodo evidentemente de esplendor.
Esta hipotética exposición y similitud entre la cuna de la
civilización de la cultura occidental que fue Grecia y Roma,
aunque en realidad pueblos Arios y Eslavos, como serían los
misteriosos Celtas, de alguna forma tomaron parte en este
proceso. Junto con el periodo que llamamos de incubación,
que se extendió desde los últimos años del imperio romano
hasta el renacimiento. Tendrían una correspondencia posible
con un periodo, tal vez milenios antes de que se establecieran
culturas como la Egipcia o Sumeria, que se cifra entre el tres
mil y el tres mil quinientos antes de Cristo. En el libro titulado
"La rebelión de los brujos" de L Pauweis y J.Bergier, se nos
cita una cultura que se estableció en la media luna fértil del
neolítico, al sur de Turquía, conocida como Çatal huyuk. Esta
civilización se componía de unas doce ciudades principales,
como expuso el profesor Mellaart y que estimaba con una
antigüedad entre siete y seis mil años antes de Cristo. Esto
basado en estudios históricos y arqueológicos, nos darían una
luz a esa posible cuna de las posteriores civilizaciones, como
habíamos comentado. Y esto sin hacer hincapié, en lo que la
mitología antigua como la Cretense o la Griega, nos indicaba
sobre la existencia de la Atlántida. En otras culturas del
pacifico sobre el continente de Mu. O en los países nórdicos
con la mítica Hipérbola. Parece ser probable que el hombre
tuvo una primera e importante civilización o civilizaciones,
milenios antes de lo que conocemos en historia como "las
primeras civilizaciones". Varios especialistas convergen al ver
que los albores y comienzos de estas civilizaciones, su
lenguaje y escritura básicamente ideográfica e ideolingüística,
tuvieran una base común. Como nos citan algunos
estudiosos, al observar similitudes en las escrituras, de
pueblos tan distantes como son los mayas, los cretenses o los
habitantes de la isla de pascua. Tal vez algo parecido a lo que
el antiguo testamento, nos relata en el escrito que nos habla de
la torre de Babel, monumento que para algunos historiadores
seria un famoso zigurat de la cultura Sumeria.
Con posterioridad, el imperio romano fue el comienzo de una
debacle ideológica en occidente. Este vasto imperio se podría
interpretar como una secuencia de la cultura Griega y sin
menospreciar las reformas morales y sociales que
establecieron, como la aportación realizada en la cultura y el
arte. Pero en realidad y a mi opinión profana, la civilización
como componente ideológico tuvo en occidente, una
decadencia cuando Grecia entro en debacle, a pesar de
reconocer la suma importancia de Roma para nuestro mundo
occidental. Cuando tuvo su caída el imperio romano en el
siglo V después de Cristo, occidente y parte de oriente, lo que
seria el imperio bizantino. Vivió una época donde el progreso
tenía un tono vital más lento, y su conciencia global entro en
estado letárgico, quedando ese conocimiento perenne
"desterrado". Este periodo que denomino como de
obscurantismo de la cultura, la ciencia y la conciencia,
perduró hasta la llegada del renacimiento, sobre el siglo XV.
Este movimiento del renacimiento fue motor para volver a
revolucionar al ser humano y su sociedad. Fue un renacer del
pensamiento y la búsqueda del conocimiento por el mismo
hombre. Durante esta época de obscurantismo en occidente,
en otros lares del planeta, civilizaciones que recordaban, que
se asimilaban a las antiguas civilizaciones, tuvieron momentos
de desarrollo y esplendor. En Asia, en el próximo oriente y
quizás siendo como una continuadora de la cultura persa, pero
tomando como dogma de fe al Islamismo, nació el imperio de
Mahoma. Desde el extremo oriente hasta países de África se
extendió la cultura musulmana, llegando incluso a adentrarse
en Europa y tomando en su mayoría a la península Ibérica,
que paso a formar parte de sus reinos. También en el extremo
oriente la cultura China, creó siguiendo sus propias raíces un
gran imperio. Los pueblos Induarios, mostraron su arte y
cultura, entrelazándose con períodos de dominación
musulmana. En América los pueblos Mayas, Incas o Aztecas
desarrollaron espléndidas civilizaciones. Pero estas
civilizaciones siguieron un rumbo similar a las que habían
emergido anteriormente, en el valle del Nilo o las que
abrazaron los ríos Eufrates y Tigris.
Pero la nueva obertura de conciencia en occidente, la cual
abanderaba una culturización y una perspectiva diferente del
mundo de manos de la ciencia. Hizo que el bienestar material
y el progreso, tocaran su sonata en los países del orbe
europeo, para posteriormente colonizar el resto del mundo. En
este periodo de conquista del mundo, los países europeos
implantaron su cultura y religión, en la mayoría de los casos
de forma impositiva, estableciendo a la fuerza su voluntad.
En esta época se dio, un más que anunciado y previsible
resquebrajamiento del hasta entonces único cristianismo en
occidente, la visión católica romana, estableciéndose
diferentes religiones protestantes, sobre todo en la Europa
central y del norte. Los estados europeos eran totalmente
monárquicos, rigiéndose de una forma totalitaria. Pero en esta
época de crecimiento, los pensadores, los filósofos y los
científicos, junto con la importancia que iba sumando la
burguesía, dio paso a un importante periodo de ilustración y
de apertura al conocimiento. Este periodo fue de mayor
profundización en la conciencia y de libertad al mismo
tiempo, extendiéndose a un mayor numero de personas, que
encabezo la susodicha clase media o burguesa.
Creo que ha está época la podríamos ver como el momento
donde ocurrió la "germinación de la semilla" de esa
conciencia cristica, para traslucirse en unos niveles bajos pero
básicos. Pero tomemos esto con cautela, porque en la
evolución realmente no hay periodos evidentes, sino más bien
fases diluidas entre si. Obviamente a pesar de los desfases y
obscurantismos, que se realizaron en el concilio de Nicea en
la época de Constantino, esta época fue por así decirlo
"cuando se cimento la semilla que Cristo había sembrado unos
siglos antes". Pero esta germinación de la semilla en los siglos
XV y XVI, dio paso a lo que conocemos como la edad
moderna, y que fechamos en el año 1789. Esta época
moderna, nos propugnan conceptos más racionalistas e
introduce en la sociedad la esencia de una universalidad
humana. Fue el periodo que comenzó a finales del siglo
XVIII, con una época de revoluciones. La primera fue la
revolución Norteamericana, que constituyo una república
después de independizarse, siguiéndole la revolución que
constituyo lo que conocemos como la edad moderna, la
revolución Francesa. Estas revoluciones estaban abanderadas
y alimentadas por librepensadores e innovadores de la
conciencia, que abrazaron la posibilidad de crear una nueva
civilización. Filósofos como Montesquieu que propuso la
separación de los poderes, Voltaire que critico agudamente a
las instituciones y Rousseau que creó una doctrina de la
soberanía nacional, fueron impulsores de la nueva concepción
de la humanidad .
En este punto álgido de la historia de los hombres y en el
intento de buscar una conexión, a la descripción del texto del
Apocalipsis en relación a la existencia de los seres humanos y
su civilización, la época denominada la edad moderna y su
comienzo revolucionario, lo correspondería al buscar un
hecho concreto, parejo al significado de la batalla del cielo.
Detengamos conclusiones y pensemos, sobre lo que sería la
esencia y síntesis de la revolución Francesa, que había sido
apadrinada anteriormente por un buen numero de pensadores
y filósofos. Esas bases ideológicas, aunque la falta de libertad
de conciencia real junto con la miseria y el hambre fueron los
detonantes de la revolución. Promulgaron las famosas síntesis
de Libertad, Fraternidad e Igualdad. Estas palabras si
auténticamente las componemos en clave mayor, en una
sintonía que transmita su quintaescencia, nos revelaría esa
esencia cristica y espiritual. Estos conceptos serian como un
enlace, un punto medio del camino que lo alza hacia la
consecución de la sabiduría y de la compasión. También
sabemos que este periodo fue muy violento, sangriento y de
terror, alcanzando unas cotas de destrucción elevadas.
Esta imposición súbita y violenta de los seres humanos de
aquella época, hizo que no se desarrollara las concepciones
creadas por los pensadores plenamente, aunque el poder
establecido entonces también imponía la violencia para no
perder sus privilegios. Es triste ver como evoluciona esta
transformación, pero tal vez por la tremenda expansión de ese
concepto que es la esencia egoica, el resultado de este empuje
universalista de la humanidad, termina convirtiéndose en una
de las épocas más sangrientas de la historia. Esta resolución
de hechos, hizo que estas bases no tomaran verdaderamente la
profundidad y valor necesarios, quedándose encerradas en
gran parte en el desierto de nuestro inconsciente colectivo.
Dentro de mi visión histórica, esta época de profunda
transformación social pero de extensa destructividad, sentó las
bases hacia las sociedades futuras, abriendo por así decirlo las
mentes, pero tal vez no plasmaron la carga espiritual que lleva
el hombre. Dejaron sin sacar esa esencia cristica que llevamos
en el interior, cambiando el escenario social pero continuando
el guión de la vida. Pero debemos observar que de algún
modo, esta época cambio nuestra concepción y el
estancamiento mental, permitiendo la posibilidad de que en el
futuro también se abrieran nuestros corazones.
En correlación diríamos que el ejército de Miguel serían esas
bases ideológicas, que simbolizaron estas hermosas palabras
cuando se llevan en profundidad : Libertad, Fraternidad e
Igualdad. Lucho contra el poder de esa esencia egoica que se
había estancado en la conciencia humana y que nos representa
el dragón. La humanidad en si seria la mujer que tiene ganas
de parir un varón. El hijo varón seria esa concepción
ideológica concretada en el ser humano. Pero en realidad no
llega a plasmarse esas bases, ya que la mujer escapa del
dragón yendo al desierto. Perpetuándose estos conceptos en lo
inconsciente colectivo, aunque el hecho de "parir", ya
produjese una transformación .
Sabemos que he hecho un superficial barrido histórico, al cual
lógicamente se escurren hechos y circunstancias, pero creo
haber hallado una correlación con el texto, eso sí
subjetivamente, pero que nos adentra en unas síntesis al
menos sugestivas. Pensemos que esta batalla en el cielo, es
una lucha entre la esencia espiritual y la esencia egoica dentro
de un prisma psiquico, aunque se transcienda con
circunstancias materiales. Y que tal vez esa victoria, esa
profundización en lo interior de esta transformación, no llego
a realizarse verdaderamente debido a la edad "infantil" de la
conciencia global de la humanidad, bañándonos por ello
durante este cambio en destructividad en vez de regeneración.
Juan en el siguiente párrafo titulado "el dragón persigue a la
mujer". Nos hablaría de las tribulaciones humanas a partir de
esta época de transformación que fue la edad moderna. Nos
dice el escrito que el dragón perseguía a la mujer que había
parido el varón, pero a está le fueran dadas dos alas de águila
grande para que volase al desierto, para alimentarse durante
un período de tiempo.
Aquí se nos hablaría de que la humanidad, escapa del dragón,
gracias a la libertad de la mente, a pesar de que el varón no
haya fructificando plenamente una acción. Siempre el
pensamiento es más libre que la conducta, escapando a las
redes del espacio y el tiempo, al yugo de la materialización.
Este pensamiento como hemos visto subsiste en lo
inconsciente colectivo y saca flamas al consciente.
El texto de este párrafo nos habla sobre que "la serpiente
arrojo de su boca detrás de la mujer como un río de agua, para
hacer que el río la arrastrase. Pero la tierra vino en ayuda de la
mujer, y abrió la tierra su boca, y se trago al río". este trozo
del párrafo nos describe como la negatividad, la esencia
egoica inherente en el ser humano, intenta mezclar y diluir ese
pensamiento espiritual, con un torrente emocional contrario a
esas directrices. Pero la solidez y estabilidad de la tierra, la
cierta trascendencia del pensamiento espiritual se alía a lo
arraigado que está la esencia en lo inconsciente de la
humanidad, tras el tiempo que lleva su mensaje entre los
hombres. Contrarrestando así de alguna forma la acción del
dragón.
Este párrafo termina diciendo que el dragón se enfureció con
la mujer y proclamando la guerra, contra el resto de su
descendencia. Para cumplir esta promesa el dragón se apostó
sobre la playa del mar. Para ello el dragón, la negatividad del
hombre, su esencia egoica hizo que la conciencia global de la
humanidad, buscara dentro de la profundidad de su
emotividad, una forma y un resultante para fortalecer y seguir
estableciendo, su posición predominante en la conciencia de
la humanidad.
CAPITULO IX
En el siguiente capítulo vamos a extendernos y terminar, con
la cuarta parte, que comenzamos hablando sobre el dragón y
la mujer. En este capitulo desarrollaremos los conceptos y las
esencias, de lo que simbolizaría y significaría la bestia, la
segunda bestia, del cordero y su séquito entre otras cuestiones.
El primer párrafo que vamos a intentarle dar una explicación,
es el que titula Juan como "La bestia". El párrafo nos dice que
"vi como salía del mar una bestia, que tenia diez cuernos y
siete cabezas, y sobre las cabezas nombres de blasfemia".
Reflexionando vemos que esta bestia, es hija y creación,
continuidad de esa energía negativa, de esa esencia egoica que
simboliza el dragón. Conserva la esencia de éste, pero nos da
a entender que su imagen exterior se transforma, aumentando
su potencial de dominio y poder. Es evidente que al seguir el
hilo del texto nos dice que "diole el dragón su poder, su trono
y una autoridad muy grande". También he extraído que la
alusión al mar, nos induciría a un impulso emocional del
dragón, creando una materialización, un resultante que es su
hija, la bestia. Esta hija la encuadraríamos como un nuevo
proceso, un nuevo sistema y una nueva forma de pensamiento
y conducta, que se enraíza en esa expresión de la negatividad
del dragón, siendo su continuación y potenciando en sentido a
la esencia egoica.
Recordando la explicación que habíamos sugerido de los diez
cuernos y las siete cabezas del dragón, estos atributos pasan a
formar parte de su creación la bestia. Observaríamos que estos
de alguna forma representan lo mismo, aunque quizás con un
matiz más bien material dada la concepción esencial de la
bestia y también porque ésta, tiene una mayor negatividad real
al tener sobre sus cabezas nombres de blasfemia.
Dentro de la significación que presentamos de las cabezas de
la bestia, podemos sacar conclusiones sobre su manifestación
como medio, en la materia, y como la expresión de los seres
humanos en sus sociedades. De mano de la historia
observamos que en la antigüedad, el poder desde las primeras
civilizaciones recala sobre la realeza y los sacerdotes,
teniendo también la nobleza una importante función. Esta
continuidad a la hora de regirse los pueblos, países y reinos,
duraron hasta las primeras repúblicas democráticas de la era
moderna, la Norteamericana primordialmente. Ya que la
Francesa a pesar de portar ideológicamente el peso del
cambio, se sumergió en periodos muy confusos y turbulentos,
instigándose en las sucesivas décadas nuevas revoluciones,
nuevos levantamientos.
Observamos que en la tradición mitológica occidental
aparecían caballeros cristianos, en la época feudal, que
luchaban contra dragones. Estos dragones tiene la misma
significación judeocristiana que conocemos, y siendo los
caballeros una representación del hijo varón que habíamos
visto descrito en el Apocalipsis, como la voluntad positiva y
espiritual de los seres humanos. Estos dragones se presentaban
de diferentes formas, unos portaban solamente una cabeza,
mientras que otros aparecían con dos o con tres cabezas. Esta
tradición pienso que nos estimulaba y enseñaba que la
voluntad del hombre y su fe, debía luchar y vencer al dragón,
bien como espíritu del mal o como esencia egoica. El dragón
nos representa a esa esencia de forma indisoluble y siendo un
conjunto. Y que nos trasladaría a mi explicación como la
esencia del poder unilateralmente, sin ver sus medios o capas.
Esta representación se dificulta al aparecer dragones con dos o
tres cabezas. A un nivel sencillo lo podríamos expresar como
la diversidad que tendría el mal, junto con la inteligencia y
poder que tendría un animal con dos o tres cabezas. Pero
siguiendo el rumbo de la representación, al intentar ver los
medios como manifestaciones del poder. Podríamos indicar
que el dragón de dos cabezas, nos representaría a la realeza y
su secundaria nobleza por un lado, y al clero por otro.
Mientras que el dragón con tres cabezas nos impulsaría a
deducir el poder, con las tres manifestaciones clásicas, la
realeza, la nobleza y el clero. Como sabemos el poder en
aquellas épocas, dominaba en mayor medida al hombre siendo
realmente menos libre y más mediatizado en su conducta y
conciencia. Es lógico pensar que la visión más real se
escondiera tras metáforas y símbolos, para encubrir y
transmitir mejor el mensaje. Pero auténticamente, los
arquetipos que impulsa la conciencia y que nacen de lo
inconsciente, muchas veces llevan una carga significativa tan
intensa que lo consciente no puede llegar a asimilar.
No por exponer esta simbólica interpretación del dragón
medieval occidental, que nos hablaría del poder, debemos
olvidar la significación abstracta que nos indica que el dragón
simboliza a los instintos más bajos del ser humano.
Con esta subjetiva interpretación que propongo, veríamos que
con la llegada de la era moderna, el poder debía modificarse
como resultado del espíritu egoico, ya que la sociedad había
cambiado. Con la llegada de nuevos sistemas y formas de
establecer los poderes, que antes estaban reunidos en una
clase o en tres a lo sumo, nos introduce en lo que portaba
potencialmente el dragón y se manifiesta plenamente en la
concepción de la bestia, que serían las siete cabezas.
Lógicamente podemos deducir que el dragón aunque
manifestase, medios o formas de expresión del poder en pocas
formas, en realidad estas dos o tres expresiones, encerraban a
esas siete formas-estados reunidos y sólo diversificándose,
cuando tras la época moderna se dividió nuestra sociedad en
esas siete formas de expresión y dominio, como nos simboliza
la bestia. La definición más acertada de la bestia, del concepto
de este símbolo que siempre a existido entre las conductas y
conciencias de los hombres, a diferentes niveles, seria la de
materialismo.
No podemos olvidarnos de las explicaciones que habíamos
citado sobre las cabezas del dragón. De que su principal
interpretación y reflejo de esa esencia egoica que es el dragón
seria la negatividad como predominio. El dragón se extiende
influenciando a todos los niveles de expresión, que coexisten
en el cosmos y lógicamente en los planos del hombre.
Empezando por el medio etérico, pasando por el plano
material y terminando por la esencia más sublime, que
llamamos espiritual. La bestia haría de estos campos de
expresión, una concepción y visión que se focalizaría hacia la
materia, uniendo a esa esencia egoica una expresión
netamente materialista.
Observemos que al hablar de la esencia espiritual, atribuyo
esta esencia a las expresiones más sublimes y profundas de la
unicidad, la libertad o el amor. Mientras que el campo, medio
o plano espiritual, nos introduciría en una parte del psiquismo
del hombre, la más sutil y abstracta de su conciencia, y que se
establecería en la capa inconsciente.
Juan nos describe a esta bestia como "semejante a una
pantera, y sus pies eran de oso, y su boca como la boca de un
león". Aquí Juan nos induce a describir a esa bestia, bajo unos
atributos específicos que se señalan como unos animales.
También podemos reseñar que el símbolo arquetipico de los
animales en lo inconsciente, siempre nos proyectan a una
conciencia regida por lo instintiva. La pantera podría
transmitirnos cualidades tales como la agilidad, agresividad y
rapidez, junto con su innato potencial a permanecer oculto.
Esto traspasado a nuestra hipótesis nos describiría a la bestia,
como un sistema que ejerce un control no tan directo como en
épocas anteriores, expresándose tal vez con mayor eficacia,
rapidez y flexibilidad. Los pies del oso nos hablaría de como
se desarrolla y avanza este proceso.
No es difícil de emparentar el avance y camino que ejerce el
materialismo, con la fortaleza que denota el paso de este
animal. En cuanto al león, del cual se nos hace referencia a su
boca, nos indicaría de la autoridad con que se desenvuelve el
materialismo. Expresándose como el sistema que realmente
pertenece a la conducta del ser humano.
Otro profeta perteneciente al antiguo testamento, conocido por
Daniel y como Juan nos habla del concepto de la bestia, pero
viendo en su sueño a cuatro bestias. Los estudiosos de estos
textos ven a las cuatro bestias, como una clara referencia a
los imperios romano, medopersa, babilónico y el griego de
Alejandro Magno. A mi entender Daniel en su segunda parte
capítulo siete, nos relataría la evolución de este proceso que es
el materialismo. Su desarrollo desde que surge como un claro
movimiento independiente de la esencia del dragón, hasta el
punto álgido donde debe comenzar esa transformación que
nos conlleve hacia un equilibrio de conciencia y conducta. El
relato de Daniel se titula "visiones proféticas" y nos dice: "Yo
miraba durante mi visión nocturna, y vi irrumpir en el mar
grande los cuatro vientos del cielo y salir del mar cuatro
bestias diferentes unas de otras. La primera bestia era como un
león con alas de águila. Yo estuve mirando hasta que le fueron
arrancadas las alas y fue levantada de la tierra, poniéndose
sobre los pies a modo de hombre, y le fue dado corazón de
hombre. Y he aquí una segunda bestia, semejante a un oso, y
que tenia entre su boca, entre sus dientes tres costillas, se
estaba a un lado y dijeron levántate a comer mucha carne.
Seguí mirando después de esto, y he aquí otra tercera,
semejante a un leopardo, con cuatro alas de pájaro en su dorso
y cuatro cabezas, y le fue dado el dominio.
Seguí en mi visión nocturna, y vi a la cuarta bestia, terrible,
espantosa, sobremanera fuerte, con grandes dientes de hierro.
Devoraba y trituraba, y las sobras las machacaba con los pies.
Era muy diferente de todas las bestias anteriores y tenia diez
cuernos. Estando yo contemplando los cuernos, vi que salta de
entre ellos otro cuerno pequeño, y le fueron arrancados tres de
los primeros, y esté otro tenia ojos como de hombre y una
boca que hablaba con gran arrogancia". En el mismo capitulo
de Daniel y seguidamente, nos habla de "el anciano de días y
el juicio", del "hijo del hombre" y del "cuarto reino".
Comprendemos que estas cuatro bestias del relato de Daniel
corresponden en similitud significativa a las dos bestias que
aparecen en el relato del Apocalipsis. Este proceso evolutivo
que llamamos materialismo, tiene unos pasos bien
establecidos, observados bajo las directrices simbólicas de
Daniel. La hipótesis que seguimos es bajo una perspectiva
histórica con claves significativas, y aportando así unas
constantes evolutivas esenciales. Lógicamente al efectuar esta
relación histórica, en el relato de Daniel como el de Juan,
hago una subjetividad y un anacronismo que realizo según mi
entender. Pero vayamos por partes y busquemos esa
correlación histórica y las fases claves del movimiento del
materialismo, que es producto de la esencia egoica.
En la visión de Daniel de la primera bestia, la podríamos
situar en el comienzo de este movimiento que es el
materialismo, al igual que sucede con la primera bestia del
escrito de Juan. Ambas salen del mar y serían producto del
dragón. Nos situamos en el principio de lo que conocemos
como la era moderna, en la época revolucionaria que se
produjo en diferentes partes del planeta, entre finales del siglo
XVIII y principios del siglo XIX.
En este periodo diversas naciones del planeta, principalmente
los Estados unidos y Francia que fueron propulsores del
movimiento revolucionario, se vieron sumergidos en
sangrientos cambios sociales, apoyadas en unas hipotéticas
bases ideológicas de justicia e igualdad, pero con un claro
trasfondo enraizado en la destructividad. Estas bases
ideológicas se plasmaron de diferente forma, a como habría
sido con una transformación consciente y calmada, usando la
regeneración en plena extensión. Estas bases se aplicaron más
con la fuerza del odio y la represión contenidas, que como
expresaban los grandes místicos, que tendían a la comprensión
y la compasión.
Aquí el dominio que ostentaba las clases de poder, el dominio
del dragón, aparece como subyugada ya que le fueron
arrancadas las alas. Pero esta subyugación del poder, el cual
recibió sobre los estamentos recién creados un duro golpe, fue
tan espontanea como transitoria, ya que el poder en sí, la
esencia egoica busco otras formas de expresión. Esta primera
bestia de Daniel seria la respuesta a ese cambio, a pesar de la
clara evolución de conciencia que condujo esta
transformación de la era moderna, hacia una concepción del
hombre y la sociedad más universalista.
El poder del dragón, la esencia egoica siguió a pesar del
período, ostentando el poder aunque tuvo una seria
reconversión en su conducta, poniéndose sobre los pies a
modo de hombre, y le fue dado corazón de hombre. Esta frase
puede dilucidarse como una flexibilidad de esa esencia egoica
y de su posición material, el poder y dominio, debido al
tremendo empuje de la transformación de la era moderna,
tomando una postura de igualdad frente a la sociedad .
la segunda bestia de Daniel nos dice que es semejante a un
oso. La deducción que podemos realizar,es que esa esencia
egoica y el poder, se cimientan de nuevo fuertemente en la
nueva sociedad de la era moderna, estableciendo un carácter
positivo pero material, creando el racionalismo como base del
movimiento materialista. En esta nueva fase de la bestia, el
movimiento materialista sale fortalecido y totalmente
establecido como conducta. La frase levántate y come mucha
carne, nos induce a lo que habíamos expresado, sobre que la
sociedad se había establecido en el siglo XIX, cristalizándose
así la directriz del materialismo.
Me gustarla hacer unas observaciones, sobre los efectos que
hizo este movimiento materialista, durante finales del siglo
XVIII y el siglo XIX, creando dos bloques sociales y políticos
principales, como fueron el capitalismo y las doctrinas,
socialista y comunista. Ambos bloques ideológicos y dentro
de un prisma global y positivista, nos presentan
condicionamientos y efectos sociales positivos. La postura
capitalista y liberal, claramente ligada a la burguesía, enuncia
el bienestar material del hombre, su libertad individual para
establecerse socialmente, estimulando así el progreso
individual. Mientras que el bloque socialista, comunista y
anarquista (mas ligados estos últimos en sus comienzos a
acciones violentas), nos vinculan más a la solidaridad y a la
igualdad, a crear una sociedad común para todos los hombres
sin distinciones (sin matizar las diferencias entre las doctrinas
existentes en el bloque). Quizás una prueba de que estos
bloques se han perpetuado, siendo una respuesta tanto del
movimiento materialista como de la esencia revolucionaria.
Que han estimulado y estimulan a la sociedad, como buen
reflejo a las sociedades del siglo XX. Han habido países que
sean regido por una o otra forma de sociedad. Pero un reflejo
más fidedigno serian las sociedades europeas, de hecho los
creadores de ambos bloques, donde integran en su sociedad y
política conceptos de ambos bloques ideológicos. Pero estos
bloques al igual que la dinámica donde nacen, el
materialismo, dentro de un marco y concepción espiritual,
hacen que la profundidad del amor, la libertad y la unicidad
queden mermadas, dominadas por la superficialidad y por el
sentido egoico.
Pero teniendo en cuenta que la humanidad sigue progresando
y abriendo su conciencia personal y grupal a capas más
elevadas, comenzando en estas últimas décadas a contrarrestar
ese desequilibrio producido por el materialismo.
La tercera bestia nos la cita Daniel diciendo que es semejante
a un leopardo. Esto podría equipararse a los atributoscaracterísticas
que había escrito Juan sobre la bestia, cuando
nos cita que se asemeja a una pantera. Esta fase de la bestia, la
podríamos situar de manera cronológica entre finales del siglo
XIX y principios del siglo XX. Esta tercera bestia posee
cuatro cabezas, tal vez haciéndonos referencia a que el
materialismo había tejido bien su red y dominaba de forma
clara la sociedad, sentando ésta su base en esta época, bajo
cuatro poderes-cabezas principalmente y no como antaño.
Bien podrían ser estas cabezas, los tres poderes legislativo,
ejecutivo y judicial, junto con el principal motor de la
dinámica el económico.
Pero quisiera volver a repetir que estos conceptos, ideas,
explicaciones y aclaraciones, debemos observarlas con la
mayor flexibilidad y reflexión posibles. Reconociendo el
progreso de la conciencia y viendo a los poderes de expresión,
los medios-cabezas como factores donde se expresan tanto la
negatividad como la positividad. Tal vez una explicación
nueva sobre que estas cuatro bestias, se asemejen a cuatro
movimientos claves desde esta época transformadora que fue
la edad moderna. Que nos representen la forma de conducta
desde un prisma simbólico y casi de fábula diría, de los cuatro
movimientos que simbolizarían las cuatro bestias. La primera
bestia, nos indica la época más difusa y nebulosa de todas,
puede que nos remitiera a la forma de sociedad de aquellas
primeras décadas posteriores al punto revolucionario, donde
de alguna forma movimientos y estructuras sociales, como la
nobleza y la realeza, el clero, y el imperialismo militar
seguían manteniendo el poder. La segunda bestia nos indicaría
al movimiento que simbolizaría el capitalismo y su forma
política, el liberalismo. La tercera bestia nos remitiría a las
doctrinas comunista y socialista, parejas tal vez a la forma
simbólica del leopardo o la pantera. Mientras que la cuarta,
que veremos enseguida, nos haría referencia al movimiento
nacionalista, nazi y fascista.
También los estudiosos de la Biblia, Adams y Bonicelli
encuadran respectivamente a estas cuatro bestias, con unos
movimientos determinados y que de ellos se desprenden
figuras concretas. Sucesivamente aparecerían Bismarck y
Hitler; El comunismo ruso siendo su símbolo es el oso; El
imperio Inglés cuya figura es el leopardo; Mientras que la
última bestia nos indicaría una nueva conflagración mundial,
donde un grupo de naciones darían paso al final de los
tiempos.
Volviendo a la explicación que estamos exponiendo, esta
cuarta bestia la situaríamos cronológicamente en nuestro siglo
XX, mas bien en nuestra época contemporánea. Este flexible,
pero voraz y despiadado materialismo, que se fecunda a un
nivel tanto personal como colectivo. Como nos mostraría esa
imagen que cita Daniel sobre esta cuarta bestia, diciendo que
es terrible, espantosa sobremanera fuerte, con grandes dientes
de hierro. Trituraba y devoraba, y las sobras las machacaba
con sus píes. El cuerno pequeño que nace de los diez cuernos
que tiene esta cuarta bestia (esto posiblemente, la aparición
total de los diez cuernos, nos indique el pleno dominio y
extensión del materialismo), arranca tres cuernos. Estos tres
cuernos caídos nos indicaría la potencialidad y profundidad
que alcanzaría este pequeño cuerno. Esta centralización de
tres cuernos en uno, nos haría referencia al movimiento
encabezado por Hitler, el fascismo dictatorial. La frase que
dice que tenia ojos de hombre y una boca que hablaba con
arrogancia, nos remite a la figura de Hitler tanto en conciencia
como en conducta. Aunque también podríamos extrapolarlo a
otro fascista de origen italiano como fue Benito Mussolini.
Recordemos la importancia de esta figura y el movimiento
que dirigió para la evolución de la humanidad, como
habíamos visto anteriormente al hablar de Apolyon o
Abbadon.
Obviamente el texto del Apocalipsis es posterior al de Daniel,
pudiendo ser que Juan ya bien sea de forma consciente o
subconscientemente, estuviera influenciado por el profeta
Daniel. Siendo el Apocalipsis una visión más profunda y a la
vez extensiva, de las mismas profecías de Daniel. Lo que es
claro es la relación por ejemplo, entre dos partes del
Apocalipsis como son la figura de Apolyon y la de la primera
bestia (aunque esta pienso que nos remita más claramente a un
movimiento). Con el pequeño cuerno y la cuarta bestia
respectivamente, del relato de Daniel. Daniel termina este
capitulo hablando de esa gran transformación, no ya la que
comenzó en la época de la modernidad que en cierto modo
sentó las bases futuras. Sino una más definitoria que la
corresponderíamos con la muchedumbre de los mercados del
texto de Juan. De esta transformación nos habla Daniel en los
párrafos titulados "el anciano de los días y el juicio", la
conciencia expandida en el hombre y en su medio, dando a la
aparición del hombre cosmicus, "el hijo del hombre". Dando
paso a un nuevo y distinto proceso evolutivo en la humanidad,
que es "el cuarto reino", el período o reino donde está la
cuarta bestia.
Pero después de haber visto este capítulo visionario de Daniel,
retomemos la andadura del escrito del Apocalipsis. Juan nos
dice que "vi a la primera de las cabezas como herida de
muerte, pero su llaga mortal fue curada". Esta frase
lógicamente nos hablaría del golpe que sufrió el poder del
ego, el dominio del dragón, en el transcurso de las profundas
transformaciones motivadas por la época revolucionaria. Pero
la misma frase nos enuncia que su herida fue curada, saliendo
más fortalecida , ya que sobre sus cabezas porta diademas,
otorgándole a la bestia más poder que a su progenitor el
dragón.
El resto del párrafo nos indica la difusión y extensión del
materialismo en "toda tribu, y pueblo, y lengua, y nación".
Convirtiéndose en forma de conducta para la humanidad. Nos
indica también que la bestia, el materialismo es antagonista al
mensaje y semilla cristica, "guerreando" contra ella.
Pero avancemos en el siguiente párrafo que Juan lo titula " la
segunda bestia". Que vendría a ser una continuidad del
materialismo, siendo su manifestación más evolucionada y
cristalizada de la primera bestia. En el párrafo se nos
comienza hablando de la ley de causa y efecto, del conocido
termino de las doctrinas orientales, el karma. Pero también
haciendo hincapié en que todo proceso termina evolucionando
y equilibrándose. Este texto comienza diciendo "quien tenga
oídos que oiga. Si alguno esta destinado a la cautividad, a la
cautividad ira; Si alguno mata por espada por espada morirá.
En esto la paciencia y fe de los santos". Esto nos indica, no ya
una acción consiguiente, pero si que en un futuro
indeterminado y tras una flujo de acciones y circunstancias
directas e indirectas, se producirán los reajustes y efectos
necesarios para encadenar la fase. Es evidente que para dar
una mayor claridad a los escritos en épocas pasadas, se
necesitara de una correlación más evidente entre la causa y el
efecto. Pero observando nuestras vidas vemos que esto no es
así, con este grado de precisión y de procesión. Pero si que en
una visión y calibración más global de la existencia, la vida se
nos antoja como un continuo e incesante flujo y reflujo de
circunstancias, que debemos valorar, comprender y superar.
Estas circunstancias y según la tradición oriental, esta causada
por karmas interiores o exteriores, por karmas propios o
colectivos, y que se encierran en una clave que nos empuja a
la evolución. El karma en realidad no produciría una acción
determinada, sino más bien unos condicionantes, que pueden
ser potencialidades o inhibiciones. Que con nuestro "trabajo
en la materia" lo superamos o nos empuja a otra circunstancia
en otro espacio-tiempo diferente, para superar el karma. Con
un escenario distinto, pero conservando esa "esencia-prueba"
anterior.
Como habíamos dicho aquí aparece la segunda bestia, que es
hija de la primera, esta segunda bestia es por lo tanto, un
desarrollo de los conceptos anteriores (dragón y bestia),
donde se intensificaría y se establecería más enraizadamente
el concepto de materialismo. Gracias a las directrices del
Apocalipsis y del relato de Daniel, podemos tener como una
especie de coordenada significativa, de la presencia de esa
segunda bestia. Como habíamos observado esta coincidiría
con el final de la figura de Apolyon. Lógicamente con el final
del cuerno que nace de la cuarta bestia del relato de Daniel.
El nacimiento del concepto denominado la segunda bestia, lo
situaríamos espacíotemporalmente en la segunda mitad del
siglo XX. Aquí la segunda bestia nos "aparece con dos
cuernos semejantes al cordero, pero habla como un dragón". A
mi opinión e intuición estos dos cuernos semejantes a los del
cordero, serían los atributos de "sabiduría-conocimiento " y el
de "libertad". El que hable como un dragón, nos revelaría su
autentica condición, su procedencia y a la vez su destino, su
esencia egoica, separatista, negativista y parcialista. Toda esta
esencia quedaría oculta por su máscara que son los cuernos
del cordero. En su proceso usaría a "la sabiduríaconocimiento"
y la "libertad", para extenderse y así
predominar con mayor profundidad, en las conductas y
conciencias de la humanidad.
Pero antes de seguir debemos dejar bien claro y sentado, que
en realidad y según mi hipótesis, estos personajes son
procesos. Aunque hemos de tener siempre presente que en la
psicología humana, la figura del líder o de guía, es
fundamental por propia sociología. Pero realmente tanto el
dragón, como las bestias, los falsos profetas, son un
movimiento lógicamente producido por la humanidad, con sus
estados y puntos álgidos, con líderes y épocas cumbres, que
tienen su trasfondo en la evolución. No son por lo tanto
individualidades únicas, sino más bien procesos y
movimientos de esa dinámica arquetípica. Recordando
aparecen otras figuras como son el cordero, los testigos o
Apolyon, que hemos podido identificarlas como personas.
Pero incluso la imagen del cordero, de Jesucristo, nos
transcribe una dinámica y movimiento, el espiritual, que
sobrepasa su persona aunque este místico fuera una figura que
simboliza perfectamente esa esencia. Al igual sucedería con
los dos testigos o con el rey del horror Apolyon, que son
piezas de un conjunto y que realmente por si mismos, por su
figura no son nada. Lógicamente y volviendo al texto de la
segunda bestia, estos dos cuernos que lleva la bestia, tendría
como su concepción en vez del sentido de unicidad, el de
diversidad. Esto puede que nos involucrase a pensar, que esta
bestia a pesar de su sabiduría, fomentaría la potencialidad
individual simplemente, apartando el prisma de globalidad.
También su acción trataría el aspecto externo del hombre,
teniendo un carácter superficial a la concepción espiritual.
Quizás la clave de esta diferenciación, se nos presente como
dice el texto, en su forma de hablar, en síntesis si la substancia
que deja al ser humano, nos encamina a una vida guiada por la
esencia egoica o por la esencia espiritual. Esto nos induce a
como se realiza la enseñanza de ese reino de conciencia. A la
focalización y estimulación, de instrumentos y pautas de la
personalidad que nos lleve a ese reino. Dejando tal vez la
sincronización necesaria en el ser humano con su interior,
libremente a su conciencia y sentido. Y sobre todo como base
dejando de lado los condicionamientos tanto internos como
externos, al igual que realizaran los grandes místicos por ellos
mismos. No se trata de llegar al alto nivel de conciencia que
alcanzaron, algo realmente difícil de conseguir. Pero si de
tener esa voluntad y sensibilidad necesarias, para sentir cada
uno de nosotros la esencia espiritual.
También el destino se nos muestra nebuloso o contrario,
sucediendo de esta forma, ya que para producir una fase de
evolución debe estar unida otra de involución. Tal vez estos
móviles de superación y potenciación individual
primordialmente, en cierta medida sean necesarios en una
estructura cíclica para el desarrollo del ser humano. Esta
forma de expresarse y de regirse, nos seguiría hablando del
camino del sufrimiento, para poder conocer y obtener
conocimiento y voluntad, de nuestro interior.
Nada más lejos de la verdad, ya que la libertad y el amor en su
estado más puro, nunca producen sufrimiento, siendo este
producto de condicionamientos y apegos. Quizás en el
autentico camino evolutivo que nos conduce a la
espiritualidad, sea un camino de voluntad, debiendo distinguir
entre sufrimiento y sacrificio. No el sacrificio que nos legaron
las doctrinas antiguas, y que tal vez el hombre de aquellas
épocas interpreta como un sacrificio externo o como un ritual
de sacrificar con sangre animal o de personas. Pero este
sacrificio que nos hablan los místicos, es el que tensa la
voluntad, la reconduce en beneficio del hombre. El
sufrimiento produce dolor, desequilibra la psiquis y
descontrola la emotividad, haciéndonos un sentimiento y
visión ciega (aunque produzca un progreso, más lento). En
cambio el sacrificio acentúa y centra nuestra psiquis,
potenciando la emotividad. El sufrimiento está a mi entender
lejos de la expresión más elevada de amor y de libertad. El
dolor nos inhibe y nos obscurece, haciendo de obstáculo para
que realmente no seamos nosotros mismos y expresar todo el
caudal que llevamos dentro. El sacrificio, significa el trabajo
de nuestra voluntad y donde, la mente y nuestros sentimientos
contribuyen esencialmente y primordialmente en la
consecución del progreso. En definitiva un mayor nivel, un
escalón evolutivo superior, es el paso de estar la persona en un
clímax de sufrimiento a uno de sacrificio. Esté se constituye
con esa intencionalidad que nos lleva a abrazar y sentir el
estado de libertad y la fuerza del amor. Deberíamos abandonar
términos como son que el sufrimiento nos trae conocimiento o
la necesidad de un guía en el más amplio de los sentidos para
conducir nuestras existencias.
Estos términos nos encaminan por una clara existencia
egoísta, un camino de trasfondo cerrado, y donde la
superioridad que no la superación, juega un papel
fundamental. El sufrimiento sólo debería indicarnos una
situación que debemos vivir, que debemos superar y no algo,
que nos domine y produzca dolor a nuestra persona. El
sufrimiento debería ser el sacrificio del ego, de la voluntad,
para conocer o superar una etapa, un proceso el cual por
supuesto entre dentro de la concepción del amor y la libertad,
todo encerrado dentro de la clave de unicidad.
Sabemos que el camino de la espiritualidad como nos
representa la propia vida, nos depara a nuestros subjetivos
ojos sufrimiento, pero ello es debido a que nuestra psiquis y
emotividad, tienen un prisma y una receptividad muy cerrada
en la persona, en la concepción del ego propio. Donde los
condicionantes nos dominan, y nuestra necesidad de trasvasar
ese dolor, produce una cadena de sufrimiento a los demás. En
definitiva lo que conocemos como dolor, nos indicaría una
superación, dando como resultante que nuestro ego se insuflé,
se engrandezca ante cada fase o circunstancia de sufrimiento.
Este ego nos remite a que se fortalece estableciendo sus
defensas e imponiéndose una mascarada, lo que hace que la
personalidad que expresa el hombre, sea egoica
predominantemente. El sufrimiento nos indicaría por así
decirlo vivir el momento, mientras que el sacrificio nos
hablaría del ser y la voluntad de ejerce. Obviamente tanto el
sufrimiento como el sacrificio, nos remite a una experiencia
de nuestro ego. Pero según la explicación que estamos dando,
siguiendo el hilo de la exposición, dentro de nuestro sentido
egoico ambas definiciones, el sufrimiento y el sacrificio,
serían dos estados mentales y emocionales, que se combinan y
que sentimos en nuestras experiencias. Pero como he dicho,
citando la explicación que estamos resaltando, el sufrimiento
sería la reacción del ser ante las circunstancias egoicas, dentro
de un visión totalmente egoica. Mientras que el sacrificio,
solamente experimentando esta sensación y estado, y
evidentemente apartando del camino de la existencia
totalmente el sufrimiento, nos reseñaría una visión del ser con
el sentido espiritual.
Retomemos la descripción de la segunda bestia, que toma y
tiene, poder y reconocimiento de la primera bestia. El texto
dice "que hizo grandes señales, hasta hacer bajar fuego del
cielo a la tierra delante de los hombres". Esta frase a mi
entender y volviendo a tomar la explicación como un
concepto amplio y observándola con calma y cautela, nos
remitiría a lo que conocemos como el progreso tecnológico.
Esta frase nos hablaría del tremendo avance material y
tecnológico, que sobre todo se desarrolla en nuestro siglo XX,
capaz de milagros, “como bajar fuego del cielo". Debemos ser
abiertos, recocer y observar, los beneficios incuestionables y
el bienestar generado, por este desarrollo tecnológico.
Esta magia del progreso, es uno de los estandartes
indiscutibles en la sociedad actual, siendo muy positiva para
muchas circunstancias de nuestras vidas. Pero este avance
como base y fin, como esta enfocada, nos marca unas
directrices que encubra y nos conduce al materialismo.
Sabemos de sobra la importancia y lo mucho que a hecho la
ciencia, y lo que nos deparará en el futuro, para nuestra
existencia y conocimiento. La ciencia como tal, como medio
de expresión de los hombres, la encuadraríamos dentro del
medio cultural. Pero este progreso, su peso y sentido, la
utilización del avance y su predominancia, generalmente nos
conduce al materialismo. Quizás el punto de equilibrio de este
importante paso de la humanidad, que es el progreso
tecnológico, que nos aporta unas condiciones de vida y
conocimiento muy favorables, sea un buen cimiento hacia una
expansión de la conciencia.
Seria este desarrollo la base, para que el ser humano creciera y
madurará, dado que le permitiría una disposición a su
conciencia hacia una nueva apertura, a una nueva
comprensión de su realidad. Quizás nos facilitará el desarrollo
de nuestra búsqueda personal y grupal, el emerger de la
profundidad espiritual. Esto observándolo y analizándolo,
veríamos que este equilibrio no se lleva acabo, al vernos
arrastrados por los condicionamientos que hemos creado, por
el materialismo, viviendo tal vez una vida parcial, inhibida y
superficial. El escrito nos guía por un camino, en que la
bestia, domina a toda lengua, tribu y nación. Hace adorar a su
hipotética imagen, "e hizo que a todos, ricos y pobres,
pequeños y grandes, libres y siervos, se les imprimiese una
marca en la mano derecha y en la frente, y que nadie pudiese
vender o comprar sino el que tuviera la marca, el nombre de la
bestia o el numero de la bestia". Podría entenderse como el
grado y nivel alcanzado de extensión e influencia, por
materialismo, afectando a toda la humanidad. Esta frase
quizás haya sido de las más debatidas por los estudiosos del
Apocalipsis, teniendo diversas concepciones de la misma.
También esta frase y haciendo un anacronismo, nos daría una
circunstancia que nos señala por así decirlo una época
concreta. Este materialismo que significa la bestia y que tiene
una expresión extendida en toda la humanidad, solo tiene
como presunto reflejo y siguiendo el hilo explicativo, la
sociedad de nuestro siglo XX y en especial la segunda parte
del mismo, extendiéndose al próximo siglo XXI. Cuando la
frase nos remite que las personas tendrán una señal en la mano
derecha y en la frente, nos daría a entender que el
materialismo seria expresión y fundamento, de nuestras
acciones y pensamientos, de nuestras voluntades y
sentimientos.
El párrafo termina diciendo que "aquí está la sabiduría. El que
tenga inteligencia calcule el numero de la bestia, por que es
numero de hombre su numero es seiscientos sesenta y seis".
Pero intentemos desgranar y establecer una visión conjunta al
numero seiscientos sesenta y seis, según la tradición kabalista
y de mano de la guemetria (arte numerológico Hebreo, que
combina los dígitos con su vocabulario y significado). Como
nos explica el libro "Trilogía de la rota" publicado por Enel.
Este numero esta compuesto por las letras Hebraicas Vau,
Samech con valor de sesenta y con un valor potencial de
seiscientos, la palabra Men. Vau que lo correspondemos con
el numero seis, tendría una significación por separado que
induce al pensamiento humano, haciendo mención especial a
la inteligencia de éste, la cual dirige la existencia a un proceso
de involución o de evolución. Como símbolo esotérico nos da
a entender el equilibrio atribuido a la justicia y la verdad.
También para muchos numerólogos occidentales más bien, el
seis es el numero del hombre (como nos señala la propia
frase). Samech con valor de sesenta, rige el estado del sueño,
el fuego astral y también a la inteligencia pero en un plano
más dirigido a lo mental que a lo material, más abstracto que
concreto. Pero su sentido esotérico nos dice que esta
inteligencia toma el camino de lo más instintivo como
expresión (dragón), encaminando esa abstracción simbolizada
por Samech hacia lo material. Por último Men con un valor
potencial de seiscientos, es un numero que nos denota una
fase final, nos señala un proceso con un reajuste y equilibrio,
nos habla de transformación remitiéndonos a la emotividad
como eslabón primero. Según el grado de predominio y de
acción de las polaridades, se producirá un resultante, con una
transformación transitoria o con un cambio súbito.
Podemos ver que su suma total de sus dígitos nos da nueve,
numero que indica de por sí un alto nivel de evolución y
comprensión en todos los planos (tres veces el tres), pero que
para la cabala tiene una significación que se puede asimilar
como una sabiduría aún no evolucionada del todo, como
expresión de la Divinidad (numero que representa el diez). En
resumen que el numero nueve aparte de como lo conoce la
numerología occidental, significativo de un desarrollo alto de
conciencia, se le puede atribuir como una conciencia mal
dirigida según la cabala.
Intentando hacer una valoración y presentando una
significación de su conjunto del numero seiscientos sesenta y
seis, bien podríamos obtener que el ser humano se rige y
conduce su pensamiento hacia lo concreto. Y su inteligencia
más abstracta (su fuego astral), a una visión puramente
material y guiada en muchas ocasiones por lo instintivo.
Lógicamente este proceder nos conduce a una evolución de lo
material y a una involución de lo espiritual, marcándose para
que tenga lugar el equilibrio dual, una profunda
transformación, la cual puede aparecer de forma súbita y
violenta.
Esta explicación deja mucho en el aire, el desarrollo y final
del proceso, no dejando ver la transformación en sí.
Podríamos dilucidar que si la primera bestia nos remite a una
conducta materialista de nuestras existencias. La segunda nos
indicaría a que este materialismo seria pauta de nuestra mente,
de la personalidad y el pensamiento, se convertiría en una
filosofía de la vida.
El siguiente párrafo se titula "El cordero y su séquito”. En este
párrafo nos hablaría de la humanidad, que ya con anterioridad
habíamos comentado, que encierran en sus frentes el nombre
del cordero y el nombre del padre, osease el mensaje cristico y
el reflejo de su esencia cósmica. Debemos entender que la
esencia cósmica nos representaría la máxima expresión de
esos preceptos cósmicos, que son el amor y la libertad,
marcada por el carácter que da la totalidad cósmica, que es la
unicidad. Esto podremos entenderlo como la luz que se
desprende de una "transcomprensión" del interior, de lo
esencial de la existencia, que podríamos definirlo como el
estado de sabiduría.
El mensaje cristico, nos hablaría del sendero interior que
debemos "sentir", para encontrarnos con esa unicidad, con su
estado y su fuerza. Este camino que se nos ha proyectado, lo
podemos interpretar bajo el nombre de compasión.
Este párrafo también nos habla de ciertas características, de
pautas comunes entre los "ciento cuarenta y cuatro". Juan nos
dice que no se mancharon con mujeres y que son vírgenes.
Aquí se nos hablaría simbólicamente, de que está parte
indeterminada de la humanidad, tendría su conciencia
apartada de la negatividad, sin estar gobernada por el
materialismo. Sirviéndose de éste y conservando el enlace con
su interior. Sabemos que para las doctrinas esotéricas y
orientales, la materialidad representa el eslabón de lo
femenino en la creación. Quizás el simbolismo nos conlleve, a
que el ser humano se separe de esa materialidad, que sean
"vírgenes" para conservar su pureza interna, aunque
externamente vivan y se desarrollen en esa materialidad.
También nos dice Juan "que de su boca no se hallo mentira:
son inmaculados". Supongo que el texto trata de dilucidar que
esta parte de la humanidad, se impulsará y se expresará con la
fuerza y dinámica de su interior. Estos seres humanos guiados
por la espiritualidad, usaran y mantendrán cualidades como la
transparencia y la sinceridad, dirigiendo sus acciones y
pensamientos hacia la verdad, a lo más esencial de la realidad
existencial, tanto conocida como desconocida. El concepto de
la verdad, es una cualidad, que para un ser finito y parcial
como es el hombre, es prácticamente inalcanzable. Pero esta
referencia a la inmaculización, nos trasladaría al vivir dentro
de un conocimiento de las leyes y pautas, que realmente nos
estimularía el interior y por lo tanto las esencias espirituales,
la síntesis cósmica.
Pero como comprenderemos la verdad escapa de nuestro
limitado campo de acción, de existencia. Pero tal vez la
realidad de una individualidad, puede alcanzarse en esencia,
guiando nuestra conciencia por medio del equilibrio
evolutivo, de la estabilidad dual.
CAPITUL0 X
Empezaremos este nuevo capítulo, haciendo un resumen y
sobresaltando unas síntesis de los conceptos que habíamos
visto en los capítulos anteriores. Por un lado nos aparece la
figura de la mujer, que nos representa a la humanidad en sí, a
su conciencia global. El varón que es hijo de la mujer, nos
representaría a la semilla cristica, a la esencia espiritual, a la
voluntad positiva de esa conciencia humana.
Por otra parte la figura del dragón nos simboliza a la energía
negativa, a la esencia egoica. La primera bestia nos hablaría
de un proceso que nace del dragón, siendo un producto más
complejo de éste. Este proceso seria una asociación,
profundización y cristalización en un mayor nivel del sentido
egoico, sobre todo, en un campo en particular de la existencia
de la humanidad e impulsando el termino de materialismo. La
segunda bestia seria un escalafón superior evolutivo del
concepto que nos representaba la primera bestia, el
materialismo. Pero en está nueva fase del sentido egoico y su
movimiento el materialismo, se alza sobre el propio campo
existencial que conocemos como lo material, para tender su
predominio en el campo mental, haciendo conducta e
ideología al materialismo. En la segunda bestia el hombre, su
mente esta regida y dominada por el materialismo.
Es evidente que el materialismo, como fundamento de
doctrinas, como base de pensadores y filósofos, se estableció
desde siglos antes, dando paso al pensamiento racionalista y
positivista. Este pensamiento racionalista entraría dentro de
unos esquemas materiales, donde la positividad que se expresa
aquí hace referencia a la condición del hombre a emplear la
acción. A la manifestación de un ser humano que puede llegar
con su ego a todos los niveles y empieza a ser base de
estructuración de la sociedad, al comienzo de la era moderna.
Este enfoque de la sociedad y de su cultura se aleja de la
perceptividad y de la imaginación, de la mente abstracta y del
pensamiento mágico, algo que podemos definir como nos
citan algunos especialistas metafísicos y filósofos, como el
pensamiento negativo, pero teniendo como carácter esta
visión negativa conceptos como receptivo, pasivo,
sensibilidad, y todo aquello que de alguna forma nos
simbolizo el termino Yang de la filosofía Taoísta. Pero el
acrecentamiento del materialismo, su desarrollo acelerado
comienza en profundidad en este siglo XX.
Pero vamos a extendernos ligeramente por el tiempo.
Observamos que el ego humano con su capacidad mental, se
ha ido perfeccionando y adaptándose al medio e incluso su
gran desarrollo se produce cuando influye sobre lo que le
rodea. El hombre saca provecho y productividad a la
naturaleza, extendiendo su dominio y su poder. El ego
humano se instala y se desarrolla muchas veces, estableciendo
una primacía sobre su entorno, tanto con los de su misma
especie como sobre la naturaleza. Esta concepción del ego
humano, nos hace referencia a que éste se cierra sobre si
mismo, dándonos una base al sentido de su existencia que es
el egoísmo. El egoísmo como expresión de los seres humanos
(aunque en otra concepción aparece en el reino animal y
vegetal, aunque quizás con unas discutibles matizaciones, que
integrarían tanto el sentido egoico como el espiritual en sus
expresiones), es necesario para el desarrollo y supervivencia
del ser humano. Pero este instinto que nos empuja por propia
necesidad, ha sido extrapolado y estancado en un nivel donde
el hombre busca su dominio sobre todo lo demás. El ego es
necesario para la supervivencia a un nivel instintivo, mientras
que a un nivel emotivo y psíquico nos desarrolla la
personalidad. La parte egoica tanto dentro de un nivel
consciente, inconsciente como subconsciente, para cada
individualidad es necesaria para el progreso del ser humano,
nunca debiéndose extinguirse. Aunque tal vez en un total
desarrollo de la conciencia, debe subyugar este ego a otras
concepciones más indicativas del sentido espiritual, creando
entre ambas concepciones, la egoica y la espiritual un
equilibrio. Esta barrera que crea el ego instintivo y personal,
nos desconexiona de tener una mayor profundidad con lo
esencial de todo aquello que nos rodea. Rompe de alguna
forma, el enlace que tiene la conciencia con su carácter dual,
el eslabón natural que existe entre el sentido egoico y el
sentido espiritual, con nuestra interioridad y con la
exterioridad. Este egoísmo encierra nuestra esencia, a el
inconsciente colectivo, no dejando pasar por nuestra
conciencia algunas luces y abstracciones, que impulsan a una
mayor " maduración " del ser humano .
Obviamente el factor predominante en el comportamiento y
conciencia, tanto a nivel individual como grupal en el ser
humano a lo largo de su existencia, ha sido el egoísmo. El
concepto de negatividad que nos había representado la figura
del dragón, y como pensamiento positivista y racional según
nuestra comprensión histórica. Pero el ser humano a pesar de
este predominio de la negatividad y de su visión material,
siempre ha tenido de alguna forma la noción y guía de la
positividad, de la profundidad de la espiritualidad. Aunque
esta guía siempre ha sido a lo ancho y largo de nuestra
existencia, vivencia y gracia para unos pocos elegidos o tal
vez como visión elevada y prácticamente inalcanzable para la
inmensa mayoría de lo seres humanos. Desde hace unos siglos
y quizás para ser más exactos en este siglo XX, este progreso
espiritual, ha sido más generalizado en la humanidad, bajando
por así decirlo el listón de comprensión, de concienciación de
los seres humanos. Este desarrollo de las conciencias de los
hombres que intenta subyugar el ego, la sed de dominio, es
paralelo a una mayor expansión (aunque sea incongruente en
un primer esbozo, pero pensemos que el ser humano es un mar
de contradicciones) de nuestra fijación por lo material,
tomando mayor peso el materialismo. Tal vez esta respuesta
de la conciencia espiritual sea una causa y efecto, debido al
propia avance y peso que a alcanzado el materialismo. El
materialismo podríamos interpretarlo como una resonancia
más extrema de la racionalidad, indicando una conducta del
ser humano preponderantemente hacia la materia. La bestia
hija del dragón, potencia el sentido de dominio del hombre,
haciendo que la materialidad se extienda con mayor rapidez,
abarcando todos los niveles sociales y a todas las personas.
Debemos entender que esta racionalidad seria lo que nos
apartaría de esa "imaginería", de la concepción fantasiosa y
mágica, perceptiva y abstracta, desplazando a nuestra
existencia hacia conceptos más comprobables y demostrables.
El ser humano ha ido madurando su conciencia entre ese
sentido egoico, entre el materialismo predominante en su
sociedad y el carácter cerrado, parcialista de su religiosidad.
Esta forma de vida cambio de formulación y de substancia en
nuestro siglo XX, aunque el hombre siguió acrecentando su
sentido materialista a pesar de las transformaciones sociales.
En el estrato religioso de nuestra sociedad hasta estas
transformaciones. Componía a la espiritualidad y la vivencia
interior del individuo en un mero reflejo, ya que había estado
separada de su imagen debido al dogmatismo de la religión,
embarcándonos en una estricta conducta y cumplimiento a la
generalidad social. Está fue nuestra herencia generativa, el
sentido religioso dogmático junto con nuestra visión
racionalista pero materialista, que enraíza la conducta y la
conciencia. Como vemos este materialismo al desarrollarse,
no quedo como una forma de regirse socialmente y de
manifestarse como una pauta de la vida material solamente,
sino que se ha ido convirtiendo en una ideología para nuestras
existencias. La humanidad, coincidiendo con esta apertura de
conciencia y reencuentro espiritual desde esta segunda parte
del siglo XX, fundamenta y contrapone su pensamiento a los
conceptos materialistas. El sentido y dogma religioso, que
siempre había estado supeditado o influenciando al poder, al
dominio social y económico, parece abrirse en esta parte del
siglo, insuflándose más del lado espiritual en vez de la
estructura material. Esto a un nivel abstracto a permitido ese
resurgimiento del sentido de la espiritualidad en la
religiosidad, a un nivel más concreto podríamos indicar que la
religión, en su contacto con lo social con la gente sencilla, se
había quedado muy desfasada en relación con el sentido moral
de nuestra sociedad contemporánea. Quizás uno de las
manifestaciones más indicativas de este desfase, sea el hecho
de que en el seno de la religión católica, hubo una nueva
restructuración en el año 1963 realizada por el papa Juan
XXIII en el concilio vaticano II. Con esta reconversión, la
iglesia intento acoplarse a las cuestiones que se presentaban
en el vivir cotidiano de las personas y con el propio progreso
de la civilización. Que habían hecho estas nuevas cuestiones,
que se levantarán barreras sociales frente a los conceptos
religiosos.
Tal vez un enfoque realista nos induciría a ver que el
materialismo, se ha escindido de la religiosidad, haciendo que
la iglesia intente una adaptación a la evolución de éste. Pero
al mismo tiempo debido a esta transformación permitiría que
la espiritualidad resurgiera. En resumen que la humanidad y
su religiosidad, darían paso a una presunta formulación y
presencia de una filosofía religiosa, una forma de religar
fundada en la visión materialista. Pero también de alguna
manera abriría las "compuertas" a una religiosidad antónima a
ésta, más profunda y esencial. A una filosofía de vida basada
en la espiritualidad como baluarte.
Pero vayamos a prestar atención hacia otros puntos, pero
dejando sentado una importante diferenciación. Debemos
entender que es el significado y el significante de la esencia
interior. Como habíamos observado en esta esencia se
establecen los fundamentos-raíz y existenciales de la
supraconciencia cósmica, como son las leyes y pautas
evolutivas. Esta esencia interna se sujeta y establece según, la
materia donde se desenvuelve, como al nivel de conciencia
que albergue por estar en determinado nivel de la
supraconciencia. La esencia propulsa unos caracteres
arquetípicos, de donde se desprende las pautas de nuestro
psiquismo. Estas pautas se manifiestan bajo la directriz dual,
con las polaridades negativas y positiva. Ya que realmente
esta esencia interna, la cual la podríamos correlacionar con el
termino de alma, mantiene la dualidad en equilibrio
presentándose ambas fuerzas cohesionadas. El alma al
proyectar esa idea-arquetipo pasa por un nuevo proceso de
"expresión", otra escala de acción y entendimiento, que sería
una envoltura totalmente mental y que cubre a la esencia
interna siendo su significante, el cual lo relacionaríamos como
el espíritu. La diferencia conceptual que podemos remitir
entre el alma y el espíritu. Es que el alma es una parte ínfima
de la energía global, en su estado más primigenio y como
esencia que concebiría la vida en cualquier expresión.
Mientras que el espíritu seria una envoltura psíquica, la cual
tendría un espacio y tiempo limitado, por la propia vida de la
individualidad energética que ha insuflada el alma.
El alma como esencia tendría una duración más extensiva,
siempre y cuando la energía primigenia del universo existiese.
Mientras que el espíritu, seria como fases de evolución del
conjunto de almas, encuadrándose en distintos planos
diferenciales e integrando a su vez a los espíritus individuales
en agrupaciones más extensivas.
Tal vez un ejemplo de como podríamos visualizar a estas
escalas diferenciales, sería la propia vida de un ser humano, la
cual representaría una fase o escala diferencial, una existencia
de la esencia que llamamos alma. Pero al mismo tiempo esta
existencia de una persona, sería un eslabón más del espíritu y
alma de la humanidad en global. Un matiz más simplemente
del movimiento de la especie humana, una parte de la fase
total del espíritu de la humanidad en su recorrido evolutivo y
sobre todo una parte ínfima de la energía primigenia o alma de
los seres humanos.
Me gustaría enunciar una posible hipótesis, que dentro de mi
pensamiento podría contribuir a la comprensión de la
existencia y evolución del ser humano mínimamente. Para ello
me adentro en el terreno de la antigua creencia de la
transmigración de las almas, de la reencarnación. Dentro de
este termino, se entiende que el alma y el espíritu (en
ocasiones simbolizando lo mismo), prosigue un desarrollo al
ir tomando diferentes cuerpos, pero conservando toda la
evolución desde su existencia como ente energético-mental.
Como contra punto de la reencarnación, como visión de la
evolución de la energía y psiquismo del hombre, existe el
concepto de la inmortalidad y que tal vez sea más
perteneciente a la orbe católica. En la inmortalidad, la esencia
interna nunca desaparecería aunque después de su breve
estancia terrenal, pasaría un plano puramente energético y
psíquico sin volver a la vida terrenal (ya bien sea positivo o
negativo este nuevo plano). Aunque para determinados
exegetas, existen diversos párrafos en la Biblia que nos
enuncian a la reencarnación. Para la inmortalidad ya no se
volvería a encarnarse pero sería de nuevo parte integrante de
la esencia global.
Bajo estos dos prismas e intentado plasmar mi hipótesis de
trabajo, veríamos a la humanidad como un estructura grupal
de vida mientras que cada uno de nosotros, seríamos
eslabones de su sendero, piezas que con nuestras existencias
damos su caminar. La reencarnación como tal nos expresaría
la evolución constante de la humanidad, la cual toma cada
existencia como parte de su estructura, donde en realidad cada
ego individual no transmigraría, sino que sus esencias y
proyecciones mentales tomarían diferentes egos, para llevar la
finalidad de la vida en sí. Toda existencia sería importante,
debido a que sería una subfase de la fase grupal de los seres
humanos, integrando a su significado y significante sus
procesos existenciales. Cada uno de nosotros, desplazando
nuestra concepción egoica, vuelve al seno global, a su energía
y a su psiquismo. Teniendo cada vida una importancia para
ese movimiento que genera a la humanidad, pero siendo esa
existencia única en si misma durante toda la evolución.
Cada esencia interna o alma podrá reconducirse para albergar
otra existencia, o tal vez mezclarse en la totalidad primero
para desprenderse de nuevo e insuflar vida. Al igual que
sucedería por poner un ejemplo con lo procesos mentales
generados en una existencia, que integrarían a esa conciencia
global de la humanidad .Y que incluso podríamos extrapolarlo
a una conciencia global de la vida, que va más allá de la
especie humana simplemente, siendo encadenante de otros
nuevos procesos de vida en una nueva existencia totalmente
diferente a otras individualidades. Este movimiento grupal de
la humanidad, sería en realidad un subgrupo de un
agrupamiento mucho mayor, que indicaría a la vida en
cualquier tipo de manifestación.
Quizás la humanidad sería como un eslabón más de la
evolución del universo, una fase más de la autentica evolución
de la vida, que sería toda la existencia en nuestro cosmos. Una
visión que no deja de ser abstracta, que nos induce a pensar
que somos todo y al mismo tiempo no somos nada. Pero según
mi visión y entendimiento, se ciñe mejor al sentido de la vida,
a la percepción espiritual porque subyuga al ego, como ente
que perdura. Se aparta del sentido egoico, al ver al hombre y a
cualquier manifestación de vida individual, como un matiz de
toda la existencia universal. Esta hipótesis de trabajo lo
podríamos sintetizar como la inmortalidad de la vida en si,
que basa su evolución en procesos reencarnativos por
agrupamientos y que se constituyen por medio de
encarnaciones individuales.
Lo que acontece en las tres últimas partes del texto del
Apocalipsis, según mi pensamiento e intuición, son tanto el
presente como el futuro del proceso evolutivo de la
humanidad. Veremos en estas partes los conceptos anteriores
más desarrollados, así como se manifestará esa transformación
espiritual que hemos ido desgranando. Debemos tener
presente que la realidad es muy relativa, que los hechos y
circunstancias concretas, son difíciles de establecer. Pero que
los pasos evolutivos, son intrínsecamente estos, y que se
manifiestan tanto en un nivel individual, grupal e incluso
universal. Quizás si profundizásemos y prestásemos atención
a la raíz de lo que es el destino, nos aportaría mayores
conclusiones.
Según mi entendimiento el futuro, es una composición de
condicionamientos de diferentes procedencias, donde diversas
tonalidades y luces convergen en continua fluctuación. Donde
tal vez la casualidad es una imagen externa y la causalidad su
camino. Siendo la propia vida indeterminada pero
complementaría su esencia interna. A mi comprensión, el
destino y tomando su significado de forma literal no estaría
escrito, a pesar de valorar que realmente el tiempo (pasado,
presente y futuro) en todas sus fases, son la misma substancia
con diferentes perspectivas. Esta concepción que nos
involucra a los niveles más abstractos, nos remitiría en
relación a lo concreto, a un "futuro arbóreo". Un destino que
se cimentá bajo las caras de la vida, que bajo diferentes
senderos significantes, nos empapa de la raíz real del destino,
de su significado. El destino tendría diversas ramificaciones y
según los condicionamientos, tomaría diversos senderos que
conducen a la misma finalidad. Algo que queda para la física
experimental bajo la concepción cuántica, como la existencia
de múltiples universos, pero que en realidad la partícula toma
para su movimiento y composición uno de ellos.
La hipótesis cuántica que nos habla de los universos paralelos,
nos introduce en un mar de presuntas vidas, digamos
abstractas y no reales para nuestro sistema sensorial, pero que
realmente existirían en torno a nuestro universo concreto y
visible. Esto se interpreta así por que realmente la visión
cuántica, no ve los fenómenos cuánticos como hechos reales
sino como probables sucesos. Que aunque en realidad definan
un suceso concreto en el momento de la experimentación, en
el siempre presente tendrían un sin de posibles sucesos, que
sólo desaparecerían (por así decirlo), cuando el tiempo del
suceso fuera pasado en nuestra escala temporal.
Estos universos paralelos nos explicarían, como se
desenvuelve la vida entre un sin fin de posibilidades, de
condicionamientos. Y tal vez como un proceso que es
netamente psíquico y que materializa en cada "momento" una
concrección, que conduce a la existencia. Esta hipótesis nos
daría una presunta "imagen" del destino, de su camino
arbóreo.
Otra de las teorías cuánticas con peso en el mundo de la física,
nos la remitió el físico David Bohm en 1971, con la
concepción del universo implicativo, en vez de causal y
efectista como nos desprende la concepción Newtoniana. Este
universo envolvente o como dijo Bohm un universo de orden
implicado en vez de mecanicista, nos remitiría a unas claves
ocultas que se enraízan debajo de la estructura cuántica, en su
subcapa y fuente de energía primigenia. Esta nueva
explicación sobre la mecánica cuántica y la estructura de
nuestro universo que realiza Bohm, se basa en las dos leyes
fundamentales de la física cuántica, que son las citadas leyes
de indeterminismo y de complementariedad. Este orden
implicado nos dice que el universo posee unos parámetros
ocultos a un nivel subcuántico, con los cuales se desarrolla la
vida según la necesidad y coordinación de su red conjunta,
teniendo unas constantes presumiblemente "psíquicas" que
establecen la función cuántica.
Esta visión nos conduciría a esa esencia final, al propio
destino, a su significado del cual traslucimos el camino
arbóreo. Como la similitud en la finalidad de las raíces y los
frutos (las individualidades) que nos induce la vida. Tomando
otro prisma de visión, vemos que la vivencia del individuo se
establece bajo las perspectivas de pasado, presente y futuro.
Fundamenta el hombre su vida a la hora de desarrollarse, bajo
la directriz temporal. Si retomamos la base hipotética de que
realmente el tiempo, es un continuo presente, tanto a escala
universal como individual, pero que a nuestra existencia y
sentido sensorial se establece bajo un tempo determinado.
Entrando siempre en términos de psiquismo y bajo la visión
del continuo presente, estableceríamos el termino de
predestinación.
El ser humano dado su fuerte psiquismo, tiene fenómenos de
precognición y retrocognición, aunque tal vez este fenómeno
tenga lugar también en todo el mundo animal dado su extenso
sistema sensorial e incluso, de alguna forma se extienda en
cualquier noción de vida (recordemos la ley de
complementariedad de la mecánica cuántica). Pero analicemos
el concepto de predestinación, el cual nos indica que es una
canalización del psiquismo hacia el futuro, estimulándonos a
que los sucesos futuros tiene una "fabricación mental
anterior". Como hemos observado antes, todo proceso antes
de materializarse tiene que haber sido fecundado por una
idealización. Antes de producirse una acción debe canalizarse
un pensamiento consciente y estructurado o inconsciente e
instintivo. Partiendo de que todas las concepciones psíquicas
individuales, realmente parten de una hipotética unidad
mental, esta predestinación tendría una impresión emotiva y
abstracta, que fabricaría un camino, circunstancia o hecho que
se materializaría en el futuro bajo la tutela de diversos
factores. Esta visión entraría perfectamente bajo la dirección
de preceptos universales como la libertad, la voluntad de la
esencia individual y de la providencia o azar que nos empuja a
una finalidad. Esta predestinación se puede encuadrar como
explicativa de los procesos que generan la supraconciencia y
la energía global.
En base a este continuo presente, que se manifiesta por partes
espacio-temporales, tendría en síntesis todos los arquetipos
condicionantes, como nos remiten diferentes culturas y
doctrinas. Esta reunión en la esencia de los diversos estados
mentales en síntesis, los cuales intervienen cuando la voluntad
del hombre los manifiesta, es algo que nos estimula a pensar
en el termino de libre albedrío. Esa providencia que a nuestros
ojos se manifiesta por encima de voluntades, equivaldría a la
finalidad que subyace en cada sendero individual. Sería como
indicar que la voluntad del hombre, señala su propio sendero,
pero que entre los numerosos caminos que se pueden
emprender, detrás de las múltiples caras existe una finalidad
predeterminada. El hombre tiene la potestad de tomar y
definirse por diferentes significantes o continentes
estructurales, pero el contenido y la substancia esencial
significativa siempre será inicio y meta de su evolución.
Con estas explicaciones podríamos observar al destino, no
como una concepción rígida y determinada. Sino que el futuro
sería como un destino condicionado, donde la voluntad, los
diversos factores de la vida en ese instante del presente
continuo y la providencia o azar, serian los hilos conductores
de ese futuro inestable pero condicionado.
Tomando de nuevo el concepto de predestinación, en la base
de que una individualidad puede fabricar un hecho a raíz de
una estructura mental. Pero esto debemos analizarlo con
cuidado. En realidad para la concepción de esa idealización
que buscaría una plasmación material de un ente individual,
tendría diversos factores que podríamos reunirse en tres
fundamentales. El primero seria el conjunto que forma esa
psiquis individual, con diversos factores como su estado
personal, la influencia generacional e incluso el clímax
medioambiental, que moldearían desde su exterior esa posible
idealización. Otro fundamento sería la acción de esa
providencia o azar, que es la fuerza e idea, la energía y
conciencia, de la totalidad cósmica que sigue su propio
proceso adimensional y atemporal, determinando a esa
idealización individual. El último fundamento sería el
compendio de voluntades que formarían nuestro hábitat (masa
común mental), donde su actividad y fluctuación impregnaría
a esa idealización individual. Algo que podemos observarlo
como generativo y hereditario, o específicamente de la
conciencia grupal presente. Esto nos remitiría que en
correspondencia a la idealización personal, tendrían en
convergencia otras voluntades en especial de otros seres
humanos, que podrían en paralelo sus conciencias. En realidad
todas las idealizaciones individuales nutrirían al inconsciente
colectivo, el cual interpondría pautas esenciales y por lo tanto
unas determinantes, que las propias idealizaciones de los entes
individuales en muchos casos.
Esta imaginería (creación mental, visualización materializada)
que es la idealización individual, la hemos experimentado
creo que todos en algún momento de nuestras vidas, incluso
llegándose a plasmarse. Pero debemos tener presente que el
engranaje psíquico de la humanidad, donde también se
establece una imaginería colectiva, induciría a los individuos
unas bases direccionales a sus existencias. Con la directriz de
mayor influencia enraizada en el inconsciente colectivo,
estimularía ésta a que la idealización en determinados
individuos se produjera. Que por medio de potencialidades
como la sensibilidad, voluntad o perceptividad, sabrían unir su
personal idealización con las pautas marcadas en el "almacén
psíquico" del inconsciente colectivo.
Se que tiene una difícil comprensión esta explicación, pero los
conceptos por ejemplo de libre albedrío y de providencia, que
diferentes culturas y doctrinas nos han hecho mención,
quedarían bien reflejadas. No deberíamos desestimar frases
como "el destino está echado", ni que "el futuro lo crea el
hombre". Al contrario deberíamos fusionarlo, sentar una
síntesis y realizar una catarsis que unificara, mostrándonos tal
vez una visión del destino más acertada, como un futuro
condicionado pero no determinado e inamovible.
Antes de terminar este capítulo, me gustaría navegar de nuevo
bajo la concepción de la voluntad del ser humano, que junto
con la empatía serían de las cualidades más importantes para
esta transformación espiritual. El hombre se ve arrastrado
como hemos visto por un sin fin de condicionantes interiores
y exteriores continuamente. Quizás el hombre en muchas
ocasiones y en relación a su voluntad, tiene la idea de que no
puede salir de su pozo, de no poder emerger sin el apoyo
externo. Este apoyo a un nivel espiritual lo llamaríamos la
búsqueda de la guía de un maestro, pero que en otros niveles
de vida también se manifiesta esta tendencia a guiarse por
factores externos. Esta tendencia de encontrar en el exterior de
la persona, lo que realmente tendríamos en nuestro interior,
cohíbe e inhibe no solamente la voluntad del hombre, sino
también su conciencia. Estas figuras y mensajeros de la
espiritualidad, cumplieron una función determinante en el
pasado como de alguna manera siguen cumpliendo en el
presente, y al igual que en el futuro serán precisos y buscados.
Pero recordemos que quizás estos guías no se mostraran como
líderes en el futuro de la humanidad, sino que confluirían
como una significación de organizador, de guía que no de
líder hacia la sabiduría. El despertar de la conciencia que
vemos que se adentra en la sociedad, estimulara las cualidades
elevadas que los mensajeros portan como son la empatía y la
voluntad, en un numero indeterminado de seres humanos,
caminantes del sendero espiritual o simplemente hombres que
buscan su evolución, siendo precisos para materializar una
transformación general. Esta disolución de las cualidades de
los místicos a una extensión más amplia de seres humanos,
hará sentar mejor las bases de los preceptos básicos, como son
el amor y la libertad junto al sentido de unicidad. Esta esencia
cristica debe esparcirse entre los seres humanos y no como
ocurría en el pasado que se reunían en la figura de un maestro.
Aunque en el futuro también existan guías espirituales,
movilizadores de las voluntades, visionarios abstractos o
organizadores de las conciencias. Pero debemos dejar sentado
que el maestro extinguirá de su imagen externa el termino de
líder, aunque posiblemente estos místicos del pasado no
quisieron proyectar en realidad esta imagen hacia las
personas. Se sustituirá esta imagen de figura líder, por una
esencia de galvanizador del interior y provocando al hombre a
que se agudice su visión más profunda, pero siempre y
únicamente por el mismo.
El egoísmo que es contrario a esta notable disolución de la
esencia cristica entre los seres humanos, debe estar en el punto
de mira de la transformación, para que en realidad nuestras
existencias cambien su sentido. El dragón teje su tela en la
humanidad y crea su trampa, para que el varón no recorra, o
tal vez mejor expresado no se reencuentre con su sendero.
CAPITULO XI
Volviendo de nuevo a la correlación que nos presenta el texto
del Apocalipsis y durante este capitulo, nos vamos a adentrar
en la narración de la quinta parte del escrito de San Juan, que
se titula "instantes amenazas contra Roma hasta la ruina de la
ciudad". El párrafo que encabeza está parte lleva el nombre de
" los preludios del juicio contra Roma".
Durante este capitulo al igual que el contenido de la quinta
parte del Apocalipsis, nos hablaría sobre el porvenir y
presente de la humanidad. Dado que habíamos situado
cronológicamente el relato del Apocalipsis, recordamos que
nos habíamos quedado en las puertas de nuestra época
contemporánea. En este proceso evolutivo que hemos ido
describiendo sobre el texto de San Juan, nos habíamos parado
en el punto álgido que anuncia un profundo cambio interior y
a la postre exterior de los seres humanos.
Este párrafo por medio de la anunciación por tres ángeles
como nos cita el texto, nos proyectaría ese cambio. El punto
álgido donde la configuración de los dos testigos y de la
segunda bestia, crean un clima que empuja a la humanidad a
un periodo de regeneración. El primer ángel nos aclara entre
lineas y tras los velos metafóricos propios a la narración, que
el juicio en realidad, no es contra Roma, sino más bien contra
el simbolismo que representa está ciudad. Este mensajero o tal
vez mejor expresado el mensaje, nos remite a un evangelio
eterno. El juicio se realiza sobre el materialismo y el sentido
egoico (siendo Roma una imagen de este poder), que han
desenraizado la espiritualidad en la vida del hombre. Esta
expresión de Roma como materialización de los conceptos del
dragón y las bestias, se extiende a toda la humanidad como
nos cita el mismo texto. Al decirnos que este evangelio es
"para pregonarlo a los moradores de la tierra y a toda tribu,
nación, lengua y pueblo".
El segundo ángel o mensaje, nos introduce un nuevo termino,
Babilonia la grande. Este termino se enlaza con otros
utilizados en el Apocalipsis, como el de la gran ramera, y que
en significación son sinónimas al concepto que representa
Roma. Babilonia la grande al igual que Roma, nos hablaría de
un modelo de vida y de conducta. A la humanidad y su
sociedad que se comporta y se expresa, bajo un ritmo de
conciencia que nos remite a la forma de vida de la antigua
ciudad de Babilonia. Esta ciudad estandarte de la civilización
Sumeria y contemporánea a la Caldea, represento el esplendor
material, el poder y la riqueza. El texto nos quiere expresar,
que la negatividad estaría impresa y de forma predominante
(el sentido egoico y la explicación que habíamos dicho sobre
el concepto de negatividad, no como representación del mal).
Nos diría que a pesar de estar inmersos en el conocimiento y
el progreso (como realmente ocurrió en la época de Sumeria,
en Babilonia), el ser humano asentó su comportamiento y
conducta, a pesar de las religiones que procesaban tan
importantes como el zoroastrismo, en una visión materialista.
El texto nos dice que Babilonia la grande, cayo, tras hacer
beber a todas las naciones el vino del furor de su fornicación.
Esta última frase con que se cierra este mensaje, nos anuncia
ese paso evolutivo transformador, después de haber estado la
humanidad regida por esa concepción que representa
Babilonia y beber esa forma de conducta materialista (el vino
de su furor), que proviene de su fornicación (de la
transgresión de la esencia espiritual).
El tercer ángel o mensaje nos habla del "vino del furor de
Dios". Aquí nos traslada a la fuerza cósmica en si misma, al
movimiento evolutivo global, a esa totalidad que llamamos
Dios. Ese vino de furor seria una fuerza de equilibrio que
transciende en realidad al propio ser humano, que en esta
transformación en concreto nos habla de un reajuste por
medio de la positividad en boca de la religiosidad (sentido
espiritual). O lo que bajo un prisma material y según nuestra
civilización, se le podría llamar desarrollo de la cultura
negativista. Esta cultura negativista nos indicaría cualidades
del hombre como la receptividad, la reflexión, la pasividad y
la regeneración. Este ángel nos anuncia que este "furor de
Dios se derrama sobre la segunda bestia y sobre aquellos que
lleven su señal. La marca de su nombre". Recordemos que el
Apocalipsis usa estos simbolismos para expresar y describir
un condicionamiento predominante, una concepción-raíz de
talante generalmente abstracto, aunque de ellos lógicamente
se saquen conclusiones concretas.
En este caso Babilonia la grande no nos expresaría llanamente
a la lujuria, sangre y perversión. Nos remite a un modelo, que
se rige por lo instintivo, aunque se manifieste el conocimiento
con un talante y carácter mágico propio de aquella época. Nos
indica una sociedad que basa su existencia, a pesar de hilo
mágico con que circula y se insufla esta cultura. Que se
desenvuelve más bien por conceptos materialistas en vez de
espirituales. Nos indica un modelo de vida, que es la segunda
bestia (el materialismo rige no sólo la conducta externa, sino
también a la mente). Aquella civilización Sumeria surgió de la
más tierna infancia de la humanidad, donde alcanzo unas
cotas de conocimiento elevadas, pero tenían conductas
sociales como eran los sacrificios y la esclavitud, muy
alejadas de las normas y ética de nuestra sociedad de hoy en
día. De criterios que se dictaron en la época moderna de la
historia del hombre, como son la igualdad, la libertad y la
fraternidad. En aquella época Sumeria los sentimientos (como
por ejemplo el miedo que configura una obediencia ciega),
predominaban sobre la lógica y el pensamiento racional.
El paralelismo que se traza de esta Babilonia con la sociedad
de nuestras días, podríamos enfocarlo bajo el prisma de que
esta antigua civilización (a parte de ser contraria a la cultura
Hebrea, siendo éstos sus esclavos), fue una sociedad con un
fuerte progreso y conocimiento, pero que tenia una visión
tanto de su individualidad como de su conjunto netamente
materialista e instintiva, donde el poder del sentido egoico era
mayoritario. Esta estructura de pensamiento y conducta,
parece reflejarse con diferentes matices en las sociedades de
nuestro presente, descendiendo el peso de la espiritualidad en
nuestras vidas. Este furor lógicamente contrario a la bestia y a
Babilonia, sería esa transformación que hemos ido
desgranando.
Debemos tener presente que todo desarrollo de vida, en todo
proceso de evolución de una individualidad, existen
circunstancias y condicionamientos que son fijos debido a que
siempre se manifiestan, pero que son flexibles y están diluidos
entre si, conformando un todo. Quizás para entenderlo mejor
estos conceptos o circunstancias que nos representan unas
constantes vitales en la existencia, tomemos y fijemos por
ejemplo la atención en la vida de una planta. Su semilla nos
representa siempre la apertura de la posibilidad de configurar
la vida en nuestro sentido material, pero ésta permanece en un
estado latente. Digamos que en esencia aunque la semilla sea
una individualidad material, simboliza una forma etérea que
ya es una proyección de la existencia en si y que nos reporta a
lo que realmente nos representará la vida. Esta semilla
necesita germinar para convertirse en una planta,
obligadamente y por medio de un sin fin de condicionantes.
Necesita la materialidad para alcanzar su fin, su constitución
física y su significante, su razón de ser para desarrollar el
proceso de la evolución, ya sea individual como grupal. El
sentido de la planta, su fruto y su descendencia, nos
proporciona el significado real de lo que representa la vida de
esa planta, y por extensión todo lo que nos representa vida.
La planta en su esencia, en su semilla es una fuente de vida
latente, es una "etérica nebulosidad de lo que será su
significado y su significante", y que posee unas
potencialidades dormidas, como nos simboliza su caparazón.
Para su evolución y constituir así su desarrollo, necesita
crearse entre la "diversidad" debido a la cantidad extensa de
condicionantes y circunstancias. Necesita de la intervención
de lo extremo y exterior, para centrar una individualidad
concreta, una forma de vida que en términos físicos
llamaríamos entropía. En la existencia de la evolución, para
conseguir el equilibrio medio necesario y establecer un
desarrollo armónico (o para conforma este camino que nos
describe la propia vida), se debe establecer las pautas puras
que siempre representan lo extremo. Tal vez bajo esta
conclusión de que para existir el equilibrio, siempre se debe
partir de lo extremo, nos remita a lo complicado de nuestra
psiquismo y de nuestra conducta. Que parece debatirse entre
extremos tanto a un nivel mental como material hasta
conseguir una consensuación y un producto.
En este proceso de materialidad, las energías y fuerzas que
participan en los procesos de crear vida, produce un
movimiento de fuera hacia dentro, del exterior hacia el
interior. Trascribiéndonos tal vez el termino de negatividad
(como representación de la comentada energía Yang ) por la
absorción y concentración que sucede, y que tal vez
puntualizando con cautela nos simbolizo la creación del ego
de una individual. Después de llegar a convertirse esa semilla
en una materialidad real para nuestros sentidos, necesita para
su equilibrio y para cumplir quizás su función principal, el
sentido (el fruto). Aquí para desencadenar el sentido de las
energías que actúan, presentan un movimiento desde dentro
hacia fuera, de lo interno a lo externo, conduciéndonos a una
forma de expresión de la esencia de esa individualidad. Este
proceso lo definiríamos como la acción de la positividad, del
enlace perpetuo que es el fundamento autentico para la vida.
De una manera abstracta nos habla de la espiritualidad (a parte
de la creación o procreación como quiera entenderse) de cada
individualidad. Con estas pautas, que son fijas en el proceso
evolutivo pero que influencian con flexibilidad y diversidad,
se entrelazan esos fundamentos-raíz que tanto hemos expuesto
en el Apocalipsis.
Pero retomemos al texto en si, el cual nos "describiría dos
hechos", siendo estos detonantes primordiales para
comprender esa transformación de la conciencia. El primer
hecho que observamos lo "realiza el hijo del hombre en
semejanza" y que lleva "una corona de oro en su cabeza y una
hoz en su mano". Este hijo del hombre realiza según un ángel,
la acción de arrojar " la hoz y la siega, por que es llegada la
hora de la siega, porque esta seca la mies de la tierra".
Buscando un sentido psicológico a la metáfora que nos
representa este párrafo, trasvasaríamos el significado por un
lado a un periodo de la evolución de la humanidad, donde la
conciencia (ya sea individual pero sobre todo grupal) entra en
un circulo vicioso y cerrado en la concepción de la vida, en su
forma de conducta y expresión. Necesitaría la consciencia
expandirse por nuevas vías, debido a que los conceptos han
quedado limitados e inhibidos, a lo que la propia evolución
que ha encaminado el ser humano le empuja.
También lo podemos observar desde otro punto de vista
metafísico. El cuarto paso o campo donde se desenvuelve la
vida, es como habíamos dicho el material. En esta frase nos
indica que el campo predominante del ser humano pasa de ser
el material, al mental bajo o concreto. Este quinto plano o
campo de la existencia, nos remite a una concepción de la
civilización que se basa en la mente concreta, que de forma
equilibrada con la materialidad, va escalando en importancia
el nuevo plano más elevado.
En realidad como es lógico, este estado mental concreto (que
tal vez nos indica a la inteligencia y el conocimiento en un
mayor tono), siempre ha cohabitado en el ser humano y se
diluye con los demás estados conformando un todo en la
existencia de los hombres. Pero tal vez en este estado
evolutivo que estamos describiendo, y que creo estamos
inmersos en él desde hace ya unas décadas, nos induce a
pensar que el significante y significado, el progreso elevado
en relación al curso de su historia, y tal vez lo que es más
importante, que este desarrollo tiene un movimiento
vertiginoso en los dos últimos siglos, habiendo producido una
red de progreso con unas expectativas y directrices
establecidas de como dirigir y enfocar su evolución.
Entra en una concepción de su vida, de su sociedad que de
alguna forma queda vacía, encontrando unas barreras
principalmente en lo que se refiere al psiquis, debido a que la
propia sociedad establecida, no deja expandir la conciencia
hacia nuevas planos, hacia una nueva forma de expresar y
vivir la existencia.
Quizás este empuje de la psiquis en el hombre, lo
establezcamos en lo social (en la gente normal y corriente) y
en la cultura. Pero en las filosofías y los pensadores
contemporáneos, desde hace unos años comienzan a
expandirse en este siglo sobre todo, hacia una concepción que
podríamos remitir como más espiritual, empujando a la
conciencia del hombre hacia un proceso regenerativo de si
mismo y de su sociedad. Las personas que engloban la masa
principal de la humanidad, sobre todo aquellas que viven en lo
que denominamos "mundo desarrollado", encuentran un vacío
psicológico, espiritual e ideológico, en sus existencias. Esta
cuestión que ahonda en el primer mundo viene dada por ese
progreso que hemos indicado, lo cual trasladado a otras partes
del planeta, queda en muchas ocasiones relegada a un segundo
plano, debido a que la supervivencia en el llamado tercer
mundo, es prioritaria. En esta herencia mental común que tal
vez nos proyecte, establece un modelo standard de conducta y
de conciencia (dentro de la diversidad de la propia
individualidad). Donde convergen sentimientos, instintos y
pensamientos de todos los seres humanos, tiene una
"necesidad vital" de regenerarse y expandirse, al quedar sus
proyecciones encerradas en una fase que no estimularía
realmente ningún desarrollo a este presunto "ente global".
Quizás la mies de que nos habla el relato, nos indique que la
sociedad y su producto la materialidad, habría llegado al
punto de la siega. Donde esta siega o maduración nos
transmita unos nuevos conductos y conceptos, de conciencia
y conducta. La carona de oro nos simbolizaría principalmente
esa voluntad, ese pensamiento y esencia positiva, necesaria
para producir el desarrollo del proceso. Esta corona de oro que
porta el hijo del hombre es un concepto sinónimo al del varón.
La hoz nos inducirla a el hecho en concreto, al momento y
circunstancia precisa, que nos anuncia que el tiempo de esa
transformación ha llegado.
Volviendo al texto del Apocalipsis, nos aparece un nuevo
párrafo, que nos hablaría de ese segundo hecho y que nos
anuncia esa transformación. Aquí nos aparece otro ángel que
salió del templo del cielo y que tenia también una hoz afilada.
A su vez "salió del altar otro ángel que tenia poder sobre el
fuego y clamo con voz fuerte al que tenia la hoz afilada
diciendo: arroja la hoz afilada y vendimia los racimos de la
viña de la tierra, porque sus uvas están maduras".
Posteriormente el ángel de la hoz afilada "hecho uvas en la
gran cuba del furor de Dios", está fue pisada fuera de la
ciudad, expandiéndose la sangre por espacio de mil
seiscientos estadios.
En este segundo párrafo nos hablaría de la acción en si misma,
del hecho-efecto que manifiesta esa transformación. El ángel
de fuego, nos definiría la propia acción de la depuración y
regeneración de la conciencia de la humanidad. La
purificación propia del elemento fuego, su dinamismo hacia el
cambio psicológico y espiritual. La acción de vendimiar, nos
indica la llegada del tiempo de recoger esos frutos, que la
evolución ha ido incubando. Serian los frutos de nuestras
conciencias que han ido superando la limitación, de esa
herencia global psíquica y su producto el circulo vicioso,
apareciendo en las conciencias nuevas vías y planos de
pensamiento y conducta. Planos y vías que con anterioridad
estaban latentes e impresas en nuestro inconsciente colectivo,
pero que por maduración e intensidad florecen a lo consciente.
Estas uvas de la tierra nos representa la unión de voluntades y
a la interacción de conciencias. Nos introduce en una
"mutación" de la conciencia del hombre, la expansión de la
psiquis que ya no tendrá como medio de expresión
principalmente a la materialidad.
Esta metamorfosis en el ser humano probablemente nos
reporte y anuncie un desarrollo del psiquismo humano, lo cual
hará potenciar y emerger cualidades psíquicas y espirituales,
como sería su propia inteligencia y raciocinio. Como tal vez
cualidades que conocemos de más cerca de mano de la
parapsicología. Tal vez el potencial racional del hombre (lo
que se conoce como inteligencia intelectual) se profundice
más, pero también ese potencial emocional e intuitivo tendera
a madurar en el hombre (la inteligencia emocional). Muy
probablemente esta profundización y maduración conduzca al
hombre a poder desarrollar su conciencia colectiva. Hemos de
intentar ver que esta metamorfosis en la conciencia del ser
humano y por ende en su conducta, durante este ciclo de
cambio donde presumiblemente se aceleren acontecimientos,
tendrá también circunstancias negativas, en el carácter de
obstrucciones e inhibiciones. Estas circunstancias negativas
traerán confusión y alienación, al psiquismo de la especie
humana. Este circulo vicioso que se ha creado por nuestra
materialidad, nos conduce a una sensación generalizada de
vacío en nuestras existencias (algo que se intenta contrarrestar
bien con un mayor fundamento de la materialidad en la vida o
bien, dándole un sentido más espiritual a la existencia ).
Pero tal vez las connotaciones más negativas nos induzcan, a
ver un aumento de desequilibrios emocionales y psíquicos,
como son la ansiedad y la depresión, en nuestra sociedad.
Estas disensiones del sistema nervioso y de la emotividad, ya
sea como factor depresor o de excitación, hacen que sean unas
dolencias muy importantes en la salud de la humanidad. Tal
vez en potencia sean el lastre de salud más importante de
nuestra sociedad en esté siglo XX, pero que según las
estadísticas nos auguran que el próximo siglo, si no se toman
las medidas oportunas será una autentica llaga en la existencia
de los seres humanos. En definitiva el soplo de esa
transformación psicológica y espiritual en el ser humano,
tanto individual como colectivamente, tiene el camino
señalado.
Ciñéndonos al pequeño párrafo, nos dice que "las uvas fueron
echadas a la gran cuba del furor de Dios". Esto nos simboliza
que estos frutos, estas nuevas vías y capas de conciencia,
están conducidas por el proceso de la positividad, del propio
movimiento evolutivo de la totalidad. La frase que nos dice
que de esta cuba saliese sangre y se extendiese fuera de la
ciudad. Nos hablaría que de esta cuba, que sería una nueva
concepción y proceso evolutivo que nace de la totalidad y que
repercute en el hombre, se realiza por medio de lo más interno
del ser, de su espíritu. La sangre como habíamos citado
anteriormente, nos hace referencia a lo mas trascendente y
sublime del ser humano, a la parte del psiquismo mas interno,
a lo espiritual. También quizás que nos remita el ángel, que de
la cuba saliese sangre, puede inducirnos a pensar que la
primera acción de esa transformación tenga una connotación
negativa. Tal vez esta negatividad nos sugiera un cambio
drástico o unas circunstancias similares a las que hablamos
citado antes, y que repercuten tanto en el ámbito social como
en el individuo. Pero también esta connotación negativa la
podemos observar como una referencia a que esta
transformación sea principalmente de carácter regenerativo.
Lo cual hace que la conciencia entre en una fase de confusión
y nebulosidad, propia de una fase de cambio y que se esparce
desde lo más profundo del psiquismo. Este cambio que de
alguna forma ya residía en nuestros interiores, al intentar
emerger produce un choque muchas veces súbito y que en el
mejor de los casos produce una pasividad reflexiva, aunque
generalmente se produzca con golpes de intensidad emocional
y de forma instintiva.
Cuando esta sangre sale de la ciudad, tal vez nos indique a
esta fuerza espiritual, esta energía regeneradora no se limite a
un espacio y tiempo concreto, en relación a una época
determinada. Esta sangre en realidad no estimula y afecta a
una parte de la humanidad simplemente, ni se establece en un
futuro encerrado en un tiempo y época concreta, que se
transcribe como una circunstancia que se produce en una fase
de la historia y que no transciende el rumbo de la vida
posterior. Esta sangre pasa esa barrera que nos representa la
ciudad (Babilonia la grande, Roma o la gran ramera), esa
forma de establecer una conducta y una conciencia,
extendiéndose hacia el devenir de la humanidad. Esta sangre
según el texto nos dice que, se expande por un espacio de mil
seiscientos estadios. Los estadios nos hacen referencia a una
medida de longitud, pero realmente su cifra nos remite a que
su extensión se produce en un espacio y a la postre en un
tiempo muy prolongado. Donde sucede el efecto aunque como
habíamos citado, realmente la acción influenciará de
sobremanera a nuestra humanidad en su futuro.
Podemos intentar realizar una subjetividad y un anacronismo,
situando estos dos hechos que hemos mencionado en este
capítulo, en una cronología de nuestro presente y futuro
próximo. Esta circunstancia que nos habla de una siega y una
vendimia de la conciencia y conducta, junto con una
expansión de la regeneración hacia el futuro de la humanidad.
La podríamos situar entre esos binomios anteriormente citados
(1998-1999 y 2011-2012). Estos dos hechos, nos indicaría que
la humanidad entraría en una época que nos estimulara a un
mismo tiempo hacia una época de cierta estabilidad material
pero también en una fase de cierta inestabilidad emocional y
psicológica, de un cierto vacío social e ideológico.
En definitiva que este tiempo preámbulo al paso de
transformación y desarrollo plasmada en la vida y evolución
de la humanidad, nos dictara el camino y profundidad de este
cambio. Nos indicara el enlace, alcance y sensibilización que
alcanzara "esa siega, vendimia y vertida" en la vida de los
seres humanos.
CAPITULO XII
En este nuevo capítulo vamos a extendernos por los párrafos
titulados, "las copas de la cólera divina, contra la ramera" y el
de "las copas". El primer párrafo nos adentra en su
descripción, mostrándonos una señal grande y maravillosa en
el cielo, que representan a los siete ángeles que contiene las
siete plagas. Esta señal que nos anunciará la transformación
psíquica y espiritual del ser humano, nos traslada de alguna
forma a ese pretendido orden cósmico que bajo la apariencia
de su dinamismo y volubilidad, se somete en su fondo a una
intencionalidad y equilibrio claro (como tal vez
entenderíamos tomando en consideración a la teoría del orden
implicado). Como hemos observado anteriormente el propio
numero siete, nos delata ese simbolismo universal, en el cual
este dígito se nos proyectaría como un carácter de la fuerza
evolutiva de nuestro cosmos. Estos ángeles con sus acciones
que son las plagas, producirían un efecto regenerativo en la
humanidad. Estos siete ángeles nos muestran la acción de su
fuerza en todos los planos de la existencia (etérico, mental,
material, espiritual, e.t.c.) y a las leyes cósmicas esenciales,
para desarrollar ese proceso.
También el texto nos introduce de nuevo en la imagen de un
mar de vidrio mezclado con fuego, donde aparecen los
vencedores de la bestia. Esta simbología nos declara al propio
universo en su imagen material y nos hace referencia a un
cambio cíclico, donde el dinamismo (fuego) realiza esa
transformación. Lógicamente el escrito desvela que la
positividad (los vencedores de la bestia), es la que realiza el
proceso de cambio. Observaríamos que la positividad en un
concepto de esencia espiritual, se reafirma y se equilibra a la
negatividad como concepto del sentido egoico.
Este equilibrio como habíamos entendido antes, se producirá
en el nuevo campo predominante de la humanidad, en el de la
psiquis o mental concreto. Este reajuste y templanza entre las
cualidades humanas y su comportamiento, se produce como
habíamos visto debido a que nuestra conciencia se expande,
tanto como conciencia colectiva como en una mayor
potencialidad de lo interno del individuo.
La humanidad, aunque ha usado su conciencia y ha sido su
distintivo en todo aquello que nos rodea, siendo la inteligencia
su motor evolutivo. La materialidad se ha tomado como el
campo de existencia primordial, pero esta materialidad ha
dotado a su vez al hombre de unas bases, para poder expandir,
comprender y desarrollar su psiquismo. El ser humano ha ido
evolucionando en la materia (aunque su principio sea la
inteligencia) en relación a su propio ego y encerrándose en
grupos (que nos establecería en el concepto del dragón más
puro, junto con la inteligencia egoica). Ha ido desarrollando
su conducta en la materia, en el materialismo (la primera
bestia). Incluso el salto cualitativo y cuantitativo de la especie
sucede, cuando esta bien sentada la base de la materialidad en
nuestra conciencia (la segunda bestia, la bestia 666).
Pero llegado este punto de inflexión, que nos lo desemboca el
propio progreso del materialismo, la humanidad tiende a la
búsqueda de una nueva evolución, en su constante progreso
que es su existencia. Una nueva concepción emotiva y
psíquica, renovado desde su vertiente interior, que estaba
desfasada por la predominio del materialismo.
La extensión tan marcada del ego, de los sentimientos que
genera y sus pautas mentales, pausarían esos conceptos-raíz
que están ya dictados en nuestras conciencias. Esos conceptos
que hemos citado como una concreción del sentido espiritual
en la sociedad, que son la libertad, fraternidad e igualdad. Que
son en realidad unas matizaciones, de los preceptos más
profundos del psiquismo humano, como son la libertad
interna, el amor y la unicidad.
De este texto que nos vuelve a inculcar esa transformación,
podríamos reseñar un pequeño párrafo. El que nos describe a
los siete ángeles, como "vestidos de lino puro y brillante, y
ceñidos los pechos con un cinturón de oro". Los vestidos de
lino nos recordaría cualidades como la pureza y la
majestuosidad, a la positividad y el poder que esta tela
desprende. Relucen los vestidos como sinónimo de luz tanto
en su causa como en su efecto. Los cintos de oro, nos
representa a esa voluntad de la Deidad que se expresan en los
ángeles o mensajes. El oro para diversas culturas, como
lógicamente para la Hebrea, nos indicaría la expresión y
ostentación del poder. Nos hablaría de que la voluntad de la
totalidad, se impregna en el hombre mostrando su poder. Este
metal apreciado en las antiguas civilizaciones, nos introduce
en una concepción y digamos de unión de la voluntad del
hombre a la voluntad de su Dios (en el caso de la religión
Judía) o de sus Dioses (tomando referencia de otras culturas).
Este metal lo podemos interpretar como un símbolo clave,
como hace nuestra tradición evangélica donde recoge en el
pasaje de los tres reyes magos. Los tres tributos que portan los
reyes magos son oro, incienso y mirra. Estos tres tributos, son
símbolos claves de las doctrinas esotéricas por lo que
significan conceptos básicos de toda evolución, de los cuales
se sirvió el Jesús hombre para transformarse en Cristo. En
referencia estos tributos los necesita cualquier ser humano
para profundizar en su evolución interior.
El oro nos representaría a la voluntad como hablamos citado,
a esa energía que despide "luz" en la conciencia y conducta
del hombre. La mirra nos remitiría al símbolo de la fe, a la
emotividad necesaria para poder emerger la potencialidad
humana. El incienso nos hablaría de la espiritualidad como
concepto psíquico, de la imaginación creativa,
introduciéndonos en la visión de lo abstracto que es la causa
raíz de la evolución. En definitiva nos indicaría a la voluntad,
a la emotividad y a la conciencia, como las fuerzas necesarias
para el desarrollo global, que empuja al hombre ha mantener
en equilibrio su sentido egoico y su sentido espiritual.
También en este pequeño párrafo nos habla, de que uno de los
cuatro vivientes, es el que da las siete copas a los siete
ángeles. Estas copas de la cólera divina nos representarían a
"condicionantes", en los cuales pueden verter su acción los
ángeles-mensajes. Estas copas son los pasos evolutivos que se
producen por medio de las claves simbólicas, representadas
por los ángeles y conducen al hombre en su sendero.
Quizás el viviente que podría indicarnos Juan y siguiendo la
concepción astrológica, nos remitiría al signo de Escorpión. El
significado en síntesis de Escorpión, nos habla de la
regeneración desencadenada principalmente por la
emotividad. A una transformación elevada del ser humano
propiciada por los sentimientos profundos. Este viviente en
realidad no nos hablaría de un momento determinado en el
tiempo, aunque nos motive hacia una forma de emprender
unas acciones y nos estimule a comprender la esencia clave
del proceso, que nos describen las copas.
Tal vez también podamos entender a este viviente como una
clave simbólica que nos da su significación por el signo de
Acuario. El signo de Acuario nos remite a conceptos como la
universalidad y la solidaridad, nos muestra una imagen del ser
humano que nos denota un dominio por medio de la
inteligencia de sus instintos. Este signo sin embargo si que nos
podría reseñar un tiempo determinado, la era de Acuario lo
cual para muchos estudiosos es un visión muy atrayente, ya
que proyectaría la acción de las copas en nuestro presente y
futuro inmediato.
Pero vayamos a la descripción y observación de las siete
copas. La primera copa nos habla de "que una úlcera maligna
y perniciosa sobrevino a los hombres que tenían la marca de
la bestia". Esta primera copa creo que nos introduciría en
nuestro interior, siendo un simbolismo que nos hablaría de
llegado un punto en la evolución de los seres humanos, se
tendrá una necesidad que impulsara al hombre a hacer
cambios sustanciales y totalmente diferentes a lo que había
plasmado con anterioridad. Emergerá de él una finalidad de
equilibrar la forma de visión y nuestro sendero, que como
habíamos desarrollado se expandía bajo las directrices del
materialismo. Teniendo para armonizar la existencia una
explosión del sentido espiritual, con una visión más global y
abstracta, tanto de la sociedad como de sí mismo. Observando
la historia de la humanidad desde sus raíces, vemos que esta
interpretación de la copa se extiende desde que el hombre es
hombre. El ser humano siempre se ha visto dominado de
alguna forma y lógicamente obligado por la materialidad.
Pero siempre intentando esbozar, buscar y sobre todo anhelar
su vertiente "psicoenergética", el sentido espiritual. Tal vez el
hombre a lo largo de su historia ha sentido de alguna manera
esa sensación de vacío, de necesidad o de malestar en su
propio desarrollo. El ser humano más arraigado a su propia
materia, a sus instintos y a su sentido egoico, desde siempre
ha sentido en su interior como una úlcera maligna y
perniciosa, que le ha empujado a evolucionar, a buscar su
realidad psíquica y espiritual.
Pero intentemos encuadrar esta copa, en una coordenada
temporal más definida y en relación con el hilo explicativo
que estamos dando. Como vemos esta úlcera perniciosa se
manifiesta en aquellos hombres que llevan la marca de la
bestia. Este impulso interior que lo relacionamos como una
úlcera maligna y que empuja a la humanidad hacia esa
transformación, se plasmara de forma concisa y concreta,
pudiendo situar su comienzo como habíamos dicho antes en la
muchedumbre en los mercados, en esta segunda mitad del
siglo XX. Obviamente esta úlcera que se produce en el
materialismo por medio del efecto que genera el sentido
espiritual, de alguna manera siempre ha estado presente. La
observamos en el ser humano de la sociedad del siglo XX,
dentro de un dinamismo de la vida muy acelerada,
comenzando a establecer y cambiar, determinados términos y
costumbres, que ya no sólo llegaban al ámbito individual, sino
que impregna a lo colectivo. El ser humano tras la segunda
guerra mundial, en las décadas sucesivas de "relativa paz",
estimulo a la humanidad hacia un nuevo proceso. Esta
segunda guerra mundial en realidad supuso más que una
guerra de carácter económico y político. En realidad la
humanidad de aquélla época se jugo la forma de conciencia y
conducta futura, debido al trasfondo ideológico que hubo en
aquellos momentos históricos. Este gran conflicto tenía una
significación direccional y esencial, sobre la humanidad y su
destino. Con posterioridad la humanidad estableció una nueva
forma de regir las directrices mundiales, donde se promulgo
diversas visiones y acciones que influenciarían a la
humanidad venidera.
Por ejemplo se estableció la O.N.U, dando paso a un foro
donde las naciones podrían tener una base común y un análisis
de su desarrollo más conjuntado. La sociedad posterior a las
guerras mundiales, creó una nueva forma de dominio de las
grandes potencias que se establecieron como tales después del
periodo bélico, la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Ambas potencias crearon dos bloques claramente
diferenciados, los cuales tendían su orbe a países que tenían
un modelo similar. También esta sociedad nacida después de
la época bélica mundial, nació un grupo de países conocidos
como los no alineados teniendo una relativa independencia de
los dos bloques primarios, y que se componían principalmente
de países del mundo menos desarrollado. Los derechos
humanos como base declarada para todos los hombres se
estableció, aunque su practica queda muchas veces violada,
pero que fue indiscutiblemente un paso importante para la
humanidad. A la conciencia y conducta de la humanidad, a su
visión e ideología, el desarrollo tecnológico influenció de
sobremanera a la sociedad. El paso definitivo de la humanidad
a regirse socialmente bajo las estructuras democráticas, de
promulgar y potenciar las libertades, creando un sentido social
más igualitario entre los seres humanos. Aunque el grado de
libertad y de democratización del ser humano, sigue quedando
en un reflejo superficial de toda la profundidad que puede
llegar a alcanzar.
Como habíamos dicho el concepto de la segunda bestia, la
trascendencia del materialismo que ya no es simplemente un
modo de desarrollo de la existencia individual y de la
sociedad. Sino que pasa a ser claramente una ideología, pasa a
influenciar a la mente del hombre. Tiene su extensión a raíz
del final de este período conflictivo, a partir de la segunda
mitad del siglo XX. Pero también el ser humano comienza a
raíz de esta época, a impulsar a la sociedad un nuevo sentido
espiritual, como lo podemos observar en las diferentes
evoluciones sociales y en la religión (algo que habíamos
sugerido en párrafo titulado la muchedumbre de los
mercados).
En resumen esta primera copa, que nos indica que el hombre
que esta influenciado por la marca de la segunda bestia (la
humanidad que se rige claramente por ese materialismo,
aunque quizás lo podemos trasladar a una visión más
generalizada y analizarla como un concepto-predominante en
todos los seres humanos). Sufrirá una úlcera perniciosa, que
nos representaría un impulso interno y en su mayor contenido
en un estado inconsciente, teniendo un denotado carácter
espiritual. Y por lo tanto al ser contraria al materialismo,
seria un sentido de choque dual y provocador de una
regeneración.
La segunda copa nos dice que "derramo su copa sobre el mar,
y se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser
viviente en el mar". Esta copa nos introduciría en capas más
conscientes de la humanidad, haciéndonos una clara
referencia a la propia emotividad de los hombres. Esta
circunstancia-condicionante nos hablaría que después de
emerger esa necesidad generalizada de transformación en el
interior de esa "preconciencia colectiva". Nos trasladaríamos
de una forma conceptual inconsciente al terreno de la
emotividad, de la fuerza motora del hombre.
Esta copa nos remite a que el hombre, en su evolución de
conciencia elevaría a esa influencia del sentido espiritual, a
una capa mental y de su personalidad más consciente, como
sería la emotividad donde los impulsos instintivos son
mayoritarios.
En el transcurso de la historia de la humanidad, el hombre ha
enarbolado ese sentimiento de cambio en numerosas
ocasiones, este sentido que de siempre a existido en la
conciencia de la humanidad y ha impulsado sentimientos de
transformación. Pero quizás en este período de la segunda
copa, se nos muestre de una manera más integrada y global,
más concisa y al tiempo espiritual. Ejemplos de estos
sentimientos los podemos trasladar desde la revolución del
renacimiento hasta las innumerables revoluciones sociales de
los dos últimos siglos. Esta copa nos habla definitivamente del
proceso transformador el cual ya nos aparece de una forma
más nítida y concreta, dándonos a este proceso regenerativo
un tinte principalmente emotivo. Quizás una imagen de este
sentimiento a mi entender sea la revolución social promulgada
en los años sesenta.
Esta copa que se vierte en el mar (en la emotividad humana),
se convierte en sangre e indicándonos tal vez, a un enlace
sanguíneo que hace referencia a nuestro mundo interno, al
sentido espiritual. Pero también nos hablaría de un concepto,
que podemos transcribir y aposentar, porque el texto nos dice
que el color de esta sangre, será como la muerte y padecerán
los seres vivientes del mar. Nos hablaría de la destructividad
y degradación, de las formas emotivas que desde antes y
durante, el transcurso del proceso evolutivo de la humanidad,
copaban a la emotividad.
Que la sangre nos parezca como de muerto, tal vez nos
introduzca en un fondo de resurrección de la esencia
espiritual, de regeneración evidente de la conciencia. Seria
como decir que la humanidad tendría una sensación
emocional muy fuerte, de que las cosas realmente no
funcionan y no desenvuelven correctamente. Que no se
alcanza el matiz deseado, actuando realmente de una manera
más superficial que no interna. Entablándose "una lucha"
entre nuestro inconsciente colectivo y nuestra emotividad, con
nuestro sentido consciente y más común. Quizás este tipo de
respuesta, como habíamos dicho lo transcribíamos más
correctamente en los años sesenta, por poner una situación
espacio-temporal más concreta. Hablaríamos de una
sedimentación en la humanidad, de este tipo de conciencia y
su expresividad que la enlazamos con el sentido espiritual,
que nos aparece de manera difusa y nebulosa, pero que se
extiende de forma generalizada. La humanidad de aquellos
años sesenta, produjo una profundidad en la concepción
social, cultural e incluso en el sentido religioso. A raíz de esta
revolución hubo una remodelación y estructuración distinta en
la conciencia y conducta de los hombres, que condicionó a las
sociedades futuras. Obviamente para algunos estudiosos,
verían en esta segunda copa como ese "cáncer" que tiene la
humanidad, que posee la marca de la bestia, sufriría un
proceso de clara regeneración, pero con un tinte
predominantemente destructivo.
La tercera copa nos dice el texto que se derrama "sobre los
ríos y sobre las fuentes de las aguas y se convirtieron en
sangre". Aquí y siguiendo este hilo explicativo avanzaríamos
escalafones más conscientes de la humanidad, plasmándose
acciones más concretas dentro del proceso del sentido
espiritual. Esta tercera copa, nos indica un proceso evolutivo
de esa transformación que nos reparta al sentido espiritual y
que arranca, de nuestro impulso interno siendo sedimentada y
fermentada por nuestra emotividad, estableciéndose el
inconsciente colectivo como su lugar de incubación. Todo este
proceso nos remite a que el significado de esta tercera copa,
seria la manifestación consciente y concreta de esta
transformación, siendo los sentimientos más que el raciocinio
de hilo conductor.
Esta copa nos representa una definición de la psiquis, donde
nos expresa una acción consciente y se vale para ello del
proceso emotivo, que a un nivel más mental nos hace
referencia a los sentimientos. Siempre guiados estos por "la
sangre", por la esencia espiritual de los hombres. Esta
representación de las fuentes y los ríos como una
manifestación concreta de la expresividad, a un nivel
individual y como habíamos citado antes, nos lo representan
filósofos, pensadores, escritores, religiosos, místicos, e.t.c.
Este alzamiento y expresividad de lo interior y de la
emotividad, han sido piezas determinantes en la evolución de
la humanidad. Siendo tal vez figuras como Jesús y Buda,
expresiones elevadas de esta manifestación emotiva y
espiritual.
Intentando situar en un mapa cronológico esta tercera copa,
este principal e importante condicionante-circunstancia, en su
manifestación mas expansiva, lo situamos en este siglo XX y
sobre todo en la segunda mitad. Vemos que su correlación del
proceso lo situaríamos en nuestro presente, el cual abarcaría el
pasado más reciente y el futuro más próximo. Limitando a
este presente, con las décadas posteriores como con las
anteriores.
Las dos copas anteriores, y teniendo siempre presente que
también estas circunstancias han condicionado al hombre
desde sus principios, se han ido expandiendo en una gran
masa de la colectividad humana en los últimos cincuenta
años. Esta generalización de la circunstancia que nos
representa la tercera copa, la estamos viviendo en nuestra
existencia cotidiana y que si observamos el desarrollo de
nuestra conciencia, a pesar de que nuestras barreras egoicas
siguen predominando, tendrá el punto cardinal en la época que
nos inducirá el binomio 1998-1999. A mi entender las dos
copas anteriores, ya habrían sido vertidas y diluidas en la
humanidad, estando esta tercera copa en nuestra existencia
como un simple retazo de la profundidad que alcanzara con
posterioridad.
Quizás este proceso tarde en fructificar realmente, debido a
que la conciencia global de la humanidad estaría en una
adolescencia, en relación a todo el potencial que puede
alcanzar. La humanidad en su conciencia global, ha pasado en
apenas unos siglos de una infancia y pubertad a una
adolescencia más madura. Conduciéndonos tal vez en los
próximos años, en el siglo XXI a alcanzar una juventud
madura, donde el concepto de conciencia y concienciación
será firmemente cimentado.
Hemos ido creando un clímax, para que de nuestro interior
emergiera un impulso fuerte y sostenido, que incubará en
nuestra inconsciente colectivo por medio de la expresión más
básica del hombre, la emotividad. Plasmando en la vida del
hombre por medio de sus sentimientos en la psiquis y
materialidad del ser humano, unas respuestas evolutivas.
La cuarta copa nos dice que se "derramará su copa sobre el
sol, y fuere dado abrasar a los hombres con fuego". Esta
cuarta copa nos hablaría de la voluntad creadora que sería
como una manifestación más pura del interior. Esta voluntad
creadora que nos induce a pensar en la intuición, en un
proceso mental que esta más allá de la emotividad, aunque la
integre en su concepción. Esta voluntad creadora, que es la
fuente de inspiración en los seres humanos, nos mostraría una
acción muy definida y desarrollada del psiquismo humano, en
este proceso del sentido espiritual. Esta segunda respuesta que
nace de lo inconsciente, tras tener un terreno más pulido,
interpretaría mejor al ser humano en sus diferentes vertientes.
Esta voluntad que ha sido promulgada realmente por unos
pocos seres humanos iluminados, se convertirá en una clave
común de la humanidad, que esbozara unas pautas más
completas y equilibradas, para reajustar el sentido espiritual al
sentido egoico.
Intentando hipotéticamente situar esta copa, la podríamos
observar en el futuro próximo, que lo trasluciremos en las
primeras décadas del siglo XXI. Pudiendo encuadrarlas en la
significación de esta copa, entre los dos binomios que
anteriormente hemos citado, en los periodos que van desde
1998-1999 al 2011-2012. Como podemos entender en esta
voluntad creadora que se extenderá, tendremos como base una
disolución de la esencia cristica en los seres humanos,
realizándose de forma concreta y consciente. Como
explicamos anteriormente habrán personas con una capacidad
innata, y que podríamos interpretarlos como unos
"protagonistas" de este movimiento sociocultural, religioso y
espiritual. Estos protagonistas, perderán el matiz de líderes
aunque su dinámica estimule en la conciencia general. La
humanidad en su gran mayoría será como la reencarnación de
esa esencia cristica, de esa voluntad creadora que nos
representa en la cuarta copa el sol. Todo este movimiento y
dinámica en la humanidad, que lo habíamos situado en el
binomio 1998-1999 y que proyectamos directamente con la
tercera y cuarta copa, lo podemos definir para nuestra
comprensión en un concepto creado en estos últimos años, por
nuestra sociedad. El postmaterialismo y los postmaterialistas,
dentro del cuadro general de la sociedad nos delatan unas
claves que nos hacen comprender en cierto sentido las
directrices explicativas que habíamos dirigido. Aunque
realmente estas bases que nos proyecta el postmaterialismo,
son bastante fidedignas a la concepción de un sentido más
espiritual e integrador del hombre. Creo que es un simple
reflejo de la profundidad que puede llegar a alcanzar esta
revolución de conciencia. La definición de postmaterialismo
que nos esta estimulando nuestro ambiente sociocultural,
viene a ser en resumen la concepción que antes habíamos
dicho como humanismo. Que nos habla en síntesis de que el
hombre empieza a dejar en un segundo orden el bienestar
material y económico, promulgando y participando más en los
caracteres sociales y globales, donde términos de solidaridad,
igualdad y libertad encierran un plan prioritario. Este
humanismo, que no será ninguna doctrina en si misma, sino
un soplo de vida a la estructura social y mental de la
humanidad. Será como una ideología que no lo es tal, porque
su base se ceñirá a lo que conocemos como la espiritual, pero
será lo suficientemente fuerte para influenciar la conducta y
conciencia de las civilizaciones venideras. Este movimiento
postmaterialista, esta ideología adoctrinada que llamamos
humanismo, creara una concepción de conciencia que
podríamos definir como transmental. Este concepto
transmental, nos haría referencia a ese cambio de conciencia
en la humanidad, a esa integración de nuevos planos de
conciencia en la existencia del ser humano. Esta revolución
mental, es creada por la propia dinámica materialista de la
humanidad y por el propio fluir de la evolución humana.
En definitiva podemos resaltar que la humanidad futura,
tendrá un comportamiento y conducta que la observaríamos
bajo la clave del postmaterialismo. Una nueva clave interna
que podemos definirla como transmental y que quizás la
psicología transpersonal nos muestre unos esbozos. Y esta
estructura nos traerá un periodo que podríamos interpretarla
como de humanismo.
La quinta copa se "derrama sobre el trono de la bestia, y su
reino se convirtió en tinieblas, y de dolor se mordían las
lenguas". Esta quinta copa nos hablaría del efecto de este
reajuste producida por la transformación de la conciencia y la
conducta. Nos expresaría el resultado producido en la
humanidad, por las circunstancias-condicionamientos que nos
inducían las cuatro copas anteriores. La quinta copa nos
conduce a que la bestia, el materialismo y por detrimento la
humanidad ha estado en un mar de confusión y dolor, al
haberse originado una acción opuesta a su modo establecido
de existencia.
Con esta confusión y dolor, los cuales se plasmaran en nuestra
humanidad y que esta fase en si misma, no nos conducirá a un
periodo altamente destructivo. En esta explicación del
apocalipsis, no incluyo la larga lista de guerras y catástrofes,
que desgraciadamente acontecen desde antes de este periodo
de transformación, como posiblemente durante el mismo.
Estos hechos destructivos abundan con una regularidad más
de lo deseada y en determinados casos como las catástrofes
naturales, nuestra acción directa no se produce. Estos hechos
obstaculizan de sobremanera todo proceso evolutivo
armonioso, que haría que el progreso del ser humano partiera
desde otro clímax, donde el rencor, las dificultades, el odio
humano, los diversos problemas y conflictos, no se
expresarían con ese saldo tan destructivo. Tristemente para el
hombre estas guerras y catástrofes, seguirán existiendo en
nuestro futuro próximo. Esta manera de resolver los periodos
conflictivos (ya que las catástrofes naturales sólo se pueden
llegar a prevenir), promovidos por el materialismo y el sentido
egoico, será una forma de actuación manifiesta y que esta
muy enraizada en el ser humano, descontrolando su
emotividad e instintividad. Aunque con cierto aire de
esperanza, si el proceso de transformación lleva un caudal
positivo, como estamos trasluciendo en la explicación. Los
hechos destructivos se irán haciendo más locales y los
periodos de cierta paz relativa se frecuentaran.
Como estamos suponiendo, esta confusión y dolor producido
a la bestia, nos indicaría que el materialismo se iría
desplazando de su estado de predominio en nuestras
conciencias. Nos hablaría de una nebulosidad creada, por la
acción de equilibrio entre el sentido egoico y el sentido
espiritual, entre la concepción dual de la positividad y la
negatividad. Podríamos decir que esta circunstancia que nos
simboliza la quinta copa, nos induce a que el proceso de
transformación a llegado a un punto, donde su influencia es
muy notable y los hechos que se derivan, aparecen en la
conciencia y la conducta con claridad. Como habíamos
intentado intercalar antes, al exponer que a parte del hilo
explicativo sobre las copas observándolas como una cadena
de circunstancias-condicionantes que se desarrollan en una
fase concreta. También podríamos indicar la significación de
estas copas, como procesos de transformación que son unas
pautas generalizadas en nuestra historia, aunque no alcancen
el grado de globalidad que parece indicarse en el texto. Esta
visión de la evolución humana no esta nada desencaminada,
ya que es una clave común y existencial. Pero a parte de esta
globalidad que nos anuncia el texto, también podríamos
encontrarle una localización al observar, que la nueva época
que se nos manifiesta es un paso de una fase materialista a
otra más espiritual, siendo el matiz más concreto para poder
visionar realmente el mensaje de las copas y centrarlo.
Nuestra conciencia que incide en una mentalidad concreta
dirigida a lo físico y a lo tangible, se oscilará a otra donde la
búsqueda de la abstracción y la globalidad se hará pauta
innata. Debemos ver que la materialidad es el receptáculo
necesario para poder potenciar y crear la base de un hombre
que transciende a su propia materia y se rige por su
psiquismo. En definitiva este proceso de materialismo,
exceptuando los matices del mismo, es un paso necesario para
la evolución de la humanidad. Como hemos observado esta
quinta copa nos simboliza un parto doloroso, como todo
comienzo hacia una nueva concepción y visión, siendo lógica
la nebulosidad creada entre lo pasado y lo futuro.
La sexta copa nos dice el texto que se derrama en el río
Éufrates, secándose su agua y de suerte que quedo expedito el
camino a los reyes del sol naciente. El río Éufrates nos hace
referencia a Babilonia, y por lo tanto al concepto que
habíamos señalado sobre Babilonia, ciudad que esta bañada
por este río junto con el Tigris. Parece ser que el contexto que
nos ofrece el río Éufrates, es una forma y conducta, es un
sistema de poder y donde prevalece el sentido egoico. Es
singular que este río del oriente próximo se seque,
trasluciéndonos esta metáfora a una fase donde esa
emotividad era motor de este sistema materialista y su sentido
egoico. Este secado del río, propiciaría a que esa
transformación de la conciencia llegase a una profundidad y
apertura mucho más plena, dando un impulso a una "nueva
humanidad ", que el texto nos cita como los reyes del sol
naciente.
Quizás para determinadas visiones, para los ojos de varias
personas, la indicación de los reyes del sol naciente, nos haría
una referencia a las religiones y filosofías, al caudal espiritual
que nos embarca las doctrinas orientales. Tal vez sea atractiva
observar como la situación anacrónica que hemos estimulado
en nuestra explicación, en la visión de esa transformación de
conciencia que se generaliza en la segunda mitad del siglo
XX. Se produce una expansión más global de las doctrinas
orientales hacia accidente, siguiendo el curso de la corriente
que comenzó siglos atrás, como por ejemplo fue la doctrina
teosófica. Aunque tal vez esa transmisión y apoyo, de la
cultura oriental a la occidental, sobre todo en todo aquello que
nos revela filosofía, misticismo y metafísica, comenzó desde
los períodos más antiguos de la humanidad.
Este avance de los reyes del sol naciente podríamos
interpretarlo también de otra forma. Quizás este emerger nos
sugiera que el polo espiritual se establezca en vez de oriente
en occidente, como nos sugieren diversos estudiosos e
inclusos religiosos orientales. Me parece bastante lógico el
detallar que la civilización occidental en estos dos últimos
siglos ha encontrado un vacío interno debido al frenético
empuje de nuestro desarrollo material y social. Algo que tal
vez en oriente se empieza a estimular en este siglo XX,
entrando en una especie de decadencia de lo espiritual, como
pienso que nos transmitiría la ocupación y perdida del sentido
real, del Tíbet tras la invasión China.
Occidente sedienta por rellenar su interior y apoyándose en
muchas ocasiones en sus propias creencias religiosas, parece
realizar un sincretismo con doctrinas orientales, intentando
una mayor maduración tanto interna como externa. Incluso
señalaría que existe un receptáculo, debido a que esta sujeto a
un continuo "mar de impresiones exteriores" a su cultura y
que al ser relativamente joven dentro de la concepción de
civilización, puede ser un lugar donde esa influencia oriental
se transmita con mayor fuerza. Esta circunstancia se produce
en América, aunque la cultura europea más arraigada y fuerte
por su propia evolución y que claramente a influenciado a
América, marca las pautas a seguir. Todo esto mirado desde
un punto de vista sociológico y cultural, ya que los Estados
Unidos tras la segunda guerra mundial se ha convertido en el
timón de occidente.
En este pequeño párrafo nos sigue diciendo que "vi que de la
boca de dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del
falso profeta (la bestia 666) salían tres espíritus inmundos, tres
ranas que hacían señales y son espíritus de los demonios".
Buscando una explicación a este párrafo podríamos reseñar un
apartado que aparece en el éxodo 8.2-3, donde Moisés y los
magos de Egipto establecen una lucha y aparecen unas ranas
en el transcurso de ésta. Quizás la conclusión que podemos
extraer se basa, en que las ranas tiene en su desarrollo
individual diferentes metamorfosis, que pasan desde ser una
larva hasta una rana adulta. La clave significativa que se nos
hace referencia y que se nos simboliza por estos espíritus de
los demonios, seria el concepto de mutación.
Esta clave que nos representa la mutación, seria una respuesta
del propio sistema y dinámica predominante a esa balanza
evolutiva que se produce por el proceso de transformación. Es
una respuesta de nuestro interior estableciendo una mutación
de carácter global e interno, debido ese predominio del ego
individual, del sentido egoico y de la materialidad. Vemos el
reflejo de esta mutación también y a la postre, como un
concepto que aclara esa dinámica que observamos a raíz de
estas últimas décadas.
Volviendo a desarrollar una visión de la evolución del ser
humano, vemos que el hombre a acelerado su conocimiento
material en los últimos tiempos de manera especial, creando
unas matizaciones y definiciones muy claras con las cuales
perfila su futuro. La conciencia esta tomando una envoltura
diferente que estimula al ser humano a un nuevo paradigma,
junto a una profunda nebulosidad de la búsqueda de si mismo.
Esto nos configura un global de mutación (lógicamente de la
conciencia y la conducta, del psiquismo del hombre), en la
cual podemos ir intuyendo sus "ramales" aunque no
precisemos el fruto final. Estos ramales de nuestro devenir
fluctúan bajo dos perspectivas fundamentales. Por un lado la
gran extensividad que esta alcanzando el materialismo en
nuestra conciencia y conducta. Y por otra parte como
contrapeso dual una búsqueda interna de nuestra esencia y de
la maduración de nuestra conciencia tanto colectiva como
individual.
Estos espíritus inmundos como ranas, nos representarían una
gran carga de emotividad y de pensamiento que nace del
propio materialismo, para confundir o perpetuar éste y poner
así barreras, frente, a esa mutación de la conciencia. Vendría a
ser estos espíritus barreras que creamos nosotros mismos,
inhibiendo esa intencionalidad que nos denota transformación,
estableciendo un contexto de confusión en las bases de la
conducta y conciencia.
Estos espíritus cambiaran su "forma" para poder contrarrestar
esa incipiente intencionalidad, mezclándose con las propias
concepciones de esa revolución de la conciencia. Seria como
una similitud en esta respuesta del materialismo para intentar
reconducir de nuevo la conducta y conciencia, separando del
desarrollo el sentido espiritual que se estaría estableciendo en
el proceso evolutivo.
Esta sexta copa se cierra diciendo que se celebrara esta batalla
entre las fuerzas del bien y del mal, en un lugar que se llama
en Hebreo Harmagedón. Según diferentes estudiosos, ya sean
religiosos o laicos, creen que se trata de una montaña que
estaría en la mítica ciudad de Meggido. Otros lo trasladan al
monte Carmelo, mientras que para algunos lo trasladan cerca
de la antigua ciudad de Babilonia. Pero en realidad nadie
puede asegurar la situación geográfica del monte
Harmagedón, si es que realmente la tiene. Es posible que Juan
nos siguiera estimulando bajo metáforas, un significado. El
significada de Harmagedón podríamos denominarlo como la
montaña del mal. En este monte donde en la antigüedad
murió trágicamente el profeta Josías, nos revelaría el
momento donde el juicio de conciencia en la humanidad, en
su globalidad, llegaría a su definición total. También podría
introducirnos en la visión de que esta batalla de conciencia, se
desarrolla básicamente en el terreno de la montaña del mal.
Nos dislumbraría que este equilibrio entre el espíritu egoico y
espiritual, se realiza dentro de la concepción materialista. Con
este monte de Harmagedón, con este punto concreto que nos
anuncia un juicio, de conciencia, con una probable plasmación
de hechos y circunstancias concretas, se abre el pequeño
párrafo que nos habla de la séptima copa. En esta copa se nos
anuncia que el "terremoto que produce la transformación"
llega a la humanidad y que veníamos señalando ya en
diferentes partes del Apocalipsis. En este periodo donde ya se
abría producida esa intencionalidad y un cambio global de la
conciencia, el texto nos dice que "la gran ciudad se hizo tres
partes, y hundiéronse las ciudades de las naciones". También
el escrito nos revela "que cayo una granizada del tamaño de
un talento". Ambos párrafos creo que nos inducen a calibrar el
alcance que tendrá esta transformación, donde cambiara
muchos aspectos tanto internos como externos del hombre.
Esta transformación hará cambiar esta ciudad que llamamos
Babilonia, hará virar la concepción de la humanidad a la hora
de establecer sus pautas de conducta. Lógicamente se extiende
esta transformación a todos los rincones, como nos cita el
texto al decir que se hundieron todas las ciudades. La
granizada nos indicaría de nuevo que la transformación, viene
desde la totalidad, que es un cambio digamos ya
prestablecido.
En definitiva que debemos estar atentos, fundiendo los
destinos, para poder madurar nuestra propia humanidad, y así
declarar abiertamente, que el hombre verdaderamente a
comenzado su evolución ya no simplemente externamente,
sino en busca de una plena profundización de lo interno del
ser humano.
CAPITULO XIII
En esta parte hablaremos del párrafo titulado, "los últimos
anuncios del castigo a la gran Babilonia". En este párrafo de
la quinta parte del Apocalipsis nos introduciría con un mayor
énfasis y profundidad, sobre la evolución de esas copas de la
cólera Divina, que habíamos calificado como las
circunstancias-condicionantes que nos delimitan y explican el
proceso de transformación en si mismo.
Estos procesos que vierten en la humanidad un proceso de
conocimiento interno y superior, creando una conciencia
colectiva más plena. Los podemos situar, a la hora de entablar
sus últimas fases en el primer tercio del siglo XXI (esto
siempre dependiendo de mi intuición y un análisis subjetivo
de nuestro pasado y presente).
El relato en sí nos introduce en la descripción del gran castigo
a la gran ramera, a la gran Babilonia, diciéndonos sobre ésta
que "esta sentada sobre las grandes aguas". Esta frase
lógicamente nos induce a pensar, que esta humanidad y su
sociedad que llamamos la gran Babilonia, remitiéndonos a ese
modelo y dinámica materialista, se estimula, establece y se
expresa por medio de la emotividad de los hombres, siendo el
eslabón principal del psiquismo humano. El mismo texto nos
indica que los reyes de la tierra y sus moradores, se
embriagaron con el vino de su fornicación, expresándonos
toda la extensión que alcanza este modelo de vida en la
humanidad. De que nuestra conducta y conciencia está sujeta
a lo instintivo y emotivo pero con la caracterización
proporcionada por el sentido egoico.
Luego el texto nos habla de que hay una mujer en el desierto,
que se supone que es la gran ramera (recordemos que esta
gran ramera para la iglesia católica, represente el antiguo
imperio romano), estando sentada en una bestia bermeja, llena
de nombres de blasfemia. Esta bestia que tiene diez cuernos y
siete cabezas, nos representa a ese sentido egoico y su
producto el materialismo, que anteriormente habíamos citado.
Aquí Juan, que nos diga que la bestia tiene un color bermejo,
nos aclararía su contenido interno y su modo de expresión al
conferirle un color. Algo que nos introduce en ese sentido de
negatividad egoico y tomando como expresión (en similitud al
segundo jinete por su color) una emotividad bajo una
perspectiva primordialmente instintiva.
El nombre que lleva la mujer en su frente, el misterio que
representa, es el de Babilonia la grande. El modelo de vida y
de conducta que se inserta en primacía en la humanidad.
Siendo esta mujer una simbiosis de esa humanidad que se
conduce bajo el significado de las bestias. Un significado que
nos enuncia al materialismo como principio y fin, como
acción y conciencia, que conduce todos los procesos y
circunstancias bajo su visión, y siempre buscando la
perspectiva de un resultado materialista. Esta mujer
lógicamente se embriaga "con la sangre de los mártires de
Jesús", debido a que estos simbolizan claramente el mensaje
opuesto, a la conciencia que representa Cristo.
Posteriormente Juan nos habla de la bestia en cuestión, con
una mayor profundidad que en líneas anteriores, dándonos una
descripción del desarrollo de ésta, en el momento álgido de
esa revolución de conciencia de índole espiritual, que
calificamos como un juicio de las conciencias. Juan nos dice
que la bestia que había visto era, pero ya no es, y está a punto
de subir del abismo y camina a la perdición. Juan nos indica
ese momento que es clave en la declinación de la humanidad
hacia una nueva transformación. Nos hablaría del cambio
producido en el materialismo en su propia evolución, del paso
de la primera bestia a la segunda. Esta bestia 666 nos marca
también el instante donde sufre este dinámico movimiento
insuflado por el sentido egoico del hombre, su última
transformación antes de producirse ese equilibrio constituido
por el sentido espiritual, que habíamos denominado
humanismo o postmaterialismo. Tal vez el fragmento clave
del párrafo, sea el que nos indica "que aquí está el sentido que
encierra la sabiduría. las siete cabezas son siete montañas
sobre las cuales esta sentada la mujer, y son siete reyes, de los
cuales cinco cayeran, el uno existe y el otro no ha llegado
todavía, pero cuando venga éste permanecerá por poco
tiempo. La bestia que era y ya no es, es también un octavo,
que es de los siete, y camina a la perdición ".
Observando este fragmento no es muy difícil de entender
porque estudiosos religiosos, vieron a Babilonia la grande y a
la gran ramera, como una clara identificación del imperio
romano y en especial de la ciudad de Roma. Sabemos que
Roma es una ciudad que siempre ha sido conocida, como la
ciudad de las siete colinas. Partiendo de esta subjetivación y
apoyándose en la comprensible situación de los primeros
cristianos, durante el imperio romano los cuales fueron sus
principales perseguidos (aunque tal vez este honor
correspondería en primer termino a los propios judíos). Es
bastante lógico que la iglesia católica interpretase a Roma
como la gran ramera. Pero a mi intuición Juan al nombrar
siete montañas, más bien nos representaría un simbolismo más
abstracto. Estas siete montañas en las que se asienta la
humanidad (la mujer), son los medios en los que se desarrolla
la humanidad, como habíamos citado anteriormente. Estas
montañas que son a su vez siete reyes, se eslabonan con la
significación del dragón y las bestias. Y Juan al sugerirnos
que son siete reyes dislumbraría mejor esa referencia que
habíamos expuesto antes, y que relacionamos las cabezas del
dragón y las bestias, como poderes y medios con los que se
constituye la humanidad en su evolución.
A parte del sentido material (campo de expresión) que
establecimos como principal para nuestro hilo explicativo.
Introducimos que la humanidad y su evolución también se
desarrollaba en otros planos energéticos o campos de
existencia, completando un total de siete. Cada uno de estos
siete campos tendría una asignación similar con siete cabezas,
como lo habíamos propuesto en el campo existencial material.
Estas constantes evolutivas que se desarrollan con las cabezas
y que enlazamos éstas con cada uno de los campos
existenciales, los podríamos definir en estos siete como:
etérico; nebuloso o denso; elemental (que nos representaría
una constitución prematerial, hablándonos de los " elementos"
que están en plena formación y sin una definición clara);
material; mental bajo o concreto; mental superior o abstracto
y el campo espiritual. Debemos entender que los tres primeros
serian en concepción netamente energéticos. A estos campos
existenciales los llamaremos por establecer un orden, como
bases o raíces. Mientras que las cabezas o poderes las
podríamos definir como brazos o productos. Incluso estas
siete cabezas en vez de representar siete brazos de un campo
existencial simplemente como habíamos dicho, bien
podríamos entenderlas (con una profundidad significativa de
mayor cohesión) a cada cabeza tanto del dragón como de las
bestias, como un campo existencial.
Volviendo a esa sugerente interpretación sobre las siete
cabezas, y estando observadas bajo el plano material debido a
que la propia simbología de la bestia, que nos remitía al
materialismo. Veríamos que dentro del termino del dragón
que habíamos calificado como el sentido egoico, no
encuadraría dentro de la definición que habíamos señalado a
las cabezas como poderes-medios. Esto bien podría ser por lo
señalado antes, sobre la posibilidad de que las cabezas nos
representen en realidad a esos campos existenciales (quedando
esta interpretación dentro de la simbología del dragón con
mayor claridad).
Pero si puntualizamos por partes podemos entender que un
condicionante (en este caso un medio de expresión dentro de
la materialidad), puede ser cubierto o permanecer oculto,
incluso estar como agregado a otro medio. Puede igualmente
existir en potencia e ir formándose y transformándose en una
progresiva evolución, su forma externa pero conservando eso
si, su raíz interna de significación. Es dentro de un prisma
global, cuando al ver que los poderes otorgados a la bestia que
eran el legislativo; ejecutivo; judicial; económico; religioso;
militar y cultural. Se encuadran dentro de un marco histórico
que comenzó a finales del siglo XVIII, con el periodo
revolucionario y las nuevas democracias. Pero como
habíamos dicho, el dragón también tiene siete cabezas y por
lo tanto siendo la bestia una continuidad, debería tener por
lógica estos poderes-medios. Quizás si observáramos esta
circunstancia, bajo el prisma de que en la antigüedad la
realeza, la nobleza y el clero, representaban a la vez estos
siete poderes-medios y los reunía en tres condicionantes
bases, podríamos sujetar esta visión.
El siguiente análisis del fragmento, que nos reporta un punto
de importancia vital, es aquel que nos habla de que cinco
reyes cayeron, otro existe y otro está por llegar pero durará
poco tiempo (relativamente), y se encamina a su perdición
(que nos simboliza ese punto clave donde se produce la
transformación de la conciencia colectiva). Si partimos de las
siete cabezas y las desgranamos según el sentido que
habíamos sugerido dentro del plano de la materialidad.
Podemos entender observando nuestra historia, que cinco de
estos poderes-medios son los que en predominio sobre la
humanidad habrían "caído". Si observamos el contenido según
el punto del relato que nos marca un "presente"
(supuestamente en el dominio de la segunda bestia ), veríamos
que la cabeza que "existe", que predomina, seria la económica
(como bien nos señala un estudio de nuestra sociedad en los
últimos años, en este siglo XX). La séptima cabeza que está
por venir, que está por predominar, en nuestro futuro próximo
bien será la cultural y en particular un ramaje que situó en
torno a la orbe de ésta, la ciencia. Es muy posible que la
humanidad del futuro, tome como abanderada de su sociedad
la cultura (este medio como habíamos dicho puede tender
tanto a una vertiente positiva o negativa, según el sentido
egoico o espiritual que se le dé) y en particular a la ciencia. La
búsqueda de un sentido social e individual, junto con la
persecución de soluciones, pueden proyectar al devenir de la
humanidad, en un predominio del poder-medio cultural y
científico.
Como habíamos establecido anteriormente, estos poderesmedios
que nos representan las montañas y los reyes que nos
cita el Apocalipsis, pueden facultarse dentro de una orbe
negativa y positiva, además de la finalidad de su uso ya sea
bien por el sentido egoico como por el sentido espiritual. En el
caso del relato del Apocalipsis parece evidente que la
connotación que toma su finalidad va conducida por el sentido
egoico.
Algo que todos conocemos es que en realidad la substancia (el
sentido egoico) no seria un "veneno" en si mismo. Sino más
bien la cantidad, la preponderancia y predominio de este
sentido en la vida de la humanidad. Juan nos indica que estos
poderes, estos medios están muy enraizados en el egoísmo y
la idolatría humana. Algo que en su tiempo pudo dilucidar
Juan en su presente y para el futuro. Algo que por definición y
salvando la diversidad de nuestro tiempo, nos vemos
afectados con grandes cargas de egotismo y egocentrismo.
Bañados con matices de injusticias y miseria, debido al
desequilibrio y preponderancia de la materialidad, de la
perspectiva negativa y egoica del psiquismo humano.
La bestia que era, y ya no es, es también un octavo nacido de
los siete, remitiéndonos claramente al simbolismo y
significación de la bestia 666. Esta bestia que aglutina la
forma y el fondo, del dragón y la primera bestia, nos
representa como un nacimiento de las siete cabezas de un
nuevo concepto dentro de su materialidad, pero que
transciende a ella misma, que es lo mental. Esta octava cabeza
nos remite a un poder y expresión netamente mental,
dándonos así una nueva introducción al proceso evolutivo de
la humanidad. En la cual de manera muy diferenciada y
extendida hace que la mente humana predomine frente a otras
cualidades. Aunque la esfera de este concepto mental se
centre más bien en lo concreto. Esto nos indicaría que ya no
será necesariamente esencial, expresarse bajo la clave
material, siendo la clave psíquica la dinámica predominante.
Esto es un proceso natural de la propia evolución de la
inteligencia de los seres humanos, que en estos dos últimos
siglos principalmente se ha hecho verdaderamente patente (sin
menospreciar evidentemente los tiempos y las civilizaciones
anteriores).
Pero la inteligencia (apartando a la sabiduría que nos hablaría
de la parte más psíquica de lo humano, que se entremezcla
con lo intuitivo y abstracto, no como factor instintivo sino
como cualidad evolucionada) y su principal terreno lo mental
concreto, viene a ser un arma de doble filo. Es como el agua
que es esencial para la vida, pero sin un orden y control nos
conduce a la muerte. Como otros tantos hechos de nuestras
vidas, como tantas otras cualidades del ser humano, que nos
muestran un aspecto esencialmente neutro y según el uso o
influencia dependerá la connotación que tomará.
Obviamente y siguiendo el relato de Juan, esta octava cabeza
nacida de las otras siete a parte de ser claro sustantivo de la
esencia egoica y de la tonalidad materialista (como nos indica
el texto), nos anuncia su perdición que nos simbolizaría el
nuevo proceso de conciencia, una nueva transformación de
nuestras existencias.
Seria interesante hacer un pausa en el relato y realizar un
hincapié sobre una cuestión. Como hemos visto y según
diferentes culturas y doctrinas filosóficas como son las
orientales, junto con escuelas esotéricas occidentales. Nos
enseñan y describen el desarrollo y la estructura de lo
microcósmico como de lo macrocósmico, en siete fases, en
siete campos o capas. También el ser humano según estas
enseñanzas se regirá por estas "expresiones" de la vida,
constituyéndose en siete cuerpos primordiales para la
existencia. Estos cuerpos que tienen una finalidad precisa y
concisa, tendrían una actividad conjunta y formarían un
sistema retroalimentativo, al igual que sucede en cualquier
expresión de vida. También estas expresiones, estos campos
de existencia tendrían una similitud en la composición de los
"cuerpos" con los cuales según estas tradiciones se componen
las manifestaciones de la vida, lo que llamamos
individualidades de la existencia. El campo etérico lo
relacionaríamos con el cuerpo etérico; la expresión nebulosa o
densa con el cuerpo astral; la expresión elemental con el
cuerpo del deseo, el vehículo de los sentimientos, el cuerpo
anímico; la expresión material con aquello que conocemos
como material, el cuerpo material propiamente dicho y que
nuestro sistema sensorial conoce y valida; la expresión mental
baja o concreta, se relacionaría con lo que conocemos como
inteligencia o cuerpo mental básico; La expresión mental alta
o abstracta, la indicaríamos como el estrato de la
supraconciencia cósmica que portamos, con el cuerpo que
habíamos denominado espíritu; y a la expresión denominada
espiritual como representante de la parte interna que es
esencia de la energía cósmica, residente en nosotros aún
siendo a la vez (como sucede igualmente con la
supraconciencia) una parte ínfima de la estructura de la
totalidad y que conocemos como alma.
También me gustaría indicar, que estos dos últimos cuerpos,
exceptuando el alma, el mental bajo y el mental alto o
espiritual, lo podemos observar de una manera mas sencilla,
para no tener conceptos demasiados esotéricos. El mental
bajo, nos relaciona con nuestra mente mas concreta, con
factores de la inteligencia que nos hace pensar y realizar
tareas. Donde se puede expresar nuestra naturaleza, ya sea
desde nuestra personalidad o bien de nuestra educación
aprendida. En cambio cuando hablamos del mental alto y el
cuerpo espiritual, Hablamos de procesos mentales creativos o
de la famosa intuición. En estos procesos no interviene en un
principio nuestra inteligencia concreta, sino que está actúa
posteriormente, para interpretar este proceso abstracto. Pues
estos procesos, son los que nos indican este cuerpo mental alto
o espiritual. Quizás la forma de distinguir a estos dos cuerpos,
sería nuestra sensación, nuestra percepción, nuestra
emotividad hacia ellos. Pero esto es algo que no se puede aún,
definir.
Debemos citar que diferentes escuelas filosóficas y esotéricas,
cambian muchas veces algunos ordenes, en el caso
particularmente del espíritu y de alma. Pero para nuestra
compresión, no para la constitución superficial o una
catalogalización precisa, podemos dejar esta configuración.
Aunque es bueno recordar que la palabra alma de origen
latino y que tiene raíz en anima, tendría una evidente similitud
con la raíz de la palabra griega ánimas que significa viento.
Mientras que espíritu que proviene del latín espíritus y de la
raíz griega pneuma, significa aire, hálito, respiración. Seria
bueno indicar la similitud de estas significaciones viendo a el
alma como energía, como el movimiento de la esencia en si
misma, mientras que al espíritu como la conciencia nacida
junto a ese movimiento. Mirándolo desde otro prisma,
entendemos que la energía más pura, antes de constituirse en
el plano subatómico en realidad no tiene un enlace
determinado bajo el concepto que la ciencia de nuestro
presente asume como "materia". Tiene unas leyes que
proporcionan y estructuran a la materia desde su parte más
ínfima, pudiéndolo simbolizar como conciencia. Aunque
también sería bueno reseñar que al parecer esta energía pura y
la conciencia (leyes y pautas) poseen un comportamiento de
conjunto, formando una tupida red como habíamos citado.
Consecuentemente intentando definir relativamente mejor,
estos conceptos que hemos descifrado bajo la clave de la
octava cabeza. Observaríamos el paso producido en los
poderes que se extienden dentro del terreno material
primordialmente, a un terreno donde la inteligencia, lo mental
del ser humano se convierte en el baluarte principal de la
acción que se crea a partir del sentido egoico. Al observar
estas cabezas, estos medios donde la expresión de la
humanidad se manifiesta bajo una perspectiva materialista.
Donde pronunciamos bases de expresión claramente
identificables en nuestra civilización y donde vemos medios
con los cuales la sociedad se establece y se desenvuelve.
Pero quiero volver a repetir que en realidad estos medios son
neutros, que la vertiente que tomen junto a su pauta y
dinámica es la que podrá evaluar su finalidad. Esto parece ser
palpable en el Apocalipsis unida al sentido egoico, y a una
predisposición negativista (como concepto que nos remite a
esa conciencia centrifuga, que se cierra más en la
centralización que en la expansión) que nos denota el termino
materialista. Este paso de establecerse predominantemente el
sentido egoico y el materialismo, de una perspectiva material
a una puramente mental. Lo podríamos interpretar como la
manifestación del ser humano bajo estos conceptos, usando la
propia materialidad simplemente para centrar y establecer una
dinámica. En cambio el giro que se produce con la llegada del
período que calificamos como segunda bestia, es de establecer
una dinámica predominante bajo la concepción mental,
usando las mismas expresiones citadas. Con ello no quiero
decir evidentemente que la inteligencia no hiciera surgir,
influenciara y proyectara en nuestras existencias al hombre
del pasado. Sino que en épocas anteriores su proyección en
nivel cuantitativo y cualitativo no alcanzaba ni las
dimensiones ni la profundidad, de esta época de la evolución
de la humanidad que denominamos segunda bestia.
Claramente la acción anterior del sentido egoico y del
materialismo se plasmaba y se acentuaba, en la expresión
material de estas cabezas que llamamos medios y poderes.
Mientras que en el nuevo paso evolutivo de los seres
humanos, la inteligencia y la mente humana tomará un matiz
mucho más sustancioso que en procesos evolutivos anteriores,
dándonos un reflejo más bien mental a la hora de imponer una
dinámica, un poder de expresión, un dominio social.
Quizás esta perspectiva nos induzca a establecer como
séptima cabeza a la cultural, a la ciencia donde lo mental y la
inteligencia tiene una preponderante actividad.
Volviendo al relato del Apocalipsis, examinemos el segundo
fragmento que es de vital importancia. Esta nos dice que "los
diez cuernos que ves son diez reyes, los cuales no han
recibido aun la realeza, pero con la bestia recibirán la
autoridad de reyes por una hora". Para varios estudiosos
entienden a estos diez reyes, como personajes verdaderos que
vivirán y proyectarán la voluntad de la bestia 666. Incluso
existe la hipótesis que cada rey temporal tiene un nombre
calificativo, como nos remite el rey que sale del pequeño
cuerno del relato de Daniel.
En primer termino quiero señalar que posiblemente estos diez
cuernos -reyes, nos hablarían de la humanidad, que aunque no
haya alcanzado la "realeza" en sus procesos evolutivos que
convergen a lo largo de su historia. Debido al propio
desarrollo establecido, por los periodos que denominamos
bestias, tendrán una autoridad similar a la "realeza", aunque
más bien en una intensidad menor que el caso, de que la
humanidad se hubiera expresado en extensión tanto con un
sentido egoico y sentido espiritual equilibrado.
Evidentemente la simbología que se nos presenta con el
termino de una hora, nos muestras una alegoría a un espacio
de tiempo o de espacio muy corto.
En segundo termino, estos diez cuernos o reyes, podríamos
interpretarlos como cualidades de la personalidad de los seres
humanos, que habitan en la conciencia y conducta, para poder
expresar el sentido egoico y el materialismo bajo la
proyección de los medios de expresión que son las cabezas.
Estos diez cuernos que el relato los viste bajo el simbolismo
de la realeza, son los cuernos que anteriormente habíamos
citado en los capítulos que hablábamos del dragón y la
primera bestia. Nos resultara evidente que estos diez cuernos,
estos diez reyes no ostenten la realeza en si misma, debido a
que su camino esta ligado a la negatividad, al sentido egoico
simplemente, dejando al sentido unitario y global, al sentido
espiritual aislado del proceso. Esto como habíamos
introducido ya, no hace una plena integración de la conciencia
del hombre, teniendo unas cualidades psíquicas menos plenas
como nos remitirían las cualidades espirituales, a pesar de la
fuerza y el gran peso especifico que toman estos diez cuernos
y reyes. "estos (cuernos) tienen el solo pensamiento de prestar
a la bestia su poder y autoridad".
Estas cualidades psicológicas son los vehículos de expresión
que habíamos citado ya, manifestándose y estructurándose en
torno al sentido egoico y a la esencia de la bestia el
materialismo.
Este texto termina hablándonos de que las aguas donde se
sienta la ramera, son los pueblos, las muchedumbres, las
naciones, las lenguas; en definitiva la emotividad
condicionada por el sentido egoico que nace de la propia
humanidad. La gran ramera nos denota el simbolismo de esa
sociedad constituida por la humanidad, y la descripción de
donde se sienta, nos enunciaría a esa civilización, esa
sociedad que se ha constituido con la matización del
predominio del sentido egoico y del materialismo.
A continuación de este texto nos aparece un encabezamiento
titulado "la lamentación sobre Babilonia". En este párrafo nos
aparecen ciertas indicaciones de la forma de una ciudad.
Babilonia la grande, que nos representa el arquetipo
inconsciente con una forma de conducta y conciencia.
Recordando el balance que antes habíamos expresado sobre la
ciudad que se le conoce como la gran ramera. Observamos
que se nos indica un modelo de vida, tanto en forma como en
contenido, basada en el bienestar material, en el conocimiento
concreto aunque teñido de un halo mágico propio de aquella
época, en la dominación y muchas veces supeditación a los
sentidos en vez de emerger el sentido más espiritual.
También este párrafo nos establece que para que se produzca
el equilibrio, esa transformación de la conciencia,
curiosamente se debe producir o desarrollar el doble de fuerza
o movimiento para contrarrestar el dual inverso. "En la copa
en que ella (Babilonia) mezclo, mezclándole el doble". Juan
nos hablaría en esta frase, de la necesaria conciencia, ya no
sólo en el tipo cualitativo sino también cuantitativo, para
poder establecer ese cambio. Para producir un cambio y como
es lógico debe haber antes una crisis que lo manifieste. Se
debe poner un sentido contrario a la dinámica anterior,
produciéndose un doble efecto. Cualitativamente
observaríamos al periodo de crisis como el primer efecto y
donde se produce un cierto equilibrio entre las dualidades que
siempre aparecen en un proceso. El segundo efecto es el que
activaría el proceso hacia la dualidad inversa. Quizás por ello
se resalte que "se vierta doble", que se produzca el equilibrio
cuantitativamente con el doble de intensidad de conciencia y
conducta. Esto es debido, esta doble intensidad, porque los
procesos de la humanidad están inmersos en movimientos
cíclicos, por la falta de maduración de consciencia necesaria
en la humanidad. En el primer impulso equipáramos las
dualidades, el nivel de materialidad y espiritual, creando así
un caldo de cultivo necesario para la transformación. El
segundo impulso nos hablaría de la siembra de ese caldo de
cultivo, donde el nivel de espiritualidad sobrepasa al de
materialidad girando el sentido del proceso (nivelando así
realmente la dinámica del proceso).
Siguiendo el texto también podemos destacar, el fragmento
que dice "que cuando se envaneció y entrego al lujo, dándole
otro tanto de tormenta y duelo". Este fragmento nos hablaría
de la forma con que se desenvuelve esa dinámica que nos
representa la gran ramera. Nos habla del efecto que produce a
la sociedad, tanto de grandeza material como de desequilibrio
emocional y psíquico.
Existe más adelante una metafórica frase sobre la ciudad que
dice "como reina estoy sentada, yo no soy viuda ni veré duelo
jamas". En este fragmento nos explicaría la conciencia que
representa el arquetipo de la gran ramera. Nos dice que posee
plena autoridad al aparecer como reina sentada, sobre todo
aquello que domina, que son como habíamos citado antes los
pueblos, razas y naciones. También nos habla de su esencia
egoica, al desplegar su forma de emotividad y conducta
diciendo que no vera ni duelo ni se quedara viuda. Quizás
desentendiéndose así de un sentido más espiritual y en
relación a la sociedad, en definitiva sobre los seres humanos.
Esto nos dislumbra un tipo de conciencia donde el ego
individual, como nos representa la propia gran ramera, denota
una ideología basada en los aspectos más externos y
materiales del ser humano.
En el relato que sigue ha estos fragmentos, nos habla de la
grandiosidad de Babilonia la grande, la gran ramera, y de los
efectos que sufre la gran ciudad después de la transformación
espiritual, del cambio de conciencia de la humanidad.
Evidentemente y según una lectura superficial, el texto nos
representa una secuencia destructiva. Creo que la sinceridad
es una profunda virtud y que debemos ver en nosotros
mismos, como con cierta constancia el ser humano usa este
tipo de acción. Pero debemos tener siempre presente, que este
texto al igual que todo el Apocalipsis, es una vertiginosa
metáfora.
Cuando dinamizó sobre que el futuro de la humanidad por
propia evolución, nos "condiciona" hacia un cambio de la
conciencia y hacia una transformación espiritual. Con ello no
quiero ni pienso en establecer, que nuestro próximo devenir
estará alejado de la destructividad. Nada más lejano a mi
deseo es que la humanidad pueda "erradicar" esa
destructividad interna transformándola en una dinámica de
regeneración. Pero muy posiblemente esa destructividad
seguirá condicionando nuestras vivencias, aunque con el
cambio evolutivo de la humanidad, posiblemente encontremos
una manera más efectiva de contrarrestar esa destructividad.
Al menos por medio de nuestra conciencia podemos elevar la
condición evolutiva frente a lo puramente instintivo. Que
desde un nivel psíquico se pueda paliar nuestra tendencia
destructiva movilizando la conciencia hacia otras
manifestaciones como es lo regenerativo.
Claramente nuestro sendero debemos centrarlo sobre los
preceptos absolutos como son la libertad y el amor. Sobre el
conocimiento y la comprensión que con profundidad nos
puede deparar y alcanzar un nivel de conciencia individual y
grupal mas elevada. Pero quizás todo esto dependa por
supuesto de nuestra joven conciencia colectiva, de la puesta
de la voluntad en conjunto y muy posiblemente de la Diosa
providencia.
Para finalizar este texto, podríamos observar la descripción
del vestido de la gran ramera y de un fragmento en concreto
que dice "Ay de la ciudad grande, de Babilonia, la ciudad
fuerte, porque en una hora ha venido su juicio". En primer
termino se nos dice que su vestido es de lino, púrpura y grana,
y se adorna de oro, piedras preciosas y perlas. En este
fragmento se nos dice, presentándonos un contenido, que
aunque en una primera visión lo interpretaríamos como signo
de sutilidad y perfección (lino), junto con el color del
conocimiento (púrpura), nos depara un polo por el grana
(rojo) la dualidad negativa. También nos habla de su
continente, de su superficie estructural haciéndonos referencia
al oro, las piedras preciosas y perlas. Esto nos daría una
alusión al poder y majestuosidad que tendría esta dinámica de
conciencia representada por esta gran ciudad, señalándonos el
arquetipo que representa.
En segundo termino el texto nos dice, que esta gran ciudad en
el espacio de una hora, tendrá una gran devastación, un gran
terremoto. Lógicamente nos remite a ese proceso de
transformación de la conciencia y por ende de la sociedad del
hombre del próximo futuro. Describiéndonos que tal proceso
se establecerá en un intervalo espacio-temporal muy corto.
Sabemos que los ciclos y procesos en los que esta inmersos la
humanidad, al igual que toda forma de vida dependiendo de su
conciencia, tiene una fructificación y desarrollo basado en la
sedimentación, por lo cual estos procesos se desenvuelven en
periodos muy extensos. Pero estos mismos procesos también
tienen manifestaciones o puntos de inflexión, donde se
producen variaciones cualitativas y cuantitativas. Se pasan
como barreras que influyen en los procesos de evolución,
cambiando el panorama de dichos procesos en un espaciotemporal
relativamente corto en relación al conjunto del
proceso.
Por poner una alegoría que nos simboliza tanto el proceso
como los puntos de inflexión, podríamos observar la
concepción y el parto en los seres humanos. En este ejemplo
veríamos que su incubación se desarrolla a lo largo de nueve
meses. Pero tendría dos puntos de inflexión muy claros como
son la fecundación y el parto en si, que se producen en un
espacio de tiempo muy breve en relación a todo el proceso.
En este capítulo del Apocalipsis, nos aparece una nueva
revelación de Juan que se titula el "regocijo de los santos".
Este párrafo nos habla de ese proceso de transformación, pero
en el momento que ya se ha producido y con las
observaciones que se establecen en la conciencia de la
humanidad. Nos indica la caída de Babilonia y la alegría que
esto conllevara a los seres humanos, a su espiritualidad
interior, a su visión y conciencia positivista. También nos
vuelve a recordar que este proceso evolutivo, esta regido por
esa gran supraconciencia cósmica, al aparecer en el escrito los
veinticuatro ancianos y los cuatro vivientes que nos
representan la manifestación material de esa energía común y
de la supraconciencia. Dándonos a entender que la mente y la
energía se envuelven produciendo una acción material.
Destacaríamos de este texto el párrafo que nos indica que se
produce una boda, entre el cordero y su esposa. Este
simbolismo nos hablaría de que el proceso de transformación
ha creado la maduración necesaria, creando un buen equilibrio
entre la conciencia superior que representa el cordero con lo
instintivo y humano que representa la esposa, en el hombre.
Que ambos esposos, hacen al hombre más evolucionado tanto
en su parte material como espiritual. Vistiendo de lino
brillante y puro, el mismo texto nos aclara que esta tela
simboliza las obras justas de los santos, en síntesis de la
positividad. Debemos recordar que el lino también lo portaba
la gran ramera, lo cual nos induce a pensar que el significado
que más se le ajusta es el de perfección, ya sea material (la
ramera) o espiritual (las obras de los santos).
Terminaremos este capitulo y por lo tanto la quinta parte del
Apocalipsis hablando de su último apartada titulado "la batalla
de Harmagedón". En este escrito Juan nos habla del momento
cumbre de ese cambio de conciencia y conducta, en la cual el
ser humano se vera inmerso en una visión de la vida más
global y abstracta, expresándose con mayor plenitud la fuente
de su interior. Como viene siendo habitual la descripción
hecha tiene un tinte metafórico. La clave de este texto es la
figura que se describe como "fiel y verídico". En este apartado
parece ser que nos habla del retorno de Jesucristo, de un
avatar y mensajero estableciéndose como tal, en toda la
humanidad.
Sabemos que desde las figuras de la antigüedad que se
extendieron en oriente y Persia, pasando por el propio
Jesucristo y por Mahoma (quizás el último móvilizador de una
importante religión). Han aparecido diferentes místicos y
religiosos los cuales en cualquier tipo de vertiente o carácter,
han mantenido la esencia de mensajeros. Podemos observar
que después del transcurso de los siglos, tras las enseñanzas
de los grandes místicos de la antigüedad, la humanidad quizás
en realidad haya vivido una maduración de esas enseñanzas.
El conocimiento y enseñanza expresada por estos antiguos
maestros, se ha ido impregnando en la humanidad e
influenciando a diversos niveles nuestras vidas. Viviéndose en
gran auge muchas enseñanzas en estas últimas décadas en
occidente.
La rigurosidad y parcialidad de nuestras filosofías, de nuestras
conciencias y conductas, nos mostraba nuestra edad infantil.
Donde la intolerancia (santa inquisición, guerras santas,
e.t.c.), la violencia (las casi infinitas crisis y guerras en que se
ha sucumbido la humanidad) y nuestra poca profundidad
(extremada dogmatizacíon), no dejaba correr realmente las
aguas de las esencias de los antiguos maestros.
En este último siglo y sobre todo en el último tercio de este
siglo, el ser humano (no con toda la generalidad deseada) a
madurado en gran parte, encontrándose en un punto donde
podemos dejar esa adolescencia espiritual que nos trajo la
época moderna, por una joven madurez. Lógicamente el
hombre tiene mucho más conocimiento concreto que hace
cinco, dos o un siglos atrás. Obviamente la apertura de
conciencia que se ha producido en gran parte de la
humanidad, corresponde una exteriorización y masificación de
esa enseñanza de los antiguos maestros. Este cambio de
conciencia que nos simboliza el fiel y verídico, seria como
fruto de las viejas experiencias, que se producen en la
conciencia global de la humanidad, tanto en su significante
como en su significado.
Quizás lo más significativo que nos ofrece el signo de la
batalla de Harmagedón, sea que la esencia que anteriormente
residía y era foco de sabiduría de unos pocos elegidos, se
expanderá en gran medida a los seres humanos.
No quisiera cerrar puertas ni pensamientos, sobre un posible
retorno de Jesucristo o de un avalar que encarne a los antiguos
maestros. De un mensajero en su pura significación, de un
hombre sabio y natural, de una figura que conserve el respeto
a todas las gentes, a todas las religiones. Teniendo el matiz y
carácter suficiente para integrar a la vez todas las doctrinas en
una esencia real y que nace de todas ellas. Haciendo emerger
con fuerza la espiritualidad que reside en las diversas
doctrinas, siendo así estandarte y consorte del nuevo proceso
evolutivo de la humanidad. En esté preciso momento y por la
muy posible aceleración tanto en forma como en fondo de
nuestra naciente civilización global, nos muestre una figura
filosófica iluminada y un nuevo concepto predominante con
gran plenitud, el humanismo.
Pero recordemos que la esencia de lo que denominamos nueva
era, nos habla de un no liderazgo y de la secundariedad de lo
individual y el ego personal. Remitiéndose más a conceptos
como la conciencia colectiva y a la aparición de personas
indicativas y en parte puntos de apoyo, protagonistas de un
papel dictaminado por todos, y que repercute al futuro común
a todos los niveles. Serán figuras y hombres de voluntad
integradora, visionarios abstractos, gentes de sentimiento
solidario, que expresaran por miles el pensamiento que nace
de las bocas de millones.
Por este particular matiz, dejo correr mi intuición pensando
que esa esencia cósmica que se involucra en la conciencia,
descorrerá su tupido velo hacia todos los hombres, para poder
realizar profundamente esa transformación. Pero vuelvo a
reiterar que exista indiscutiblemente la posibilidad de la
aparición de un ser individual y concreto (dada la costumbre
de la propia conducta humana) que de forma iluminada en el
siglo venidero, empujando con su fuerza, con fidelidad a su
esencia interna y su veracidad a si mismo y hacia todo,
canalice a la joven humanidad del futuro. Quizás esta
metáfora del fiel y verídico, se pueda interpretar como
individual (figura iluminada) como colectivamente
(humanidad emergente). Esta figura aparece descrita de la
siguiente forma por el escrito de Juan, diciéndonos "que sus
ojos son como llamas". "Viste un manto empapado en sangre"
y "de su boca sale una aguda espada". Estos caracteres hacen
mas bien referencia a la justicia que a la severidad en si,
siendo una expresión de equilibrio (furor de Dios).
Pero vayamos por partes, cuando Juan nos habla de que sus
ojos son como llamas, nos hacen referencia a la fuerza de esos
espejos del alma, a la propia sabiduría, a su intuitiva
imaginación creativa, haciendo de pieza primordial para la
renovación y purificación, de eslabón que produce
profundidad. El manto empapado en sangre, regiría a mi
entender la significación propia del amor global y armónico
hacia todo, nos indicaría a esa fe necesaria que da fuerza y
sentido a todo proceso, siendo la vestidura del espíritu de la
nueva humanidad. La espada aguda que sale de su boca nos
indicaría el atributo de la voluntad, de la acción y la actividad
material, siendo este carácter necesario para la plasmación
concreta del proceso, tanto en un modo comunicativo como de
producir un hecho material.
Recordemos que el conocimiento ha sido ya enraizado en
nuestra humanidad en siglos anteriores y que quizás este
fragmento que nos remite a la voluntad plena, siendo más
acorde en su globalidad en nuestro tiempo. En un tiempo
donde el conocimiento ya ha sido expresado y es necesaria, la
voluntad concisa y concreta para desarrollar esas enseñanzas.
El texto nos sigue hablando del dominio del dragón, de la
primera bestia y el falso profeta (bestia 666). Estos procesos
que han estado y están predominando y rigiendo en nuestra
humanidad, son vencidos por motivo de la revolución de
conciencia y lanzados "al lago del fuego, que arde con
azufre". En este trozo del escrito nos indica, que después de
que la esencia de los antiguos maestros se enseñará a la
humanidad, llegara un tiempo donde éste conocimiento se
expandirá en las conciencias de los hombres, interfiriendo en
los actos que se desprenden de los arquetipos que representan
el dragón y las dos bestias. Después de que nuestra joven y
turbulenta humanidad se despierte a ese conocimiento interno,
que nos ensañara a "vivir" en la esfera de lo espiritual. Será
este conocimiento capaz de transformar los significados del
dragón (el sentido egoico) y las dos bestias (el materialismo y
el mentalismo materialista).
Que el texto nos indique que estos arquetipos negativos sean
lanzados al lago de fuego, lo podríamos observar como que
nuestro sentido egoico y la mentalidad materialista, será
conscientemente desterrada al inconsciente colectivo de la
humanidad. Y que el fuego colectivo de los seres humanos o
la energía de la voluntad inherente en la nueva transformación
de conciencia, cambiará el sentido y el fondo, incluso su
forma y apariencia. Estas esencias de negatividad las cuales
usan medios egoicos y parcialistas, basados en el poder
material y en lo instintivo, se desarrollaran por medio del
cambio a un significado más elevado de la negatividad, la
regeneración, energía fundamental para mantener un
equilibrio evolutivo. La energía regenerativa que nos
representa el nivel más perfecto de la energía e influencia
negativa (Yang), seria una conquista de nuestras conciencias,
al sustituir de nuestro modo de existencia conceptos como la
eliminación o la destructividad. Sabemos que la negatividad
es una dualidad primordial para la vida, es energía y parte
integrante no sólo de la personalidad humana, sino de la
propia naturaleza y de todo aquello que subsiste en el
universo. Como hemos mencionado la regeneración es el
punto dinámico más selecto de esa negatividad inherente en
toda evolución, manifestándose en determinadas acciones y
pensamientos, en actividades y conciencias de la existencia.
La regeneración dentro de una visión psíquica vendría a
mostrarnos el vencimiento del sufrimiento por medio del
sacrificio, dándonos un resultante que podríamos denominar
como "base de la luz". Esta base es el clímax necesario para
desarrollar nuestra sabiduría, nuestra intuición y potencial
interior, sin destruir la personalidad externa sino
modificándola al son de la nueva concepción de la conciencia.
Desde la vertiente material, quizás esta regeneración también
nos indicaría una "muerte conceptual", una transformación del
sentido de lo material, no manifestando estados como la
destructividad o la eliminación. Esta concepción de lo
regenerativo, supondría crear un sistema de vida, donde la
conciencia absorbiera lo positivo del concepto materialista,
modificando los posibles errores del proceso y sin eliminar la
estructuración establecida.
En otras palabras seria entrar en una dinámica, donde la
destructividad y sus armas de violencia, ya no se
manifestarían. Se hablaría de no eliminar las bases materiales,
sino de que al estar dentro de ellas, se profundizase (sin
violencia), transformando nuestra existencia en un fin y medio
más acorde a lo que entendemos como conciencia.
Esta pauta casi inevitablemente será norma de conducta, de
esa humanidad futura a pesar de la juventud de nuestras
conciencias. Pero debemos tener presente de que el futuro del
ser humano es un campo de promesas. De que nuestro camino
común esta pavimentado de baches y obstáculos, y que
alcanzando esa transformación espiritual en realidad sólo
habremos dado un paso más hacia nuestro devenir como
especie. Evidentemente y eso si, será un paso importante, un
punto de inflexión, un momento que dará dirección y sentido
a la existencia. Un nuevo ciclo que salvando las lógicas
diferencias, será un cambio tan importante como el sucedido
entre el paleolítico y el neolítico, o quizás una diferencia tan
grande como el hombre tribial y nómada que empezaba a
sedentarse, con el ser humano que fundó las antiguas
civilizaciones.
Pero este proceso y debido a la acelerada evolución de nuestra
especie humana, transcurrirá posiblemente en un espacio de
tiempo mucho más reducido que en los ejemplos anteriores,
como nos señala la propia dinámica que vemos establecerse
en nuestra civilización presente.
CAPITULO XIV
Durante este capítulo vamos a desarrollar a mí entender una
parte muy importante de la revelación del apóstol San Juan.
En cuestión vamos a observar dos textos de la sexta parte del
Apocalipsis, los cuales nos reseñan el devenir algo más lejano
de la humanidad. Estos dos textos se encabezan bajo los
nombres de "el milenio" y "la batalla final y el juicio
universal". También en este capitulo nos adentraremos
mínimamente por la última parte del Apocalipsis, llamada
epílogo y en la cual la exposición será breve debido a la
misma brevedad del texto, y su reiteración a todo lo
explicado.
En el escrito que conocemos como el milenio, Juan nos
dice"que un ángel descendía del cielo, trayendo la llave del
abismo y una gran cadena en la mano. Tomo al dragón y lo
encadeno por mil años". Intentando descifrar este contenido
que se nos presenta, podemos entender que la transformación
que sufrirá la humanidad de índole espiritual, traspasara todos
los niveles de civilización, de conducta y conciencia. Lograra
encadenar (controlar, retener) por así decirlo esa carga
negativa o tal vez mejor expresado "la negativización de la
polaridad pasiva negativa del hombre", que es lógicamente
inherente en el hombre. Aquí el ser humano abrirá un nuevo
ciclo tanto a un nivel individual como colectivo donde el
equilibrio entre conciencia y conducta, entre el sentido egoico
y el espiritual se extenderá. Este nuevo ciclo será un paso
más indiscutiblemente en la evolución del ser humano donde
la clave predominante de esta nueva fase que nace con la
transformación, podríamos definirla como "toma de
conciencia global ".
Debemos centrarnos mínimamente en esto, debido al ser una
frase que se nos puede quedar en el aire. Durante lo que
conocemos como la historia de la humanidad, el hombre se
ha desarrollado desde sus instintos hasta la más sublime de las
inteligencias, siendo ésta una variante a mi entender de lo que
la conciencia realmente es. Pero si entendemos al término de
conciencia como una unidad integrante de nuestro consciente
y de lo subconsciente, enlazándose con el interior psíquico,
con nuestro inconsciente tanto individual como colectivo.
Podemos decir que el ser humano a lo largo de su evolución,
ha manifestado su psiquismo de forma parcial y no en su
conjunto. Prevaleciendo al principio los estados inconsciente
y subconsciente, llegando finalmente el consciente con el
avance inteligente. Estos estados se han ido generando a lo
largo del desarrollo humano y a medida que el hombre va
evolucionando, se han ido complementando y perfeccionando
su inteligencia, estableciendo su mente como estratos de
“sedimentación".
Tomando esta explicación, debemos observar que al aplicar en
extensión, el término conciencia como un conjunto integrador
y funcional del psiquismo humano, contemplamos que en
realidad el ser humano no se rige de tal forma. La conciencia
que tomamos como definición de la psiquis humana a un nivel
elevado y equilibrado de sus partes. Dista de la explicación
corriente que nos estimula a ver a la mente humana, según la
visión de la psicología normativa, como un desarrollo
evolutivo simplemente en la cual cada estado está y su
conjunto hace la función psíquica necesaria para cada
momento. Obviamente esta visión de la psicología cognitiva y
conductista tiene una base muy firme. Aunque otras escuelas
de psicología como seria la psicología profunda, y aunque
parte de las bases neurológicas y fisiológicas establecidas por
la psicología más versada, tiene otros puntos de vista de como
tratar a la psiquis humana. Pero vayamos por partes y
observemos la diferencia entre las dos definiciones de la
conciencia humana. La psicología normativa (cognisciva y
conductista) observa que los diferentes estados coexisten y
mantienen una funcionalidad conjunta, pero eso sí en
diferentes intensidades. Una clara explicación de la conciencia
bajo esta visión la podemos deducir, como los diversos
procesos mentales se han ido formando y se han ido
interrelacionándose, hasta llegar a un punto (el estado
presente) donde el estado consciente es el eslabón más
importante y principal del hombre. Aquí la conciencia, la cual
se compone de estos estados mentales básicos, tiene a pesar de
su operatividad conjunta y continua, diferentes intensidades y
sobre todo escalas de importancia. Seria como decir que la
mente forma un conjunto y funciona gracias a ese conjunto,
pero teniendo unas partes de más importancia que otras para
la existencia corriente (para nuestro desenvolvimiento social y
personal), no teniendo un peso específico igual cada estado
mental. Lógicamente todos los estados mentales son
imprescindibles, pero quizás el matiz sea la importancia que
tenemos sobre cada uno por una parte. Y también que esta
funcionalidad que nos aparece como un conjunto, no tiene
para nuestra vida cotidiana la misma intensidad tanto en
calidad como en cantidad. En cambio cuando hablamos de
conciencia, como quizás la observa la psicología profunda, la
escuela llamada de Viena donde C.G.Jung fue uno de sus
baluartes, la observa como una un conjunto igualitario e
integrado, diferenciándose de la otra postura de la psicología
en que aunque la capa mental consciente tiene una
importancia vital para nuestro desarrollo externo, las capas
más profundas como son nuestro subconsciente e
inconsciente, son las que realmente llevan el peso específico
del psiquismo. La definición que aplico a la conciencia,
observaría que la mente concreta e inteligencia humana
cuando es gobernada por su conciencia más plenamente, haría
que todos los estados mentales tuvieran una funcionalidad
manifiesta a lo extenso de la existencia. Tanto desde un
prisma profundo como superficial, tanto bajo la perspectiva
personal como social. Tal vez por citar un ejemplo que nos
diera cierta luz, contemplemos lo que nos suscita la intuición.
La intuición bajo el tipo de conciencia, en la cual el ser
humano desenvuelve su existencia, toma esta característica
psíquica, como algo esporádico y carente de razonamiento.
No entrando en la dinámica mental que nos estimularía esta
intuición a nuestra conducta y pensamiento (aunque está
realmente nos suceda a todos y para algunos sea de vital
importancia). En cambio la concepción de conciencia plena,
observaría a la intuición como un estado realmente necesario,
el cual seria plenamente funcional para tomar una resolución
y teniendo una intensidad similar al razonamiento lógico del
consciente, aunque su formación y procesamiento sea distinto.
Podemos entender a cada definición de la conciencia, por un
lado como un conjunto con diversas niveles, mientras que la
otra definición más integradora vería a la conciencia como un
conjunto igualitario y con una funcionalidad plena.
El hombre en el transcurso de su historia, desde las primeras
civilizaciones hasta nuestros días, ha vivido desde los
impulsos básicos e instintivos puramente inconscientes,
desarrollando su consciente e inteligencia, lo cual ha hecho
que se fuese adormeciendo su naturaleza inconsciente.
Como vemos en el proceso de evolución que nos relata este
párrafo del Apocalipsis, el hombre toma más plenamente su
conciencia y encadena (que no integra) su negatividad
inherente sin llegar a trasformarla del todo en una dualidad
pura. Pero si cambiando su operatividad en cierta medida
usando cualidades más regenerativas en vez de destructivas.
Planteándonos la siguiente cuestión, sabemos que la
materialidad y por lo tanto el hombre como una expresión
material, debe participar en su propio "juego de existencia"
por medio de las dos fuerzas fundamentales de la vida, lo
positivo y lo negativo.
¿Quizás será imposible unificar estos dos polos, estas dos
fuerzas en una sola y esencial energía ?. ¿ Será el hombre
capaz de integrar en una visión de conciencia simplemente,
los dos conceptos psíquicos que se interactuan en nuestro
psiquismo ?.
De mano de las tradiciones orientales y prácticamente en
todas sus filosofías la concepción de su camino espiritual se
expresa gracias al equilibrio, algo que el budismo denomina
camino medio. Partiendo de esta síntesis y sabiendo que el
estado más elevado es lo que nos simboliza la plena libertad y
que la unidad de las dos fuerzas duales se realiza por medio
del amor. Podemos observar que entre el bien y el mal por
ejemplo, en realidad no debería haber ningún predominio
debido por una imposición estructural y mental momentánea.
Sino que la productividad debería suceder tras una integración
completa de las dualidades, siendo lo que conocemos por
conciencia profunda y global.
Podemos dilucidar que nuestra subjetividad hacia lo que nos
representa el bien y el mal, siempre esta en sincronía con el
progreso de la conciencia más superficial o mejor dicho de
nuestro estado consciente o raciocinio. Tal vez el punto medio
se consiga tras una consensuación de las dualidades sobre una
circunstancia, lo cual nos da un resultante de conciencia sobre
esa circunstancia.
El poner un ejemplo claro seria dificultoso por la extensión de
las circunstancias. Pero lo qué si, que es cierto, es que si la
circunstancia se aleja del sentido de amor y de libertad, tal
circunstancia anda tras un tupido velo de oscurantismo, de
inconsciencia involutiva. Al decir inconsciencia involutiva no
quiero que nos centremos en la misma significación del mal,
aunque suponga los mismos efectos, sino en un proceso o
circunstancia la cual no ha llegado en ningún o pocos matices
a una maduración o evolución. Quizás que este equilibrio o
consensuación entre las dos fuerzas duales no llegue a un
punto medio, se deba a nuestro inmenso sentido egoico, y a
sus productos como son el poder, el dominio, el materialismo,
e.t.c. Este sentido egoico por ende siempre hace prevalecer
una dualidad sobre cualquier circunstancia o proceso,
parcializando lo global que tiene en realidad un
condicionante o un arquetipo, osease que reside en el
arquetipo ambas dualidades equitativamente.
Cuando el ser humano vaya dejando su inmadurez espiritual,
cuando el hombre "tome tierra y asiente plenamente su
conciencia". Su equilibrio psíquico debido al desarrollo de su
libertad y de su expresión armoniosa, alcance un punto más
superior y por lo tanto las fuerzas duales (como serian las
esencias del bien y del mal) se unifiquen y se integren en una
clara y única dinámica, permitiendo al hombre una mayor
comprensión de si mismo y de su entorno.
Como habíamos dejado entrever anteriormente, quizás la
expresión más elevada que podríamos dar a estas fuerzas
duales y a la postre una buena base explicativa, seria lo que la
doctrina Taoísta conoce como el Ying y el Yang. Estos dos
términos que envuelven y pertenecen al principio del Tao
(Dios, el universo, e.t.c.), se relacionan con todo lo creado y
con aquello que simboliza vida. Tendrían una configuración
básica que podríamos además de la tradicional de positivo y
negativo, creatividad y pasividad, como de vitalidad y
psiquismo. Aparentemente nos muestra una contradicción
entre las concepciones que estamos presentando de ligar la
positividad con lo espiritual y la negatividad con lo material.
Pero en un primer termino las síntesis que presentan la
tradición oriental difieren de la judeocristiana, que es base de
nuestro trabajo (como habíamos introducido antes). Tal vez
una forma de tener una clara disposición y unificación de
criterios, lo realicemos al recordar la definición que dábamos
sobre el pensamiento positivista que otorgaba la civilización
occidental, a una clase y dinámica de pensamiento que
podríamos observar como vitalista, mientras que el
pensamiento negativista, se encerraba en una clave de
reflexión y perceptividad, estando más relacionado al
psiquismo. Evidentemente esta visión de la conciencia, de la
racionalidad humana mejor expresado, seria la proyección que
más se adecua a los términos de Ying y Yang. Pero estos dos
términos al igual que el Tao transcienden a estas concepciones
occidentales sobre el pensamiento. Por lo demás, las
tradiciones esotéricas occidentales coinciden en atribuir a lo
positivo como la energía vital, la energía constructora, lo que
denominaríamos lo espiritual y etéreo del hombre (que
solemos atribuir a la conciencia bajo el prisma más
convencional). Mientras que lo negativo. lo encaminan hacia
lo regenerativo, a la perceptividad y a la pasividad, siendo lo
material su punto de conexión.
Quizás tras estas informaciones lo mejor sería que nos
centrásemos en definir a estos términos taoístas, como una
visión por un lado de lo que conocemos en nuestra tradición
occidental como espiritual, siendo el alma la expresión del
termino Ying (vitalidad) y el Yang (psiquismo) como lo que
denominábamos como espíritu. Encerraríamos en realidad a
estas dualidades dentro de lo que llamamos campo espiritual,
siendo definitorias de la composición de la misma substancia
espiritual. También el polo material tendría definidos estos
dos términos, siendo integrantes y expresiones de la misma
materialidad. Por ejemplo una encerraría a el concepto del
materialismo y la otra nos haría referencia a la creatividad que
se produce por lo material.
A un nivel de lo mental podríamos trazar la división de que el
Ying o positivo es lo consciente, mientras que el Yang o
negativo seria lo inconsciente. En definitiva la concepción
oriental vería a las dualidades con otra funcionalidad, otra
concepción distinta a la tradición judeocristiana y a las
proyecciones explicativas, que tomamos como base para
expresarnos sobre el Apocalipsis. Simplemente al introducir
estos dos términos orientales en la tendencia explicativa que
estamos dando, nos da una referencia a que en un futuro
próximo cuando la humanidad este regida más plenamente por
su conciencia, mostrándose lo más elevado de la misma y
siendo sus claves el vitalismo y el psiquismo. Un vitalismo de
carácter positivo, constructivo y creativo, junto con un
psiquismo reflexivo negativo.
Pero volvamos al texto en si, observando lo que nos dice Juan
sobre la figura del dragón (la serpiente, el diablo llamado
Satán), que será encadenado por mil tiempos. Juan conjuga en
este fragmento, lo que habíamos descrito como el suceso en
que la negatividad, la destructividad humana queda encerrada
en nuestro inconsciente colectivo. Juan nos cita mil tiempos,
por poner una determinación a algo que escapa a su
comprensión, siendo este intervalo de tiempo el espacio
necesario para que esa negatividad que queda encerrada,
pueda resurgir con predominancia. Para establecer una lógica
de estos mil años, estos mil tiempos no nos permite emitir una
fecha exacta, sino más bien hacer una referencia espaciotemporal
muy amplia.
Este encadenamiento nos indica como ese predominio de la
negatividad, en referencia al sentido egoico y al materialismo
con pautas de separatividad, prevaleciendo el ego individual y
la sobredisposición instintiva. Queda supeditada por los
conceptos más elevado de la conciencia del hombre, como son
el idealismo, la globalidad, universalismo, e.t.c. Dándose un
producto principalmente de lo que denominamos
espiritualidad. Debemos partir en que esta "primera
resurrección", la hemos definido como una época o proceso
donde la conciencia y conducta del ser humano evolucionará
y abarcará los campos mentales concretos y también en cierta
medida los abstractos, cambiando la forma de desenvolverse
en la existencia al sustituir la predominación materialista por
la mental. Pero esencialmente en el terreno de la vivencia
espiritual (aliento promotor de la transformación), seguirá
pasando por un proceso de continua maduración.
Por lo tanto en esta primera resurrección como lo define en el
escrito Juan, es como una entrada a un "reino de conciencia".
Para que con posterioridad, en procesos y transformaciones
sucesivas de la evolución de la humanidad, se alcance lo que
se podría definir como el "reino del espíritu", que Juan nos
cita más adelante como la nueva Jerusalén. En este período
que hemos denominado como reino de conciencia imperará un
sentido más universal en todos los hombres. Posiblemente
sucederá como habíamos ido citando, la aparición de síntesis
entre religiones e ideologías sin que desaparezcan éstas,
produciéndose un ecumenismo entre formas y contenidos,
como parece esbozarse hoy en día.
Estas síntesis que habíamos denominado en general como
humanismo y que habíamos citado conceptos como son el
postmaterialismo o la transmentalidad, crearan el eslabón
necesario por un lado para que el hombre entre en una vía de
unicidad entre los seres humanos y con su entorno. Pero
también hará que rija su conciencia a sus instintos, su
concepción egoica grupal a la individual sin que desaparezca
ésta. Este reino de conciencia, este periodo que denominamos
humanismo, dará un salto tanto cuantitativo como cualitativo
en la unicidad, la libertad y el amor en la humanidad.
El siguiente párrafo se titula la batalla final y el juicio
universal. En este texto se nos habla de una nueva e
importante crisis en la humanidad donde Satanás será soltado
de su prisión. Este nuevo periodo de negativización y
materialidad, nos aclara el mismo escrito que se extenderá
como arena del mar. Quizás este simbolismo nos indique la
rápida propagación de la crisis y de la materialidad, con su
torrente de destructividad y eliminación.
El mismo párrafo nos aclara que después de un pequeño
espacio de tiempo, en el cual predominará el diablo, el dragón
(la negatividad) será devuelto al lago de fuego y azufre, junto
con la bestia (el materialismo) y el falso profeta que es la
bestia 666 (el mentalismo materialista). Este fragmento nos
muestra una aclaración precisa sobre el proceso que
denominamos juicio universal y que nos introducirá en el
reino del espíritu. Nos señala que esta crisis de la humanidad,
sólo tiene un carácter netamente negativo. Un período de
presumible destructividad y de vuelta a lo más instintivo de la
conciencia, los cuales habían estado anclados por mil tiempos.
Pero está nueva y tensa crisis será imprescindible para dar el
salto definitivo ha la maduración espiritual colectiva. Este
periodo donde la negatividad se presentara de manera clara y
concisa, no necesitara un periodo de incubación directa en lo
consciente (debido a que ha estado en lactancia en lo
inconsciente colectivo), evidenciándonos lo conseguido en el
periodo del reino de la conciencia. Esta negativización a pesar
de su rápida y extensa propagación generalizada no podrá
ejercer totalmente un efecto, el cual asiente y dominé la
globalidad de la conciencia, posibilitando estructurar una
forma y contenido solido. Esto quizás nos indique que así
como el dragón y las bestias en nuestro pasado, presente y
futuro inmediato es una parte preponderante (dentro de la
significación que tienen) de nuestra conducta y conciencia.
En este proceso futuro será un reflejo de los mismos, siendo
una expresividad de la negatividad, lo instintivo y el sentido
egoico, que han estado redimidos no transformados,
produciendo un choque de pura destructividad. Este periodo
de la vuelta de Satanás, será como una sublevación de tinte
egoico y materialista, que sufrirá el hombre en sus carnes y en
su alma, produciendo efectos y hechos devastadores. Esta
inhibición del ego y lo instintivo frente a la conciencia
colectiva, hace que a pesar del arraigamiento del humanismo
y de haber alcanzado los planos de conciencia elevados, el
hombre en realidad no "sienta" esto en su más profunda
expresión y concepción. Es como si la razón hubiese
alcanzado a comprender lo esencial, pero no tenga el ser
humano la suficiente "ancianidad o maduración" para sentir
esa conciencia superior. El hombre con este humanismo
presumiblemente alcanzará un alto desarrollo, una conciencia
colectiva, una base ideológica y espiritual, que le encamine
por una vía moral y ética, haciendo extenderse los preceptos
de amor, libertad y unicidad. El ser humano inmiscuido en el
terreno de la razón, quizás no contemple intuitivamente y
sienta profundamente lo que significa y se desprende en
realidad de esos preceptos. Ese hombre que hemos
denominado como homo cosmicus, no siga un camino
verdaderamente limpio, un sendero transparente, donde
integre su vitalidad y su psiquismo, su vivencia y sus
percepciones, siendo el mismo naturaleza y conciencia,
simplemente siendo el mismo y al mismo tiempo todo. Este
homo cosmicus que comprenderá y participará en esta
conciencia superior común, no será un eslabón que nos
proyecta finalmente a la esencia misma. Su vivencia por así
decirlo será más bien externa que interna, a pesar de la
profundidad que alcanzará lo interno. Vivirá la espiritualidad
como un ideal (eso si, probablemente el ideal este bien
estructurado y establecido, no siendo ya una luz lejana), un
destino y designio superior, en vez de ser el hombre el mismo
naturaleza y conciencia real, que no participe.
Para dar el salto de saber a ser, será necesaria esa profunda
caída de nuevo al sentido egoico, a lo instintivo, para producir
así una crisis de identidad y un vacío interior, que haga que el
ser humano tenga la necesidad de sentir plenamente esa
espiritualidad sin diferenciaciones.
Este periodo de negatividad será antecesor de una segunda
resurrección, indicándonos que la humanidad se sumergirá en
una revolución destructiva (quizás el final que nos anuncia el
famoso profeta Nostradamus para el cuarto milenio), debido al
no haber alcanzado la madurez espiritual. Pero debemos
pensar que estamos imaginando, lanzando hipótesis sobre un
futuro realmente lejano, intentando calibrar en imágenes
concretas, algo tremendamente dificultoso por los muchos
factores influyentes, que bailan en un destino predeterminado
pero donde la libertad y una importante dosis de caos guían la
evolución. Algo verdaderamente difícil, aunque especulemos
sobre unos probables condicionamientos lógicos.
En el último párrafo que vamos a desarrollar en este capítulo,
es el titulado como "la nueva Jerusalén". En este párrafo Juan
nos habla de que ve un cielo nuevo y una tierra nueva, ya que
la primera tierra y el mar habían desaparecido. Juan aquí
posiblemente nos indicase que la materialidad y la
emotividad, tal como la entendemos y está establecida hoy en
día, se verá finalmente transformada por unas pautas de
conciencia más elevadas. Constituyéndose así una nueva vida,
una nueva tierra donde la nueva conciencia (el nuevo cielo),
hará que no exista "la muerte, ni habrá duelos, ni gritos, ni
trabajo, porque todo esto ya ha pasado". Con la nueva
Jerusalén se nos índica a ese reino del espíritu que ha estado
precedido como antesala del reino de conciencia, donde la
materialidad no será ya definitivamente un fin sino un medio.
Donde lo instintivo no será el "live motif" del ser humano,
sino una expresión supeditada a su propio desarrollo, a pautas
más psicológicas, abstractas y espirituales.
El mismo texto nos cita que esta nueva Jerusalén, es la novia
del cordero, lo cual nos representa la unión de la humanidad
con la esencia cristica, con la conciencia y voluntad superior.
Juan nos representa a la nueva Jerusalén con una descripción
muy detallada y de gran belleza, imponiéndole a la figuración
una majestuosidad y grandiosidad elocuentes. Juan durante la
descripción de Jerusalén nos habla de los tres preceptos
universales en extensión, dándonos el alcance que tendrá la
nueva humanidad, donde aparece colmada de piedras
preciosas, oro, perlas, e.t.c.
Quizás lo que podemos destacar a parte de la repetición de
tres números claves que son el tres, cuatro y doce. Es un
fragmento que dice "pero templo no vi en ella, pues el señor.
Dios todo poderoso, con el cordero, era su templo". Este
fragmento nos remitiría a un alto grado de desarrollo y
conciencia en la humanidad, en la espiritualidad del hombre
en el futuro, por fin siendo realmente el mismo su templo, sin
necesidad de una doctrina externa y teniendo así su vivencia
religiosa interna. Es muy significativo que Juan nos diga que
ya no existe templo y teniendo más importancia se le confiere
a sus palabras si cabe, dado que en sus tiempos los templos
eran piezas imprescindibles en la vida religiosa. Al ser templo
el hombre ya no sólo conoce y sabe de esa conciencia
superior, sino que la desarrolla en si mismo y la vive.
El mismo escrito nos dice que "no había menester ni de sol ni
de luna que la iluminase". Probablemente esto nos simbolice,
que en el ser humano ya no hay una necesidad de valerse y
utilizar conceptos parcialistas, ni de partes individuales de su
ego como seria su voluntad y consciente (Sol), y su
subconsciente e instintos (Luna). Esto es debido a que su Luz
interna integra a todos los conceptos y partes en un una sola
esencia. Más adelante el texto nos dice que el hombre podrá
beber de un "río de agua de vida, clara como el cristal que
salía del trono de Dios y del cordero". Esto supondría, que nos
habla de una plena y continuada conexión del hombre con la
conciencia superior, canalizando de forma clara la emotividad
humana.
El hombre tendrá "un árbol de vida que daba doce frutos, cada
fruto en su mes y las hojas eran saludables para las naciones".
Esto nos introduce a que el hombre habrá encontrado una
forma de vida donde realmente se podrá "vivir que no
sobrevivir", con toda la significación que ello nos estimula,
donde podrá realizarse tanto interior como exteriormente
durante toda su vida (doce frutos) y sus hojas (sus desechos),
serán regenerados y no dañaran al hombre, sino que le
ayudaran a que siga evolucionando. Al haber transformada su
camino cíclico en espiral, sus actos y vivencias, en vez de
eliminar quedaran como limpias experiencias.
El epílogo creo que es una exclamación y aclaración del autor,
donde nos dice y reconoce como lo escrito a lo largo del
Apocalipsis, en la revelación, es un proceso que proviene de
la Divinidad. En definitiva que todo lo expresado, es
perteneciente al mensaje de Jesús y por ende son designios
que la humanidad debe afrontar para su evolución. El escrito
nos revela que nadie puede añadir o restar palabra del texto.
Sobre esto pienso y creo interiormente, que mi fin a sido
simplemente la comprensión más llana posible del mismo. No
me ha movido ningún motivo externo, sino más bien interno y
que mi sed de conocimiento, es la que a hecho intentar
conocer el mensaje, sin animo de añadir ni restar la esencia
del mismo y respetando el contenido, así como las posibles
interpretaciones tanto de conocidos especialistas y estudiosos
como las dadas por la religión (aunque difiera de ellas).
Obviamente mi fin ha sido para mi propio desarrollo y
conocimiento, aunque la comunicación hacia otras personas es
una motivación claramente necesaria y positiva. El
enriquecimiento personal ha sido fecundo, ya que a lo largo
del estudio y planificación de texto del Apocalipsis, he notado
que interiormente he evolucionado. Pero lógicamente todas
estas experiencias las traspaso a aquellas personas que siguen
preguntándose y que aún siendo imperfectas como yo mismo
en estos abismos de la vida, desean intentar tener una
conciencia.
En definitiva y haciendo un pequeño resumen, podemos decir
que el hombre en nuestro presente esta cambiando, su
emotividad genera cambios los cuales debido a un
desequilibrio interno y externo, no salen con la fluidez y
maduración necesarias. Este proceso en que la humanidad se
encamina a un importante cambio en su existencia, dando un
empuje hacia una gran concienciación, buscara un anhelado
equilibrio entre la materialidad y lo espiritual. Esto con el
transcurso del tiempo y siempre dependiendo de como
influencian los condicionantes y como surgen los factores que
mueven la vida, nos involucrara a un periodo que
denominamos como reino de la conciencia. Esto sin establecer
fijamente las pautas que se seguirán, si que nos anuncia un
fase de la humanidad donde el hombre posiblemente alcanzará
unas cotas de conocimiento y raciocinio, de ética y moralidad
elevadas. Todo con tintes de integración personal y colectiva,
junto con un extenso sentido de globalidad.
Esto nos introduce en una época donde el hombre racionaliza
a sus instintos verdaderamente, los supedita a su inteligencia y
establece en su emotividad unas pautas más acordes con la
espiritualidad y a la ética. Pero como decimos esta época no
transforma sino supedita, encadena a esa negatividad egoica
que mostrábamos con una gran carga de destructividad. Con
el tiempo esta negatividad vuelve a mostrarse con gran
intensidad, pero esta aparición en la conciencia y conducta de
la destructividad en la humanidad, en realidad es una nueva
crisis necesaria para la evolución. En este proceso donde
surge la negatividad con fuerza, empujará a la humanidad
hacia una nueva transformación que habíamos denominado
como el reino del espíritu. Este reino del espíritu es una
culminación en el desarrollo humano, el cual la denominamos
a la nueva humanidad que surge del proceso como la nueva
Jerusalén.
Esto sólo, el baile del destino sabrá tejer la futura historia,
aunque los condicionantes y nuestro camino predeterminado
con su continuo movimiento caótico parece marcarnos. No
sabemos si nos quedaremos en el intento, sino alcanzaremos
tan altas cotas por no salir de nuestra inmadurez en conjunto.
O si realmente como yo mismo deseo el hombre comienza a
caminar con su propio conjunto y a la postre con el conjunto.
CAPITULO XV
En estas últimas lineas del estudio, me gustaría recalcar
diversas conclusiones sobre lo aquí tratado. Durante el
transcurso de este libro, de este intento de establecer una
presunta explicación del texto del Apocalipsis, hemos
intentado tratar al escrito desde un punto de vista más o menos
sociológico y psicológico, recurriendo al significado de sus
símbolos y arquetipos. Pero también a lo largo de la
explicación nos hemos introducido en diversas explicaciones
de otros cualificados estudiosos, proyectando diferentes
puntos de vista.
Obviamente la razón sobre el significado y la revelación del
Apocalipsis se somete a una subjetividad. Pero como
habíamos dicho anteriormente nuestra visión del escrito, lo
hicimos bajo el prisma más psicológico y sociológico que
pensé era más posible, y siempre de mano, de lo que
representan esos símbolos para los seres humanos. Pero
también tomando al libro de la revelación como un cuento,
una alegoría disfrazada de la existencia humana, de la cual se
desprende ciertos contenidos básicos.
El Apocalipsis, puede tomarse y teniendo en cuenta la forma
de composición Hebrea, como una narrativa del oriente medio
muy prolifera en aquellos tiempos, que tras los vestidos en
forma de cuento se extraen mensajes psicológicos y
sociológicos, y evidentemente religiosos y espirituales.
Me gustaría enraizar una conclusión, que se ciñera lo más
posible a la realidad, insuflará y trasmitiera una esperanza con
la cual volcarme (e invito a cualquier persona, según su
decisión y conciencia), e "inventar" un devenir más
prometedor.
Sabemos más bien que aquellos maestros, los visionarios y
místicos como Jesús y Buda, buscaron, conocieron y
transmitieron (quizás mejor dicho exclamaron), a la vida tal
como es. Las doctrinas que se constituyeron tras ellos ganaron
lógicamente en propagación, en complejidad y estructuración.
Pero se alejaron de la simpleza y fuerza de su principio, el
redescubrimiento de la vida. Este alejamiento de la vida y la
sabiduría que son ciertamente simples, quizás se produjo por
nuestra mentalidad compleja y acomplejada que no nos
permite saborear y discernir sobre el mensaje auténticamente.
Nuestra conciencia y conducta, se centra principalmente en
los reflejos y los hechos, expresándose con una inflexibilidad
propia de una lucha básicamente instintiva. Separando y
enterrando la substancia que da realmente soporte a esos
reflejos y hechos.
Los mensajes de esos "bebedores de vida", en realidad son
simples como hemos dichos y nada difíciles de entender,
aunque si complicados de expresar y plasmar. Con este
redescubrimiento de la verdad, nos daríamos de lleno con esa
filosofía de vida, con la cual se pueda conducir el ser humano
con sencillez y naturalidad, pero al mismo tiempo con
equilibrio y profundidad.
Como hemos introducido ya, ejemplos de esa fuente que
busca el ser humano, reside en diferentes mensajes de los
iluminados. El Corán de Mahoma parece que nos muestra una
fijación en la voluntad, en la moral y en la ética. Los
evangelios de Jesucristo, bañados en parábolas que nos
anuncia en mayúsculas al amor, la fraternidad entre los
hombres, la igualdad como base. Las enseñanzas de Buda que
recogen sus textos sagradas nos hacen ahondar en el interior y
en la libertad de la esencia, separando el termino sufrimiento
de la plenitud del hombre.
También dejemos claro, que los extremistas, el integrismo
seria una corriente que influencia a estas religiones, que
quizás no a sus figuras principales. Por lo que entonces quiero
decir, que no mezclemos las esencias de esos místicos, con el
uso que hace el hombre de ellas.
No sería justo simplemente enunciar a estos grandes místicos,
que motivaron al ser humano y a sus religiones más
expandidas, aunque muy posiblemente ellos representan la
quinta esencia de la verdad. También Sócrates, Aristóteles,
Platón, Santo Tomas de Aquino, como kant, Rousseau o
Montesquieu (por poner unos ejemplos), se esforzaron por
profundizar en algún plano, de alguna forma, sobre la filosofía
ideal para el desarrollo del hombre. Todas estas filosofías, con
sus paradojas y diferencias entre sí, buscan lo mejor del ser
humano y la "realidad", con la cual nos conlleve la perfección,
la elevación y evolución.
Quizás si fuésemos lo suficientemente objetivos y
despegados, viendo a ese conjunto de filosofías, como
esbozos de un mismo cuadro. Siendo cada una de las
“pinceladas” como una expresión del conjunto o como un
punto donde se ha establecido una fijación o una profundidad.
Si fuésemos capaces de separar de cada de unas de estas
filosofías lo más esencial, veríamos que tienen en su trasfondo
bastantes claves arquetípicas comunes, a pesar de su
apariencia totalmente en muchos casos distinta.
La constante aparición de vertientes ideológicas, siendo
muchas comunes pero con diferentes matices. Las distintas
filosofías que han germinado a lo largo de la historia,
promovidas por religiosos, místicos y pensadores. Toda esta
gama de visiones se debe a dos condicionantes intrínsecos a
mi opinión. Siendo uno la lógica evolución de la humanidad
que va moldeando las formas para alcanzar sus metas
presentes. Y la otra más perenne que nos relata y descubre la
búsqueda del soplo de libertad, que depara una maduración
más plena de equilibrio para toda la humanidad. La primera
característica es una clara dinámica que aparece en nuestra
historia, muy necesaria debido a que el nivel del ser humano
preponderantemente egoico e individual, hace que las
filosofías que constituye el hombre se fijen más en el
consciente de la realidad contemporánea, en vez de remitirse
más a una conciencia que no se encierre en un espacio y
tiempo limitado. La segunda característica viene a ser esa sed
de encontrar una filosofía de vida, que encuadre a todos los
seres humanos, a distintos niveles y en diversas
circunstancias, sin distinción entre la humanidad.
De hecho y de mano de los grandes maestros y místicos se
pudieron reflejar en la conciencia de la humanidad, pero tanto
la filosofía como la religión, hace que se rompa casi siempre
por impregnar a esa filosofía de vida de una inflexibilidad que
podíamos denominar "circunstancial" (osease de mentalidad
contemporánea). La ideología filosófica o religiosa se topa de
cara con la realidad, con toda la extensidad de su abanico de
diferentes escalas. La realidad no es la misma para un
perdedor que para la de un ganador, de la del rico con la del
pobre, del que tiene conocimiento al que es ignorante, del que
tiene una vida de sufrimiento al que nace con buena estrella
refulgente. Todo ello es debido a que anteponemos nuestro
sentido egoico (por pura necesidad de supervivencia) a un ego
más común que comience por la humanidad en global. A que
usamos primordialmente nuestra visión instintiva antes que la
visión más inteligente, en definitiva que ponemos lo instintivo
en muchas ocasiones antes que lo inteligente, supeditando a la
propia inteligencia a conseguir nuestras metas instintivas.
También este establecimiento de una filosofía de vida común
sea tan dificultosa, por no entrar cada uno de nosotros en una
búsqueda espiritual profunda y personalmente plena. Nos
solemos dejar arrastrar por condicionamientos, cumpliéndolos
o no, así compartiéndolos y extendiéndolos o no. Esta pauta
de la conducta humana en que vivimos, nos hace seguir en
ocasiones lo que un grupo reducido dictamina sin realmente
entender, valorar o apoyar abiertamente. Esta subjección a lo
manifestado por una pequeña minoría hace que cada individuo
no participe directamente en esa evolución social, moral o
religiosa.
Como hemos reiterado varias veces no se trata realmente de
entender sino más bien de "sentir". Se trataría de en vez de
cumplir unos condicionamientos sociales, morales y religiosos
por estar inmersos en ese presente. Sentir la vida y lo que
conlleva estar en esa sociedad internamente, en mayor o
menor cantidad y calidad, desarrollando plenamente la
voluntad y la responsabilidad. Se trata de tener conciencia de
nosotros mismos y así sentir todo lo demás. Quizás no siendo
tan conscientes de nuestro punto existencial del hoy en que
vivimos bajo un nivel egoico. Obrando bajo los
condicionamientos sin pensar en realidad sobre su sentido, o
no haciendo caso a nuestros pensamientos internos sobre esos
condicionamientos por pura supervivencia. Debido a que esa
filosofía, moral o ética que hablamos como soplo de vida, no
se extiende ya que el ser humano sigue siendo un ente
individual en un colectivo, en vez de observar la existencia
como un ente común donde se tiene egos diferenciales. La
filosofía de vida quizás fracasa debido a esa falta de igualdad
plena, ya no desde un prisma fisiológico o psíquico, que es
circunstancia básica en la diversidad de lo material. Sino de
una igualdad que permita un desarrollo espiritual, psíquico y
material en cualquier ser humano, rescindiendo de los
condicionamientos que hemos ido "fabricando", los religiosos
y los socioculturales.
Nuestro lado instintivo siempre por naturaleza buscara la
supervivencia, mientras que la inteligencia sin trabas ni
obstáculos perseguirá la inmortalidad. Lo instintivo busca la
supervivencia desde su punto restringido, en vez de garantizar
su existencia por medio de la inteligencia, permitiendo que lo
que nos rodea se desarrolle, fluyendo con lo demás y
creciendo de este modo nosotros con el conjunto.
Sigo pensando que esa filosofía de vida debe tener los tres
atributos esenciales que tanto hemos indicado, siendo los tres
un conjunto en profundidad, equilibrio y cohesión. El amor
como expresión, la libertad como estado y la unicidad como
ser y meta. Quizás esta filosofía de vida se podría realizar si
centrásemos ese río caudaloso de condicionantes externos
como medios simplemente, no como guías y pautas fijas,
sustituyendo nuestra funcionalidad instintiva por una
funcionalidad de conciencia. Siendo capaces de integrar todas
las partes de una personalidad y por ende de toda la
humanidad.
Dentro de las diferentes separaciones que se pueden efectuar a
la psiquis humana, a la personalidad del hombre. Vamos a
quedarnos con las divisiones de lo instintivo y de lo
inteligente, con sus dinámicas y funcionalidades. El carácter
instintivo nos habla de los propios instintos lógicamente, de
las necesidades fisiológicas y de aquella parte del psiquismo
que se enfoca a la mente más reactiva, al sistema sensorial del
hombre y los estímulos que se producen. Este carácter
instintivo produce una energía, dinámica o bien una estructura
de conciencia y conducta que Sigmund Freud denomino
sexualidad, catalogándola como la fuerza más potente y
primigenia del ser humano. Posteriormente complementa con
mayor acierto a mi entender C.G.Jung, llamándole la libido y
haciendo de la sexualidad una parte de ésta fuerza instintiva.
El carácter inteligente nos remitiría a aquellas funciones
cerebrales y mentales, que nos estimulan hacia el raciocinio,
abarcando también a mi parecer estados como son la
intuición, el mundo espiritual.
El ser humano en el transcurso de su historia, a lo largo de su
evolución ha estado progresando desde una funcionalidad
instintiva a una funcionalidad inteligente o de raciocinio. Esta
raíz y base que representa la funcionalidad instintiva, sigue
siendo indiscutiblemente una pauta esencial en nuestras
conductas. Aunque esta funcionalidad instintiva hoy en día
sea dirigida por la racionalidad, predominando el ego
individual que es realmente un proceso lógico y propio de lo
instintivo. Ya que en cierta medida generalmente se busca
más la satisfacción de esos instintos, supeditando la
sublimación del carácter inteligente a una consecución
sensitiva y material. Podríamos denominar a esta
funcionalidad instintiva como el terreno para el desarrollo de
esa libido, de nuestros instintos, con todas las circunstancias y
condicionantes que se crean y se recrean en la consecución de
la materialidad. El carácter instintivo se desarrollaría en
mayor medida gracias a la funcionalidad del raciocinio que
nace de la combinación de lo instintivo con lo inteligente,
convirtiéndose en un eslabón elevado de esa funcionalidad
instintiva. La funcionalidad de la conciencia seria la
integración de ambos caracteres en cualquier función y
expresión, pero tomando como base al carácter inteligente y
supeditando en este caso a lo instintivo. Sabemos que los
condicionantes instintivos, son necesarios para poder así
desarrollar la personalidad del hombre y la propia vida. La
funcionalidad de la razón, a desarrollado y sofisticado esa
necesidad instintiva encerrándolos en lo que llamamos
bienestar material. Ambas funcionalidades desarbolan unos
condicionantes claves, necesarios para que el ser humano a un
nivel tanto individual como colectivo progrese. Los
condicionantes instintos que son imprescindibles para el
hombre, como serian generalizando por ejemplo el nacer,
comer, reproducirse, morir, e.t.c.
Estos condicionamientos son básicamente fisiológicos, pero
"siembran" la mente y la conducta ya sea consciente o
subconscientemente. Los condicionamientos claves de la
racionalidad tomaría a los anteriores condicionantes como
básicos también, versando el campo sensorial y la
estimulación reactiva de nuestra personalidad, pero
manteniendo un enlace más mental que físico. Un
condicionamiento claro de la racionalidad seria lo que
llamamos bienestar material. Esa satisfacción puramente
material, que abarca el cuerpo y la mente como son la
comodidad, la salud, el poder, la riqueza, el conocimiento de
concrección, e.t.c. Ambas funcionalidades quedarían bien
expresadas bajo la significación de supervivencia.
Pero cabe la posibilidad y recapacitemos sobre ello, de que
igual qué sucede en el campo de lo instintivo y material e
incluso en el terreno de la razón. Esa funcionalidad de lo
inteligente, que indicaríamos como eslabón a la anteriormente
denominada dinámica transmental, tenga también unos
condicionantes claves, que el hombre debería cumplir para
obtener una total integración. Estos condicionamientos que
nos remiten a lo más trascendente del psiquismo humano, se
encerrarían a mi entender de forma clara en la significación de
autorealización. El conocimiento abstracto (lo que llamamos
algunos sabiduría), el bienestar interior, el equilibrio mental y
emocional, la plena voluntad propia sobre uno mismo. Bien
pudieran ser cualidades que nos denoten esa funcionalidad de
lo inteligente.
Teniendo en cuenta a la hora de desarrollar esta filosofía de
vida, esa conducta y conciencia en la cual el ser humano del
futuro (a pesar de la lógica diversidad) pueda evolucionar
cualquier faceta existencial, ya sea material, mental o
espiritual. Pienso que huelga decir como debería ser ese
futuro, en su conducta y conciencia, ya que es un trabajo de
"todos nosotros". Aunque también he intentado reflejar unas
reflexiones que apuntan hacia una clara dirección. Para el ser
humano es necesario tanto la supervivencia como la
autorealización. Esta cláusula evolutiva tiene condicionantes
tanto instintivos, racionales como de la funcionalidad
transmental, debiendo integrarse y establecerse. Pero quizás
un punto muy importante que debemos tener en cuenta y que
nos une al precepto de unicidad, es que el sentido de
supervivencia y de autorealización, se extienda
necesariamente a todos los seres humanos.
Como podemos entender de nuevo, esa evolución futura junto
con esa filosofía de vida, pasara inexorablemente por medio
del sentido de supervivencia (vitalismo) y de autorealización
(psiquismo). Expresando profundamente a estos tres preceptos
de evolución: amor, libertad y unicidad. Y dando así el único
y verdadero fin del ser humano: crear.
Ahora debemos introducirnos en ese periodo de tiempo, que el
ser humano y siguiendo la estela narrativa que estamos
observando, puede abrirse en el futuro. Esta nueva época que
presumiblemente será historia para la humanidad y conforme
hemos estado estructurando en este libro explicativo, nos
mostrará e indicará diferentes aspectos psicológicos que
probablemente se expresarán en nuestro devenir. Estos
aspectos podríamos resumirlos en dos básicos (como
habíamos expuesto antes). A nivel material la síntesis clave
seria integración, o lo que habíamos citado sobre humanismo
y postmaterialismo. Una integración tanto a un nivel interno,
como externo hacia la naturaleza y todo aquello que nos
rodea. La segunda síntesis clave y más concerniente a lo
mental, sería lo que habíamos denominado como transmental.
Siendo un significado que lanzará al ser humano a una
apertura y potenciación de su psiquis, desarrollándose en su
conjunto y no por fases separadas. Donde la abstracción y el
terreno de lo inconsciente inculcara a la vida del hombre
nuevos planos conscientes de existencia.
Las diferentes claves que hemos citado serian en base lo que
constituirán esa conciencia colectiva y por ende una mutación
psicológica en el hombre. Recordemos que en los tiempos
venideros, el muy posible desarrollo tecnológico y el avance
intelectual de nuestra civilización (como parece indicarnos el
camino emprendido en este último siglo), debe dejar un "vacío
material" y a la postre un "vacío mental", en la existencia del
ser humano del futuro. La conjugación de varios aspectos en
esta presunta imagen de la futura civilización, deberá moldear
lógicamente la conducta y la conciencia del hombre. Pero lo
que resulta evidente a mi entender contando con los factores
de ese hipotético vacío material, será una predisposición de la
humanidad hacia la abstracción de la psiquis. Hemos de
entrever que la sociedad futura debido al rápido progreso que
nos vemos inmersos, expresará evidentemente un claro
bienestar material, en los campos de la salud, la
comunicación, el trabajo, la cultura, e.t.c. El hombre que se
nos proyectará en el devenir tendrá que expander lo que le
distingue principalmente de los demás seres vivos y que ha
sido causante de su constante desarrollo, su mente y su
inteligencia. El camino hacia una abstracción notable en
nuestra sociedad, ya sea por el medio de la espiritualidad, del
conocimiento o otros diversos medios, prácticamente es
seguro. Estos condicionantes nos permite predecir y señalar
que el hombre, vivirá una especie de mutación psicológica,
donde las tendencias morales y éticas, de religión y filosofía,
tendrán una clara transformación. También parece probable
que diferentes pautas de convivencia comunes a nuestro
tiempo, tendrán otra diferente asimilación y resultante. La
humanidad sin predecir realmente hasta que punto, parece
dirigirse hacia una integración, de las diferentes culturas y
razas. Aunque este resultante puede ser una unificación
digamos mundial, con diversos niveles y escalas, o bien una
plena integración igualitaria entre todos los pueblos y
naciones del planeta.
Sucediendo a mi entender que unas diferentes pautas de
convivencia serán fuertemente proyectadas, como son la
comunicatibilidad, el postmaterialismo, y lo transmental,
quedando impregnadas en la sociedad con la imagen que
según el destino nos represente.
Hemos visto conjeturas y suposiciones evidentemente, dentro
de esas dos claves que se desarrollaran en esta época de
transformación, dándonos a mi entender dos productos que
son la integración y la conciencia colectiva. El flujo de los
caracteres positivos y negativos, junto con la propia voluntad
e inteligencia del hombre, serán los encargados de constituir
ese futuro. Sabemos que el devenir de la humanidad, puede
alcanzar una transformación profunda, donde la universalidad,
la moral y el conocimiento se funda con el dominio de lo
material y lo espiritual. Debemos diluir y cambiar, esas raíces
egoístas y agresivas, para poder crear una sociedad más
compacta y con conocimiento, extinguiendo los sentimientos
más destructivistas.
Con esta transformación tomaremos a la emotividad como un
eslabón de la razón y a la misma razón como un regenerador
de la emotividad. Piensa que en el futuro seremos más
inteligentes, pero debemos tener cuidado en no ser también
más egoístas.
No quisiera finalizar este libro, cargado de imprecisiones y
suposiciones, pero también de ilusiones y buenas intenciones,
sin remitir de nuevo el titulo del mismo, que es el de "en
nombre del amor". Me gustaría intentar dejar lo más claro
posible que ese materialismo, no hace referencia a lo que
muchas personas creen simplemente, al dinero y las riquezas,
a las posesiones, los títulos y cargos que hacen escalas entre la
sociedad y las personas. Sino más bien al sentido y dirección
que damos a todas estas cosas. Este materialismo nos indica
más bien a ese sentido egoico innato, a ese instinto de
supervivencia del ego propio que predomina sobre otras
concepciones, y que valora como único y primero su esfera
egoica ante todo, ante todo lo externo a ese ego individual. A
ese apego a lo que nos dicta nuestra percepción sensorial,
buscando la satisfacción personal ante esos estímulos. A llenar
lo instintivo de lo material, protegiendo nuestro ego individual
y batallando por dominar a otros egos. De supeditar con el
materialismo a la abstracción y a la inteligencia más pura.
Muchas veces nos perdemos en detalles, como pensar que este
materialismo no existiría si no existiese el dinero o estructuras
de poder por ejemplo. La veracidad estriba en el sentimiento e
intencionalidad que mueven "todos los móviles" de los que se
sirve el hombre para desarrollar su existencia.
En mayor o menor medida todos nosotros por defensa o por
ambición, utilizamos estos móviles (como el dinero) para
conservar o nutrir el ego, el materialismo. Sabemos o al
menos hemos recapacitado un poco al respecto, sobre que
estos tres preceptos que catalogo como universales e
inherentes a la vida. Son lo único que puede transformar a
nuestra concepción materialista y al sentido egoico, en favor
de lo que llamamos humanismo y espiritualidad.
Vuelvo a recordar que no debemos "expulsar o estrangular" a
nuestro ego individual, a los instintos, sino dejarlos fluir con
conciencia buscando motivaciones y salidas a los mismos más
creativas, más productivas o al menos que sean inocuas para
aquello que nos rodea. Nunca debemos extinguir nuestro ego
diferencial y propio, la conciencia e inteligencia del hombre,
su personalidad como ente individual y que conecta a su
especie en un continuado desarrollo, ya que el hombre como
tal desaparecería. Simplemente aunque quizás difícilmente,
deberíamos ser más receptivos y comprensivos, teniendo más
sentido de unidad y no tanto de diferenciación.
La unicidad es a mi entender una reflexión lógica, de que
formamos un todo, todas las partes de la vida (los hombres, la
naturaleza, e.t.c). Pero no debemos olvidarnos que la unicidad
es un sentimiento que nace al profundizar en el amor y en la
libertad. Este sentimiento de unicidad cuando te llena, te
involucra y cambia tu visión personal. Porque la unicidad se
siente más que se "ve o se toca". La unicidad es una forma de
conciencia y conducta en realidad que se basa en el estado
ideal de la vida: la libertad; y bajo la forma de expresión más
acorde a lo más evolucionado de la vida: el amor.
La libertad es el único sendero que nos posibilita el
autoconocimiento, la tan traída sabiduría perenne que reside
en nosotros y en todas las cosas. Con la libertad podemos
alcanzar por nosotros mismos la autentica profundidad de
cada cosa, de cada esencia. Gracias a la libertad podemos
llegar a sentir sin explicaciones extensas ni intermediarios, el
sentimiento y el sentido de cada naturaleza. La libertad a mi
entender es el único camino que nos conduce directamente
hacia nosotros mismos y a ser dueños de nuestra voluntad.
Gracias a la libertad podemos llegar a la autentica
espiritualidad.
Pero como habíamos citado anteriormente, estos tres
preceptos universales, estas leyes que a mi entender son
absolutas pero tremendamente flexibles. Deben estar ligadas
en una acción continuada y conjunta, para que este caos
armónico que llamamos vida, tenga una evolución y sobre
todo un sentido.
En estas últimas líneas me gustaría hablar de esa gran fuerza
cósmica, que es el amor. Desearía que a pesar que el
contenido de este libro es explicativo sobre una hipótesis que
planteo. Tenga un fin y recuerdo primordial, que sea un libro
escrito en nombre del amor. Querría que nos inflásemos y
extendiéramos en esa fuerza que es el amor (y no solamente
en sus sucedáneos como son el deseo, pasión, posesión, e.t.c).
Me gustaría que cada uno de nosotros valorase sus recuerdos
positivos, que enlazásemos con esa chispa de amor que
aunque esté en un rincón apartado y aislado de nuestro ser, un
día pasado o tal vez presente, alimento nuestra existencia.
Sabemos que todos vamos arrastrados por la corriente de esa
incesante lucha por la supervivencia, esa batalla de egos. No
debemos buscar culpables ni culpas (el que sea inocente que
tire la primera piedra). Sino más bien de perdonarnos en
primer termino y sobre todo realmente saber perdonar.
Si nos perdonamos a nosotros mismos, nos centramos y
reflexionamos con nuestro interior en nuestra existencia,
sabremos por qué o en qué actuamos en disonancia, en
desarmonía, dándonos una oportunidad para salir de ese
"circulo vicioso" en que nos encontramos. Perdonando damos
la oportunidad de que los demás puedan tener la posibilidad
de recapacitar y perdonarse a ellos mismos. Esto sólo puede
realizarse con una fuerza y con una predisposición al amor.
Me gustaría que imaginásemos (antes de hacer o emprender
una acción, hay que imaginarla), que un día saliésemos a la
calle y nos cruzásemos con un mundo de buenas intenciones.
Que sonriésemos simplemente e hiciésemos las cosas con
amor. Que lo que nos representa sufrimiento fuese una
transformación del sacrificio de nuestra voluntad
simplemente. Que el sufrimiento que concertamos al
sufrimiento se proyectará como comprensión frente al
sacrificio. Todos sabemos que un mundo así contribuiría a que
todo fuese distinto. Haría que nosotros fuésemos trasparentes,
sin máscaras ni disfraces, seriamos verdaderamente nosotros
mismos. Sabemos obviamente que una imagen así del mundo
y de la sociedad hoy en día, a todas horas es impensable.
Si recapacitásemos, "ralentizar nuestros pensamientos" al
menos unos minutos al día, siendo más conscientes de aquello
que decimos y hacemos. Si haciendo cada uno de nosotros,
una ofrenda y acto de voluntad en nombre del amor. Un acto
en cada persona, que tomara conciencia de si mismo y que le
diera un sentido a su existencia, que traspase toda barrera
ideológica, religiosa o de cualquier otro tipo. Entablando así
un enlace consigo y con todo. Para constituir un granito de
amor en este desierto egoico que hemos fabricado.
No debemos renunciar a mi entender a nuestra personalidad,
a nuestro ego propio y diferencial nunca, a nuestra propia
libertad interna. Pero entre todos y posibilitando que todos
participemos, debemos constituir relegando a su condición ese
sentido egoico que nos aprisiona, haciendo resurgir esa
filosofía de vida la cual permita a todo ser humano realmente,
no ya volcando nuestra persona a sobrevivir sino a poder vivir
y poder autorealizarse.
Esta filosofía debemos tejerla entre todos sin lugar a dudas,
extendiéndonos en compresión y flexibilidad, bajo la batuta
de esa fuerza mágica que es el amor y el respeto. Pero para
conseguir que esa fuerza desarrolle todo su potencial,
debemos realizar un primer trabajo que es ser auténticamente
responsables.
Quisiera dar un grito, una exclamación para que abrazásemos
al amor. A todas aquellas personas que sufren, a todas
aquellas personas que vuelcan sus vidas para sobrevivir.
También aquellos que aunque ancianos, mantienen una chispa
de ilusión. A aquellos que la existencia, la lucha por la vida,
no deja ver su interior, no se permiten saborear lo ínfimo pero
grande a su vez, que reside en todos nosotros. Y sobre todo
también a aquellos que ya no simplemente no ven su interior,
sino que se dejan confundidos dar vuelcos por la vida, y ni
siquiera ven su exterior. A aquellos que no encajan, que no
sirven, que no se incluyen, que existen sin existir, que sus
vidas son un cordón lleno de penas pesadas; pero que a pesar
de tanta desinfonía rezuman en un instante, un brillo especial
en sus ojos. A aquellos que comienzan, que buscan y no saben
donde beber, pero de alguna forma acaban de encender su
antorcha.
Animó a todos, de que a pesar de tantas contradicciones e
incomprensiones, que de una vez por todas "escriban" en la
vida y digan algo en nombre del amor.
Sabemos de sobra que hemos nacido para y en el sufrimiento,
porque ha si es la vida (o la hemos condicionado así) y nos lo
dictan. Bañados en un mar de egos que nos empañan las
ilusiones y las esperanzas. Pero quisiera que en algún
momento del día, apenas unos pocos minutos de quietud, de
contemplación, abrazásemos y nos insuflásemos de esperanza.
De que nos comprometamos en nombre del amor. Porque el
destino, la forma de vivir la vida, es en realidad una decisión
nuestra, que con nuestra voluntad y conciencia podemos
moldear la realidad.
Me gustaría que apartásemos tanta circunstancia negativa que
nos rodean y está en cada rincón. Al menos que no ahogase
tanto nuestra vida y que nos permitiera inyectar en nuestro
interior esa fuerza necesaria para librarnos de ese yugo que
nosotros mismos nos hemos impuesto. Pensemos que si ahora
es impensable, no por ello es imposible y algún día, podremos
llegar a crear para nosotros y la futura humanidad, un mundo
donde se ande en libertad y se respire amor.
Podríamos recoger cada semilla de amor, aunque no hubiese
germinado, que ha quedado en un obscuro lugar de nuestra
memoria, o en un pequeño lugar del corazón. Que sacásemos
al consciente cada recuerdo de nuestra existencia que nos
expresase cualquier manifestación de amor, en este valle de
sufrimientos y obstáculos. Desearía que esos recuerdos los
centrásemos en nuestros pensamientos diarios (en el trabajo,
en soledad, al despertar), a pesar de saber de buena tinta que
la rueda de la vida sigue dejando su huella en nuestro caminar.
Que a pesar de que mantengamos la lucha diaria que nos
hemos impuesto y que hemos heredado. De que a pesar de
nuestros miedos internos, de nuestros fracasos y decepciones,
clavándose como astillas en nuestra alma. Y de ver tantos
sueños esfumados entre sombras, tantas ilusiones truncadas
por la incomprensión. Brotemos con fuerza esos recuerdos
positivos, recuerdos de verdadero amor, aunque sean pocos y
fugaces, de amor hacia las personas, de amor hacia las cosas,
hacia cualquier sentimiento que nos haga vivir. Que nos haga
sacar lo mejor que tenemos de nosotros mismos, sin grietas ni
rupturas, sin desequilibrios ni incongruencias.
Debemos cada uno de nosotros, saber que todo el amor, en
una expresión elevada y profunda reside en nosotros,
pudiendo llegarse a mostrar entre tanta confusión, en un
simple y pequeño detalle. Sentir esa fuerza que reside en
nosotros y escapar del laberinto que hemos ideado y creado.
Si logramos hacer esto habremos esbozado una solución, el
mundo puede que siga andando a trompicones, con obstáculos
y tropiezos, porque todo tiene un tiempo y una maduración.
Pero si cada uno de nosotros sacamos esa limpia semilla a su
exterior, por diminuta que fuese, habremos establecido una
válvula de escape. Y lo más importante la posibilidad de que
el mañana sea mejor.
Hagamos esta revolución de conciencia en silencio, pero un
silencio lleno de ansias de paz y amor. hagamos una
conspiración personal, para salir de la prisión que hemos
puesto a nuestra interior, una conspiración que nos lleve a la
armonía. Saquemos esos recuerdos como imágenes vivas,
todos los días y así tendremos voluntad. Este libro lo hice a mi
manera, con mis palabras. Y que aunque intente ser objetivo
indudablemente exprese mis sentimientos y pensamientos.
Pero todo lo hice, mejor o peor, en nombre del amor.
VOCABULARIO SIMBÓLICO
ABBADON : Lo relacionamos con la raíz hebrea abba que
nos indica el término padre, dios, pero con una connotación
negativa.
ABISMO : Nos representaba la profundidad de nuestro
inconsciente colectivo, tomando una directriz negativa por el
desarrollo descrito en el texto.
AGUA : El agua nos simboliza dentro de la emotividad, a los
sentimientos más conscientes. En relación veríamos al
término fuente y río como semejantes.
AIRE : El elemento aire nos introduce en el hecho y causa
comunicativa, con las ideas y el intelecto. Según el escrito lo
observamos como una falta comunicativa entre las personas.
AJENJO : Planta de la familia de las artemisas, conocida
como hierba de santo, usada para la medicina pero destilada
era un bebida de alta graduación con un sabor amargo. Lo
habíamos relacionado con factores externos a la conciencia
humana, los cuales crean círculos viciosos.
ANCIANOS : Nos indicaba a la parte de la conciencia de la
totalidad, que le llamamos supraconciencia. Los habíamos
relacionado por la capacidad de esos veinticuatro ancianos y
por la costumbre antigua de que los consejos los dirigieran
personas ancianas.
ÁNGEL : Nos introduce a parte de la más extendida
significación, en la de mensaje de los arquetipos
inconscientes del hombre o bien como abstracciones del
hombre hacia esa supraconciencia.
APOLYON : Seria el reverso del dios griego Apolo y que la
religión católica identifica como el destructor.
ÁRBOL : A parte de entenderlo como símbolo de la vida en si
y como explicación del desarrollo de la misma. Lo
observamos como la creación y evolución de la humanidad
llegado un punto desarrollado de su existencia.
ARCO-IRIS : Según el antiguo testamento es símbolo de la
alianza de los hombres por medio de Noé con dios. En el
escrito lo habíamos tratado como la coronación de la energía
primigenia cósmica, la cual nos enlazaba con los siete
principios abstractos de su primer desarrollo. Debemos
separar para una mejor comprensión, la creación de principios
psíquicos y abstractos propios del desarrollo que simboliza el
arco-iris. Con la interpretación de los ancianos que nos indica
a la conciencia global directa de esa energía primigenia
cósmica.
ASTRO : Como los meteoritos y aerolitos los interpretamos
como un mensaje o una señal de la divinidad que nos enuncia
o anuncia un hecho o circunstancia. Este astro lo habíamos
relacionado con el significado de ajenjo.
AZUFRE : Este mineral está considerado como un agente
purificador, el cual se relaciona perfectamente en el texto al
situarse en el lago de fuego donde se encadena al dragón, a
Satanás.
BABILONIA : Identificábamos a este concepto, como una
referencia a una sociedad basada en el conocimiento concreto,
en lo instintivo. En definitiva sin contemplar el carácter
mágico o racional de su visión, en una sociedad donde
predomina su sentido material.
BESTIA : La primera bestia apocalíptica nos indicaría al
materialismo creado por un predominio y desarrollo del
sentido egoico en la humanidad. La segunda bestia nos habla
de la transformación de esa conducta materialista en una
ideología, en un mentalismo de la humanidad materialista.
BOCA : Nos remite a una posible manifestación, a la
pronunciación de un hecho o circunstancia.
CABALLO : Nos habla de un proceso o como la explicación
de determinadas bases de la evolución. Los animales siempre
suelen simbolizarnos lo instintivo en el hombre.
CABEZA : Nos introduce en la inteligencia, en el fuego
astral. La cabeza según la visión del texto, la observamos
como una referencia a un cuerpo o campo de la existencia,
como un poder donde puede expresarse el ser humano.
CANDELERO : Este símbolo nos indica el concepto de
iluminación, nos induce hacia el estado gracia de una visión
sabía.
CIELO : Nos introduce en la totalidad, en la acción de la
deidad.
CORDERO : Nos habla de la acción del sufrimiento y del
sacrificio. El cordero que nos simboliza la figura de Cristo,
se nos muestra por un lado como la guía espiritual para los
hombres. Pero también como el arquetipo donde debemos
regenerar nuestras vidas.
COPAS : Seria los ciclos, los pasos con sus puntos de
inflexión de una evolución. En este caso de esa
transformación espiritual.
CORONA : Al ser el símbolo que está encima de las cabezas,
nos indica la importancia que tiene este medio de expresión,
este campo o cuerpo de la existencia. La corona nos indica un
poder establecido en esa representación de la cabeza.
CUERNO : Nos habla de las defensas, de los móviles con los
cuales el ser humano debe realizar su existencia. En el caso
del cordero le atribuíamos cualidades positivas de la psiquis y
de la moral, mientras que en el dragón y las bestias nos
introducen en cualidades contrarias.
DENARIO : Moneda del antiguo imperio romano, que en el
texto nos indicaría el valor de la existencia, el sacrificio y
sufrimiento en determinadas circunstancias y hechos.
DIADEMAS : Tiene un significado similar al de corona,
dándole más poder a esa cabeza, pero quizás nos indique al
llevar nombres de blasfemia la intensidad que puede alcanzar
determinados cuernos en los distintos campos de la existencia.
DRAGÓN : Nos introduce en el concepto de la negatividad
como energía y fuerza primaria de la totalidad, que
lógicamente influencia a la humanidad. Quizás a un plano
más concreto nos hable del sentido egoico en el hombre.
ESPADA : Nos induce a la voluntad en si, que es una de las
cualidades básicas necesarias para la evolución del hombre.
ESTANQUE : Nos indicaría al inconsciente colectivo de la
humanidad, teniendo un significado similar al del lago.
ESTRELLAS : Tienen un significado parecido al de astro y
aerolito, remitiéndonos a una acción proveniente de la
totalidad. También nos indica su esencia de mensajera.
FORNICACIÓN : Es una acción que nos remite a una
predisposición del hombre hacia lo instintivo y a lo material.
FRUTOS: Nos indicaría las materializaciones del árbol
indicándonos los hechos y circunstancias que crea esa nueva
humanidad.
FUEGO : Nos habla de la fuerza interna del hombre, de esa
voluntad instintiva que acciona la vida del hombre.
FUENTES : Tiene un significado similar al que habíamos
atribuido al agua.
HARMAGEDON : Nos habla del lugar de reunión del mal,
indicándonos un momento que es el juicio de conciencia,
donde tendrá lugar una gran transformación de la humanidad.
HOJAS : Igual que los frutos nos representaba a la positividad
como acción, mostrándonos una materialización. Las hojas
nos indicaría el hecho de la negatividad, que es saludable
dado su carácter regenerativo.
HOZ (SIEGA) : Nos indica la acción concreta en el momento
de inflexión de una fase, o bien el desencadenante principal de
este proceso.
IGLESIA : Nos hablaría de la conciencia grupal de una
comunidad, de su sitio de reunión para comulgar comúnmente
una conducta.
INCIENSO : Nos indica otra de las cualidades fundamentales
para la evolución, como es la sabiduría interna, la imaginación
creativa. El incensario nos denotaría una retórica de la
religiosidad para mostrar su fundamento.
JINETE : Nos induce al hombre en si mismo, y sobre todo
con las pautas con que se conduce. Los jinetes nos involucra
en lo consciente del condicionante.
LIBRAS : Medida de peso, que nos indica circunstancias o
hechos concretos que tienen una vital importancia para el
desarrollo del hombre.
LUNA : Sería una referencia al inconsciente tanto desde un
punto de vista individual como colectiva.
LANGOSTAS : Nos introduce en la acción concreta de
dualidad negativa que conduce la figura de Apolyon o
Abbadon.
LLAVE : Nos indica la clave o bien una circunstancia con
que se habré un proceso.
NAVES : Nos representa a circunstancias o hechos generados
por la mano del hombre.
NUEVA JERUSALEN (ESPOSA) : Nos indica a la nueva
humanidad, a una nueva época donde el hombre ha llegado a
un nivel de conciencia elevado.
MAR : Nos habré una clave dentro de la emotividad,
mostrándonos su parte más profunda e interna.
MINISTERIO : Sería un proceso determinado y determinante,
que suele indicarnos una época donde un personaje místico
tiene un periodo de divulgación e iluminación.
MIRRA : Seria una de las cualidades con la que el ser humano
se sirve para establecer su desarrollo, siendo la fe en su estado
esencial.
MONTAÑA : Nos indicaría un acto material, ya bien sea
constituido por la totalidad como por el propio hombre.
MUJER : Nos señala el concepto de feminidad de la
humanidad, habiéndonos de conceptos como sensibilidad,
receptividad o sabiduría oculta e intuitiva.
ORO : Nos reseña al igual que la espada la cualidad de la
voluntad, pero con carácter más abstracto y de conciencia.
POZO : Sería una referencia de manera concreta a lo
inconsciente en el hombre.
RAMERA : Tiene el mismo significado que Babilonia.
REYES (REINOS) : Tiene la función de establecer un
dominio en concreto, relacionándolos con las cabezas del
dragón y de las bestias.
RÍOS : Tendría el significado igual al de fuente o aguas.
ROMA : Simboliza lo mismo que la ramera o Babilonia.
SELLO : Nos indica un proceso o fase donde se detallan
diversas circunstancias y hechos de la evolución de la
humanidad.
SOL : Nos habla de la voluntad de nuestro interior,
pudiéndolo relacionar con el super-yo.
TERREMOTO : Nos indicaría a la acción negativa, en sentido
bien de regeneración o destructividad de un proceso que toma
un punto de inflexión.
TESTIGO : Seria bien una indicación hacia una persona
mística que tiene una clara función de transmisión e
iluminación. O bien de hacer hincapié hacia una cualidad o
hacia un precepto de la existencia y conciencia.
TIERRA : Nos denotaría a la materialidad en sí, como cuarto
eslabón del hombre en su más interna concepción.
TROMPETA : Nos hablaría de la apertura de un proceso, en
similitud con la llave. Aunque la trompeta nos hace referencia
quizás a hechos más ligados a lo concreto y la llave a lo
abstracto. También la trompeta nos induce hacia una acción
donde existe una victoria.
UVAS (VIÑAS) : Son productos derivados de la acción del
hombre.
VARÓN : Nos señala a la voluntad positiva en conjunto de la
humanidad.
VIVIENTES : Nos habla de los constituyentes mas concretos
de la totalidad, de las esencias de la materia como son el
agua, fuego, aire y tierra con carácter fijo de estabilidad. Pero
también de las energías más concretas y de las pautas
mentales, con las que se establece y desarrolla la vida las
individualidades y en concreto el hombre.
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